Toque De Queda – Buceando Entre El Punk y La Música Oscura

Hoy les voy a hablar de una banda cuyo estilo fue mutando a lo largo de su vida, debido a la cantidad de músicos que la integraron en el tiempo. Hablamos con Daniel Durante, vocalista histórico de la banda, quien nos proporcionó los aspectos más relevantes de la trayectoria de la banda.

El embrión de Toque De Queda da sus inicios en 1984, cuando dos compañeros del Liceo IBO (Instituto Batlle y Ordóñez), Daniel Durante y Álvaro Braga, afianzan sus vínculos por el amor que ambos tenían por la música. Álvaro iba a clases de música y tocaba teclados, mientras que Daniel ejecutaba la guitarra y cantaba. Había sido seminarista y estuvo vinculado a las actividades de su parroquia, ejecutando música religiosa. En el liceo conocen a Aníbal Perfumo, que se encargaría de la guitarra y composición, que los contacta con un batero (Leonardo Rodríguez), y comienzan a ensayar en la zona del Prado.

A este proyecto, que serían los primeros pasos a la  formación de Toque De Queda, se suman Marcelo Pereyra en bajo y Beatriz Correa e Isabel Pereyro en coros, y tuvo el nombre de Azul Prusia, teniendo una duración efímera. Leonardo Rodríguez se aleja de la banda buscando conformar otro proyecto acorde a sus gustos musicales. Daniel y Álvaro hacen un llamado para cubrir la vacante en batería, probándose inclusive una integrante femenina, hasta la llegada de Ángelo Carriero que queda definitivo en esos comienzos. A Carriero se suma en guitarras Conrado Gallego, a quien habían conocido en un boliche en el Prado, y Rafael Pitetta, miembro también de Luz Roja. Con esta integración comienzan a ensayar en un garage situado al fondo de la casa de la abuela de Álvaro Braga, en Venancio Benavides 3416.

A Daniel, como uno de los compositores del grupo, le gustaba la música punk, de la cual quedó impregnado al escuchar bandas como Los Ramones o The Clash, entre otras. Al transcurrir los ensayos se va forjando el estilo marcadamente punk de la banda. El nombre Toque De Queda surge una noche, donde varios integrantes de la banda, viajando en el Fusca de Álvaro, deciden darle nombre a la banda. Se proponen varios nombres, como Hospital Psiquiátrico, Crisis y Toque De Queda, este último propuesto por Conrado Gallego, debido a que, a pesar de restablecida la democracia, por las noches las calles estaban vacías, había razzias y estaba todo en estado de toque de queda. Se decide hacer un sorteo y resulta ganador este último nombre.

A todo esto en uno de los ensayos Conrado trae la noticia que había anotado a la banda para un concurso en noviembre de ese año, ni más ni menos que el primer festival multitudinario pasado la dictadura: Montevideo Rock 1. Este mítico festival sería su debut y prueba de fuego ante el público. El concurso de nuevas bandas se desarrollaría en el escenario B, compartido con bandas como 9-28, Sifra, Cadáveres Ilustres, La Chancha Francisca y Guerrilla Urbana, entre otras. Toque De Queda participa con dos de sus primeras composiciones: «Rebelión en Montevideo» y «Cargas radioactivas», obteniendo el premio de banda revelación con el último tema. Al ser la banda revelación del certamen, se les promete por parte del sello Orfeo la grabación de esos dos temas presentados, junto a otros grupos que participaron del escenario B, en un compilado que saldría a inicios de 1987 con motivo del evento, cosa que finalmente no ocurrió.

El año 1987 viene con cambios de integración para la banda. Se retiran Conrado Gallego y Rafael Pitetta por desavenencias entre los integrantes. Esto se da luego de un toque en Marindia, en el cual son contratados y que en realidad era un desfile de modas. Por este motivo, Conrado y Rafael se van enroscados y esa noche terminan tocando Carriero, Braga y Durante para salvar la noche. Daniel nos cuenta que ese tipo de conductas, de cierta manera impedían que la banda creciera en el sentido que tenían que volver a reclutar integrantes y rearmar todo nuevamente. Son suplantados en días posteriores por Alejandro Lionet (bajo) y Fernando «Flaco» Molina, que siguen en la banda por un tiempo hasta su partida a La Sonora Quemante.

La banda comienza a inclinarse a un sonido más oscuro y climático, casi por casualidad, con la integración de Maurizio Trabal en teclados y Horlando Dieguez en bajo tras el alejamiento de Molina y Lionet, pasando la banda a un quinteto con dos teclados, bajo, guitarra y voz. Esto, según palabras de Daniel, se dio por la necesidad de cubrir el espacio que dejo Molina y Lionet. De esa manera les pareció una buena idea integrar dos teclados a la banda, cosa arriesgada porque le sacaba fuerza, pero que en definitiva tuvo muy buena aceptación por parte de la gente y fue un sello indiscutido del grupo.

