Voces Retro: Cadáveres Ilustres (1988)

La entrevista de esta vez es con un grupo nuevo que ha tenido la anhelada oportunidad de grabar en una ensalada. Este es un gran paso, como lo fue el hecho de haber actuado en Montevideo Rock II.

Cadáveres Ilustres está compuesto por Pablo Martín (voz, 22 años), Fernando Couce (guitarra, 23 años), Orlando Fernández (bajo, 21 años) y Rafael Del Campo (batería, 19 años). Este rockportaje fue distinto a los anteriores. Compruébenlo leyendo las declaraciones de Pablo, Fernando y Orlando.

SR: Bueno, la misma pregunta de siempre…

Pablo: (Leyendo Sólo Rock nº 10) ¿Se animan a contarnos la historia del grupo desde su surgimiento a la actualidad? (risas).

Fernando: Comienza en el ’86. Empezamos a ensayar con otro baterista, y después, a fines de ese año entra el baterista actual.

Pablo: Tocamos una vez en El Templo del Gato y a esa altura el baterista era Gabriel Martínez. Tocamos dos o tres veces y a partir de ahí comienza a ser Rafael el baterista nuestro. Tocamos en el interior, en el concurso de Montevideo Rock.  Participamos de la cooperativa de Cabaret Voltaire.

SR: ¿Cómo definen la propuesta del grupo?

Pablo: Hemos ido cambiando. Antes era una música más depresiva, un tanto oscura. Y hoy día nos estamos fijando más en las bases del rock and roll y estamos haciendo un sonido más fuerte y más rock and roll.

SR: ¿A qué se debe ese cambio?

Pablo: A cambios de gustos nuestros. Llegó un momento en que nos empezó a gustar otra música y eso se refleja.

Orlando: A medida de que íbamos ensayando empezaban a salir cosas distintas.

Fernando: Cuando empezamos hacíamos algo más depre, pero era lo que nos salía. Después te salen más cosas.

Pablo: Estamos buscando, y creo que lo vamos a seguir buscando mucho tiempo más, un sonido propio y un estilo nuestro. Cuando no existen innovadores en los países que producen el rock (tipo Estados Unidos e Inglaterra), menos se puede pretender desde aquí.

SR: ¿Qué influencias tienen?

Pablo: Son muy amplias. Hoy en día es todo lo que tenga que ver con el rock and roll, de ahora y del viejo.

Fernando: La base sería del rock and roll de los ’60 y grupos de ahora que más o menos tienen esas bases.

SR: ¿A qué apuntan las letras?

Pablo: Lo que tratamos de decir es lo que nosotros pensamos y nosotros cómo vemos la realidad.

SR: ¿Se siguen considerando un grupo subte a pesar de la grabación en la ensalada y de actuaciones tipo Montevideo Rock que los llevan a mayor público?

Fernando: Pah, qué buena pregunta… Yo no sé, creo que eso no pasa tanto por nosotros.

Orlando: Primero decime qué considerás grupo subte (risas). Si vos me decís que grupo subte son los que tocan en lugares chicos o cosas así, no creo que seamos un grupo subte. Hemos tocado en lugares chicos, como todo grupo que empieza.

Pablo: Nunca quisimos ser grupo subte, sería algo elitista.

Orlando: No querer ser grupo subte no quiere decir querer ser un grupo famoso.

Fernando: Hay una especie como de categoría de grupo subte, como que ya se tuviera todo un marco moral o de compromiso con algo y que cuando vos pasás a grabar ya dejás de ser grupo subte y como que perdiste algo. Y en realidad no perdiste nada, lo que hiciste fue ganar algo.

SR: Cuéntennos sobre Montevideo Rock.

Pablo: Tuvimos la suerte que fue de las veces que mejor nos salieron las cosas. Musicalmente no existió ni un solo error.

Orlando: No era bueno el sonido encima del escenario. No lográbamos dar con la tecla con el pinta que estaba sentado ahí. El loco cero bola.

SR: ¿No tienen sonidista?

Orlando: No, fue un sonidista argentino. Creo que nos benefició.

Pablo: El sonido, a no ser por algunos grupos, estaba a cargo de un argentino que era el que podía tocar. Vos podías tener uno al lado que le dijera “subime tal cosa” o “bajame tal otra” pero no que pudiera meter mano.

