Rockportaje a ADN (1988)
ADN es un grupo importante dentro del panorama musical local. La decisión de hacerles el rockportaje a ellos había sido tomada hacía tiempo, pero estábamos dejando correr un poco el tiempo para agarrarlos con el disco terminado o casi terminado.
ADN enfrentó esta entrevista con una muy buena disposición. Es de destacar que la nota resulto muy placentera y nos aclaró muchas cosas.
El grupo está compuesto por: Juan Berhau (voz y guitarra, 24 años), Nino Cairoli (batería, 19 años), Carlos Ráfols (bajo, 24 años). A la entrevista no pudo concurrir Sergio porque estaba enfermo. A los restantes integrantes los acompaño su sonidista, Enrique Violante.
Aquí va el resumen de lo hablado.
Sólo Rock: ¿Se animan a contarnos la historia del grupo desde su surgimiento hasta la actualidad?
Juan: Bueno. ADN comienza hace como cuatro años más o menos. Éramos Carlos, Martiniano Olivera (el de Zero), Willy Otero (el de Neoh 23), Horacio Silva, que era el batero y yo. Cantaba Willy. Así estuvimos unos meses hasta que tuvimos problemas de composición de letras más que nada, y también musical. Entonces yo decidí irme, y como con Carlos somos amigos de hace mucho tiempo, él se vino conmigo. A su vez, a Martiniano también era amigo mío, y se vino –a Martiniano le decimos el ruso-, y Horacio entre quedarse con Willy y venir con el grupo, decidió venirse con nosotros.
En el nuevo ADN comencé a cantar, ya que antes sólo tocaba la guitarra. En ese período tocamos en una especie de cooperativa de viviendas. La primera actuación fue en una kermesse de la iglesia de la Aguada, y tocamos horrible. Mas adelante empezó un ciclo que se llamó “¿Y ahora qué?” en donde tocaban todos los músicos nuevos, del canto popular y del rock, del rock nuevo, digamos de la nueva generación. Estaban Franco Francés, Zero, Pérez Pájaro en donde cantaba el de la Chancha, estábamos nosotros… El ciclo fue en la sala dos del Anglo, en octubre del ´85. Ahí, como queríamos sonar como una gran banda, incorporamos saxo y otro guitarrista; además Horacio compra una batería sintetizada. Fue un despliegue escénico y técnico terrible, pero éramos muy pendejos y no sonó bien. A partir de eso se da la grabación en Graffiti con “Cajas cromáticas”. ¡Ah!, me olvidaba que teníamos cantante, teníamos a una chica que no pudo seguir cantando por razones de “familia”. También hubo otra chica que tocaba el saxo, para que vean que no somos machistas en el grupo. El problema era que los padres no las dejaban: “¿vas a ir a ensayar ahí con esos? ¿viste la pinta de estos tipos?…”
Después de probar para Graffiti tocamos en el Teatro de Verano y tuvimos la mala suerte de que llovía y se armó todo de tarde. Así que nuestra actuación fue la prueba de sonido. Nos hicimos carozo. Ya de por sí la banda no tenía mucho empaste; después de esto sobrevino el bajón, porque la cosa no funcionaba y estábamos quemados por lo del Teatro. Se estuvo viendo qué línea musical seguir. Aparecieron diferencias con Martiniano, Horacio toca bárbaro, pero no encaraba mucho los ensayos (él mismo lo decía). Entonces con todo esto como que se separó ADN de nuevo. Fueron uno o dos meses después del Teatro. Después decidimos meter un baterista que era Sergio Graña, quedando como trío con Carlos y yo. Sergio es un notable baterista, con él actuamos en el famoso Desconcierto en el Atenas y nos fue bárbaro. Luego tocamos con Clap y algunos argentinos en el Velódromo. Ahí no nos fue tan bien. Esta fue una etapa fructífera pero muy corta porque Graña tenía tendencias hacia el jazz-rock.
