Ciudadano B: Cerca Del Fuego

El rock es actitud. Y si de actitud se trata, entonces acá está Ciudadano B. Pero no sólo eso, también pasa por rescatar el espíritu de denuncia del rock y su costado más ochentoso en lo que tiene que ver con su sonido. Una propuesta que destaca en nuestro medio local, porque ya está siendo la hora de que cierto sector del rock vernáculo, patee el tablero. Pablo Rodríguez, Nicolás Souto y Paco Pintos integran este terceto que hace poco ha editado su EP Van A Caer y que próximamente tendrá la esperada secuela. Charlamos con los tres… y se dijeron muchas cosas.


SR: Todos uds. tienen antecedentes musicales. ¿Qué los convoca para Ciudadano B?

Nicolás: Fue medio casual. Pablo vino para presentar el disco de otro proyecto que tenía y salió conmigo, medio de casualidad. La propuesta era que yo sacara unos temas que él tenía para presentar un disco que ya estaba armado. Cuando nos juntamos nos pusimos a arreglar los temas viejos y nos quedamos mano a mano con él.

Pablo: El guitarrista que había era Gabrielito (Gabriel González) que estaba con otra banda. Eran unas canciones de Alpelo las que había.

Nicolás: Se dio solo, como que dijimos “vamos a hacer algo nuevo”, y éramos nosotros dos, nada más. Empezamos a grabar cosas y sacamos los primeros dos temas.

Pablo: Con Alpelo habíamos terminado por el tema de la plandemia, sobre todo eso. Antes de que pasara, ya nos habíamos volcado a lo que empezó a ser contestatario, más rock and roll del que yo quería hacer desde siempre. Cuando nos separamos nos quedamos con Gabrielito; yo no tenía problema con tocar el bajo pero precisábamos un batero para hacer esas canciones. Termino dando con Nico y un día en un ensayo empezamos a hablar de lo que realmente queríamos hablar. Ahí Gabrielito dijo “estos dos están locos; me voy” (risas).

SR: Pero llegaron a tocar con Gabriel.

Pablo: Sí, en el Parque Rodó. Ahí arrancamos. Yo tenía unas letras y Nico tenía otras ideas y las canciones de Alpelo las dejamos por ahí.

Nicolás: Gabriel estaba con tres bandas más y está en otra etapa, probando cosas, y nosotros ya pasamos por todo eso. Vos, Pablo, dejaste por un tiempo largo.

Pablo: Me hicieron volver para esto, para hacerme odiar (risas).

SR: Pero valió la pena, ¿no?

Pablo: Sí, lo mejor. Esto es lo mejor que he hecho en mi vida. Cuando Gabrielito dijo que no, llegamos a tocar con guitarras grabadas.

Nicolás: El debut fue en junio del 2021, que fue cuando abrieron la posibilidad de tocar en los boliches.

Pablo: Podías tocar para gente sentada.

Nicolás: Y con tapabocas.

Pablo: Nosotros no dimos bola.

Nicolás: Tocamos en un lugar muy chico, que no pasaba nada porque el dueño pensaba igual que nosotros. Ese día, como habíamos grabado las guitarras, tirábamos la pista de la viola y tocamos nosotros dos. Capaz que no era la idea, pero no había quién lo hiciera en ese momento.

Pablo: Tocamos dos veces así. En esos toques invitamos a Gabriel para alguna canción. La tercera vez que tocamos fue en setiembre en el Parque Rodó, que ahí ya tocamos los tres. Fue la última vez de Gabrielito.

SR: ¿Y Paco cuándo se suma?

Pablo: Paco ensayó dos veces y ya tocó en octubre en la rambla, que estaba lleno de gente.

Paco: A mí me convocó Nico. Habíamos tocado algunas cosas juntos hacía mucho. Un día me dice que precisaba que tocara la guitarra, y yo nunca había tocado la guitarra eléctrica, toco la española. Me dijo que tenían un toque dentro de dos viernes. Ensayé, y cuando fuimos a ese toque había 5.000 personas y teníamos que tocar después del pelado Cordera (risas). Fue mi debut en la guitarra.

Nicolás: Ese día que yo lo llamo, Paco había mandado a hacer un service a la guitarra y la tenía impecable.