Fernando: Al único que le podías decir algo era al sonidista de retorno que lo tenías al lado. Pero después lo demás se encargaba el argentino.

Orlando: Mayor problema no tuvimos, subimos al escenario tranquilos.

Fernando: Uno de los puntos fuertes de la organización fue que uno subía al escenario y ya estaba todo calculado. Cuando vos subías ya sabías que el equipo de guitarra iba a estar a la derecha o a la izquierda. Lo único que jode es un poco el prepoteo.

Pablo: Ahí arriba te sentías bien. Igual no perdías esa sensación como que eras de clase B. La voz, me extrañó, no tenía nada de delay. En todo el resto estuvo bien.

SR: ¿Y la respuesta del público?

Fernando: Fue muy buena. Creo que no fue mejor porque estrenamos muchos temas nuevos.

Orlando: Y aparte la gente no conoce los temas. Además la gente de acá…..

Fernando: Es la diferencia entre la gente de acá y la del interior. Acá la gente es más fría, te analiza más; como que es un desafío entre vos y el público. En cambio afuera, al tipo que le gusta lo tuyo directamente está de tu lado de primera.

SR: ¿Cómo les fue con la experiencia en la tele?

Orlando: No quedamos nada conformes. Era el primer grupo que tocaba ahí. Estaba todo muy en el aire todavía, el sonido no era bueno.

Pablo: Fuimos un poco el conejillo de indias. Era como que “bueno, dale, tenés que tocar”. No por el lado de Los Tontos, pero estabas como que luchando con un canal que es repugnante en la realidad.

Fernando: Hay una cosa que yo no comprendo. Acá se piensa que para sacar el mayor provecho hay que hacer lo mínimo. No es posible que vos vayas a filmar a un canal de televisión y que los tipos tengan que hacer todo a mil, no se puede hacer una prueba de sonido, que vos no puedas estar tranquilo pensando cómo vas a querer hacer tu actuación. Y es así, y es con todo.

Pablo: Encima de todo, la frialdad que tiene el hecho mismo de estar tocando ahí frente a la televisión en algo que es grabado. Si vos le agregás todas esas cosas, no sé si a la larga no te termina perjudicando. Hay muchas situaciones en las que vamos y al final terminamos perdiendo.

SR: Creemos que el espacio fue totalmente desaprovechado. ¿No piensan que habría que haberlo encarado de otra forma?

Orlando: No hubiese habido posibilidades de mejorar eso, porque vos querés hacer una cosa pero tenés aparte todo el resto del Canal 4 que de atrás te están jodiendo. Tenés que estar peleando con gente que no quiere cambiar las cosas, quiere que sea así y chau, que la gente vea eso y nada más.

SR: Y en cuanto a los espacios en diarios, revistas y radios, ¿qué opinan?

Pablo: Es otra parte más del gran problema, los espacios no existen, tenés que crearlos vos. Hay gente que ha creado estas revistas, que cubren un pequeño espectro. Los programas de radio creo que hay tres, hoy por hoy. Es mínimo.

SR: Ahora, ¿hay rock nacional como para crear más programas?

Orlando: No, no hay.

Fernando: El problema es el siguiente: no hay, como en otro lado, programas de radio donde vos vayas mechando rock nacional. Eso se podría hacer y se ganaría más espacio. Ahora, tener un programa de dos horas diario de rock nacional no da.

SR: ¿Hay un público para el rock nacional, para un programa de radio o un espectáculo?

Orlando: Creo que todo va ligado. Si vos pasás rock nacional en la radio va a haber público, si no hay difusión es imposible que haya púbico. La radio es el medio para que la gente conozca.

Pablo: Hay público. Uno de los problemas que hay es que Montevideo es una ciudad que se satura.

Fernando: Yo creo que hay público. El problema es que las cosas están mal hechas. La gente va a espectáculos con varios grupos. Ahí sí van 7.000 personas; pero la semana que viene toca fulanito en un teatro y va muy poca gente.

Pablo: Es todo según como están manejados los medios de comunicación, que son fundamentales en esto.

SR: Ahora, ¿qué hubiese pasado con Montevideo Rock si no hubiesen venido grupos extranjeros?

