Conexión California-Pando

Pocas personas conocen la conexión California- Pando que se dio a fines de los años ’70. Clayton Merkle fue uno de los responsables de cambiar el transcurso del rock uruguayo para siempre. Dicho adolescente californiano había llegado a Pando, en 1979, en el marco del programa de intercambio estudiantil “Youth for understanding”. En la ciudad industrial se había hecho amigo de un púber Gustavo Parodi, quien vivía a 15 metros de la Comisaría local. “Nos contaba cómo vivían los jóvenes en USA, cómo se divertían y nos parecía que hablaba de otro planeta, porque realmente estábamos atrasados, crecimos en dictadura en el Liceo Brause absolutamente bajo control”, recuerda Parodi.

Cuenta la leyenda que Merkle llegó al pueblo fundado por el pirata Pando, cargado de vinilos de rock y con un bajo eléctrico Fender bajo el brazo (el mismo que tocaría Pablo Peluffo en el debut con The Vultures). Gracias a su influencia, Parodi y su nuevo amigo, Fabián “Hueso” Hernández, formaron uno de los primeros grupos de punk rock latino: The Vultures. Empezaron tocando covers de bandas que nadie conocía, pero a medida que fueron transcurriendo los ensayos, entre una casa abandonada de Empalme Olmos y un cuarto, arriba de una farmacia pandense ubicada en la calle principal, asumieron que existía otra realidad fuera de la Ciudad Industrial.

Fue así como Parodi se convenció de que tenía que escribir algo que reflejara lo que estaba padeciendo su claustrofóbica generación. Una tarde de agosto de 1981, regresando a su domicilio desde el Colegio Juan XXIII, donde cursaba sexto año de Bachillerato de Agronomía, el eximio compositor canario, escribió el texto de “La Barométrica”. Un mes después, en el estudio montevideano IFU, The Vultures grabó ese tema (junto a “La aplanadora” y “No me rompas”, una versión libre de los punks escoceses oriundos de Dunfermline, The Skids).

Ninguno de los integrantes de la novel agrupación sospechó todo lo que vendría detrás de ese registro. Sin saberlo, habían inaugurado otro tipo de canción de protesta. Según “El Hueso”, “pese a ser muy chicos, encontramos una manera de decir que las cosas no estaban bien. En ese momento, el punk nos permitió expresarnos”. Aquella canción (escrita a bordo de un “Copsa 7A Pando”) denunciaba, con una sensibilidad y lenguaje distintos al del canto popular, un Uruguay en descomposición en pleno gobierno de facto. En diciembre de 1983, esa maloliente metáfora musical llegó a la casa de medio millón de uruguayos. El grupo de rock que Parodi y Hernández habían fundado, en el patio de un liceo público (cambio de formación mediante y bautizados como Los Estómagos) cerró Telecataplum (el programa con mayor rating de esa época) tocando “La Barométrica”.

En la cena de aquella noche, nadie permaneció indiferente a la música e imagen de los jóvenes y osados intérpretes. Salvando las distancias, dicha actuación en TV resulta tan significativa como la primera presentación de David Bowie, personificando a su alter-ego Ziggy Stardust, en el programa de televisión británico Lift Off (transmitido por ITV, el 15 de junio de 1972). La emisión en pantalla de aquel alienígena travestido, despertó el instinto parricida de la juventud londinense. Fratricidio cultural que, un lustro después, recogería el punk suministrándole una mayor carga viral. El círculo se cerraba.

Hugo Gutiérrez