Paco: Tengo una guitarra que había comprado hace mucho y la uso para hacer demos. Nunca pensé que la iba a usar en vivo. El último show que había visto antes de toda esta cuestión, fue el de La Polla Records. Fue un show súper especial, porque fue un toque de punk rock donde había tres focos, parlantes, la banda y gente. Y eso como que me llevó un poco a la adolescencia, a lo que a mí me gustaba, que era lo básico del rock and roll. Me había ido con esa sensación a lo que fue el encierro y todo lo que vino después. Cuando me llamaron para hacer punk rock, fue como que…

Nicolás: Vos me habías dicho un día que era tu sueño tocar en una banda de punk. Cuando vino, estaba recopado. Él me decía que no sabía tocar la guitarra.

Pablo: Y nosotros tampoco sabemos tocar (risas).

Nicolás: No importaba, hiciera lo que hiciera, iba a estar bien. Como siempre hablamos con Pablo, más allá de lo que estás tocando a nivel técnico, es más la energía que vos le ponés en ese momento, partiendo de un piso que tenemos todos de un entendimiento de cómo tenemos que tocar. Lo importante es transmitir, qué le estás poniendo de vos a eso que estás haciendo, si estás convencido. Porque podés estar tocándote todo técnicamente pero estar pensando “¿esto cuándo va a terminar?”. Lo que realmente transmitís tiene que ver con la coherencia que tenés con respecto a lo que estás haciendo. Por algo terminamos los tres tocando juntos; Paco vino justo y tenía que ser él. Nadie se le hubiera ocurrido en Uruguay invitar a Paco a tocar la guitarra.

Paco: En el primer ensayo que tuvimos, Pablo me mira y ve que era yo, la guitarra y el cable (risas). Me miró como diciendo “¿y la distorsión?” (risas). Tocamos tres temas y por allá dice: “Está buenísimo, es como en los ’80, nadie tenía plata para comprarse pedales” (risas).

Pablo: Estuvo bueno, porque al principio fue con un poquito de reverb o delay.

Nicolás: Ese es otro de los mitos del rock, que el rock tiene que ser con un pedal. Es la actitud y lo que tocás lo que termina haciendo que esa música tenga las características que tiene.

Pablo: Nos preocupamos porque se entienda la letra, que no sea ruido.

SR: ¿Cómo definirían la propuesta de la banda?

Pablo: Es un mensaje con música de rock.

SR: ¿El motor es el mensaje?

Pablo: Sí.

Nicolás: Creo que es un proyecto muy propio del contexto del que venimos; una necesidad de hacer algo a nivel musical que refleje lo que estábamos pensando y que vaya contra ese discurso único que hay, de que todo es como dice el informativo o la propaganda o las grandes corporaciones. Todo. Porque levantabas una tapa y te decían “vacunate”. En todos lados era “vacunate, vacunate, vacunate”.

Pablo: Y el que no lo haga, es malo.

Nicolás: Y el que no se cuida es un mal ciudadano. Un montón de interpretaciones sobre la propaganda que teníamos y cómo eso se cargaba de contenido como diciendo que el que no hace lo que las autoridades están marcando, más allá de que vaya contra tu propia salud, es una mala persona y un mal ciudadano. Muy poca gente, y menos a nivel de los músicos más conocidos, estaba diciendo nada ni se estaba enfrentando con eso. La mayoría se acoplaban a ese discurso e incluso hacían shows discriminando quiénes estaban vacunados y quiénes no. La banda en la que está Paco (La Triple Nelson) creo que fue la única que lo dijo directamente, que no iban a tocar en ningún lugar que pidan un certificado de vacuna. Ahora ya pasó un poco la presión esa, pero hay que acordarse de que hubo un momento en que fue mucha. Era hablar o decir algo de esa índole y te señalaban todas las miradas.

SR: Esto de la pandemia es el disparador de la banda, pero uds. van bastante más allá con los temas.

