Esta era una entrevista que Sólo Rock se debía desde hace mucho tiempo. En el número 5 de nuestra revista entrevistamos a Los Estómagos, representados para la nota por Gabriel Peluffo y Gustavo Parodi, ya que el Hueso no había concurrido. Cuando Los Estómagos se separan, alcanzamos a entrevistar a los incipientes Buitres Después de la Una, pero nuestra revista cerró esa etapa sin poder entrevistar al Hueso. Y siempre quedó como un pendiente. Han pasado prácticamente 30 años y ahora tenemos la satisfacción de entrevistar al bajista del grupo de rock más importante de la década de los ’80, el único Estómago que no se transformó en Buitre: Fabián “Hueso” Hernández.
SR: Como instrumentista, comenzaste primero con el piano y luego con el bajo.
Hueso: Yo empecé con mis estudios de piano a los 6 años, ya motivado de tocar en una banda. Cuando tenía esa edad, por 1970, hubo una kermesse en mi escuela y había grupos de música, y tocó una banda beat. Me tocó o elegí estar al lado del escenario, y me pegó muy fuerte ver a esa banda que hacía algo que me sonó más interesante en ese momento. Me impactó mucho lo que sonaba eso de cerca, tanto que le dije a mi vieja que de alguna forma quería tocar el teclado en alguna banda. En ese momento era poco lo que se usaban los teclados eléctricos, así que la posibilidad era tocar piano.
SR: ¿Y cómo llegás al bajo?
Hueso: Cuando un compañero de clase del liceo Brause de Pando, que sabía que a mí me gustaba el rock and roll (yo tenía 14 ó 15 años) me dice que hay un amigo de él que tenía una guitarra eléctrica y se juntaba con amigos y tocaban: se trataba de Gustavo Parodi. Me invita un día a la casa y ahí empezó la historia. Me mostró unos discos, y tenía un piano más destartalado que desafinado, y ahí empecé a tocar lo primero. Después de eso, hablé con mis padres a ver si me compraban un teclado, y fue lo que empecé tocando. En un momento, el bajista, que era mi compañero Pablo Peluffo, y teníamos necesidad de conseguir un bajista. Probaron varios amigos pero no pintaba nadie, entonces Gustavo me dice si no me animaba a tocar el bajo. Y ahí fue que empecé a tocar el bajo. Al principio me costó un poco adaptarme, pero después le fui tomando el gusto. Eso fue en la banda previa a Estómagos, que se llamaba The Vultures, justamente. Con esa banda tocamos en un concurso que hubo en el Teatro del Anglo, por el año ’81. Y ahí quedaría tocando el bajo, ya cuando empieza la etapa Estómagos, que se nos une Gustavo Marriott y después Gabriel Peluffo. Aunque en el primer disco hay unas cuantas canciones que grabé unos teclados. Y en los primeros toques de Estómagos, yo solía tocar teclado en algunas partes, con el bajo colgado, haciendo algunos arreglos.
SR: En ese período en que tocaste el bajo, ¿te sentiste bajista o era como que no era tu instrumento pero igual estabas en él?
Hueso: Yo le fui tomando el gusto al bajo, y después creo que terminé sintiéndome cómodo tocando el bajo, sí. Logré sentir ese poder que te da tocar el bajo, que es un instrumento que, por estar en la escala de graves y pegar así en el pecho, compartiendo esa función con el bombo de la batería, pega mucho corporal y directamente. Aparte en Estómagos lo hacía bastante protagonista al bajo, estaba presente más de lo que era usual en las bandas de rock.
SR: ¿Qué música te influenció en principio?
Hueso: Lo que escuchábamos en un principio, que tenía mucho que ver con lo que salimos haciendo, era la movida punk del ’77, la movida de Londres, los Ramones, el rock español de fines de los ’70.
SR: Eso se reflejó directamente en lo que estaban haciendo.
