La Tabaré: Inicios De Una Banda Con Absoluta Vigencia

¡Buenos días a todos! Hoy les voy a hablar de una de las bandas uruguayas más longevas en actividad, innovadora en su momento, incorporando al rock y mezclando tango, chacarera, malambo, ritmos de murga y más: La Tabaré. Me voy a centrar en su segundo trabajo del año 1989, Rocanrol Del Arrabal. Este segundo trabajo sería desequilibrante en su discografía y en su incidencia popular dentro de sus seguidores, como también dentro del público que estaba siguiendo la primera generación de bandas de rock, pasada la dictadura.

El nombre del grupo proviene del de su mentor, Tabaré Julio Rivero Ruso, quien en 1985 junto a sus compañeros de teatro sorprendió con una banda de rock and roll en la Sala 2 del Teatro Circular. Tabaré como coleccionista y fanático de los vinilos, soñaba con grabar el propio y escucharlo junto a sus preferidos. Tenía esa idea fija y no pararía hasta hacerlo, así tuviera que poner dinero de su bolsillo.

Comienzan a presentarse en pequeños lugares hasta llegar a ser parte importante en la grilla de Montevideo Rock I y II… La mezcla de un lenguaje teatral con los códigos de una banda de rock, despertó gran interés en el público, que respondió con gran expectativa a su presentación en el mítico Montevideo Rock I realizado en La Rural del Prado y que capto la atención del Sello Orfeo. Esas primeras actuaciones le valen la grabación de su primer disco, Sigue Siendo Rocanrol en 1987, con una primera formación integrada por Tabaré (voz), Andrea Davidovics (voz), Rudy Mentario (bajo), Gustavo Ogara (guitarra) y Alvin Pintos (batería). Para su segundo trabajo ingresaría Ruben Otonello en la bata sustituyendo a Alvin que se abocó al Cuarteto de Nos.

Tabaré estaba obsesionado con sacar ese segundo trabajo porque pensaba que sería el último, queriendo dejar plasmado en el acetato lo que había escrito en ratos libres de su trabajo en una Biblioteca Municipal…

Con esa formación ingresan a los estudios La batuta y entre enero y marzo del ’89 registran esta pieza clave de su discografía. El disco se compone de 15 canciones y 4 misceláneas, y les proporcionaron 80 horas en el estudio que luego se transformaron en 120. El encargado de la grabación fue Daniel Maggiolo y realmente quedó perfecta. Fue un disco que tenía gran conceptualidad, no tiene separación entre tema y tema y Tabaré se encargó de que ello ocurriera cuando se mandó el master a imprimir a Buenos Aires, dejando claro que no hubiera espacios entre tema y tema, siendo una continuación desde el comienzo al final.

La foto de portada estuvo a cargo de Marcelo Isaurralde. Increíblemente fue tomada un día antes de que Tabaré viajara a Milán. Él venía en proceso de separación con su primera esposa, pero además estaba desencantado por esos años tan particulares en los que venían saliendo de una dictadura militar, pero que en los hechos todo seguía siendo igual. En sus conciertos Tabaré reflejaba toda esa bronca acumulada saltando por los aires, puteando, pegando al aire, que en realidad eran los fantasmas imaginarios que tenía adelante. La cita para la foto de portada fue en 18 de Julio y Julio Herrera, donde quedarían inmortalizados con los edificios a sus espaldas.

Tabaré viaja a Italia e intenta adaptarse a su nueva vida; lo cierto es que los meses transcurren y el disco no sale a la calle. En repetidas ocasiones Rudy (bajo) le escribe a Tabaré para que autorizara cosas inherentes al disco, cosas que demoraban meses entre carta y carta.

A fines de ’89 Rudy le habla claramente a Tabaré: “Venite a Uruguay porque Carbone no saca el disco si no está la figura más visible del grupo y líder”. Tabaré emprende el regreso y admite que fue la mejor decisión de su vida. El disco sale a la calle en noviembre de ’89 y se presenta en enero de ’90. Lo cierto es que en ese momento no se imaginaban la repercusión que tendrían muchas de esas canciones aún en la actualidad.

El Rocanrol Del Arrabal fue un disco «subversivo» que no caía muy simpático a la prensa ni a las radios ya que había temas que no se podían pasar por el alto contenido de sus letras. Se destacan muchas canciones: «Epitafio» (canción emblemática y visión de Tabaré de la corta vida de la banda), «Romancero» (compuesta en 78″ en un antiguo proyecto de Tabaré con Rudy y Maggiolo), «Malambo delictivo» una de las más difundidas en las radios, «El mejillón» un temita que habían hecho Tabaré y Rudy para una obra teatral llamada «Tango» y no la usaron en ese momento.

Una de las joyas para mí de este álbum, en la que Tabaré de mente muy abierta invita a otros artistas a participar, es el tema «Todos somos subversivos». Invita a Eduardo Oviedo (impulsor de la movida rock de aquellos años), Pablo Martín de Cadáveres Ilustres, Esteban de Armas de Clandestino, y a un muchachito que había conocido en la presentación de Graffiti que manejaba el escenario como nadie, el mismo Gabriel Peluffo, al cual le tenía gran admiración. En este sentido La Tabaré fue precursora de invitar a sus pares.

El título del disco tiene que ver con la idea de Tabaré de que el rock uruguayo era un rock pobre, con malos instrumentos, que muchas veces sonaba mal, pero como contraparte, con una gran energía, a pulmón, a sangre y con todas las ganas.

La Tabaré cambia de formación a poco de editado este segundo trabajo y se mantiene en la actualidad como uno de los grupos más importantes de nuestra movida rock. ¡Gracias por leer!

Fabián Delgado Calero


https://www.musica.com/letras.asp?biografia=19775

https://www.historiadelamusicapopularuruguaya.com/artista/la-tabare-riverock-banda/

https://solorock-uruguay.com/2018/12/16/voces-retro-la-tabare-riverock-banda-1987/

https://corchea.uy/entrevista-a-tabare-rivero/