Voces Retro: Eduardo “Pato” Acevedo y Alain Graña (1990)

Corría abril de 1990 y en la Sólo Rock número 34 publicábamos una doble entrevista para nuestra sección “Entre…”, cuya intención era ahondar en algunos músicos y sus instrumentos. Para el reportaje que reproduciremos en esta oportunidad, nos inclinábamos por los instrumentos de viento que en algún momento habían pasado o estaban presentes en la Incandescente Blues Band. Eduardo “Pato” Acevedo, de larga y prolífica carrera hasta la actualidad, y Alain Graña fueron los candidatos, y esto fue lo que resultó de la charla.


Y volvió la sección “Entre”, encarando en esta oportunidad instrumentos de viento, como lo son la armónica y el saxo. Eduardo “Pato” Acevedo (37 años) es quien se encarga de la armónica, siendo un músico con buena trayectoria, desfilando por varios grupos y siendo un de los últimos de éstos la Incandescente Blues Band. Alain Graña (24 años) es el saxofonista, quien es miembro actual de la Incandescente. Durante la nota vertieron los siguientes conceptos:

SR: Cuéntennos dónde han tocado.

Pato Yo empecé como un aficionado. Toqué en grupos de barrios, en clubes. Recién en el ’78 empecé a tocar con un pianista que se llama Rodolfo Suzacq, que es muy bueno. En el ’82 formamos un quinteto que se llamaba Montevideo Swing, con Guillermo Pelosi en guitarra y Arturo Meneses en bajo. En el ’83 el Gato empieza con el Templo y ahí forma bandas ocasionales con Pelosi, Meneses, Suzacq y yo. De ahí para adelante toqué con el Gato. Después se formó Rescate, y después formamos la Incandescente. Después tuve alguna intervención en un grupo de country en el ’84, que se llamaba La Country Rain Band, y tuve una intervención en el disco de Jorginho Gularte. En el Circo toqué con un grupo ocasional que forma Meneses que se llama Talismán. Finalmente, el año pasado armé un grupo que se llamaba El Pato y Los Boogies, con Ramón y Juan de la Incandescente.

Alain: Yo empecé a tocar por mi cuenta hace dos o tres años. Escuché siempre discos de rock and roll y de blues. Ahora estoy con la Incandescente, y antes estuve un rato con Metamorfosis.

SR: ¿Son compatibles ambos instrumentos o uno elimina al otro?

Pato: Se puede hacer un juego de armónica y saxo, se hacen arreglos. En blues es raro de ver, pero y he escuchado algún disco que hay armónica y saxol.

Alain: En un disco de Eric Burdon y War hay un tema, “Mother Earth”, donde hay solo de guitarra, de bajo, de batería, de armónica y de saxo.

Pato: Hay una diferencia, creo yo, no sé si estás de acuerdo, en el saxo que acompaña al rock and roll y blues, que es completamente distinto al que acompaña al jazz. Y acá es raro de ver, porque en el rock no hay saxos.

Alain: Ahora están empezando.

SR: Eso pasa un poco con los tecladistas, ¿no?

Pato: Sí. Que yo conozca, está este muchacho, Rodolfo Suzacq, y algún otro. Hay tipos que de repente son profesionales, que lo tocan con las manos pero no con el corazón.

Alain: Para mí hay gran diferencia entre teclado y piano.

SR: Sí, yo me refería al piano.

Alain: Si hay algo con teclados yo ya voy medio…

Pato: Sí, yo a los teclados no los termino de tragar. A mí me gusta la música eléctrica. Escucho otras cosas, no soy cerrado a nada; después, que me llegue o no, es otra cosa.

Alain: Es como la comida: comés cualquier cosa, pero te gustan ciertas cosas (risas).

Pato: Me gusta que el tipo saque los sonidos él, no estos teclados que les tocás un botón y salen tocando solos. Eso ya es deshumanizar la música. La guitarra, el saxo, la armónica son instrumentos muy humanos. Por ahí sale lo que vos estás sintiendo en ese momento, y más que nada en el blues. El blues es sentimiento, hay que dar la nota con el sentimiento justo. Y eso se tiene que transmitir, y si vos no lo sentís cuando lo tocás, el público lo nota. No es cuestión de saber mucho o saber poco, sino de tocar lo que va en ese momento. ¡Ojo!, el jazz también tiene sentimiento, pero es otra cosa distinta. Lo que pasa es que el blues saca lo que tiene adentro.