Mas adelante nos conectamos con este engendro que esta acá, Enrique Violante, y se nos unió. Fue en el peor momento de ADN, porque otra vez volvíamos a quedar Carlos y yo solos, y nos dijo: “Yo les quiero hacer el sonido”; entonces se puso un cartel en una disquería y apareció este otro pinta, Nino Cairoli, y empezamos a ensayar como trío. Después conozco a Jorge Schellemberg y ya había visto a Zona Prohibida, en donde tocaban Juan y Sergio (son hermanos), y le dije si alguno de ellos quería tocar en ADN, por supuesto sin dejar a Zona Prohibida. Entonces el loco me dijo que justo Sergio tenía problemas porque se sentía como que no lo dejaban componer. Entonces se vino con nosotros, desde ahí más o menos en abril del ’87 hasta ahora seguimos con esta integración.
SR: ¿Por qué le pusieron ADN?
Carlos: La posta era que queríamos un nombre con iniciales, tipo B52, U2; y yo traje ADN y quedó. No se le dio mucha trascendencia.
SR: ¿Por qué se fue Martiniano?
J: Con él teníamos problemas de línea musical, está en otra onda. Lo que hace en Zero no tiene nada que ver con lo nuestro. Sigue siendo un gran amigo.
SR: ¿Cómo componen las canciones?
J: La onda esta basada en ideas que trae Sergio o yo, con letras o sólo con melodías; y después se trabajan en el ensayo. Cada uno hace el arreglo de su instrumento.
Ni Sergio ni yo somos grandes compositores, y para lograr un sonido de grupo más o menos coherente cada instrumentista debe hacer su arreglo. Las canciones de ADN son muy distintas, pero tienen una identidad que la da cada uno en particular.
SR: Los textos de las letras, ¿hacia adónde apuntan?
J: Son críticas. Yo apunto a lo exterior –estas son palabras de Sergio más que mías-, digamos, a todo los que nos viene mal, onda gobierno, opresión económica, desaparecidos, etc. Sergio apunta más a cómo se siente el individuo debido a esos bajones, etc.
SR: Ustedes no hacen letras directas, ¿no?
J: A mí me gusta la gente que además de hacer letras que digan algo, sepan expresarlo de la manera que mejor te lleguen. No me gustan las letras directas, salvo de muy pocos grupos, La Polla es uno: matan. Pero otras cosas me parecen muy panfletarias. Es un problema subjetivo el mío.
SR: ¿Por qué no fueron a Montevideo Rock I?
C: Eso quedó en mis manos. Me llamaron varias veces y cuando me ubicaron, Olivencia me dijo que fuéramos urgente al centro para arreglar lo de Montevideo Rock. Me afilé todo, y cuando llego a la oficina, el loco me dice: “Bueno, les doy mil pesos a cada uno más la entrada”. “No loco, por eso no podemos tocar”. “Pensalo, mirá que se transmite por televisión, se va a grabar un disco…”. “No”. Y no tocamos.
SR: ¿Y ahora?
C: No, ahora hubo plata, fue más coherente.
SR: ¿Cómo les fue?
J: Bueno, en Montevideo Rock nadie se hace famoso ni nadie se la lleva toda, salvo los grupos argentinos. Es decir, ningún grupo uruguayo consigue giras ni se va de viaje con la guita que hace.
SR: ¿Fue positiva la experiencia de este Montevideo Rock? ¿Quedó bien parado nuestro rock?
J: Hay un problema: los grupos argentinos vienen con la equipación de ellos, con la que tocan siempre, con su sonidista, su iluminador y sus luces, las que siempre utilizan en Buenos Aires. Los locos tocaron como en su casa. Incluso se pudo haber llamado Bs. As. Rock perfectamente. Y nosotros vamos a tocar con unos equipos que no daban para tocar. El equipo de guitarra era lamentable.
SR: Pero, ¿cómo es la cosa? Se dice que utilizaron exactamente la misma equipación. Aclaren bien.
J: No, los mismos equipos de re-amplificación, los cabezales de instrumentos son los que lleva cada uno, y los que definen el sonido.
Habían prometido que iba a haber un Roland para la viola, es un equipo que da. Bueno, hubo otra marca, tampoco el mejor modelo. Para bajo hubo un equipo que era una porquería. La otra diferencia grande está en el volumen: los uruguayos tocamos a un volumen distinto al de los demás.
