Voces Retro: La Incandescente Blues Band (1989)

Corría agosto de 1989 y Sólo Rock encontró apropiado entrevistar a La Incandescente. La banda se había formado luego de la disolución de Rescate y de Río, uniendo las fuerzas creativas de Ramón Aloguín y Juan Faccini respectivamente. Esto fue un disparador importante que potenció las habilidades individuales de cada uno de ellos, presentando a La Incandescente como uno de los ejemplos más genuinos de blues de ese momento. Posteriormente, La Incandescente se transformaría con la incorporación de Paula Francolino como cantante estable y con la partida de Juan Faccini. Transcribimos a continuación la entrevista que apareció en nuestro número de agosto de 1989.


Ya hemos perdido la cuenta de la cantidad de veces que el nombre de La Incandescente Blues Band ha aparecido en nuestras páginas. Y merecidamente; primero, porque es uno de los poquísimos grupos que nos mantienen constantemente informados sobre su actividad (como deberían hacerlo todos), y segundo, porque son tan movedizos que siempre generan noticias de interés.

Este rockportaje lo debíamos haber realizado bastante antes, pero la nota subte que les hicimos en el número 11, lo hizo postergar (y quizás hasta demasiado). Pero en esta vida todo llega, y es con sumo placer que en este número 26 les brindamos esta nota.

Conforman actualmente La Incandescente: Ramón Aloguín (guitarra y voz, 23 años), Johnny (Juan) Faccini (guitarra y voz, 37 años), Raúl Amaral (bajo, 24 años) y Joe Grucci (batería, 23 años). Estas son sus palabras:

SR: Cuenten la historia del grupo.

Ramón: La banda se forma con exactitud el 28 de diciembre de 1987, día de los inocentes. Cuando empezamos, éramos cuatro: Johnny Faccini, yo, y dos muchachos que no están más ahora por problemas diversos, de la propia vida de de ellos. Paralelamente, en el plazo de dos semanas, se separaron tanto la banda que venía tocando Johnny, que era Río, como Rescate, que era donde yo estaba, y también estaba Héctor, el bajista anterior. Entonces Johnny nos presentó al Bonzo en batería. Con eso se hizo el primer ensayo en la casa de Johnny ese mismo 28 de diciembre. Bueno, el grupo como tal debutó un mes después, el 30 de enero, en Las Toscas, en un espectáculo que organizó el Gato Eduardo con otros grupos. Después se fueron sumando actuaciones, y en setiembre del ’88 entró Raúl en bajo y en abril del ’89 entró Joe, que tocó en Montevideo Rock con La Tabaré Riverock. Y por lo general se suma en alguna actuación Eduardo Acevedo en armónica.

SR: ¿Interpretar blues es por una decantación de estilos o porque un día dijeron “hacemos blues y chau”.

Ramón: Bueno, mirá, creo que cada uno tendrá su punto de vista sobre el asunto; pero creo que habría que remontarse a la banda original, y dejaría afuera a Raúl y Joe, que entraron cuando la rueda estaba en marcha. Pero creo que la idea era que tanto Rescate como Río eran dos bandas que venían haciendo música que a veces era blues estricto y a veces no. Pero digamos que siempre progresiones a partir del blues, y entonces cuando nos reunimos decidimos seguir adelante en esa vena, que era lo que se estaba haciendo.

SR: Pero igual hay otras músicas.

Ramón: Sí, sí. Lo que sucede es que el nombre, más que el hecho de identificarse con una sola vertiente musical, se le puso porque la cosa era ponerle un nombre largo, y porque la raíz común que nos unía era el blues. Y en lugar de ubicarnos en cada una de las derivaciones individuales, arrancamos de la raíz y tratamos de expandirnos no sólo a nivel blues sino a nivel de música negra, con algo de soul, algo de funk, y mezclar todo lo que viene de los negros. Si se quiere, un poco entre comillas, para intentar ser más estrictos, podría haberse llamado “Incandescente Black Band” o algo por el estilo; porque desde siempre hemos mechado otras cosas de la música negra. Inclusive ya el primer demo original incluía tres temas que eran “Dados”, “Bandas de luz en el cielo” y “Notas personales”, y si lo vamos a analizar, el único blues estricto es “Bandas de luz en el cielo”, y los otros dos no.

