El Asilo De La Bestia, Sumergiéndose En La Condición Humana

En el caldero siempre en ebullición del rock emergente de nuestro país, de forma constante surgen propuestas interesantes. Diferentes derroteros y situaciones, a veces internas y otras de contexto, son las que permiten vida y desarrollo a cada proyecto. Esta gran cantidad de bandas, transitan en la búsqueda del equilibrio que permita la supervivencia primero y en segunda instancia, la llegada a la consolidación de su proceso: formación, desarrollo musical, salir a tocar, grabar y difundir su trabajo. Hace un tiempo surgió de ese entorno el grupo El Asilo De La Bestia. Hace muy poco lanzó su primer trabajo discográfico: Despertar. Tienen en su haber también un EP editado anteriormente que se llama EPidemia.

La banda llega a la grabación del disco, compuesta por: Eugenia Bonilla en voz, Edgardo Olivera en guitarra, Leonardo Borges en bajo, Esteban Lafargue en batería y Gerardo García en teclados. En una primera escucha se aprecia una gran cohesión entre sus músicos, dando como resultado canciones con cierta épica, oscuridad y profundidad. Lo de la cohesión es un elemento a destacar, ya que sus integrantes van desde los 30 a los 60 años, lo que da en ellos muy diferentes percepciones y vivencias dentro de la amplia paleta sonora que ofrece el rock a través de su historia. Con ritmos que permiten aunar un sonido clásico de hard rock y llega hasta el metal progresivo, toques punks y apuntes grunge, dan un coctel interesante por la manera natural que se mueven en todo el terreno. Por eso en sus canciones, que cuentan con una buena base rítmica, grandes solos de guitarra, teclados climáticos y una voz potente en su justa medida, se animan con un rock poderoso, melodías de destaque y hasta alguna balada que pide espacio en las radios con más amplio público.

En sus letras hay una intención, la de ahondar en los recovecos menos tratables de la condición humana. En la banda entonces confluyen el rock, la filosofía (con citas a Hobbes en sus videos), y la literatura (el tema “Una espada de libertad” incluye textos y palabras de Onetti). Esto abre la puerta para que nos metamos a buscar las Redes Comunicantes que habitan el mundo creativo del grupo. Con la intención de conocerlo más a fondo, se dio una charla con Leonardo Borges, reconocido escritor e historiador, además de bajista. Acá, como vocero del grupo, recogió las palabras de sus compañeros y respondió a estas preguntas.

1- ¿Cómo se dio el proceso de formación?

En 2006 comenzó de alguna forma la banda, aunque no era nada similar a lo que somos hoy. Suponemos que los orígenes son siempre así. Arrancamos ese año con el nombre de Némesis, pero después del primer toque descubrimos que había otra banda que se llamaba de esa forma. Así que decidimos nombrar a la banda como una trilogía de temas que teníamos (todavía la tenemos) sobre la condición humana, El Asilo De La Bestia. Pasaron los años, distintas formaciones, algunos toques esporádicos, nunca lográbamos conseguir lo que buscábamos hasta 2020. La pandemia fue la que nos trajo la formación actual y definitiva del Asilo. Inmediatamente sellamos el “pacto” con un EP grabado en pandemia y al galope prácticamente: EPidemia.

2- ¿De dónde surge el nombre?

El Asilo De La Bestia nace inicialmente como una trilogía de canciones que finalmente marcaron el sentido de nuestras composiciones. El Asilo De La Bestia es la esencia del ser humano, esa bestia pronta a salir. Un ser humano capaz de la mayor de las bondades (un alma blanca, digamos) así como de las peores perversiones. Ahí está el asilo de esa bestia (con minúscula, no haciendo referencia al señor oscuro, sino a la maldad dentro de nosotros); en Thomas Hobbes (“El hombre es lobo del hombre”) o en Raymond Dart (“El hombre es un mono asesino”). La esencia del ser, la condición humana, esa pesada carga es la materia prima de las letras del Asilo.

