Gustavo Aguilera nos da un nutrido paseo por la integración de distintas vertientes culturales, todas vinculadas al rock.

Hoy en Redes Comunicantes, vamos a meternos con otro libro y otro autor, fundamentales. Así que nuevo Apunte Para Una Biblioteca De Rock. (APUBDR III). Primero hablemos del autor Ted Gioia: compositor, crítico, historiador, profesor, pianista y productor musical. Tiene entre sus libros un trabajo sobre el blues que es imperdible, entre otros libros que son esenciales a la hora de meterse en el mundo de la música.

Los ’80 representaron para una generación, a la que pertenezco, una forma de vivir la música. Vivimos los coletazos finales del punk primigenio, su desencanto, su furia y sus desvelos. Y vivimos también, más de cerca, todo lo que ese explosivo momento musical e histórico nos legó. Crecimos con esa manera de unir necesidades y sentires en un solo camino y nos arropamos, en la gris Montevideo de aquellos años, con canciones.

En Redes Comunicantes el eje central es presentar conexiones de la música con otras expresiones artísticas o culturales, tender puentes que abran posibilidades a nuevos caminos, nuevas miradas. Este año fui invitado a participar de la llegada, por primera vez a Uruguay, de un festival referente en España. El espíritu de Sonorama Uruguay, que surge como ramal de Sonorama Ribera, se define como una pasarela de ida y vuelta para la presentación de artistas hispanoamericanos que aspira a volverse una costumbre.

Praxis es el proceso por el que una teoría, lección o habilidad se realiza. Praxis puede referirse también al acto de involucrar, aplicar, ejercitar, realizar o practicar ideas. Ambas acepciones sirven muy bien para presentar a esta banda oriunda de Rivera. Sus influencias, amplias, conectan con el rock alternativo, pop, indie, punk y hard rock. Cuentan con un EP y dos discos de estudio.

En Redes Comunicantes la idea central es siempre conectar-comunicar: artistas, conceptos, géneros, obras. Cine, cómics, literatura y música. Esos son los ejes. Puede ser combinándolos o profundizando en alguno de ellos en algún aspecto o área no muy visible. Por eso es que vamos a meternos en una idea que tiene que ver con conectar y hacer visible una gran parte del territorio de nuestra pequeña aldea gala.

En el caldero siempre en ebullición del rock emergente de nuestro país, de forma constante surgen propuestas interesantes. Diferentes derroteros y situaciones, a veces internas y otras de contexto, son las que permiten vida y desarrollo a cada proyecto. Esta gran cantidad de bandas, transitan en la búsqueda del equilibrio que permita la supervivencia primero y en segunda instancia, la llegada a la consolidación de su proceso: formación, desarrollo musical, salir a tocar, grabar y difundir su trabajo. Hace un tiempo surgió de ese entorno el grupo El Asilo De La Bestia. Hace muy poco lanzó su primer trabajo discográfico: Despertar. Tienen en su haber también un EP editado anteriormente que se llama EPidemia.

Si tomamos los ejemplos de la nota anterior, podemos decir que acá en nuestros pagos, el rock y la música en general tienen grandes momentos y enormes artistas. A fines de los años cincuenta y principios de los sesenta, hubo un gran desarrollo del rock como música que vino a romper con enormes atavismos y costumbres, a la vez que logró incorporar mucha música uruguaya en su proceso. Pensemos como ejemplo en el candombe beat, en la movida de Tótem, El Kinto y en propuestas más centralizadas en el rock, desde Los Shakers, Los Mockers o Los Delfines, hasta Psiglo, Opa o Siddartha, ya entrados los setenta.

Me he preguntado muchas veces qué hace que una canción se convierta en un clásico, que un disco se convierta en esencial e imperecedero. Qué hace que una banda o un solista se convierta en un signo de sus tiempos. Y no me refiero a la fama o el estrellato; ni a la música construida en laboratorios de complacencia y desidia organizada. Me refiero a esa música que sobrevive al olvido a empuje de su propia fuerza, de su necesidad de decir cosas que no se pueden dejar atrás. Esos sonidos que invaden silencios escabulléndose de la multitud, pero grabándose en lo más profundo de su sensibilidad, de su memoria colectiva.