Ángel Atienza y su sello Perro Andaluz han marcado historia en la música uruguaya, y el rock ha estado presente en sus ediciones. Décadas de detallado trabajo han dado como resultado una multiplicidad de ediciones discográficas y también literarias, que de no haber mediado tales esfuerzos, se hubieran perdido en las páginas olvidadas de nuestra música y literatura. Ha pasado mucho tiempo desde que Ángel se presentó en mi casa para acercarnos material de su sello a Sólo Rock. Desde aquel momento estaba pendiente este reportaje que finalmente pudimos concretar.
SR: Si vengo de cualquier otro país del mundo, me encuentro contigo y te pregunto “qué es Perro Andaluz”, ¿qué me dirías?
Ángel: Perro Andaluz es un sello discográfico y, con el tiempo, también editorial de libros, que básicamente es el gusto por publicar obras musicales o literarias que entiendo que tendrían que estar en el mercado. Cuando arrancó todo, fue un comienzo viendo que había un montón de trabajos que no tenían posibilidades de ser editados. Con el hacer siempre aparece un montón de gente que también quiere tener sus trabajos, y eso fue creciendo exponencialmente. En sí son las ganas de hacer más allá de que sea una empresa económicamente rentable o no. Primero que nada es eso, las ganas de hacer.
SR: Contame un poco la historia resumida.
Ángel: Cuando arranqué con esta historia fue como coleccionista de discos de música, fanático de la música, yendo a recitales de músicos locales. Empecé a ver, justamente, que había músicos que no tenían grabaciones hechas, así que tenía que pedirles si tenían alguna grabación. Ahí empecé a recolectar demos, lo poquito que podían tener los músicos hecho por ellos mismos. De ahí a hacer un disco, fue una idea como básica. Uno fue aprendiendo empíricamente cómo hacer discos de a poco y tratando de poner un poco de creatividad a partir de ver cómo se hacen las cosas y siendo un poco inquieto y mirando mucho para afuera. Toda esa cosa fue armando un sello discográfico, ni más ni menos. Empezó por músicas que no estaban publicadas y que me parecía que podían tener su lugar. En realidad, primero fui a algunos sellos establecidos, como Sondor, porque tenía conocimiento con Enrique Aval a raíz de ir a buscar discos ahí. Con mi fanatismo de coleccionismo entablé una relación con ellos y se me había ocurrido que el sello podía estar dentro de Sondor (se iba a llamar Tuco), pero cuando empezamos a llevar músicos, no cuajó. Después fui a Orfeo y llevé el primer disco que realmente produje, que es el del Pollo Píriz y que fue el primer disco de él. A partir de los conocimientos que uno va teniendo en esos momentos, se me ocurrió que podía ser un sello independiente. Yo veía que en Argentina había sellos independientes, como los Vitale a quienes también después conocí y me fui vinculando con esa gente, aprendiendo de lo que era la producción independiente. Ahí surgió Perro Andaluz.
SR: Seguramente en esos primeros momentos nunca pensaste que iba a tener la dimensión que tiene hoy en cuanto a la permanencia y la productividad del sello.
Ángel: Para nada. En principio los primeros músicos primero se van transformando en amigos a los que les estás dando una mano como para cubrir esa pata que falta, la producción discográfica. Y a raíz de que uno se pone a hacer cosas, empiezan a caer un montón de otros músicos, y como tengo el sí fácil, lamentablemente ése es el problema. Me parece que está bien que los músicos tengan sus producciones y te diría que en casi 40 años a muy poquitas cosas le dije que no, con mucho dolor del alma y sin creerme nada, pero después de cierta trayectoria vos ves que algunas cosas no dan para ser editadas porque son demasiado amateurs o pueden quedar en ese formato de demo que el músico pueda hacer y repartir por su cuenta, pero no como una edición que se pueda llevar a una condición de venta en la que se pueda vender dignamente y no te sientas mal por eso. Muy poquitas cosas rechacé, pero la inmensa mayoría de las cosas que están prolijas más allá del género, siempre traté de viabilizar. Ahí es donde creció exponencialmente: son más de 500 discos editados.