SR: ¿Uds. tienen estudios de sus instrumentos?

Pato: En mi caso, soy absolutamente autodidacta por obligación: no había quién me enseñara armónica. Yo aprendí consiguiendo discos de jazz; me prestaban una grabación de acá, yo sacaba una de la radio. Es el camino más largo. La única manera de aprender acá es con los discos, pero hasta ya me era trabajoso conseguir discos de armónica acá. Tuve que aplicar un poco la guitarra a la armónica. Incluso es difícil conseguir el instrumento acá, porque la armónica que sirve para tocar este tipo de música acá no se consigue. Ésta tiene un cambio: al apretar el botón te da los sostenidos. Y éstas no tienen sostenidos (nos muestra unas cuantas armónicas). Son todas Hohner, que es la marca de armónicas por excelencia. Hay una para cada tono y a mí me faltan cinco para completar. Tengo todos los tonos naturales.

SR: ¿Vos qué saxo usás?

Alain: Yo tocaba el saxo alto, pero para hacer blues y rock and roll es el tenor el que tiene el sonido más ronquito, porque el barítono ya es demasiado grave. Yo conseguí, al final, uno y vendí el alto.

SR: ¿Y tenés estudios?

Alain: Yo tenía ganas de estudiar, pero no da para ser autodidacta porque en el saxo también influye la boca, que es el 50%, y otro 50% de saber tocar, y otro 50% de… O sea, es como un 150%, no sé si me explico.

Pato: En el saxo me parece que necesitás más teoría.

Alain: Sí, claro. Y el único lugar en que podía aprender era en la Escuela Universitaria de Música. Y estaban todos ahí, con las corbatas, y me dijeron: “Empiece”. Y bueno, tocaba Bach y todas esas cosas. Y yo dije: “Pero lo que yo quiero es otra cosa”. Y me dijeron: “Sí, pero esa basura, qué horrible”. Por lo menos ahí agarré un poco de dedos. O sea, eran excelentes profesores. Uno una vez me agarró y me dijo: “Yo sé lo que vos querés hacer”, y lo hizo. Y ahí yo quedé extasiado. Era un blues podrido, con chillidos y sobretonos. Pero me dijo: “Si yo te enseño eso ahora, con el acelere que tenés, te va a quedar ahí y no vas a llegar a lo otro, porque lo del saxo es técnica”. Luego, como no me servían los horarios, fui con otro profesor que era más roquerito, y después seguí solo.

Pato: Creo que lo importante en el caso de él, y en todos los casos, es la cabeza. Y lo hablábamos con Ramón los otros días; él tiene buena cabeza, la intención de él es buena. Y no se encuentra así nomás un tipo que toque saxo tenor y quiera tocar blues.

SR: ¿Tenés un buen instrumento o tendrías que cambiar?

Alain: Para lo que hago yo, está más que bien. Un buen instrumento es un Selmer, un Yamaha. Pero el Yamaha bueno, no el barato, sale USD 3.500.

SR: Hay una técnica distinta para la armónica y el saxo, ¿no?

Pato: Sí, yo soplo y aspiro, y en el saxo se sopla todo el tiempo. El saxo es más de pulmones y la armónica es más de garganta, más de boca.

Alain: A veces, para sacar sonidos raros, usás la garganta. El saxo lleva más aire.

Pato: El problema con la armónica es que, como es un instrumento que trae las notas hechas, la gente por lo general cree que la agarrás y a los tres días vas a salir tocando. Pero cualquier cosas da trabajo y lleva tiempo, y tenés que ponerte y estudiar. Y eso es importante que los muchachos lo entiendan, que para tocar hay que estudiar. Acá muchas veces se piensa que el rock and roll es desorden, es joda, y yo creo que eso le hace mucho mal. Nada le quita que sea una música que da libertad, que estemos todos en una buena; pero vos le tenés que dedicar tiempo al instrumento. Porque si subís a tocar, por respeto al público, le tenés que dar un determinado nivel.