Hueso: En la primera etapa, la etapa punk, que no quedó registrada en un trabajo discográfico. En el primer disco nosotros ya estábamos yendo hacia otro lado más post punk, con la llegada a nuestras manos de Joy Division. Pero la etapa punk abarcó del ’83 a mediados del ’84.
SR: El tema que tuvo más permanencia de aquella época fue Cambalache.
Hueso: Sí, fue la versión de Cambalache. Se conservaron algunas canciones, rasgos de eso.
SR: ¿Y ahora qué música estás escuchando?
Hueso: Estoy escuchando menos de lo que me gustaría por estar con poco tiempo y con la cabeza bastante dispersa.
SR: ¿Escuchás cosas nuevas o repasás viejas bandas?
Hueso: Me gusta ver qué pasa con lo nuevo. Hay una banda inglesa que se llama los Alt J que me gustan mucho. Hay otra americana que se llama Other Lives, que también me gusta mucho. De habla hispana, hace un tiempo empecé a escuchar con bastante entusiasmo a los El Mató a un Policía Motorizado. Me gustaría tener más tiempo y poder escuchar las bandas locales.
SR: ¿Tenés cercanía con lo que está pasando en el medio local?
Hueso: En realidad estoy medio alejado, escucho alguna cosa. Una banda que es mi preferida, que no es nueva, es La Hermana Menor. Siempre me pareció una banda muy interesante.
SR: Después de Los Estómagos viene Gallos Humanos.
Hueso: En el año ’91 nos largamos con Gallos Humanos con Marcelo Márquez, que era el frontman en ese caso, y yo vuelvo a mi primer amor, a las teclas. En los primeros shows alquilábamos un piano acústico. Después vimos que era muy complicado y me compré un piano eléctrico. Salimos a tocar como dúo, Marcelo que decía sus poemas y yo que hacía la música.
SR: ¿Después vino Dos Palabras?
Hueso: Primero vino Cuatro Golpes, que fue una banda que duró poco tiempo. Gallos tuvo dos etapas, una del ’91 al ’94 como dúo hasta que Marcelo se va a España. Cuando vuelve, que fue por el 2000, algunas canciones seguíamos tocándolas como dúo y después invitábamos a amigos que nos acompañaban: bajista y baterista, guitarrista en ninguna oportunidad. Sobre todo Diego Ponciano y Fernando Marriott, hermano menor de Gustavo. En el 2002 pasamos a llamarnos Cuatro Golpes. Por el 2010 vino la etapa de Dos Palabras, que era esa misma integración más Pablo Fernández en bajo, sin Marcelo, y con Diego Ponciano que pasa a tocar la guitarra y a cantar. El último show fue en el 2017.
SR: Hay un gran cambio de Los Estómagos a lo que pasaste a hacer con Gallos Humanos. Imagino que era una necesidad artística tuya, ¿pero había también ganas de diferenciarse de lo que venías haciendo?
Hueso: No había algo explícito donde hubiera un plan de acción de tomar para determinado lado que fuera lo más lejos de Los Estómagos. Yo en realidad tenía cosas compuestas en el piano, incluso de antes de disolverse Estómagos, que no sabía muy bien qué hacer con eso. Cuando para Estómagos yo me meto más en eso y me encierro en casa a tocar el piano. Tenía bastante música compuesta, que fue lo que después utilicé en Gallos Humanos. Se dio naturalmente así, me surgía eso.
SR: Capaz que podría haber sido tu carrera solista paralela a Los Estómagos.
Hueso: Podría haber sido algo así. Y después se ve plasmada en esto, que era muy distinto. Fue como que me llegara aire nuevo en el momento en que lo necesitaba. Si bien nunca fue un fenómeno masivo y tampoco nosotros no tuvimos la constancia de permanecer, teníamos repercusión en el público que nos iba a ver. Era un show muy energético. La comparación de lo que pasaba con Estómagos en el escenario ocurría en cierta medida con Gallos Humanos, porque había mucha energía circulante y una respuesta muy fuerte, sobre todo para ser una propuesta que musicalmente no tenía la pared sonora que significa una banda de rock.
