Fines de 1989 parecía un buen momento para entrevistar a Claudio Picerno, manager de Alvacast y Macbeth. Su gestión para colocar a los primeros en el lugar que les correspondía por derecho propio, fue incesante y determinante para lo que ocurría con la banda en esa época y para lo que vendría poco tiempo después. Nos interesó profundizar en su visión casi única desde su óptica de manager en tiempos difíciles para el rock y el metal nacional, transformando a este reportaje en una charla reveladora en algunos aspectos y en una foto en blanco y negro del momento.

Corría abril de 1989 y en el número 22 de nuestra revista entrevistábamos a Gabriel Peluffo, líder de Los Estómagos en ese momento. Su recientemente editado cuarto disco, No Habrá Condenado Que Aguante, se presentaba fuerte en nuestro medio, respaldado además por las actuaciones en vivo de la banda tanto en Argentina como en Brasil. Una extensa charla con Gabriel que nos permitió ahondar en la actualidad de Los Estómagos, profundizando en los detalles de ese cuarto LP. En el marco de los homenajes a esta importante banda nacional, nos pareció oportuno rescatar esta entrevista, que arroja mucha luz sobre ese momento de Los Estómagos, a muy poca distancia de su disolución final.

Retroportaje es la serie de artículos que se focaliza en entrevistas actuales a bandas disueltas que marcaron un mojón en nuestro rock. La idea es reunir a algunos integrantes de esas bandas y mirar hacia el pasado, pero también con una visión de presente y futuro. Para esta oportunidad reporteamos a La Celda, representada para la oportunidad por Daniel Mendoza (radicado en Las Canarias, España) y Mario Santamarta.

La entrevista a Fito Páez que realizamos para nuestro número 17, de noviembre de 1988, surgió imprevistamente. Sabiendo que Fito se alojaba en el Hotel América, fuimos a consultar al hotel en qué habitación se encontraba, sin previo aviso para el músico. En recepción nos dijeron el número y allá subimos (antes pasaba así). El mismo Fito nos abrió la puerta y nos hizo pasar, sin ningún tipo de problema. El reportaje lo hicimos sentados los tres en su cama (era una habitación común del hotel) y se desarrolló con naturalidad, incluso con buena onda por parte de él.

El nombre de Alfonso Carbone estará eternamente asociado al rock nacional de los años ’80. Algunos dirán que para bien, y otros que para mal. Pero lo cierto es que nada hubiera sido igual sin su presencia y sus decisiones al frente del Palacio de la Música. Fue factor determinante para que ciertas cosas ocurrieran y otras no, y como un personaje disparador de amores y odios, tuvimos la oportunidad de entrevistarlo dos veces para Sólo Rock. El que reproducimos es el primer reportaje, el más extenso. Como fotografía de lo que ocurría en agosto de 1988, los invitamos a leer lo que originalmente publicamos en nuestro número 14.