Pablo: ¿Qué hubiera pasado?. También se han hecho Teatros de Verano con sólo grupos uruguayos. El asunto también acá son los medios de comunicación. Hubo toda una propaganda destinada para los grupos extranjeros, y al final la gente fue a ver a los grupos extranjeros y no a los nacionales, porque eso fue lo que ocurrió. Pero en el Teatro de Verano, cuando se hacen las cosas para los grupos nacionales, también van 6.000 personas.

SR: En Montevideo Rock I había una cierta expectativa. ¿Qué pasó con este Montevideo Rock?

Orlando: Hubo una gran diferencia porque ese era justo el momento del rock nacional.

Pablo: Hubo más expectativas, obvio. Pero también para los medios de comunicación era un plato del que se podían llevar su buena parte, incluso económicamente. Pero esta vez no.

Fernando: Aquella vez había grupos grandes nacionales que cerraban y cerraban bien; estaba bien puesto el horario. En este caso los grupos grandes nacionales cerraron muy temprano, y después ahí empezaba el más chico de los extranjeros.

Orlando: Además este año surgió -no sé porqué- tratar de hacer una comparación entre grupos nacionales y extranjeros que no tenía razón de ser.

Fernando: La vez anterior cerraron Los Traidores y tuvo más éxito, igual que Los Estómagos: la gente se sintió más identificada. Ahora se puso el orden ese por toda una cuestión que pasó durante el año que fue que vino el bajón del rock nacional, y además apoyado por la prensa.

SR: ¿Y a qué se debe el bajón?

Fernando: El rock nacional llegó a una cumbre, y por parte de la producción se quedó ahí, no trataron de cambiar las cosas. Yo creo que los grupos evolucionaron. Me parece que no podemos pretender cosas imposibles cuando lleva cuatro años de ser una realidad. Yo lo comparo con el rock argentino, y teniendo en cuenta lo amateur del rock de acá creo que en tan poco tiempo hemos evolucionado muchísimo.

Pablo: El bajón se produce, también, porque vos no podés estar luchando solo: necesitás las radios que te difunden, necesitás un montón de cosas, y eso hace un año existía y ahora no existe. Porque ahora hay tres programas, pero antes había más.

SR: ¿Cómo ven al rock nacional?

Fernando: Falta mucha unidad. La situación es muy difícil.

Orlando: Faltan cosas, faltan lugares para tocar… las cosas que dice todo el mundo.

SR: ¿No te parece que pueden tomar la iniciativa los grupos?

Orlando: Claro, pero es muy difícil. Nosotros tuvimos la experiencia de Cabaret Voltaire, que para nosotros fue muy buena, pero te das cuenta que hay cosas que te siguen faltando.

Pablo: Hay problemas de todos lados, económicos, de que el mercado es muy pequeño, que hay una cantidad de grupos sin lugar para tocar, problemas incluso de los músicos que no hemos podido juntarnos para hacer más fuerza. Es difícil resignarse a lo ilógico de esta realidad donde supuestamente el grupo tendría que subir y tocar, no tendría ni que estar cargando los equipos ni preocuparse por si hay un lugar para tocar, que ahora lo tenés que hacer.

SR: ¿Consideran que los grupos nuevos acá tienen apoyo?

Fernando: No.

Orlando: No tienen apoyo porque no se pueden mostrar. Nosotros tuvimos la buena oportunidad de mostrarnos en Montevideo Rock, con una buena amplificación, un buen escenario. Pero vos vas a ver un espectáculo con grupos chicos y ves que los locos están luchando con diez mil historias.

Pablo: Claro, es muy artesanal el rock acá, y después hay periodistas que se dedican a comparar con el rock argentino, que es poderosísimo.

Fernando: Además me parece bastante injusto el hecho de que cuando se dijo que no había evolucionado el rock, se hablaba solamente de los grupos y no se habló de otras cosas; de que mañana un tipo monta un espectáculo y trata de hacerlo lo más barato posible y te pone la amplificación más barata que pueda conseguir. Y todavía los técnicos de sonido son malísimos. En Montevideo Rock, la mayoría de los sonidistas uruguayos que subieron a la consola no sabían ni lo que era el rack, no lo conocían, no sabían ni para qué eran la mitad de las cosas que tenían ahí. Y eso es verdad.

SR: Es una parte del rock nacional que no se ve y que influye mucho.

Pablo: Claro, vos con una buena amplificación podés parecer un buen grupo y de repente no serlo, pero con una mala amplificación podés ser un buen grupo y parecer una porquería. Además la gente lo primero que ve es eso: “Ah, el grupo ese toca mal”. Nos ha pasado pila de veces.