Pablo: Sí, te vas abriendo a distintas cosas. Yo, que soy el encargado mayoritariamente de las letras, tengo mucha cosa dentro que las saco por el deporte o porque uno siempre ve el vaso medio lleno. Pero con esta inmundicia estuve un año sin darle un beso a mi madre; la iba a abrazar y se tapaba. Y en algunos lugares me decían que no fuera. Yo tenía que expresar todo ese tipo de cosas, y si podía con el rock and roll, mejor, para no terminar agarrando a piñazos a todo el mundo. Yo escuché toda la vida a Kessman, y un día, porque también está comprado y necesita venderte versos, dijo que no se regalaba al lado de un no vacunado. Nunca más escuché a Kessman, te podés imaginar. Nosotros nos juntábamos y hacíamos como una catarsis armando canciones. A veces vas a hacer una canción un poco distinta pero también te lleva a eso en este momento. Capaz que después sí vamos a hacer otra cosa.

SR: Este es un momento que es necesario un rock directo.

Nicolás: No está sucediendo.

Pablo: Nosotros, sí.

Nicolás: Es un momento como para eso. Los procesos a nivel social y la historia de nuestra cultura occidental, están llenos de ejemplos de lo que estamos viviendo tal vez en una graduación un poco más baja. Los sistemas de ingeniería social a través de los cuales nos manipulan, son siempre los mismos: inducir el miedo a cierta cosa, eso te lleva a una solución que va a plantear el propio sistema, y te van a hacer entrar por el aro.

SR: Sumado al entretenimiento.

Nicolás: Sí, la industria del entretenimiento juega su papel de distraer y mantener a la gente calmada o para que desahoguen su frustración o lo que sea en un cierto evento masivo, pero que eso quede ahí, que no se traduzca después en algo que pueda cambiar realmente la situación en la que estamos viviendo. Creo que siempre vamos a tener cosas de las que hablar porque esto sigue. Acá hay un eje, una línea, y no es una casualidad ni es una situación fortuita que haya aparecido este “virus” y todo lo que está pasando.

SR: En ese sentido, ¿se puede decir que toman un poco la línea de denuncia de las bandas de fines de los ’80?

Nicolás: Y, sí.

Pablo: Yo me fui así, con ese estilo. En la banda que tenía, Libertad Condicional, para mí el rock and roll era eso, era denuncia y era contestatario. Prolijo, sin andar insultando a nadie ni hacer relajo. Los temas de Los Traidores tenían una calidad buenísima: yo intenté llegar a eso y nunca pude (risas). Y sentimiento, también, por supuesto. Estuve del ’87 al ’91, todo under. Después, Hugo (Gutiérrez) y Andrés (Burgueño) me dijeron que empezara a tocar de nuevo, a fines de 2017.

Nicolás: Juan Casanova es de los pocos que sigue en su línea, que toda la vida tuvo. Está haciendo cosas buscando una alternativa artística y que forma una nueva cultura, una nueva forma de pensar y analizar lo que está pasando y darle pelea. Porque yo creo que esto es una batalla cultural.

Pablo: Está muy difícil porque la gente no se anima. La gente de antes éramos más revolucionarios con nosotros mismos, pensábamos por nosotros mismos. Ahora es totalmente al revés, si no hay un montón de cosas que no te explicás cómo es. Todo el mundo igual porque les da miedo salirse de eso, del rebaño.

Nicolás: Creo que lo que tenemos más en común con Pablo es que cualquiera de los dos estamos acostumbrados a que nos señalen y que nos importe un carajo el qué dirán. Creo que a Paco tampoco le importa. Él puede pensar un poco distinto a lo que pensamos nosotros; capaz que nosotros somos más extremos.

SR: Paco, vos estás en esa línea porque obviamente estás acá con ellos. Pero además La Triple también tiene su cuota de denuncia.

Paco: Sí. Cuando uno se mete en la cultura rock es porque tenés una inquietud diferente. O sea, elegís ser músico y de rock. Pero después con el mainstream y la cuestión del negocio, se desvirtúa todo un poco. Nosotros tratamos de mantener la línea artística y comprometida con lo qué decir y el qué hacer. Que no sea una música facilonga ni poética ni de la que se vende en los shoppings, digamos. Sí comparto un montón de cosas con ellos. Como dijo Nico, hay cosas que no pensamos igual, pero me pareció que estaba bueno darle voz a eso. Aunque a veces no lo comparta todo y tenga algunos matices, me parece que está bueno que sea un discurso alternativo.

