Leo Peirano, creador y responsable del sello independiente Catalina Records, era una entrevista que nos interesaba mucho hacer. Un poco por la curiosidad de saber cómo se manejaba, y otro tanto para destacar el trabajo que viene haciendo desde hace tantos años. Se presentó a la nota con el cd de NightShot, “Mientras duermes”, como regalo para Sólo Rock. No era necesario, pero agradecimos la deferencia.
SR: ¿Qué es Catalina Records?
Leo: Catalina Records es un sello, y en su momento, durante ocho años, también fue una distribuidora. Aparte de editar material bajo mi logo, recibía y distribuía material de otros sellos y bandas de todo el mundo. A mediados del ’90, principios del 2000 había tanta actividad, que hacíamos recitales viernes, sábados y domingos. Íbamos con un puesto con nuestros discos, los propios y los que distribuíamos, además de fanzines, revistas, material político. Después eso lo dejé de lado y continué editando. Ya hace 19 años.
SR: ¿Quién es Catalina?
Leo: ¿Vos qué respuesta querés? Yo tengo dos respuestas, la de verdad y la respuesta para la nota. Esta última es que Catalina es porque no quería ponerle a un sello un nombre de hombre. Y la verdad es que cuando yo tocaba, ensayábamos en el barrio Santa Catalina. Y en vista de la pobreza de ideas que tengo, le puse Catalina (risas).
SR: ¿Cómo es el proceso para editar un disco?
Leo: Ha variado con el tiempo. Cuando empezamos, no era simple editar. La idea era editarlo vos mismo. Yo era partícipe de la escena tocando y yendo a recitales de hardcore, y me fui involucrando cada vez más. En un momento dije que estaría buenísima la idea de hacer un sello, una distribuidora, para la difusión de la música y los valores que tiene el hardcore punk: el hazlo tú mismo, la autogestión y la independencia. Fui conociendo gente en los recitales que editaba cosas, por ejemplo en Argentina. Me daban todos los datos, yo llamaba a la fábrica y pedía que me explicaran todo el proceso. Del primer disco que sacamos, hicimos 100 copias. Fue un proceso de aprendizaje ahí mismo. El ABC nuestro está en el primer disco, en el sentido que ahí aprendimos todo. Hoy, después de casi 20 años, yo me puedo “dar el gusto” de editar lo que quiera, en el formato que quiera, porque conozco todo. Eso fue algo que me dio el mismo ámbito en el que me movía. Aparte, empezamos a tender redes, que es lo más importante del hardcore y de la música, en realidad: conocer gente de acá y de todo el mundo. Aparte de sacar los discos y moverlos en el Uruguay, se envían paquetes para afuera a otros sellos o distribuidoras, que son amigos nuestros. A su vez, ellos nos envían material que nosotros movemos. El material siempre se está difundiendo. La apuesta no es económica para nada.
SR: No hay rédito, entonces. Estamos iguales (risas).
Leo: No. La idea es difundir las ideas de las bandas y con eso basta. Lo que aprendí en todos estos años es que no sabés adónde va a parar tu música. A veces veo que hay reseñas de mi sello por un sello, por ejemplo, de Alemania.
SR: Eso es muy bueno.
Leo: Sí, tal cual. Les cuento lo que pasó con mi banda, con Halo. Nosotros sacamos 35 cassettes en el 2004, porque no tenía plata para más. Vino un amigo de Chile, que se había recibido de ingeniero y venía por Sudamérica paseando y saludando a los amigos, y le dimos las últimas 4 copias, y se las llevó. A los 2 ó 3 meses nos escriben desde Colombia, de Ibagué, pidiéndonos para hacer copias para repartir por el país. Al tiempo nos mandan una foto con unas remeras nuestras, con el grupo tocando con ellas. A mí jamás se me ocurrió hacer una remera mi grupo (risas). Al otro año, un sello de Inglaterra nos ofreció sacarlo en vinilo color, y nos envía 10 copias, que son las únicas que hay, porque luego el sello desaparece. Un día en Discogs encuentro un ejemplar que se vendía, e hice contacto con el tipo, que tenía un sello y me ofrece sacarlo de vuelta en LP. Él consigue dos sellos más en Inglaterra y en Grecia; yo conseguí en España, Alemania y Francia. El del sello de Grecia tenía el disco en 7’ y amaba nuestra banda. Al tiempo me escribe un tipo de Indonesia pidiéndome sacar una versión en mini CD para Asia. Desde Italia nos pidieron sacar una edición en cassette para distribuirla ellos. Y estamos hablando de una banda que hace 14 años que no toca. La red es mundial. Vos no sabés adónde va a parar tu música.