SR: Tenían un público que te seguía a vos, a ver qué estabas haciendo después de Los Estómagos, pero también había un público distinto.
Hueso: Sí, era una mezcla de eso.
SR: ¿En algún momento te comentaron que te seguían a vos y no a Los Buitres?
Hueso: Bueno, eso sí. Yo traté de no dar mucha bola a ese discurso, pero pienso que había mucha gente que de buena onda me apoyaba en lo que estaba haciendo de nuevo, y eso para mí era un aliciente. Pero nunca me creí ser el dueño de alguna verdad. Estómagos tuvo su vida y tuvo su deceso en un momento determinado, no sólo por las diferencias en los criterios musicales entre Gustavo y yo sobre todo, que éramos los que componíamos la música, sino por lo que pasó a nivel local en ese momento, cuando entró en receso todo lo que pasaba con el rock. Hubo como un bajón y a nosotros, que estábamos acostumbrados a tocar mucho, nos afectó porque nos quitó el elemento vital que era el escenario. Y creo que fue una de las razones muy importantes para que se terminara esa etapa.
SR: ¿Qué representaron para vos Los Estómagos en aquel momento?
Hueso: (pausa) Para mí fue la posibilidad de canalizar toda una energía que yo tenía y que no sabía muy bien qué hacer con ella, además de encaminar mi vocación. Había una sensación de ahogo, de encierro, de poca posibilidad, de incomunicación en algún punto salvo con la gente que estaba cerca, que tenía mucho que ver que estábamos aún en dictadura. No teníamos casi posibilidad de ver algo a nivel musical que nos motivara. Lo que llegaba por los medios de comunicación era música que por lo general no nos entusiasmaba. El poder canalizar tu propia energía en una banda para mí fue una experiencia formidable y liberadora, y también fue maravilloso lo que ocurrió con esa energía que fluyó entre los que hacíamos esa música y el público que la recibía, y también en la movida que se creó con las otras bandas. Fue una etapa fermental de mi vida.
SR: ¿Por qué te parece que Los Estómagos estuvieron siempre en la cresta de la ola? ¿Qué pasaba con Los Estómagos que no pasaba con otras bandas?
Hueso: Creo que una de las cosas que pasaba con Estómagos en los toques, sobre todo, era que había un gran despliegue de energía que nos surgía espontáneamente y que llegaba muy fuerte al público. Había una comunicación especial, muy energética, que creo que era la base de ese… llamalo éxito de la banda. Era lo más fuerte que teníamos. Musicalmente no era algo destacable lo que hacíamos, era bastante humilde, sencillo. Sí nos subíamos al escenario tan convencidos de lo que hacíamos y con una leche tan grande, que eso se transmitía. Creo que eso fue la base de eso que pegaba tan fuerte. También nos preocupábamos de otros aspectos, como tratar de sonar bien, el aspecto estético, trabajar la escena, y también volcar nuestras inquietudes en las letras.
SR: Supieron crear algo que la gente estaba esperando, de alguna manera.
Hueso: Yo creo que se dio así, felizmente.
SR: ¿Y te sigue pasando hoy que tenés necesidad de transmitir alguna cosa?
Hueso: Sí, sí, el bicho ése me sigue picando.
SR: ¿Siempre hay un proyecto en la cabeza?
Hueso: Siempre hay algo.
SR: Gabriel está con los tangos, Gustavo con Los Chanchos Salvajes y Marcelo acaba de lanzar su nueva banda, Rojo Tres. Está faltando que vos salgas con algo también.
Hueso: Estoy en conversaciones con parte de la gente con la cual estábamos con el proyecto de Dos Palabras. Tengo unas cuantas cosas nuevas y con miras de largar.
SR: ¿Tipo?
