En esta sección hacemos cinco preguntas a cuatro músicos para conocer sus opiniones sobre algunos detalles de su instrumento. Hoy participan los bajistas Nicolás Rodrigo (Incandescente Blues Band, Hot Club de Montevideo), Mario Santamarta (Los Músicos Invisibles, Los Invasores), Paco Pintos (La Triple Nelson, Ciudadano B) y María José Coll (Metalfórica Banda, Maria y Los Aviones Amarillos).
¿Cuánto hay de cierto en que “el bajo no se escucha”?
María José: Siempre depende de varios factores cuando se toca en vivo, como el lugar donde se toca, el sonido interno de la banda que toca, el sonido que hace el sonidista, el tipo de música que toca la banda, entre otros. Ahora, algo que es objetivo a cuán mejor o peor estén laburados esos factores, es que las frecuencias del bajo más el equipo o pre que uses, sumado a las cajas (en caso de que haya sonido de PA, porque a veces lo que sale es del equipo, no más) hacen que pierda definición el instrumento. Y, a los graves se los comen los agudos; entonces, en total termina siendo medio una “bola” el sonido del bajo, lo cual hace que, no tanto que no se escuche, pero sí, que no se entienda, que no suene muy definido.
Mario: En una canción suenan muchas cosas a la vez, es un gran cóctel de frecuencias.
Escuchar un instrumento en particular, sea el bajo o cualquier otro, depende mucho de cómo esté grabado, mezclado, masterizado, la elección del «paisaje sonoro» del que tanto se habla. También depende mucho de la intención y de la ejecución del instrumento. Hay canciones que piden que el bajo solamente acompañe, sin tener protagonismo. En esos casos puede suceder que dé la sensación de que no se oye, pero está y aporta. Sólo hay que saber escuchar.
Nicolás: El bajo se tiene que escuchar, acompaña y suena melódicamente.
Paco: En cuanto a que “el bajo no se escucha”, puede ser cierto en la mayoría del público, que me parece que es exactamente lo que hace el bajo. Pero no es lo mismo a que “el bajo no se siente”. Si a mucha música le sacás el bajo prácticamente se queda sin alma. Obviamente que cuando hablamos de bajo, hablamos de las frecuencias graves. Con las nuevas músicas y nuevas tecnologías, el bajo ha sido sustituido por teclas, samplers y diversas cosas. Siempre tiene que haber un instrumento ocupando ese nivel de frecuencias, que son las graves.
¿Un bajo debe destacar a nivel de una guitarra en una banda?
Paco: No, para nada. La función clásica del bajo no es competir con otros instrumentos. Tiene su propio posicionamiento dentro de la banda o de la orquesta, y tiene que cumplir su rol fundamental. Obviamente que eso muchas veces depende del artista y de la música que se quiera hacer. Hay increíbles bajistas que hacen del bajo un instrumento protagónico. Eso también ha servido como para desarrollar el instrumento a niveles que nunca se soñaron o se propuso. Y eso está bueno porque genera en los bajistas esa cuestión de nuestros propios bass heroes, jaja. Sería realmente malo censurarle a un artista que le dé la dirección que quiera a su instrumento. Gracias a ese tipo de genios se han desarrollado técnicas increíbles, desde el slap al tapping, que si bien no son mis preferidas, está buenísimo que alguien las practique y las haga.
Nicolás: Tiene que aportar a nivel de la banda y la composición.
María José: Y, depende de la música que haga la banda. Si justo es una banda de “un bajista” y que el bajo es “la voz solista”, por lo general es lo que más va a destacar, je. Ahora, no es lo más común. Entonces, creo que igual depende de los objetivos de cada banda. En general, en las bandas de rock, el bajo es el instrumento que le da solidez al grupo, sin embargo no destaca como una viola o la voz líder. Y creo que está bien que sea así. Como decía recién, depende de los objetivos y de lo que es mejor para cada estilo de música y para cada canción. Si me preguntás a mí cuál es la presencia del bajo en mi banda, no llega al nivel de las violas (son dos) pero tiene una presencia importante. Porque me interesa que así sea. Lo mismo que las dos guitarras, según lo que estén tocando, no están en el mismo plano ambas. Depende de los arreglos, qué instrumento va a predominar. Y después, lo que te decía sobre las frecuencias del bajo, por más que lo quieras poner por encima de todo, si tenés una viola o dos en el mismo equipo, casi que no hay manera de sonar al mismo nivel. Ahora… pensemos en Divididos y ’ta, ¡te vuela la cabeza! Pero el bajo no resuena como la guitarra de Mollo, no hay manera, jaja.