Nicolás: Está bueno pensar distinto.

Pablo: Creo que esa es la parte que nosotros tenemos más clara, cada uno confía en lo que quiere. Si confiás en la vacuna, está perfecto, pero ¿por qué no dejás que yo confíe en mi sistema inmunológico? ¿Cuál es el problema? Ahora, no me digas que soy malo o un asesino o un delincuente por no hacer lo tuyo. Pero así pasa. Nosotros, de este lado, pensamos esto.

SR: ¿Identifican bandas que estén en la misma ruta que uds.?

Nicolás: El Benia, un poco Parodi con Chanchos Salvajes, Fede Graña. También hay otra gente que son de otros géneros, como el Muñe, Comando Guerrilla, Pablo Peregalli…

Pablo: Que son con los que tocamos.

Nicolás: Juan Casanova, Los Gatos Callejeros. No están de acuerdo con lo que está pasando, que es muy básico. Es desnaturalizante, anti salud y anti humanidad. Las cosas que te recomiendan como cuidados, van en contra de tu salud.

SR: Hablemos un poco del disco. Se llama Van A Caer. ¿Van a caer?

Pablo: Sería lo bueno, pero no sé. Por lo menos que caigan en la conciencia de la gente, y creo que, por suerte, pasa. La gente no puede ser tan necia de no darse cuenta de que algo raro hay. Van a caer, sí, pero no sé si van a caer los de arriba, porque es dificilísimo, pero que la gente se dé cuenta de lo que está pasando.

Nicolás: Creo que de hecho está cayendo.

SR: La cuestión sería no volver a caer en algo con la misma tendencia.

Pablo: La mayoría va a seguir lo que le digan todos los medios, por eso no van a caer los de arriba, pero que la mayoría de nosotros, que nos demos cuenta.

SR: Vamos tema a tema: “Asesinos”. ¿Es como una amenaza?

Nicolás: No es una amenaza, es un hecho que constatamos, que esa gente que está promulgando todas estas medidas, nos hicieron un relato en el que decían que nos estaban cuidando y están matando mucha más gente de esa manera por distintas causas. También están condicionando la vida de los adolescentes y los niños que están en pleno desarrollo exponiéndolos al aislamiento. Son generaciones que quedaron marcadas por una política que tomaron como decisión autoridades que se tienen que hacer cargo de lo que hicieron. Para mí son asesinos por eso.

SR: “Despertá accioná” está claro, también. Es un llamado a la acción.

Pablo: Claro. No puede ser que te estén diciendo todo y vos no digas nada. Este tema apunta más a la gente. Ser parte de los amigos, vamos al recital, sacarse la foto, que está lleno de gente, el estadio, la banda, los muchachos… y el slogan del Frente: “sumate a la mayoría”… ¿por qué? No, pará, sumate a la verdad, a tu conciencia. Pero no, han llevado durante años a esto. Está bravo. “Despertá accioná” va por ese lado.

Nicolás: Y la palabra “accioná” tiene que ver con que no es “reaccioná”. Hacete un estado de situación de lo que está pasando y después fijate cómo podés accionar para cambiar esa realidad. No tiene que ser una reacción emocional o intuitiva desbordada, tiene que ser algo pensado, razonado, para que funcione.

SR: Sigue “Leviatán”.

Pablo: La única canción de amor (risas).

SR: Es la canción distinta. Un leviatán es una criatura mitológica.

Pablo: Claro, es un demonio. Es una canción bastante sentimental porque va por ese lado, lo que comentaba hoy de que me sentí excluido de todos lados. Para hacerla un poquito más armónica y más dulce, fue por ese lado. Muchas veces me sentí el malo, por eso es como decir que por más que te digan algo de mí, yo no soy así. Es todo mentira. Si el tema no estuviera dentro de este disco, capaz que decís que es una canción de amor normal.

SR: Después sigue “Te prohíben”.

Pablo: Todo lo que nos fue pasando a todos, que nos prohibieron hasta respirar.