SR: ¿Nos pueden contar un poco sobre las influencias individuales?

Raúl: Bueno, sin duda el jazz y el funk, y después los demás ritmos negros, como el reggae. Ahora hay muchas bandas nuevas en las que la base rítmica son estructuras de jazz y funk, e incluso en el movimiento de hard rock.

Joe: A mí la música que más me influye es la experimental, sobre todo el jazz experimental; y como persona neta Bill Bruford creo que es lo máximo. Y aún hoy sigue innovando, porque la mayoría de los bateros siguen estandarizados. Pero Bruford, si se quiere, creó un método en el’87-’88. Y en rock pesado creo que las bases las tiene John Bonham. Hoy en día se sigue buscando Ian Paice, el sonido Bonham y el sonido Paice. También Omar Hakim y Tony Williams.

Ramón: Mis influencias son Clapton, Johnny Winter, Hendrix, BB King. De Hendrix traté de introducir el pedal wah wah. Traté de asimilar la técnica del loco. Yo creo que por ahí andan mis influencias. También a nivel experimental me gusta Cream.

Johnny: A mí me gusta mucho Paco de Lucía, Hendrix. Cuando empecé a tocar blues era para no tocar de una manera convencional, ni clásico, ni folclore, ni tango. Entonces en ese momento lo más anti convencional era tocar blues. Pero me interesa en sí la guitarra. Me gusta todo Malmsteen, Van Halen, los innovadores. Creo que el que más me ha influenciado es Clapton.

SR: ¿Qué les parece el panorama nacional?

Joe: Mirá, en un momento esto surgió como moda, era la forma fácil de conseguir una mina. Y los que van quedando es la gente que realmente le gusta la música. Los que querían lo de la moda ya se separaron.

Johnny: Amagó a convertirse en algo muy masivo, pero no llegó.

Joe: Justamente, amagó solamente, porque a la gente (los músicos) no les importaba un carajo aprender algo, musicalmente.

SR: Entonces, si los grupos encaran con más profesionalidad, esto puede salir de la mediocridad.

Joe: Sí, sí, sin lugar a dudas. En primer lugar no sólo musicalmente, sino la forma de encarar el laburo.

Johnny: Yo viví la última época del ’60 y ’70, y el problema fue siempre el mismo. De lo que se pecó acá en Uruguay fue la falta de profesionalismo. Pero no profesionalismo porque te creas una súper estrella, sino de aplicarte a lo tuyo, organizar las cosas racionalmente. Nadie concretaba nada.

Raúl: Seguro, hacer las cosas bien y llegar en hora.

Joe: También falla el aspecto económico. Acá hay que tocar por dos centavos, y con dos centavos no mantenés una banda sonando.

Johnny: Claro, y hay una comprobación que es la siguiente: salvo excepciones, los grupos de acá no pueden hacer espectáculos grandes, y eso ya de por sí. El modo de trabajar son pubs, boliches, lugares chicos. Es un problema económico. Acá hacen un festival y todos cobran. Viene un loco a vender panchos y cobra. El sonido cobra, igual que las luces. Y el músico siempre es el último, y si cobra.

Joe: Aparte no te respetan; te hacen sonar en una spica para ahorrar costos. En vez de ahorrar costos en otras cosas, lo primero que ponen es un sonido malo. Entonces si hay un recital con cuatro grupos buenos, pero que suenan mal, por más barata que sea la entrada, decís “no, la próxima vez no voy”.

SR: ¿Entonces cuál es la solución?