SR: ¿Vos qué tocabas en la banda?
Leo: El bajo. Hacíamos hardcore. Teníamos una vocalista femenina, que era mi hermana. En la batería estaba Fede, que es el baterista de Buitres hoy, y Leíto, el bajista de Motosierra. Éramos dos hermanos y dos hermanos.
SR: ¿Este funcionamiento de las redes es similar a lo que ocurre con el metal?
Leo: Sí, son similares. Pasa por conocer gente que está afín con las ideas o con los proyectos. La globalización, si tiene algo bueno, que no es mucho, es eso.
SR: Dentro del sello, manejás determinado estilo.
Leo: Sí, es hardcore y punk, y todas las variables. Se diferencian en la música y en el mensaje. Mi catálogo abarca desde lo súper político a algo que es mucho más pop dentro del punk o del hardcore. Lo que pauta que estén ahí es el hazlo tú mismo. Son bandas independientes, que tienen un mensaje independiente.
SR: ¿Cómo accede una banda a acercarte material?
Leo: De todas maneras. Algunas son porque yo las elegí porque me gustaron.
SR: ¿Vendés por Internet?
Leo: No, prefiero enviárselo a las distribuidoras. A mí la cuestión de que haya plata de por medio no me gusta, porque puede resultar complicado. La plata que gasto en editar un disco, ya la gasté, ya está. No voy a estar presionando a un sello para que me pague algo que quizás se le complique distribuir.
SR: ¿Es válido, entonces, que lo suban a Internet para descargas?
Leo: Sí, yo no tengo problema con eso. No cambia nada la idea, que es la difusión.
SR: No sólo tenés bandas uruguayas en el Bandcamp.
Leo: En el comienzo eran sólo bandas nacionales. Después ya para la quinta referencia del sello, era una banda chilena. Después se fue ampliando; he sacado bandas argentinas, españolas, colombianas, peruanas, italianas. No estoy yo solo con esto. Hay pila de amigos que me ayudan con los diseños, todo ad honorem.
SR: ¿Cómo te manejás con la promoción?
Leo: Lo que pasa es que al tener las redes, yo ya sé adónde lo envío. Yo no voy a hacer lobby a ningún lado. Yo no preciso que los discos estén en El Palacio de la Música. Yo vendo los CDs a $ 150, que ése es otro diferencial que tengo. Lo que quiero es que vos tengas el disco. A mí sacar un disco me sale $ 75 y lo vendo a $ 150. Con eso logro dos cosas: con un disco que vendo estoy pagando dos copias de lo mismo o de algo nuevo, y está a un precio que es accesible para cualquiera. No me mata en mi economía y permite seguir retroalimentándose. Sino yo no podría haber sacado tantas cosas. Para el año que viene, que se cumplen los 20 años, seguro va a haber un sampler gratuito, con temas de todos los discos. Hoy por hoy, nuestros discos están en Ander Discos (18 de Julio 966).
SR: ¿Te parece que el circuito alternativo debe existir paralelamente al comercial, o sería bueno que todo fuera por el canal alternativo?
Leo: Lo alternativo es la reacción a lo comercial. Son carriles diferentes. El diferencial, no sólo en el estilo y en la música, es la ética. A mí no me importa si vendo 20 copias de un disco o 5.000, el éxito no está en eso. Hay una cuestión contracultural en el hecho en sí de que somos gente común y silvestre que decide no sólo tocar, sino autoeditar nuestra música o editar bandas afines, sin estar con todos esos círculos cautivos de lo que es el comercio o la industria discográfica. Nosotros somos independientes porque queremos serlo, no es porque nos hacen a un lado. En lo subterráneo siempre están pasando 10 millones de cosas, pero no todo el mundo se mete, hay que ser un poco curioso.
SR: Los altibajos del rock nacional no están impactando en el circuito alternativo.
Leo: No, para nada. Nunca, jamás. Es otro público y pasa por otro lado. De pique se está promocionando un estilo que no es el más popular. Esto es por el gusto de hacerlo. En otros países esto es rentable, acá no. Lo que a veces me molesta es que la gente no entienda que uno puede hacer las cosas porque sí nomás, que lo hagas por el placer de hacerlo. Ser libre es una responsabilidad muy grande.
Extracto de una larga e interesante charla. Otra muestra de la vigencia de lo alternativo a nivel nacional y mundial. Una tranquilidad para el rock auténtico.
Winston Estévez y Ariel Scarpa