Memorias de la revista Sólo Rock disparadas por las entrevistas realizadas a Alberto Wolf y Los Terapeutas y Leo Maslíah en el año 1990.
Alberto Wolf y Los Terapeutas
Sobre el final de nuestra época como revista subte, mayo y junio de 1990, que fueron los meses en que se publicaron los números 35 y 36 que contenían las entrevistas de este artículo, comenzábamos a transitar el camino donde decidiríamos la continuidad o no de Sólo Rock. Habíamos crecido al punto de tener 28 páginas con múltiples contenidos, y ahora apuntábamos, más allá de saber si seguíamos o no, a entrevistar a artistas del medio que si bien no eran estrictamente rock, marcaban el pulso de la música uruguaya en algún sentido en ese momento.
Alberto Wolf ya era un referente en aquella época, y la banda que lo acompañaba estaba compuesta por excelentes músicos. Era toda una tentación hacerles un reportaje, y no nos resistimos. Así que marchamos para el lugar donde ensayaban, y ahí nos encontramos con casi todos los integrantes. Definida la música que hacían en ese momento de la entrevista como rock, por lo menos en su filosofía, apuntaron fundamentalmente a no encasillar la música con etiquetas, dejándola sólo en música uruguaya. La referencia de Daniel Jacques a Delirium Tremens como una banda de fenómenos, hablaba claramente de su apertura, por ejemplo.
El reportaje tuvo la característica, además, de que tuvo que ser repetido en su totalidad. Nuestro fiel grabador de cassettes no registró absolutamente nada de lo que se habló, seguramente por una falla del cassette que utilizamos, que por supuesto, era de los más baratos. Nos dimos cuenta al otro día, por lo que tuvimos que volver a coordinar la entrevista. No sólo que aceptaron repetirla (varias de las preguntas fueron las mismas) sino que lo hicieron de excelente humor. Unos grandes.
Leo Maslíah
Un reportaje que era un gusto que quería darme en lo personal. Maslíah está bien lejos del rock como expresión musical, pero su actitud sobre el escenario y varios de sus textos pueden considerarse con características que algunos rockeros del momento carecían. El humor irreverente, sarcástico y transgresor, era y es el caballito de batalla del músico. Esos adjetivos lo ponen, de alguna manera, del lado del rock.
Leo nos recibió en su apartamento cerca del liceo Dámaso, disimulando como podía su displicencia. Un músico reconocido dentro y fuera de fronteras, con una extensa carrera, se vio frente a dos pelilargos (Rafael Cardozo y yo) seudos periodistas de un medio alternativo del cual seguramente nunca había escuchado hablar, y el cual no le iba a aportar nada a su carrera. De todas formas y a su manera, nos recibió y brindó la nota.
En las entrevistas, generalmente nuestra primera pregunta estaba orientada a que nos contaran su historia. Ante este planteamiento, Leo hizo un largo silencio (muy largo e incómodo para todos), se levantó y salió del living. Nos quedamos sentados esperando, sin entender qué había pasado exactamente y sin saber mucho qué hacer. Demoró bastante en volver y trajo una carpeta muy prolijamente armada con mucha información sobre él, la cual agradecimos. (Rafa: esa carpeta la debés tener vos).
El resto del reportaje se desarrolló dentro de la normalidad, por lo menos la normalidad que una entrevista con Maslíah puede tener. Respuestas cortas, a veces tajantes, soltándose un poco más de la mitad hacia delante, pero sin perder sus características.
Seguramente en su mente no existimos desde el momento en que nos despedimos ese día, pero a Sólo Rock le quedó el registro de una entrevista exclusiva con un importante músico de nuestro medio.
Ariel Scarpa