Joe: Y partamos de cero. Si el músico no se profesionaliza y se conforma con sonar donde sea y como sea, no va a salir adelante. Pero si el tipo exige y dice “no loco, así no puedo tocar”, entonces te pueden caminar dos veces, pero a la tercera te van a poner algo mejor para sonar. Vos fijate que a mí con La Tabaré en Montevideo Rock nos caminaban por el lomo, hasta los plomos nos peseteaban. En cambio cuando Charly García entró tenía su camerino con una bandeja con sándwiches, y en el escenario sus Marshall. Y los Marshall no eran de él. Pero los músicos uruguayos no tienen acceso a nada de eso, y es porque no le dan acceso.

SR: No hay productores ni nadie que arriesgue nada.

Joe: Sí, acá se siguen haciendo las cosas para la gente de afuera y punto.

SR: Para mucha gente el rock es cosa de guachos estúpidos.

Joe: Y mirá, siempre pasa lo mismo. Por cuatro o cinco locos que siempre están en una mala, se termina pudriendo todo. Y de seguir así, la cosa se acaba.

Johnny: También hay que dejarse de sentimentalismos. Esos tipos que van a armar despelote hay que sacarlos del culo.

Joe: Seguro, esos tipos se marginan solos, no entran en ningún círculo. Y los medios de prensa, manejados por viejos caducos, aprovechan para hundir al rock cada vez más. Porque pareciera como que los tipos están ahí en la puerta, esperando para que con cualquier cosita hacer un encabezado gigante.

SR: ¿Y por qué la juventud no se une?

Raúl: Y porque está todo muy bien organizado.

Joe: Seguro. Si yo tuviera un programa de radio y desmintiera y dijera “no loco, la cosa fue así: fueron dos tipos desubicados, yo los vi”, y el programa llegara a todo el país, sería muy diferente.

Johnny: Y la prueba es cuántos grupos nacionales llegaron a la TV. El programa de Los Tontos duró dos o tres meses.

Joe: Claro, pero eso también tiene una explicación. ¿Por qué llegaron Los Tontos a la TV? Porque es la imagen que los viejos quieren tener sobre el rock ‘n’ roll, ¿entendés? Quieren tenernos como estúpidos e idiotas. Esto es sin insultar a Los Tontos. Ellos tenían una propuesta y los jovatos aprovecharon.

SR: ¿Cómo trabaja La Incandescente?

Ramón: Bueno, nosotros tenemos la suerte de haber rodado ya un poco y de que se haya editado algo de la banda; entonces a veces nos llaman para tocar en algún lado. Te ofrecen 10 ó 12 mil pesos y entonces le decimos “quiero una camioneta para llevar las cosas y traerlas”. Y son sólo 12.000 pesos. Pero si sacamos el flete de nuestro bolsillo, y de repente uno falta a laburar y lo sancionan, con seguridad esos 12.000 pesos no van a cubrir nada.

Joe: Hay gente que tiene buena onda. Como ser en Arquitectura, los pibes salieron con un sombrero a juntar monedas, y eso te tira buena onda.

Ramón: Seguro. Como ser a un tipo le pagan 12.000 pesos para hacer esto y va y hace esto y punto. Pero nosotros hacemos el mismo espectáculo por 12.000 o por 60.000. Entonces la próxima vez alguien organiza algo y se acuerda, “puta, estos locos hicieron bien las cosas”. Yo creo que ese es el camino.

Johnny: Ser confiable.

Ramón: Seguro. Y aparte sacarle el mayor jugo a todos los recursos que tenés a mano. Aparte, trabajar bien es una tranquilidad interna, porque sabés que vas a tocar a un lado y la cosa va a salir bien, y vas a disfrutar más porque no vas a pensar “pah, ¿aquel loco se acordará que él tiene que entrar en tal tema, que no lo tenemos muy bien ensayado?”. Vos vas, tocás tranquilo y salís con la conciencia tranquila de que hiciste todo bien como debe ser. Hay que encarar la cosa con respeto, lo mismo que un carpintero o un jardinero.

Joe: Es lo mismo que pasaría si un bancario te tira 50 palos de más y te dice “no pasa nada, está todo bien”. Vos dejás de respetar el laburo. Y es lo mismo con el músico. Si el músico empieza a conceder y a hacer las cosas mal, nunca se va a tomar conciencia de que el tipo está trabajando, y va a seguir siendo el pibe con un arito en la oreja que va a joder.