Hueso: Tiene más que ver con lo que estaba haciendo en la última etapa con Dos Palabras. Incluso capaz que rescatamos parte del material que estábamos tocando.
SR: ¿Qué te parecen los distintos tributos que se han hecho a Los Estómagos?
Hueso: Me siento muy honrado. No puedo evitar sentir cierto orgullo de que haya gente que considere que valga la pena rescatar esa música, o hacer música inspirada en ella, como pasa con unas cuantas bandas que hay. Me parece que está muy bueno eso. Me han invitado a participar y yo lo que lamento es no sentir el entusiasmo como para participar, aunque no descarto ir en algún momento. Siempre trato de explicar que no tomen como un desprecio si no voy cuando me invitan. Yo no me pongo a escuchar discos de Estómagos, porque no me entusiasma en este momento, no es lo que elijo escuchar. Y para ir a un toque, me tiene que motivar, que entusiasmar. Es como una etapa que fue y que tuvo mucho que ver. Es lo mismo que pasa con alguna propuesta que me han hecho de juntarnos y tocar, que no llega a motivarme. No haría algo en esta etapa de mi vida que no sintiera profundamente, no subiría a un escenario a tocar algo de lo que no estoy plenamente convencido.
SR: ¿No te parece que para toda esa gente que no tuvo la posibilidad de ver a Los Estómagos estaría bueno ver una última presentación?
Hueso: Mucha gente me lo plantea. Podría ser una oportunidad para gente que no fue público en ese momento por la edad que tiene. Si fuera en este momento que se llevara a cabo una reunión de Estómagos, no iba a ver la misma banda que en ese momento, porque el tiempo no vuelve y eso es inexorable. Lo que fue, fue en su momento. Y yo prefiero dejarlo así, en las retinas y en los corazones de la gente que participó de eso, con los pocos registros que quedaron. Lamento si hay gente que me putea por esto, o no lo comparte, pero tengo que obedecer, ser fiel a mí mismo en este caso. Pero como los seres humanos no somos inamovibles, no te puedo decir que eso no vaya a suceder nunca. Porque si yo en algún momento siento verdaderas ganas y entusiasmo por hacerlo, bueno, me lo plantearía.
SR: ¿Buitres no podría haber sido, de alguna manera, una evolución natural de la música de Los Estómagos?
Hueso: Yo creo que de hecho sí, creo que hubo cierta línea de continuidad. Y puesto que tres integrantes de Los Estómagos siguieron ahí, inevitablemente iba a pasar eso. También hubo una evolución, pero con la parte del criterio musical de Gustavo, sobre todo. Lo que no estuvo más presente ahí fue lo que yo aportaba, humilde aporte en ese caso. No es que lo haya planteado yo, pero sí mucha gente me ha dicho que en Los Estómagos había algo que enriquecía mucho musicalmente a la banda, que era como una mezcla de cosas, de estilos. Yo creo que ahí estaba muy presente que lo que hacíamos, sobre todo pasada esa primera etapa punk que teníamos como una misma cabeza, lo que componía Gustavo y lo que componía yo, iba un poco por diferentes carriles, y la mezcla esa le daba cierta riqueza a la banda, cierto sabor.
SR: Tus composiciones se distancian un poco más de la música de Los Estómagos que las de Buitres. En ese sentido, ¿considerás más rica tu propuesta?
Hueso: La palabra es distinto, y toca diferentes sensibilidades. Creo que eso es según la sensibilidad de cada persona. Cuando sos honesto, sincero con lo que componés y hacés, tocás la fibra de la gente que más o menos sintoniza contigo. Como público, para mí, lo principal es si mueve mi fibra.
SR: En el panorama local actual, ¿cómo te parece que se insertaría tu propuesta?