SR: Son muchísimos pero no demasiados en esas perspectivas de cantidad de cosas que hay en las cuales hay para seguir editando un montón más.
Ángel: En el 2018 mi esposa tuvo cáncer y además la venta de los discos venía bajando mucho, pero el sello era quien más editaba discos en ese momento porque ya venía desde hacía unos años contando con el apoyo del FONAM, que permitía poder hacer un montón de discos sin que tuviera que hacer un gasto por la producción. En los proyectos figuraba que era Perro Andaluz quien lo iba a hacer y era como un salvoconducto, sin creerme nada. Sabían que si aparecía el sello, el FONAM iba a tener la respuesta de que el disco iba a estar editado. Yo me encargaba de que si llegaba a salir en esas condiciones económicas, el disco iba a salir. Ahí venían todos a que les hiciera el disco; había momentos en que hacía casi dos discos por mes. Con la enfermedad de mi señora fue una frenada total, se cortó todo. Del 5 de enero a los primeros días de noviembre, no hice nada. Ahora está todo bien, pero fue un año bastante complicado donde el sello se cortó. En esos momentos le enseñé cómo armar el sello a la gente de la imprenta con la que trabajaba para que ellos armaran un sello. Todo lo que yo canalizaba pasó para el sello que ellos armaron. Para el 2019 mi esposa ya estaba bien y yo recuperando las ganas, y hasta el día de hoy seguí haciendo cosas pero muy pocas en cuanto a lo que es la edición de discos. A los libros es a lo que me estoy dedicando más ahora y con algunas publicaciones que habían quedado pendientes. A no ser el libro de Amanecer Búho, que se lo pasé a la gente de Estuario, las demás cosas esperaron hasta que lo pude hacer.
SR: Una de las premisas que tenías cuando arrancaste era editar la música de discos que comprarías.
Ángel: Sí, es así. Lo que pasó es que empezaron a venir discos que estaban muy bien grabados y si yo podía aportar la estructura, que el músico la usara. Avanzando los años, muchos discos fueron aportados económicamente por los autores, y con la venida del FONAM, yo no tenía ningún problema; aportaba mi tiempo y el músico o banda hacía su disco. Por ahí hay un montón de discos que no son los que yo estaría comprando o no, pero no me parecía mal que en ese disco estuviera el sello en la tapa.
SR: ¿Qué lugar ocupa el rock en el sello?
Ángel: El rock empezó bien temprano con Gerardo Michelín. Lo conocí como hermano de Fernando Michelín, al que le había hecho un disco. Gerardo fue manager de Los Estómagos y después vinculado con la movida del rock de los primeros ’90. La entrada de él al sello abrió la historia de publicar un montón de bandas de rock, que de repente yo no estaba al tanto en el medio más allá de que pudiera disfrutar o escuchar algunas bandas. La mayoría de la movida del rock la introdujo Gerardo. Después, lo que es el heavy metal específicamente, la introdujo Claudio Picerno, que es otro amigo de toda la vida y al cual el sello le funcionó como una vía para publicar una serie de cosas, específicamente unas ensaladas. También era un poco la vía de producción para Claudio y el sello le funcionaba para que pudiera hacer esos discos.
SR: Teniendo en cuenta la amplitud, ¿tenés algún criterio para elegir el material?
Ángel: Más allá de elegir el material, los músicos eligieron el sello. El sello estaba a disposición para los trabajos que ellos hicieran, el filtro era muy mínimo. No recuerdo haber rechazado nada de bandas de rock. Por una cuestión de tiempo o de logística, más acá en estos días, vinieron muchas bandas y en algunos casos me tomé el atrevimiento de decirle que tenían que ir con Bizarro, por ejemplo, con la mejor onda. Fueron cosas que vi que podían tener una mejor resolución en otro lugar. También pasó que muchas veces edité algunas bandas que después del primer o segundo disco se fueron con otro sello porque las bandas crecieron.