Mario: Vuelvo a lo que la canción pide, o el estilo musical pide. Hay estilos netamente «guitarreros» en los que el bajo toma un protagonismo moderado. Hay estilos, por suerte, en que el bajo ES la canción. Siempre va a depender de qué es lo que el artista intenta transmitir, y no tanto de los gustos personales del escucha.
¿La conexión bajo-batería es la más importante en la banda?
Nicolás: El bajo y la batería son una unidad rítmica y firme para que el resto de los integrantes voz, guitarra, teclados, instrumentos de vientos, tengan una base sólida sobre la que trabajar.
Mario: Una banda, una orquesta, una agrupación musical, es un gran mecanismo de relojería donde todo debe estar donde debe estar en el momento que debe estar.
Hay estilos musicales que permiten ciertas libertades. En caso de que sea el guitarrista, o tecladista quien quede «libre» para tocar sobre una base, la conexión de bajo y batería es fundamental para que todo eso suene como una canción. Sucede, a veces, que es el bajista quien ostenta esas libertades, por lo que el resto de la banda debe ser un bloque sólido.
Paco: No sé si es la más importante, es una de las importantes. Que el bajo y la batería grooveen juntos hace que todo se mueva en una dirección correcta, digamos; o que ese impulso se transmita a los demás músicos o a veces a la gente. El bajista tiene que tener buena conexión con el batero pero también con el guitarrista, por ejemplo en el trío, en cuanto a riffs y escuchar la canción, acompañar, achicar, y todos tienen que escuchar al cantante. Es una relación simbiótica pero que no termina sólo con el baterista. Es una y muy importante relación, pero no es la única que el bajista tienen que tener.
María José: Y, yo creo que sí. Es recontra importante. Si la base no funciona, es muy difícil que la banda suene empastada. Además, la bata y el bajo son dos instrumentos rítmicos (desde el lugar de los roles que cumple cada instrumento en cada banda), entonces, eso tiene que sonar bien. A veces escuchás bandas integradas en su totalidad por “virtuosos de sus instrumentos” pero los escuchas a todos juntos tocando y sentís que hay algo que no está, que no convence o no te termina de “llegar” lo que hacen. Eso que decimos: “siento como que me pega en el pecho”, bueno, no sucede. Y si prestás atención, ves que la base no es sólida, sino que cada uno está aplicando su “virtuosismo” de forma individual. Y no se trata de si tocan poco o mucho; bien o mal, sino de tocar lo justo. ’Ta, después estamos los que queremos tocar lo justo pero no nos sale tan bien, jaja… pero bueno, creo que la búsqueda es por ahí, por trabajar bata y bajo para que suene contundente.
¿Cómo sonaría una banda sin bajo?
Mario: Hay muchos ejemplos de bandas sin bajo que no suenan nada mal. Se puede compensar las frecuencias graves con algunos artilugios tecnológicos. Un buen ejemplo del vacío que deja el bajo al dejar de tocar es un recurso muy usado por productores musicales de todo el mundo. Suena la canción, independientemente del estilo, hay una parte en que el bajo deja de sonar, las guitarras y la batería toman un «clima más acústico», y de repente vuelve el bajo y la canción explota, todos saltan y la vida vuelve a ser maravillosa. Un gran amigo y un gran bajista me dijo una vez: «Somos los que hacemos bailar a las personas».
Paco: Suenan bien. Hay diferentes ejemplos, como Los Doors, que no tenían bajista y cumplía la función Manzarek con la mano izquierda, aunque en los mejores discos tienen un bajista que no sale en las fotos, jajaja. Hay una banda que está buenísima, que de llama Keane, que no tiene bajo. También hay muchos ejemplos de música más acústica donde el bajo prácticamente no se precisa. No es una cuestión imprescindible, pero también depende un poco de la música. La salsa sin el bajo, sería muy difícil de realizar, solamente que tengas un buen pianista que te haga todo con la mano izquierda. Pero no se me ocurre una música en que precise el bajo tocada sin el bajo.
Nicolás: El bajo sostiene a la banda llenándola de profundidad. Los bajistas son la columna vertebral, sería aburrido sin el ritmo del bajo y las notas graves.
María José: Sin cuerpo y… ¡sin alma!
¿Quién es el mejor bajista de rock de todos los tiempos y por qué?