SR: ¿Hay una posible grabación?

Ramón: Sí, hay; pero recién se está tratando. Hay que esperar.

SR: ¿Cómo ensaya La Incandescente?

Ramón: Bueno, la forma de ensayo es la siguiente: primero se improvisa un rato y ahí cada uno se extiende en sus gustos personales. Después entramos a trabajar los temas. Alguien viene con el tema nuevo, entonces hacemos las partes de guitarra. Después Raúl se hace una idea de cómo lo va a tocar y se organiza la base. Después de a poco lo vamos tocando bajo para entenderlo, y después superponemos arreglos de guitarras y voces.

Johnny: Lo que ayuda a la disciplina de la banda son las penalizaciones. Cuando se equivoca alguno, todos los demás… (risas).

SR: Bueno, aparte de los castigos y otras intimidades, ¿cómo encaran la cuestión letras?

Ramón: Hay temas que tienen letras y hay otros que tienen poesías. Los míos tienen letras, los de Johnny tienen poesías. A mí siempre me pasa, hago un tema, está todo listo y digo: “la puta que lo parió, me falta la letra de mierda que no puedo hacer de una vez”. Entonces voy, escribo las cuatro estupideces que se me ocurren y ya está la letra. Generalmente ayudan alguno de los compañeros que tienen ideas peores (risas). Entonces, pensando en los malos consejos, me decido por mi letra. Hay temas que son música de uno y letra de otro y viceversa. También se agregó, para peor, otro poeta, Joe; que también va a cantar.

SR: ¿Y el de las cuatro cuerdas escribe?

Ramón: No, él es el de los malos consejos (risas).

SR: En el día de hoy, ¿existe a nivel mundial el blues?

Johnny: Mirá, de repente no como cosa muy masiva, pero nunca dejará de existir.

Raúl: Sin ir más lejos, hay bandas de blues en Argentina, actualmente.

Ramón: Hoy por hoy ninguno de los estilos musicales, una vez que nació y existió, dejará de existir a posteriori. Y el blues, como manifestación de los negros, se ha seguido tocando siempre allá, al margen de que esté de moda o no. Y en realidad hay una especie de revival con el blues en los últimos dos o tres años, más los éxitos como el de Neil Young, Robert Cray y de otros que han puesto en oídos de grandes masas al blues. Y en realidad te digo que no hemos tenido la suerte de estar allá, pero supongo que si vos caés en una taberna del sur, no te podés extrañar encontrarte con unos buenos blusachos por ahí.

SR: La pregunta también iba a que acá, bandas de blues, hay una, ustedes; y no sé si habrá alguna más por ahí.

Johnny: Sí, pienso que en el movimiento de rock nuestro la línea que seguimos fue bastante atípica, porque por un lado estaría el jazz rock, el hard rock, metal, y los dark o punkies en paquetes diferentes.

Ramón: En ese sentido, lo más difícil para nosotros, como para cualquiera que salga a hacer música que no está de moda, lo más difícil es superar el convertirte en un anacronismo, y por lo menos eso lo logramos superar. Y habiendo logrado esto, lo demás es cuestión de gustos. En ningún momento nos planteamos “vamos a hacer esto para ser los únicos”. Lo hacemos porque tenemos la camiseta puesta.

SR: ¿Qué plan de futuro tienen?

Ramón: Seguir tocando.

Johnny: Si hay un disco, tratar de sacarle el mayor jugo posible.

Ramón: Por suerte nosotros siempre hemos viajado en los veranos, y trataremos de seguir haciéndolo. Ya estuvimos en Las Flores, Las Toscas, Aguas Dulces.

Johnny: Sí, tratar de volverlo redituable económicamente.

Se habló de todo un poco (y de varias otras cosas que siempre quedan en la cinta). De cualquier manera, nos parece que lo extractado refleja una clara imagen del grupo. Hasta setiembre.