SR: ¿Qué expectativa hay después de haber grabado para Rock 4?

Pablo: Hay una única expectativa. En otro país grabás un disco y te significa un montón de cosas. Acá todo lo hacés por la difusión y por poder tocar más. Y bueno, la expectativa es que se venda lo más posible, no por las ganancias, que son ridículas, sino por el hecho de poder tocar más y que te difundan más los temas por la radio; que se conozca más el grupo y que podamos tener más oportunidades de tocar. Es el máximo de aspiración que podemos tener. Ahora también va a salir otra ensalada de Montevideo Rock en vivo en la cual va un tema nuestro.

SR: ¿Qué planes concretos de futuro tienen ahora?

Pablo: Lo único concreto es retomar este año Cabaret Voltaire.

Fernando: Estamos buscando un lugar.

Pablo: Mucha gente puede pensar que se saca plata, pero lo único que daba era laburo. Ahora la amplificación ha aumentado, las luces salen más caras, el teatro sale más caro… y la entrada no la podés cobrar mucho más cara. En Cabaret Voltaire tuvimos que laburar todos, cargar los equipos, ir a buscar los auspicios, ir a hablar con el Consejo del Niño, ir cada vez a hacer los afiches, todas esas cosas que había que hacerlas constantemente… ocuparnos de la seguridad, etc. Por suerte funcionó muy bien y no hubo pérdida. El dinero que quedó va a ser empleado para hacer una primera fecha de este año. También con el riesgo de que tengamos que poner plata nosotros si nos llega a ir mal. Este año se piensa hacer más abierto, para todo el mundo. El año pasado también existía esta voluntad, simplemente que Cabaret Voltaire duró siete actuaciones u ocho.

Orlando: Los grupos que tocaron que no eran de la cooperativa no cargaron equipos, por supuesto. Nosotros trabajábamos para eso.

SR: ¿Hay gente para que haya dos cooperativas simultáneamente en Montevideo?

Pablo: Pude ocurrir que no o que sí. El asunto es largarte a hacerlo y vos ir buscando el espacio ese. Hoy por hoy, si así de la nada pusiéramos tres cooperativas que estuvieran haciendo los mismos días las cosas, te diría que no. Porque es todo un proceso que vos vas logrando. Ojalá hubiera un montón de lugares. La gente se tiene que ir acostubrando.

SR: ¿Y en los bailes?

Orlando: Los bailes, creo yo, son para cierto tipo de grupos, hay grupos para ver y grupos para bailar. Yo creo que nosotros no somos un grupo para tocar en un baile.

Fernando: La gente va a ver un grupo y no quieren que le pongan discoteca, increíblemente. Y al revés lo mismo.

Pablo: Es un problema de costumbre. Hace años cuando existían los grupos de la década del ’60 aquí en Uruguay, como no existían las discotecas, existía sí un grupo que iba a tocar y pasaban música, pero no existía el hecho de la discoteca como lugar sólo para ir a bailar. Hoy en día existe la discoteca como hecho aislado. Cuando un grupo va al interior generalmente toca en un baile.

Orlando: Siempre.

SR: Es una cuestión de costumbre.

Fernando: En el interior vas a tocar siempre en un baile, todo el mundo está acostumbrado a eso.

SR: La gente que acá va a un baile generalmente va a enganchar una minita…

Fernando: La gente va en esa, van ahí a buscarse una mina y punto. Y por el lado del organizador, el tipo llena sin poner un grupo. Pone cuatro potencias pistolas, una bandeja así nomás, unos bafles y que suene fuerte aunque no suene bien. Si va un grupo tiene que pagarle, ponerle amplificación.

Pablo: Además no te llaman para tocar en una discoteca. Y cuando han llamado es porque tiene un tema que justamente en ese momento se pasa en las discotecas.

SR: No hay difusión de rock nacional en las discotecas tampoco.

Pablo: Eso sería importante.

Fernando: Hubo una época en que algunos temitas se pasaban, pero ahora se ha cortado mucho.

Hasta aquí lo charlado con este joven grupo. Un rockportaje un poco diferente, ahondando en otros aspectos que lo torna igualmente disfrutable y más que interesante. Ojalá les haya gustado. Nos vemos en el próximo número.