Presentación del disco de Andy Adler
SR: Te voy a complicar la vida: ¿qué tres ediciones destacarías del catálogo de Perro Andaluz?
Ángel: No sabría decirte, son muchas. Le tengo mucho cariño a algunos discos muy puntuales en los que estuve muy vinculado, y por otro lado, algunos otros discos en los cuales apenas rocé el tema de la edición y que, por ahí, son muy importantes. Abarcando tantos estilos, es difícil. Si hablara de rock, hay algunos discos como Las Criaturas Del Pantano o los discos de los Chicos Eléctricos, que la gente los pide permanentemente y que esperemos que ahora puedan salir en vinilo.
SR: No te preocupes, no era para que me los detallaras sino para que se generara esta charla.
Ángel: Dentro del heavy metal hicimos el primer disco de Hermética, o los dos discos de Pachucho Cadáver, que son discos que tienen un nicho como íconos de la discografía del rock y que tiene ediciones acá. Por ahí fueron importantes y que de pronto pasaron desapercibidos totalmente. Pecho e’ Fierro fue un golazo, los dos discos los produje absolutamente, por ejemplo. De pronto hay discos que están tapados y no los conoce nadie y que son maravillosos.
SR: ¿Qué música escuchás en tu casa?
Ángel: En este momento lamentablemente no tengo el tiempo como para elegir. Tengo un cuarto atiborrado de cosas que permanentemente voy consiguiendo y no tengo el tiempo para disfrutar y apenas puedo picar algunas cosas. Pero después tengo que escuchar para la radio un montón de material de música instrumental del cual el mayor porcentaje es jazz, porque tengo un programa de jazz. Dentro del jazz, estoy escuchando todos los estilos. De rock and roll no estoy escuchando nada, salvo que a veces viene mi hijo más chico que ahora está tocando la guitarra y es el puente a buscar cosas. A veces le muestro cosas más viejas o él me está mostrando cosas nuevas, que me lleva a mostrarle cosas viejas de vuelta. Es un ida y vuelta porque no encuentro nada demasiado original últimamente. También escucho otras cosas en radio, porque tengo que pasar otro tipo de música instrumental en general. Pero rock and roll… te diría King Crimson, que es lo que estoy estudiando ahora o vuelvo a Zappa, todos esos viejos.
SR: ¿Sigue habiendo otra música en el aire, que era otra de las consignas iniciales del sello?
Ángel: Creo que siempre hay, incluso acá en Uruguay. A nosotros nos llega material permanentemente a la radio y la verdad que es maravilloso, porque te asombrás de que hay cosas que están pasando. En mi caso particular, mi sufrimiento es no tener el tiempo para poder desarrollar. Antes podía estar cerca de los músicos, hacer cosas, sacar discos. Esa cosa de estar buscando está muy cerrada a la parte del jazz o lo instrumental. Si vamos al rock o al pop, hay también, porque nos vienen cosas de músicos uruguayos. En la radio pedimos que nos mandaran la melodía de la cortina de Babel y mandaron todos encantados los músicos conocidos de la vuelta, pero también mandaron un montón de músicos que no los conozco para nada con unos desarrollos instrumentales que decís “pará un poquito, vamos a pedirle música a esta gente, porque es impresionante”. Te puedo asegurar que es absolutamente alucinante. Desde un tipo que toca el sitar con arreglos hindúes de esa cortina o dos o tres en sintetizadores, bien tecno. Tipos que tocan bárbaro, que están ahí y son gurises de veinte y pocos años. Hay todo un material ahí para desarrollar. O sea que hay otra música en el aire, por suerte. El hecho de que no se compren discos tiró abajo el tema de la industria y hace que los canales sean otros y tengamos que ir hacia otros lugares a descubrir esa música. Pero esas cosas están.
