Desde nuestros archivos, revivimos las voces del rock nacional de antaño. Por un lado, reproducimos los rockportajes realizados con la Revista entre 1987 y 1990. Por el otro, recordamos en primera persona experiencias de aquellos años relacionadas al rock nacional.

Corría 1987, más precisamente el mes de noviembre, y Sólo Rock ponía a la venta su número 2. Nuestra primera entrega había sido recepcionada, digamos, con relativo éxito y nos daba ánimo e impulso para seguir en el mismo camino pero mejorando. Es así que en este segundo número la diagramación de la tapa, contratapa y títulos internos estaba a cargo de Rafael Cardozo. Y como reportaje central elegíamos a la banda Rescate, liderada por Ramón Aloguín. La propuesta de blues se diferenciaba de las demás de la época y nos parecía interesante profundizar en ella.

Con Los Estómagos disueltos, la nueva banda Buitres (Después De La Una) surge rápidamente. Sólo Rock también actuó rápido y fuimos los primeros en entrevistarlos, aunque por demoras en el armado de la revista y su impresión, salimos luego de que fuera publicada una entrevista en otro medio impreso, llegando nosotros a la calle a mediados de junio de 1990. Pero lo importante era que teníamos la palabra de Gabriel Peluffo y Pepe Rambao para que nos contaran detalles de la disolución de Los Estómagos y cómo venía la mano con esta nueva propuesta.

Llegaba abril de 1990 y en nuestro número 34 en la sección Rock Uruguayo De Los ’90, publicábamos una entrevista a Perro Salvaje. Al frente se encontraba Perro de la banda Ácido, liderando un proyecto que tendría un alto impacto en el tiempo en que estuvo activo. La entrevista de Marina Dondi cumplió con aprovechar la oportunidad de entrevistarlos, quedando el registro para la historia.

Corría abril de 1990 y en la Sólo Rock número 34 publicábamos una doble entrevista para nuestra sección “Entre…”, cuya intención era ahondar en algunos músicos y sus instrumentos. Para el reportaje que reproduciremos en esta oportunidad, nos inclinábamos por los instrumentos de viento que en algún momento habían pasado o estaban presentes en la Incandescente Blues Band. Eduardo “Pato” Acevedo, de larga y prolífica carrera hasta la actualidad, y Alain Graña fueron los candidatos, y esto fue lo que resultó de la charla.

Leonardo García y Eduardo Gómez acababan de dejar Zero y el resto de la banda buscaba reciclarse para poder seguir su camino. En esta charla con Martiniano Olivera y Alejandro Gerolmini, profundizamos en el Zero de principios de 1988 donde existían planes de un segundo disco. Pasamos por varios temas todos referidos al rock, los que tornaron a esta entrevista en algo muy interesante.

Eran los finales de la década del ’80 y Leo se destacaba por su forma de tocar la guitarra. Cuando la inexperiencia de nuestros músicos de rock locales era la moneda habitual y poder desarrollarse con su instrumento era muy difícil, Leo hacía gala de un dominio que lo transformaba en alguien que cualquier banda de metal hubiera querido tenerlo en sus filas. Al momento de la entrevista, estaba en Alvacast, y esto fue lo que nos contó.

Allá por 1989, la propuesta de Desolángeles resultaba revolucionaria en aspectos y formas que se planteaban de manera distinta a las generales de la ley. Apuntando a la parte humana y buscando la sensibilización del público, abrían un camino por el cual siguen transitando al día de hoy. Sólo Rock tuvo la chance de verlos varias veces en vivo en aquel tiempo, y desde ese momento tuvimos claro que queríamos tener una entrevista con María y Enrique. El reportaje, quedó resumido en las líneas que siguen.

Hubo un momento en nuestra época de edición en papel en que encaramos una serie de entrevistas más orientadas a la faceta de músicos, tratando de ahondar en temas más específicos de sus instrumentos. Así surgía una sección que dimos en llamar “Entre…”. En nuestro número 30 de diciembre de 1989 presentábamos esta nota a los hermanos Pitetta, avocados a su banda Vitró por aquel entonces. Y nos contaban lo siguiente:

En la sección “Entre…” de nuestra revista en formato papel, intentábamos reportajes distintos a los centrales para dar otra mirada enfocada más en los músicos en particular. En nuestro número 39 de setiembre de 1990 (el último que editaríamos en el formato habitual, antes de cerrar ese período con nuestro número 40) invitábamos a Gabriel Mangarelli para hacerle unas preguntas. En ese momento como vocalista de Luz Roja, este notable cantante de nuestro ambiente local, poseedor de una voz y escena particular y destacadas, así respondía sobre los títulos que le íbamos tirando.