Paco: Es una pregunta bastante compleja. Hay muchos buenos bajistas de rock, sobre todo si venís desde los inicios del rock and roll. Obviamente Paul McCartney es un bajista de rock and roll, pero ahí tenés que entrar en si lo que él tocaba era rock and roll, que fue lo que arrancó tocando y después se hizo más popero. Para mí John Paul Jones es mi favorito por cómo trabajaba para los temas, para la banda y cómo pasaba prácticamente desapercibido estando ahí arriba. Hacía un trabajo increíble para las canciones. Flea también es un tipo que puso el instrumento en un lugar superior, con un encare más de funk. Si te fijás en los primeros discos, hay un rap, punk, metal que fusionó todo dentro del estilo y lo hizo de una forma brillante. Creo que uno de los mejores trabajos bajísticos que debe haber es el que él hizo en el Blood Sugar Sex Magic, es maravilloso. Incluso cuando venía de tocar mucho slap en el disco anterior, sacó todo el slapeo y se dedicó a hacer grandes líneas de bajo e hizo un disco memorable de principio a fin si escuchás sólo su trabajo. Otro bajista que me gusta mucho es Tim Commerford, que es el bajista de Rage Against The Machine, que tiene una contundencia realmente impresionante. Lo mismo que hizo con Audioslave y con otro tipo de material que grabó. Es un bajista súper sólido, muy contundente y muy preciso. Llena todos los espacios y siempre está tocando en tríos, lo cual hace que no tenga para dónde huir.
Nicolás: Mis influencias, los que me más me marcaron: Paul McCartney “She’s a woman” de The Beatles contesta tu pregunta 2 y 3. Jack Bruce, Tim Bogert, Machi Rufino, Dave Holland, Jerry Jemmott, Ray Brown, Jorge Barral, Harvey Brooks, etc. Elegir a uno es difícil, cada uno aportó algo diferente.
María José: No puedo nombrar uno, me siento obligada a nombrar a dos: Paul McCartney. Hay un antes y un después de Paul en el rol del bajo en una banda. Líneas de bajo con total contundencia y a la vez con líneas melódicas súper creativas y que en el conjunto, te vuelan la cabeza. A su vez, son re “cantables” las líneas de bajo de Paul, es decir, no es un mero acompañamiento rítmico, sino que todo está pensado para que cada nota elegida la identifiques y te quede grabada en la memoria. Además, es un hecho real que es fuente de inspiración de la mayoría de los músicos de la historia después de The Beatles (y durante también). Te puede o no gustar la banda, pero que marcaron la historia del rock y la música en general, es innegable. Tal Wilkenfeld. Mostra total, ¡ella sí que sabe tocar lo que va! Agarra el bajo y no necesitás más nada. Que se vayan los demás músicos, jajaja. Tremendamente fusionado lo rítmico con las notas elegidas pero en un plano superior al de Paul, o mejor dicho, diferente. Ya sea como bajista de “la banda de” o con su propio proyecto. Otra técnica y otras necesidades de acuerdo a con quién toca. Cuando pienso en Jeff Beck automáticamente pienso en Tal, como que no hay manera de concebir el uno sin el otro. Sin desmerecer lo grande que fue Beck, está claro. Me refiero al peso que tuvo ella en su paso por la banda de Beck. Si escuchás las distintas formaciones que tuvo Jeff Beck en su banda, en toda su historia, no hay como cuando tocaba con Tal. Si hay una “aplanadora del rock” (mundial), es Tal Wilkenfeld.
Mario: Estoy muy lejos de tener las herramientas para emitir un enunciado de ese tipo. Lo que puedo asegurar es que no estoy en ninguna lista de «los mejores». Puedo mencionar mis referentes, sin siquiera intentar un orden jerárquico entre ellos. Mi primer contacto con un bajista fue con Fabián «el Hueso» Hernández cuando me colaba a los ensayos de Los Estómagos. De verlo y escucharlo aprendí mucho. Otro bajista que influyó muchísimo en mí es Simon Gallup (The Cure); puedo aislar el sonido dejando sólo el bajo y, aún así, la canción sería perfecta. Mi otro gran referente es Stuart Morrow, bajista original de New Model Army. Con su gran presencia sonora influyó mucho en mi forma de tocar, hasta de pararme en el escenario. El bajo es un gran instrumento, con un sonido que enamora. Si no lo escuchas, lo sientes.
Cinco preguntas y cuatro opiniones diferentes. Seguiremos relevando a nuestros artistas.
Ariel Scarpa