SR: ¿Podés decir que tu sello tiene un diferencial respecto a otros sellos del medio?
Ángel: Supongo que sí, que cada uno va en su perfil. En el caso del sello de Leo, él específicamente es medio punk y rock o hard rock. Lo que es Perro Andaluz abarca toda la música. Lo que pasa es que en estos últimos años he estado un poco desenfocado de lo que es la producción musical y solamente estoy editando algunos discos de gente amiga. Recién ahora, con el disco de Andy Adler como que se abre un lugarcito para volver a editar cosas con cierta idea, digamos. Por ejemplo, vamos a publicar el disco de Fer Henry en vinilo para mediados de año. Eso es volver a pensar en el tema editorial.
SR: El disco de Andy es como un quiebre y como un despegue, también, ¿no?
Ángel: Es el primer vinilo del sello y de Andy, y es como un renacer por todo lo que te estoy contando de lo que puede ser el sello a nivel editorial. Porque no se venden los CDs y los vinilos no es que se vendan mucho tampoco, pero tienen un cierto mercado. Entonces los gustos que me estoy dando en esto van a canalizarse por ese lado. El disco de Andy era una obligación absoluta porque era algo que yo quería hacer, como algunos otros libros que salieron ahora y que es como un cierre de una etapa, no dejar nada en los cajones. Pero ahora empieza otra etapa y a partir de ahí veremos si el sello se parece más a Catalina o a Little Butterfly o no lo sé. Ahí va a arrancar una nueva etapa en la medida de lo posible, que es ponernos a publicar vinilos. Hay unas reediciones de discos para las que hay ideas, como Las Criaturas Del Pantano o el nuevo disco de Gabriel Estrada u otros discos de Jorge Alastra.
SR: El disco de Andy es una súper edición: un disco doble, con fotos y mucha información.
Ángel: Sí. Espero que donde esté él no se revuelva porque no salió como quería. Lo que más intenté fue que todas las últimas conversaciones o las encontradas a raíz del disco estén acorde a lo que a él le hubiera gustado en la medida de lo posible. Creo que sí. Me parece que, nobleza obliga, el disco tenía que salir así, de la mejor manera. Terminó saliendo en doble vinilo porque hubo un error de mi parte a la hora de lo que son los tiempos del vinilo; se escapaba a lo que era un vinilo simple y no iba a sacar ningún tema. Terminó con este formato que puede ser más caro pero creo que compensa con creces el haber puesto el primer demo que nos empezó a juntar con la idea de hacer lo que terminó siendo el disco. Al que le guste Andy, creo que lo tiene todo ahí, lo más prolijo posible.
SR: Hablemos de los libros. ¿Cómo es esa experiencia editorial de estos últimos libros que sacaste, tanto el de Fattoruso como el de Darnauchans?
Ángel: Empezar a editar libros es una continuación de lo que era toda la idea de hacer discos. Aprendí a cómo hacer libros y cómo era el mercado editorial, y como ya los discos prácticamente no tienen ventas, como que pongo un poco más de mi cabeza y mi tiempo en tratar de hacer esos libros de la mejor manera posible. Todos los esfuerzos ahora van como encaminados a tratar de ordenar lo que es la edición de diferentes series. La más reconocida es la de libros sobre discos, pero también los libros biográficos, para los que hay varias ideas por ahí, o de compilados de artículos. Es trazar dos o tres series vinculadas a la música y empezar a llenar esas colecciones con diversos títulos. Hay un montón de gente que está contactada que tiene esas ideas y que tienen ya algo escrito y otros que todavía no, pero siempre con el mismo sentido de tratar de aportar material para seguir en esta locura de disfrutar de la música y de tratar de aportar algo a lo que ya está, sumar a lo que puede ser el disco Sansueña y sumarle algún aporte a discos emblemáticos o ir a la carrera de algún músico y conocer su vida un poco más o ir a colecciones de entrevistas y llevarlas a un libro.