Nicolás: Y después dice “callarte y esperar”, que es lo que te decían, que ibas a ser un héroe si te quedabas en tu casa, cruzado de brazos, haciendo lo que te decían. Fue la vez que le quedó más fácil a cualquiera ser un héroe. Socialmente eras compensado y premiado como ciudadano modelo. Yo estuve apoyando gente saliendo cuando se necesitaba porque no creía que había un virus que me iba a matar. Me expuse a todo con gente contagiada y no me pasó nada.

Pablo: A mí me pasó que me invitaban a un asado al que iba gente que estaban todos vacunados. Yo no podía ir, porque ¿sabés que pasaba si mañana se resfriaba uno? No podía ir. También te condicionaban a eso: me siento bárbaro, estoy espectacular, sé que no pasa nada, pero después soy yo el culpable.

Nicolás: El grupo de amigos con el que nos juntábamos cada 15 días a comer un asado, pasó un año que no nos juntamos. Cuando lo hicimos, pasaron 6 meses más para volverlo a hacer. Se va desarmando la cuestión.

SR: El último tema es “Libertad”. Es muy claro. Lo que me llamó la atención es que es el más “estomacal” del disco, es el que suena más a Los Estómagos.

Pablo: Ah, sí. Como lo tocaba yo, no sonaba tanto a Los Estómagos, pero como lo toca Paco, sí, medio ramonero. Y tiene la potencia típica de esa época.

SR: El bajo también.

Pablo: Sí, vas a escuchar al Hueso Hernández. El tema cierra esta primera etapa justamente con eso, libertad; no queda otra. Una parte importante que dice la canción es que si vienen por tus hijos, ¿vos qué vas a hacer? Y bueno, mucha gente se entregó igual y los pinchó.

SR: Como comentábamos hoy, las letras están por delante de la música a pesar de que ésta es directa. ¿Es la música para el mensaje?

Pablo: Exacto. El mensaje es lo principal, y está apoyado por la música que va acorde, porque al escuchar las letras, nos lleva a todos para ese lado.

Nicolás: Lo otro que nos propusimos y que está bueno también, es que sean mensajes muy concretos. Las canciones duran un minuto y medio o dos minutos, como mucho. En dos minutos podés llegar a interiorizar la información que capaz que de otra forma te llevaría mucho tiempo.

Pablo: Y también para que te pasen y te escuchen.

Paco: “Despertá accioná” duraba tipo 1:20, y cuando la bajamos a un minuto nos aplaudimos a nosotros mismos (risas).

Nicolás: Lo tremendo es que todas tienen estribillo, estrofa, puente, introducción y hasta alguna especie de solito, a veces, y todo entra en esos dos minutos.

SR: Y hay otro disco en camino, ¿no?

Pablo: Ya está grabado.

SR: ¿Es una segunda parte de esto?

Nicolás: Sí. Las canciones las grabamos acá (NR: en la casa de Nicolás) nosotros mismos. Es un tema de tiempos, lo tengo que mezclar, etc. Teníamos 10 temas en ese momento y ahora tenemos unos cuantos más. Va a ser un EP de cinco temas más, pero no sé cuándo saldrá.

Paco: Fue todo artesanal, con nuestros equipos y con unos micrófonos inexistentes, de muy bajo presupuesto, pero que tienen un sonido único. Eso suena así, acá en esta casa y es un sonido único. Por lo menos cuando lo escucho, me suena original. Además fue tocado por la varita mágica de Restuccia. Estamos muy orgullosos de cómo suena.

Nicolás: El ir a un estudio implica que tenés que juntar un presupuesto de dinero y disponer de logística y un montón de cosas. Era una posibilidad hacerlo de esa manera apostando a que suene dentro de los estándares de lo que podría llamarse la industria musical. Pero por otro lado estaba la idea de tocarlo como siempre en el lugar de siempre y en vivo.

Paco: Estuvo bueno que estuvimos los tres tocando juntos. No hay overdubs a no ser por las voces. El primer tema que grabamos, lo hice como lo venía tocando, sin pedales. Ya para el segundo, me conseguí un pedalcito, después un delay y un equipo. Fui evolucionando en los cinco temas (risas).

SR: Para vos esto es un descubrimiento.

Paco: Sí, yo estoy recopado. Está buenísimo porque no me veo como un guitarrista, tampoco. Me veo… no sé cómo me veo (risas). Intentando hacer algo a lo que no estoy acostumbrado, pero que cuando me junto con ellos, me sale eso.