Hueso: Es toda una incógnita para mí en este momento. Vos podés pasarte mucho tiempo tocando en pequeños boliches sin que pase nada, salvo que la banda tenga la suerte de convocar. Pero eso es un proceso lento. Después está el otro gran medio, que es internet, que eso pesa mucho. Si el nuevo proyecto incipiente se logra concretar, quiero prestarle más atención a cómo presentarnos en alguna plataforma, cómo presentar la música y una propuesta estética, visual; simultáneamente con planear algún toque. Creo que es muy difícil promoverse a las bandas nuevas.
SR: Si en algún momento se diera que tu banda pudiera dar el salto y tocar ante un público masivo, no tendrías problema con eso, ¿no?
Hueso: Yo respeto el proceso natural que se da con una banda. La etapa del deseo, después la de la propuesta, luego la concreción, y después viene una primera etapa de prueba, que es cuando vos te largás y ves ahí qué pasa. Hay que ser honesto con irse largando a medida que te ves con esa fuerza y esa capacidad. Con el respeto hacia vos mismo primero, y hacia el público. Todo tiene su proceso.
SR: ¿La gente te reconoce cuando vas a un toque?
Hueso: No es algo que se de a menudo, pero cuando voy a toques suele ocurrir que alguien me reconoce. A mí lo que me llama más la atención es cuando son pibes, porque lo puedo esperar más de gente de mi generación que vio a Los Estómagos. Los pibes descubrieron de otra manera a la banda
SR: ¿Qué te dicen?
Hueso: Qué bueno lo que pasaba, qué bueno Estómagos. Me han hablado del primer disco, de lo bueno que estaba lo que hacíamos, que en los ’80 sí que había fuerza.
SR: ¿Y vos qué sentís ahí?
Hueso: Me resulta motivador, llamativo, curioso. Porque es algo que no espero.
SR: Pero fuiste parte de la banda más importante de los ’80.
Hueso: Yo no sé… sí, sí… ponele…
SR: Ponele, ¿no? (risas)
Hueso: Está buena esa repercusión, es un estímulo, también. Y también va unido a la pregunta de qué estoy haciendo y qué voy a hacer.
SR: ¿Querés agregar algún comentario?
Hueso: Es importante seguir el deseo propio, la vocación, cuando tenés el bicho del arte, la música, la canción. Para la gente joven, que puede tener alguna inquietud en ese sentido, está bueno seguirlo, no bajar lo brazos. Y yo creo que uno de los principales motivos por los cuales Estómagos corrimos la suerte que corrimos, que pudimos subirnos a un escenario, permanecer y lograr que el público fuera en aumento, fue lo que nosotros metimos. Nos preocupamos mucho por hacernos nuestro espacio en un momento en que casi no había lugar para tocar. Fuimos recontra porfiados. Eso tuvo mucho que ver con que lográramos prosperar como banda, permanecer, grabar los cuatro discos, subir a muchos escenarios y ser felices en esos momentos. Porque es importante para la gente joven que está empezando con algo, que no se olvide de que hay que quererse mucho a uno mismo y que después hay que laburar mucho por lo que uno quiere.
SR: Vos sos un ejemplo viviente de lo que decís con lo que pasó con el fin de Los Estómagos.
Hueso: Sí, y también el gran mérito de mi ex compañeros de no parar, de estar siempre sobre los escenarios, que es duro y que desgasta, y que cuando pasan unos años más, cuesta más. Pero como lo sienten, es todo un mérito que estén, que sigan.
Ariel Scarpa
Los estómagos Buenísimo por siempre , lo mas grande, los escucho desde los 14, tengo 45. Prendió en todos mis amigos, ya los veías tarareando abril o te vaaaas aunque yo no quiera te vaaas, y yo nooooo estooooy looocoo. Desde Salto
Me gustaMe gusta
Los buitres traicionaron al hueso , el hueso con leucemia les pidió un tiempo para firmar contrato , tiempo usado para hacer un trasplante de médula y los compañeros con plateumia , disolvieron estómagos y formaron Buitres porque creían que el hueso se moría de cáncer
Me gustaMe gusta
No teníamos conocimiento de esta historia.
Me gustaMe gusta