SR: O rescates, como lo de Osvaldo.
Ángel: El caso de Osvaldo es un poco como el caso de Andy. Su libro se trató de hacer en vida y lamentablemente no llegamos, él se murió con el libro casi terminado para la imprenta. Lo que faltaba era nada, era poner una moña. Como Osvaldo no estaba, quedó en un cajón.
SR: Un trabajo de años.
Ángel: Un trabajo de años de él y terminó siendo un trabajo de 10 años esperando para editarlo, porque son estados de ánimo, no es otra historia. El publicar todas estas cosas es un estado de ánimo además de lo que es la cuestión económica. Siempre prima la pasión por hacer algo que quede y, en el caso concreto de Osvaldo, él no estaba, entonces ya como que para mí no había interés. El interés vino después por parte de los músicos, a sabiendas de que eso estaba ahí, lo pedían y en la medida de lo posible, trataba de ver la posibilidad de editarlo y después las ganas bajaban. En esa historia van pasando los años.
SR: Más allá de las complicaciones que enumeraste, el sello parece como que estuviera en pleno desarrollo. Tus planes son amplios.
Ángel: Claro, es como el juguete, la pasión o el hobby de uno, no es una empresa. Yo me di cuenta tempranamente de eso. Cuando te das cuenta, entonces todo va por impulsos. Hay momentos en que tenés tiempo, plata y todo el impulso, y hay momentos en que te desinflás por las causas que fuera. El sello fue así, yendo y viniendo. Cuando surgió lo del FONAM y había una línea con buena respuesta del sello, el FONAM nos mandaba a nosotros los músicos. De hecho yo le hice el proyecto a muchos músicos, porque ya tenía armado el proyecto de lo que era hacer un disco. Y no sólo eso, sino a conciencia, diciendo “con esto se puede hacer un disco, aunque no vas a comprar ni una camisa ni parlantes nuevos ni te vas a ir a Buenos Aires con lo que sobre; esto es para hacer un disco”. A sabiendas de todas esas cosas, se empezaron a hacer muchos discos. Si te fijás, durante un gran período de años la mayoría de los discos del FONAM son editados por Perro Andaluz, algo no escrito pero que demuestra que la cosa funciona bien. Ahora estoy con ánimo de hacer cosas en la medida de lo posible, el tiempo, el dinero y los proyectos que van llegando. Por ejemplo, se acaba de reeditar una nueva tirada de Razones Locas en Buenos Aires, pero la idea es que en un año, año y medio, hagamos la edición final, un libro al estilo de los de Galemire o De Las Cuevas Al Solís. Hacer una edición súper lujo llevándolo a un formato más grande, etc. Por eso reeditamos ahora en ese formato, porque no está revisado con las últimas cosas que pudieron aparecer y tampoco está en un momento ni en dinero como para hacer ese libro. También estamos viendo la edición en Buenos Aires de libros sobre grupos argentinos. Hay varias cosas para hacer.
SR: De alguna manera queremos agradecerte la posibilidad que le has dado a muchos músicos para que hayan podido publicar sus trabajos, ya que de otra manera se hubieran perdido. Es un aporte importantísimo.
Ángel: Es como vos aportás con la revista y le das vida a un montón de gente. Cuando vas a buscar algún dato, aparece Sólo Rock. Así que a uds. también hay que agradecerles que le pongan toda la energía y el mismo entusiasmo. Es lo que somos.
Ariel Scarpa
http://www.perroandaluz.com/index.html
https://mediospublicos.uy/category/radio/radio-babel/jazz-al-dia/
estaría bueno saber si tiene tapes de los que están descatalogados tirados por ahí :B
si eso es así por favor escribime 😉
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Lo que puede tener Ángel para la venta, lo maneja a través de Ricardo (096 884 742).
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Es una buena consulta. Cualquier cosa, te aviso.
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