3- ¿Qué influencias más notorias destacas de cada integrante?

El Asilo tiene la particularidad de tener integrantes de distintas generaciones. Están los 30, los 40 y los 60. De esa heterogeneidad es que tenemos este resultado, desapegado de etiquetas y heterodoxia militante. Hacemos rock, ni más ni menos. Entre las influencias claramente está el hard rock primigenio, desde Led Zeppelin, Deep Purple, al metal naciente de Black Sabbath. Pero también las influencias del rock progresivo en Esteban (batería) y Gerardo (teclado). La influencia del metal está presente en la guitarra claramente. No desechamos los orígenes, el punk, el punk rock e incluso en grunge como influencias, en el bajo, sobre todo. El metal sinfónico (Tarja, Épica) es una referencia a la hora de las armonías y la voz. Obviamente también el nu metal aparece como una influencia de los más jóvenes de la banda.

4- ¿Cómo llevan el proceso compositivo?

La composición es un proceso muy libre en El Asilo, ideas que vienen y que se tiran en el ensayo, se trabajan y salen de manera muy rápida, en general. El capitán de la tropa es Erik (guitarra), y Eugenia (voz) es quien siempre culmina dando el toque melódico a las canciones, una especie de sello personal. Y subiendo los tonos (¡Jajaja!).

5- ¿Existe una dirección o intención en el sentido de sus letras?

Sí, las letras transitan por ese oscuro sendero de la condición humana. Cuentan historias, examinan sentimientos, reflexionan, pero siempre intentan ser una radiografía de esa perversa condición.

6- ¿Cuál viene siendo la experiencia de tocar en vivo, que recepción tienen de la gente?

Por suerte ha sido siempre positiva; hemos tocado relativamente poco. Solemos elegir, en la mayoría de los casos, los toques por una cuestión de sonido, convocatoria, etc. Debutamos en el Antes del Fin Fest 16 (con Reytoro, Crepar y Ritual de Nacimiento), teloneamos a Pecho e’ Fierro, a Flema, a Cuchilla Grande, entre otros toques. No solemos agarrar “lo que venga”, a menos que sea un beneficio o algo de ese estilo. La idea es sonar bien y dar un buen espectáculo. El año pasado tocamos en Midas en nuestro toque y por suerte nos fue muy bien, la convocatoria fue muy buena y el show salió bárbaro.

7- ¿Qué significó llegar a definir y realizar su primer disco?

Salió también de forma bastante intempestiva, como el EP. Teníamos siete temas grabados y mezclados y de repente salieron cuatro temas más en los ensayos y vimos una unidad en ese conjunto de canciones. Así que salimos a grabar los cuatro que nos restaban, así salió Despertar. Despertar es un poco la esencia de estos tiempos del Asilo, abrir los ojos, sacar la cabeza, movernos, en definitiva, existir. El Asilo pretende existir.

8- ¿Cómo es el trabajo de difusión de la banda, se sienten cómodos con esa parte de la actividad?

Claramente es la parte más ingrata y la que hemos tratado de evadir, pero que es inevitable. Al final no sólo se toca la guitarra o el bajo o la batería, sino que también se es CM y manager y diseñador gráfico. Todos terminamos haciendo de todo y hasta nuestros familiares nos dan una mano. Preferiríamos enfocarnos en la música únicamente, pero por ahora seguimos en este trabajo de existir.

9- ¿Cuáles son los siguientes objetivos de la banda, las siguientes metas?

Estamos trabajando en la presentación oficial del disco y seguimos componiendo (que es algo que nos mantiene unidos como banda). Ya hay material (composiciones) para otro disco. Pero tiempo al tiempo. La idea igualmente es presentar algunos en el toque. La idea además es hacer un espectáculo que tenemos en la cabeza pero que todavía no hemos logrado terminar de planear, uniendo varias facetas artísticas en el mismo.

Gustavo Aguilera