Ahora, hay grupos uruguayos buenos, mediocres y malos, pero dentro de los buenos igual van a sonar mediocres al lado de los otros que tienen experiencia, mejores instrumentos y traen los equipos que utilizan ellos.
C: ¡Ojo! Mirá que a nosotros no nos dejaban. Si yo hubiese querido tocar con mi equipo de bajo no me hubieran dejado. Los porteños se trajeron sus equipos de bajo, guitarra, etc. A nosotros no nos permitían subirlos. Tenías tres minutos para enchufarte y te jodés.
J: No es tirar pálidas contra nadie, es la verdad; si querías subir tu propio equipo no te dejaban por “problemas de organización” (frase muy utilizada en Montevideo Rock).
Cambiando un poco de tema, nosotros recibimos buen apoyo del público, mucho más del que esperábamos.
C: Si, tal vez haya sido una cagada habernos mostrado sonando así para la prensa extranjera.
Nino: Yo tuve también problemas. Me sorprendí primero cuando nos adelantaron el horario para tocar. Estaba mentalizado para hacer unos ejercicios antes de subir y cantar un poco. De repente me encuentro que a las 4.10 tenemos que ir arriba. Entonces subo, me pongo a armar tranquilo; llegan los plomos argentinos, me apuran, me puse nervioso y tuve un intercambio de palabras con ellos. Después me jodieron con el monitoreo.
SR: Dejamos Montevideo Rock. ¿Qué hay de Cabaret Voltaire?
J: Se va a hacer. Se están planteando las bases. Se hizo una autocrítica y se marcaron errores. Se puede adelantar que va a ser un Cabaret Voltaire más abierto, no va a haber solamente rock en nuestra onda, va a haber candombe, etc. No sabemos si seguir con el mismo local o cambiar, apostar a un local más grande y sin butacas. Lo demás esta todo en agua de borrazcas.
SR: Hablen del disco.
C: Nos quedan grabar cuatro o cinco voces, que le quedan a Juan. Después nos queda hacer la mezcla. El disco en sí viene bien. Nosotros no conocíamos la forma de trabajar dentro de un estudio, y en cierta manera nos juntamos a grabar en “La Grabadora”, es Elvisur. Ahora estamos muy conformes con las tomas que se hacen de los temas, y bueno, ahora falta una de las partes más importantes, que es la mezcla, que le va a dar la definición al disco. Los técnicos son Luis Mazoni y Carlos Guiringuelli.
SR: ¿Cuántos temas tiene el disco?
J: Diez, porque te dan 21 o 22 minutos por lado, y hay temas de cuatro y pico de minutos.
C: Son todos temas que se han tocado en vivo, excepto uno solo del LP.
J: Si, en Montevideo Rock estrenamos dos.
SR: ¿Hay alguno de la época anterior?
J: Sí, “Lo siento”. No va “Cajas cromáticas”. “Lo siento” había sido muy mal grabado en la ensalada, y por eso va. Está un poco más lento, va a sonar distinto.
SR: ¿Hay temas descartados, que ya no tocan más?
J: Sí, “Superinoxidable”, “Punta del Este”, esos no entran en la propuesta musical y estética del grupo actualmente.
SR: ¿Tiene nombre el disco?
J: Todavía no, está en discusión.
SR: ¿Para cuándo sale?
J: No se sabe si trabajamos en turismo o no. Ahí varía la cosa. Supuestamente estamos todos apurados, los del Palacio, nosotros, los de la grabadora; así que cuanto antes…
Se puede atrasar porque cosa que vemos mal, volvemos a hacerla; pero puede estar para fines de abril.
SR: ¿Utilizan los instrumentos naturales del grupo o agregan más?
J: Digamos que se utiliza en general todo lo nuestro para después poder tocar en vivo. El disco va a tener un sonido especial, va a sonar muy bien.
SR: ¿Conformes con la grabación en vivo en “Rock en el Palacio”?
J: Conformes con nosotros; no tuvimos que “pinchar”, arreglar el tema sobre la grabación. El sonido no es muy bueno, y el video estuvo mal iluminado.
SR: ¿Cómo definen la propuesta del grupo?
C: Es muy difícil definirla, es una mezcla de gustos de todos.
SR: Entonces vamos a las influencias o gustos musicales.
