El Fenómeno Buitres: Antel Arena 17/09/22

Qué noche la del sábado 17 de setiembre, cuánto rock, cuánto agite generan los Buitres. Un gran despliegue de luces, sonido y color. Muchísima energía sobre el escenario y también del público que llenó el estadio gozando al máximo del espectáculo.

Estuvimos viendo el show a nivel de campo y al entrar nos encontramos con un escenario 360º utilizado frecuentemente por artistas internacionales y que de a poco en estos conciertos multitudinarios se empieza a imponer para los artistas nacionales.

La excusa era la presentación del disco Mecánica Popular, editado en el 2019 y que por razones “pandémicas”, no pudo realizarse en tiempo y forma.

Recordemos que Mecánica Popular obtuvo tres Premios Graffiti en el 2020 como, “Mejor Álbum de Rock y Blues”, “Banda del Año” y “Mejor Álbum del Año”.

El show estuvo dividido en dos sets separados por un intervalo de quince minutos y el total del espectáculo duró algo más de dos horas. En ese tiempo, Buitres despliega sobre el escenario una energía que parece no notar el paso del tiempo. Peluffo es el centro de atracción con sus movimientos clásicos y su entrega, mientras Parodi y Rambao se alternan con sus guitarras para embellecer las canciones y llenarlas de arreglos. La base rítmica la complementa Orlando Fernández en bajo y “Kako” Bianco en batería. También utilizaron teclados en algunas canciones. Participó en un par de ellas la cantante y pianista Carmen Pi, que con su enorme voz deleitó a propios y extraños.

No decimos nada nuevo, aunque sí reafirmamos que la banda es muy compacta; se notaba que con sólo cruzar miradas se estaban hablando. Estuvieron todo el tiempo disfrutando de lo que hacían pero con extremo profesionalismo.

El inicio fue con “Diciembre” y le siguió “Mecánica popular”, ambas canciones uno y dos del disco, pero luego se empezaron a alternar otras como ser, “Eternamente”, “Una noche”, y siguieron pasando y recorriendo lo más destacado del amplio repertorio de temas que van desde rock and roll, punk rock, blues o melodías suaves.

Y así como hay una variada gama de canciones para escuchar, también vimos con mucha emoción un muy amplio espectro de edades. Emocionaba ver a jovencitos adolescentes cantar y bailar la música de Buitres, que es rock. Si amigos, ROCK. Ahí tenemos un ejemplo para quienes hablan de que el rock murió. En ellos tenemos semillas que debemos regar y cuidar, ellos son el futuro y créanme que me fui con una sensación de alivio.

Hay que seguir trabajando, hay que ofrecer buenos productos, hay que unir fuerzas, no dividirlas, tenemos la obligación de ser creativos, más que nunca. Creo que es posible devolverle al rock el lugar que debe tener. Es por eso que cuando salíamos del show pensaba en que el mejor título de encabezado de la reseña debía ser “El Fenómeno Buitres”, porque allí se dio todo lo que queríamos ver: un gran show, un público exultante y de todas las generaciones: estaba el abuelo con los nietos cantando juntos, ¡¡¡créanme!!! Me fui repleto de ilusión.

Winston Estévez