Con esta integración las actuaciones fueron en continuo aumento. Participaron en ese 1987. entre otros eventos, en La Fiesta del Río junto a Los Traidores, Templo del Gato, Facultad de Arquitectura junto al Cuarteto De Nos, discoteca Fantasía en Punta Gorda patrocinados por Rockola Producciones de Romancho Berro, cerraron el segundo ciclo del Cabaret Voltaire junto a Cadáveres Ilustres, uno de los hitos para la banda ese año donde actuaron en la ciudad de Suárez junto a Los Estómagos e Invasores, actuaron en Rivera en el Festival Bailable de Rock, realizado en el Club Sarandí Universitario junto a Los Tontos, Neoh 23, El Puticlub y Eclipse, y fueron convocados a La Cueva del Rock en Canal 4.

En abril de 1988 son convocados a formar parte del compilado Rock Uruguayo Volumen 4. Para ello graban en los estudios La Batuta tres canciones: «Tierras lejanas», «Mutantes» y «Falsa cruz», siendo elegidas las dos últimas para integrar el disco. Para esta grabación la banda estuvo integrada por Daniel Durante (voz), Maurizio Trabal y Álvaro Braga (teclados), Ángelo Carriero (batería) y Horlando Dieguez (bajo). En este debut discográfico comparten el compilado con ADN, Zero, La Chancha Francisca, Baños Privados, El Puticlub, Cadáveres Ilustres y Franco Francés.

Daniel nos contó algunos pormenores de las letras de esas dos canciones: «Mutantes” la compuso a raíz de una crítica realizada por un periodista que Daniel no recuerda el nombre, en un suplemento de música. Se refería a que las letras de las canciones de esa época eran muy básicas y no aportaban mucho. Para ello eligió palabras que no eran muy escuchadas en esa época, y lo particular cuando comienza la canción es el efecto que se realiza para simular un mutante arrastrando una cadena al salir de una caverna. Ese efecto lo realizaron con un vaso lleno de agua y una lapicera tirándole una gotita, creando un efecto como que el agua cayera de arriba de la gruta. La cadena era una de las que se usaban en la muñeca de la mano. Luego los teclados le daban todo ese sentido de amanecer de la vida, redondeando todo lo que querían transmitir. «Falsa cruz” habla de lo que es la iglesia y tiene que ver con todo ese sistema en el que Daniel se crió. Daniel comenzó la escuela y hasta tercer año de liceo lo hizo en un colegio católico, donde los domingos tocaba en la misa las canciones, hacía las ostias y pasaba horas en el seminario salesiano, viendo muchas cosas que son reflejadas en la canción. Estas tres canciones fueron grabadas en los estudios La Batuta bajo la supervisión de Hugo Jasa. Este compilado sale a la calle en julio de ese año. La fotografía de la banda que aparece en contratapa fue tomada por Miguel Busquet.

Durante 1988 se dan mas cambios en la banda, saliendo Maurizio Trabal y Horlando Dieguez, dándole fin a esa etapa más dark del grupo. Sus lugares son ocupados por Fernando «Chenando» Baptista (bajo) y el regreso de Fernando Molina (guitarra), encarando la banda una etapa más rockera. Son invitados a la nueva edición del Montevideo Rock 2, a realizarse el 27 y 28 de febrero de ese año en el Estadio Luis Franzini. Para ese evento convocan a un nuevo batero (Pablo), tras el alejamiento de Ángelo Carriero. Una de las canciones tocadas esa noche, «Tu mentira», es editada por el sello Orfeo en un compilado de ese show.

Ese 1988 tocaron al costado de la Universidad junto a La Tabaré Riverock Banda. Ya en ese año los toques eran cada vez más esporádicos, como le pasaba a todas las bandas de esa generación; habían pocos lugares y cada vez menos difusión. Para lograr una mejor difusión y acceder a más eventos, en 1990 llega a la banda Daniel Melgarejo como manager y se ocupa de ese aspecto tan importante.

Se da la salida de Molina, Baptista y Pablo y la inclusión de Gustavo Grunullú (guitarra), Javier López (bajo) y Daniel Altez (batería). Graban en La Batuta las canciones «Vida» y «Besos en el lodo». Participan en varios toques, algunos muy recordados como el del Club Stockolmo: Festival de las Urracas, en el Boliche Kiel y en el pub Laskina. En 1991 forman parte del Desconcierto Dos, organizado por el Gallego Fontenla en el Club Atenas. En 1992 la banda se separa, aunque han vuelto a reunirse esporádicamente, inclusive grabaron un CD en 2004 titulado Nueve Ochenta para Bizarro Records con la ultima formación y músicos invitados.

Tengo que agradecer a Ragus Lofoten por su ayuda para conformar este post, a las fotos y afiches de época aportados por Ruben Giménez Viera, Horlando Dieguez, Álvaro Braga y Ángelo Carriero, como también las charlas con Daniel Durante, muy esclarecedoras en la cronología de la vida de la banda, que me transmitieron una visión única como miembro fundador y activo durante toda la trayectoria del grupo.

¡Gracias por leer!

Fabián Delgado Calero