C: Te puedo decir los grupos por un lado y los instrumentistas por otro. Como grupo Los Beatles, pero no tiene nada que ver con lo que yo hago; entonces como instrumentistas: el Cachorro López de Abuelos y el bajista de Duran Duran, Taylor.
N: A mi Los Beatles. Y bateristas, el de Police, Coppeland, Joao Barone de Os Paralamas y Willy Iturry de GIT.
J: A mi me gusta de todo, saco algo de todo. Te puedo decir lo ultimo, que en definitiva es lo que me puede influenciar, y son The Mission –me mata-, también Doors, que casualmente están de moda. Como guitarrista nombro a Hendrix, Robert Fripp y Andy Summers. Sobre los gustos de Sergio, escucha The Cult, The Mission, Simple Minds, U2.
SR: La música de ADN ¿se parece a algún otro grupo, digamos excesivamente?
C: No, eso lo han puesto ciertos diariuchos que andan por ahí. No, hasta había gente que decía que nos parecíamos a Soda Stereo; nada que ver. Es difícil no parecerse a nadie, en un tema, pero en toda la propuesta no. “Confusión” es “Nirvana” de The Cult, pero hecho a propósito, una especie de homenaje.
J: Sergio se muere con The Cult, y lo hicimos no muy en serio. Lo tocamos en vivo y mató, a la gente le gustó y chau. Si le gustó a la gente está bien, no vamos a andar mirando si se parece o no; es un prejuicio que tenemos los uruguayos.
SR: Les damos un nombre-s y nos dan una opinión. Los Traidores.
C: Me gustaban antes más o menos, ya no, no me cabe la actitud de los tipos.
N: Creo que tocaron mejor para la lista 85 que para Montevideo Rock.
J: Yo ya no les creo las letras, y las nuevas no me dicen nada.
N: Quieren el reconocimiento popular y no saben cómo lograrlo.
SR: Los Estómagos.
J: Lo mejor de Uruguay.
N: Tienen las cosas claras.
J: Por ejemplo, hablaá con Gabriel y siempre está centrado. Eso es importante.
N: El lineamiento de Los Estómagos no es ensuciar nombres para adquirir popularidad. Son sinceros.
SR: Los Tontos.
C: A mí me parecen bien. Mal la actitud de la gente para con ellos.
J: Para mí fue organizado. Hay documentos gráficos sobre los agresores.
SR: Nombren un grupo de los nuevos o de los que no hayan grabado un LP que les guste.
C: Cadáveres Ilustres.
N: Franco Francés.
J: Cadáveres, Franco Francés e Inquisición.
SR: ¿Hay renovación del rock nacional?
J: Mirá, es todo muy chico acá, si sale un grupo nuevo atrás del Cerro y es bueno enseguida te enterás. Pero hay un progreso. La imagen del rock nacional es para gente que está en la nuestra tipo periodistas, músicos y gente allegada. Montevideo Rock se llenó de caretas, porque había cada punk de galería que no podía ser. Además, como no generamos música respetable –es decir, aquí no se respeta al rockero, en otros lados sí lo hacen-, como somos unos primerizos con respecto a los instrumentos, y como las grabaciones no son muy buenas, el rock de afuera viene mejor que el nuestro, y la gente prefiere comprar un disco a pagar una entrada.
SR: ¿Quién es el culpable de la mala imagen de nuestro rock?
J: La culpa la tiene el rock nacional. Mientras algunos grupos sigan apostando a tocar mal empastados y desafinar cuando cantan, va a seguir habiendo esa imagen. Por suerte hay otros que sí se preocupan.
SR: ¿Cuál es el secreto para que ADN suene cada vez mejor en vivo?
J: Primero, como paso fundamental, el sonidista propio. Después un buen ensayo, bien empastados. Y por último, que los músicos tiramos para el mismo lado. Por ejemplo, a mí me encantaría hacerme un solo de guitarra, pero sé que no puedo. Entonces tenés que estudiar, y el día que pueda lo hago, pero seguro de que va a salir bien.
¿Qué tal? Las opiniones de la gente de ADN son nutridas. Evidentemente tienen peso debido a lo que significa ADN, aunque muchas veces se lo tire al bombo.