Nicolás: Lo que se formó entre los tres, está buenísimo. Y si hubiéramos ido a un estudio, no sé cuándo hubiera salido el EP.

Paco: También nos parecía urgente que quedara registrado un material en ese tiempo. Si ese proceso lo grabábamos dentro de un año y medio, no iba a ser lo mismo.

Nicolás: Pablo grabó la voz en vivo en el mismo momento. Ni siquiera le pusimos una jirafa, Paco le sostenía el micrófono (risas) y este bestia grabó todos los temas de primera toma. No nos importó lo que pudiera pensar un técnico de grabación, el tema es lo que queremos transmitir, que se entienda y que refleje lo que tocamos en vivo.

Pablo: Escuchás el disco en 9 minutos y después nos ves en vivo y es lo mismo, el sonido es igual.

SR: ¿Para cuándo sale el nuevo disco?

Nicolás: Estuve grabando un par de temas con Benia. Aparte estoy en el proyecto de Ale Itté y Los Señores, con el que grabamos ocho temas. Estoy liquidando todo lo que tengo para atrás para poder ponerme con los cinco temas de Ciudadano B.

SR: ¿Sale antes de fin de año?

Nicolás: Yo creo que sí.

SR: ¿Qué le está faltando al rock nacional?

Nicolás: Rock.

Pablo: Como yo lo tomo, al público le falta más conciencia de qué se trata. Porque la gente se piensa que el rock es todo.

SR: ¿Pero entonces las bandas no están haciendo el trabajo correcto?

Pablo: Y capaz que no. Pero a la gente no le importa, la gente quiere diversión, Netflix. Si sos más de lo mismo, cantás canciones para que te miren cuatro o cinco mongólicas, así estamos.

Nicolás: Es entretenimiento con el rótulo de rock.

Pablo: Le falta cabeza a la gente. Es muy difícil, porque va más allá de lo que puedas hacer con la música, va en cómo está en este momento la sociedad, qué quiere, qué necesita. ¿Cómo le vas a entrar con la propuesta de rock puro, sanguíneo, furioso, con propuesta? La gente te va a decir que estás loco. Nosotros tocamos cuando estaba prohibido, nos la jugamos, e hicimos algo prolijo y a veces subían después que nosotros unos que desafinaban, mamados o falopeados y a la gente le parecía que estaba buenísimo. Yo me di por vencido, lo hago porque a Nico lo adoro y Paco me encanta, y sé que lo que estamos haciendo es lo que sentimos hacer. Pero si yo espero algo… no creo que la sociedad esté preparada en este momento. Capaz que esto que estamos haciendo se ve dentro de 20 años.

Nicolás: Creo que todos los que están haciendo algo artístico, expresando cosas, es como una batalla cultural que se está dando. Hay una cultura hegemónica que se está imponiendo a través de los medios de propaganda y que creo que no es una decantación natural de los seres humanos a través de un proceso. Es el plan de alguien más para esta humanidad, que la quieren transformar en otra cosa. Naturalmente va a haber una parte que se va a resistir a eso porque no lo siente natural ni va a permitir que se le imponga, y creo que en ese grupo estamos nosotros. Es sumamente importante, porque la cultura es lo que une a una sociedad, que no es igual en todos los lugares. Con esta globalización que hay, en todos lados tienen la misma “música”, la misma basura, y los restoranes son los mismos, lo que comen y lo que hacen es lo mismo; todo es lo mismo en todos los lugares. Eso le resta identidad. Mañana cambian algo y cambia en todos lados, y no va a haber resistencia a nada. Por eso creo que es muy importante lo que estamos haciendo, más allá de que hoy no nos den pelota. No es por cantidad, tampoco, eso es otro de los mitos.

Pablo: La gente perdió la coherencia, la palabra y el sentido común propio.

Nicolás: ¿Cuál es la diferencia entre una persona que estuvo sumisa durante todo este proceso con uno como nosotros que dijo que esto no podía ser? La diferencia es la voluntad que tiene cada uno contra la presión externa y esa voluntad que se quiere imponer.

Ariel Scarpa

 

Enlaces de la banda:

 

 

Desde otras plataformas: