El 2019 fue un año plagado de actividades para Buitres, que empezaron con las presentaciones de los festejos de los 30 Años, abarrotando de público dos Antel Arena consecutivos. Después continuaron con una serie de toques en lugares más pequeños, incluyendo una gira por el interior, para saciar la sed y el hambre de sus fieles seguidores que abarcan varias generaciones, y como si eso fuera poco, ¡¡¡boom!!!: disco nuevo.
Transcurrieron 5 años desde su último trabajo de estudio, Canciones de un noche de verano, un muy buen disco que dejaba una carga pesada sobre su sucesor. Hoy ya tenemos entre nosotros Mecánica Popular para hablar sobre él y dejar algunas impresiones.
Está compuesto por 12 canciones que suman algo más de 40 minutos, en donde se alternan rock incisivo de la vieja escuela, con melodías bien logradas y algo de punky.
Peluffo, Parodi, Rambao y Fernández han conformado una banda sólida y estable durante muchos años y eso proporciona entendimiento y experiencia, una fórmula sustancial para componer y trabajar en equipo. Sólo el puesto de baterista ha tenido algunos cambios de nombre, pero no de calidad, y en este caso Kako Bianco (Silverados) es la nueva cara; y le tocó debutar nada menos que en este año súper recargado de actividad.
El nombre del disco hace alusión a la vieja revista Mecánica Popular, de alguna manera marcando un toque nostálgico y un viaje en el tiempo recorriendo la esencia de sus inicios.
Por aquellos años había mucha gente que coleccionaba esas publicaciones. En ellas aparecían las cosas más increíbles que uno pudiera imaginar, incluso en algunos casos con las indicaciones para hacerlas uno mismo, algo así como un tutorial de YouTube, pero en papel, para que tengan una idea.
La carátula es en ese contexto una nave espacial despegando, nada demasiado elaborado, pero que tiene mucho que ver con el título. Más allá de estos detalles entremos en lo que realmente nos importa, el disco.
Después de escuchar varias veces con atención el contenido, uno puede distinguir casi sin margen de error quién compuso cada tema, ya que cada uno tiene su toque personal. Esa mezcla de gustos musicales, converge en el estudio, con la banda reunida para darle el toque final, el sello que Buitres imprime a sus canciones. El resultado es un disco variado, entretenido, disfrutable y de muy buena calidad.
Un disco que sugiere una vuelta a las raíces de Buitres de hace algunos años, con sonidos clásicos de la banda, guitarras características, distorsionadas y con los coros que son una marca registrada y que arman un soporte para que flote la voz de Peluffo, cada vez más ensamblada, más cuidada.
El comienzo es con “Diciembre”, un track que inicia con un ritmo bastante frenético; las guitarras son al estilo Buitres. Fue presentado como 2º tema adelanto (…no soy un hombre listo, tan sólo afortunado…).
El segundo es “Mecánica Popular”, que lleva el nombre del disco. Es muy bueno y la letra es de Gabriel. El riff está buenísimo y nos transporta a otra época.
“Habla en la caja”, es el tercer surco y es un poco más lento, pero tiene tremenda calidad, uno de esos temas que a medida que lo escuchás te va gustando más (…hablan de amor, sólo de amor y placer…).
“Eternamente”, baja las revoluciones, está muy bien interpretado, sobre una base tranquila se desarrolla una buena melodía.
Luego, “ Pituca”, es distinto a los demás, tal vez porque el autor es Orlando y tiene su toque personal. Podría perfectamente integrar el material que está preparando para su banda Sibyla Vaine, pero prefirió aportarlo al trabajo comunitario de la banda.
En “El último guión”, hay un cambio de ritmo que une dos canciones en una. Es una buena canción. La primera parte es semi lenta con buenos arreglos, después triplica la velocidad y cambia sustancialmente.
“Santa Rosa”, es un tema de Parodi que podrían tocar los Chanchos tranquilamente, porque tiene su marca en la grifa, bien punky, movidito y divertido.
“Mirando al mar”, es el octavo track que no desentona con el resto.
“La primera vez”, fue el 1º adelanto del disco, una melodía que presagiaba un disco tranquilo, sin sobresaltos, pero fue todo lo contrario. El disco suena bien arriba, los temas transcurren con cambios constantes que alejan la monotonía y nos acercan una propuesta con variantes y entretenida.
“Desesperados” (..vamos desesperados, avancen el motor, sonriendo al destino, olvidados del amor…) es una buena melodía.
“Las Musas”, es un rockanrolito ocurrente.
Y el final es con “Soy un perro”, con la aparición de una armónica, recurso utilizado de vez en cuando por la banda. La canción parece una especie de marcha triunfal.
Aprovechando la entrevista con el bajista de la banda, Orlando Fernández, realizamos algunas preguntas que tienen que ver con el disco. Antes quería mencionar que conocí a Orlando hace más de 30 años en la feria de Villa Biarritz. Allí había una movida increíble por aquellos años y él estaba en un puesto de venta de la revista Gas Subterráneo, que eran colegas nuestros, mientras que yo tenía mi lugar de ventas de Sólo Rock. En ese lugar nos conocimos; Orlando en ese entonces tocaba con Cadáveres Ilustres.
SR: ¿Cómo encaran Los Buitres las composiciones de este disco?
Orlando: Varía pila, por ejemplo en el disco Canción de cuna lo hicimos entre el gordo, Nico Souto y yo. Pepe estaba concentrado en el sonido de la guitarra en ese entonces. Ahí el gordo llevaba un cassette, con pedazos de canciones y las íbamos sacando. En el Bailemos había unas cuantas canciones del Pepe, que en general las trae enteras. Y en este último disco todos hicieron aportes, llevaron ideas, melodías y las fuimos sacando. Con “La primera vez”, Gustavo trajo un riff y después se fue armando entre todos; “Santa Rosa” y “Mecánica popular” las llevó Parodi, pero las letras son de Gabriel, “El último guión” la hizo el Pepe y después la terminamos de hacer entre todos.
SR: Vos también hiciste tu aporte, «Pituca».
Orlando: Sí, yo me fui para España mientras se estaba componiendo el disco, y desde allá se los mandé por celular. Les gustó y quedó así, como está. Por eso digo que todos hacemos aportes, en ese sentido la composición es muy libre.
SR: ¿Cómo surge el nombre?
Orlando: Grabando el disco en Buenos Aires, alguien llevó una revista de Mecánica Popular, y creo que Gabriel propuso ese nombre. Nos gustó el título y todo bien; después Parodi quería un cohete en la tapa (risas).
SR: ¿Se puede hacer una comparativa con otros trabajos?
Orlando: Este disco es el mejor de los que yo grabé, fue distinto. Trabajamos muy bien en el estudio con Álvaro Villagra, nos divertimos mucho, fue increíble. Villagra tiene mucha cabeza y mucha experiencia, y además a él le gusta la banda y tenía ganas de grabar con nosotros. Para mí es un disco que vuelve un poco hacia atrás, a la primera formación de Buitres, medio oscuro, punkeque y divertido. Las letras son buenas y está bien cantado.
SR: El adelanto, “La primera vez”, fue una muestra con unos cambios más abajo.
Orlando: Sí, el adelanto fue un tema lento, pero nos decidimos y salió así. Después el disco es otra cosa, es más movido.
El disco tiene su edición en CD y en paltaformas digitales, y está por concretarse la edición en vinilo que estará a cargo de Little Butterfly, al igual que algunos de los discos anteriores.
Un disco de Buitres siempre es bienvenido, una banda fundamental en la historia viva de nuestro rock uruguayo.
Y si hoy el rock nacional goza de buena salud, se lo debe en buena medida a esta gente que no sólo marcó el camino, sino que además sigue haciendo historia con su música.
Buitreros, a seguir disfrutando.
Winston Estévez