La frase “decir adiós no es irse” aplica 100% al grupo que rockporteamos en esta oportunidad. Una banda de extensa carrera, con intermitencias, que se reúne nuevamente a principios de 2019 para una despedida, y que se transforma en un regreso, como un viejo amor. Harry y Los Sucios, o lo que es lo mismo, Gerardo Rodríguez (voz), Martín Albín (guitarra), Gastón Duarte (guitarra), Gabriel Caldera (bajo) y Víctor Vignolo (batería) son los responsables de este nuevo regreso. La sala de ensayo en Pando fue el lugar indicado para la entrevista, y Gerardo y Martín fueron los responsables de dejarnos sus impresiones.
SR: Uds. arrancan en el ’91. ¿Cómo fueron esos comienzos?
Martín: Veníamos de dos grupos distintos. Gerardo venía de una banda que se llamaba Cuarto Menguante y yo de otra que se llamaba RIP; teníamos 19 – 20 años. Cuando se separan las dos bandas, decidimos juntarnos, Gerardo con el Pity Núñez, que era el que tocaba la batería con él, y yo con Néstor, que tocaba el bajo en mi banda, e hicimos Harry y Los Sucios.
SR: ¿Hubo una continuidad hasta el 2015?
Martín: Hubo cortes, uno a fines de los ’90, y después reenganchamos en el 2002 – 2003, por ahí. Después hubo otro corte en 2013 – 2014. El año pasado, Claudio (Decillis) que tocaba con nosotros, tuvo la idea de juntarnos y hacer un reencuentro con todos los que habían tocado en la banda del ’91 hasta ahora. Eso se concretó en febrero, y después decidimos seguir tocando.
SR: La motivación que juntó al grupo inicialmente cambió en la actualidad, ¿no?
Martín: Sí, el ambiente es otro, lo que eran los ’90 comparado con el ambiente que hay ahora en la música, es totalmente diferente. Los lugares para tocar en Pando, también. Antes había muchos más lugares para tocar, ahora se achicó un poco el circuito.
Gerardo: Pero igual, motivados estamos siempre, sino no lo haríamos. Todo el mundo tiene su familia, y venimos a ensayar, a hacer las cosas bien, a grabar. Ahora estamos tocando bastante, también, y eso es una motivación tremenda.
SR: En cuanto a lo musical, se ha mantenido la línea.
Martín: Seguimos ahí, sí. Hubo influencias de bandas de los ’90, y hemos seguido sumando cosas.
SR: ¿Ha variado la temática de las letras?
Gerardo: Y sí. Lo que pasa es que no es lo mismo las cosas que escribíamos cuando teníamos 20 años que ahora, que ya tengo más de 50. Eso cambia un poco.
SR: ¿Qué fue lo que disparó y determinó esta última reunión?
Martín: Fue la idea de Claudio, que toca con Los Chanchos Salvajes ahora, y que nos empezó a mandar Whatsapps. La idea se concretó acampando.
Gerardo: Fue medio loco todo, porque un día me levanto y estaba en un grupo que decía “Harry – el reecuentro”. No entendía nada. Con los días se empezó a sumar gente, y estuvo bueno, porque vinieron compañeros que estaban en otros países, como Néstor Luzardo, que fue fundador del grupo y que está en España, y Andrés Sánchez, que está en Noruega. Lo hicimos acá en Pando, en el CCP. Y de ahí en más, no hemos parado, y pensamos seguir.
SR: Este reencuentro, Adiós Amigos, fue una despedida que terminó transformándose en una continuidad. Hay una contradicción ahí.
Gerardo: Sí (risas). Yo lo dije, después; terminó el toque y para despedirnos dije: “Adiós amigos, nos vemos pronto” (risas). La gente miraba y decía “¿y estos locos?”.
SR: A esa altura uds. ya sabían que seguían, ¿no?
Gerardo: O sea, en fijo no sabíamos, pero todos teníamos ganas. Lo que pasa es que otros compañeros están en otras bandas, como Claudio y Guillermo Bareño que están con Los Chanchos Salvajes. El caso es que ahora vino Víctor (Vignolo) a tocar la batería con nosotros y Gabriel Caldera, que había estado tocando el bajo con nosotros hace años.
SR: Sacaron un disco ahora, ¿no?
Martín: Fue como una recopilación para subir a las plataformas. Las grabaciones son de varias épocas, y suenan diferentes una con otra.
SR: ¿Y ahora están armando otra cosa nueva?
Martín: Es la idea, empezar a ensayar cosas nuevas y tratar de grabar, por lo menos dos o tres cosas para subir a algún medio o alguna red y difundir.
Gerardo: Ahora hay otros medios, en cualquier estudio te graban algo bien.
SR: ¿Este regreso es de largo aliento?
Martín: Creemos que sí, si a Gerardo no le da ningún infarto o ACV (risas).
Gerardo: Nunca se sabe. Pero queremos seguir, por supuesto. Estamos haciendo canciones nuevas y las vamos a grabar. Estamos tocando bastante, también, y eso da energía. Tocamos el viernes pasado (18 de octubre) en Maldonado, y tenemos toques para diciembre, enero y febrero.
SR: ¿Qué lugar les parece que tiene una banda de punk rock de Pando en el panorama local actual?
Martín: No es fácil. Nosotros tenemos el nombre que un poco quedó de esa época de los ’90, no es empezar de cero. Pero hay muchas bandas, y tratamos de hacer las cosas con un poco más de identidad de Harry que el típico punk.
SR: ¿Cómo es la identidad de Harry y Los Sucios?
Martín: Mezclar mucha cosa, no es el punk clásico que parece ramonero. Va para otro lado, mezclar sonidos y diferentes ritmos; siempre llevado hacia el punk, pero no el clásico. Estamos en la línea de que las canciones tienen melodía en la voz y una base un poco más cuerdita pero con ciertos adornos que la diferencian del resto.
SR: Dicen que Pando es la cuna del rock. ¿Para uds. qué es Pando?
Martín: Desde los ’80 empezamos a escuchar música a raíz de Los Estómagos, mucho disco que traía Parodi. Ahí se empiezan a generar una cantidad de bandas, y de ahí salimos nosotros y otras bandas más de los ’90.
Gerardo: Nosotros nos criamos con todo eso, porque éramos re pendejitos y nosotros salíamos al centro de Pando a dar una vuelta a la plaza, y te encontrabas con Parodi que andaba en la vuelta, e íbamos al ensayo de Los Estómagos.
Martín: Y compartíamos muchas músicas.
SR: Parodi llega con su influencia hasta el día de hoy. ¿Qué significa Gustavo para la banda?
Martín: Estuvo apoyando siempre desde el ’91 hasta ahora, yendo al estudio de grabación, dándonos equipos, guitarras, ayudándonos en las mezclas de las canciones. Siempre ha estado.
Gerardo: También pagaba comida, eso es lo más importante (risas). Yo lo que veo ahora es que en las bandas hay más camaradería, antes era más frío todo. Nosotros tocamos con Los Seres Vivientes, que son de Minas, y son unos locos bárbaros. Está muy bueno eso, intercambiar ideas, y antes no hacíamos eso, no sé porqué.
SR: Los esfuerzos de las bandas eran más individuales.
Martín: Yo creo que sí.
SR: Quizás en Pando, al ser un lugar más chico, se daba más una mancomunión.
Martín: Nos conocemos todos; mal o bien somos todos de la vuelta, y antes más, todavía.
SR: ¿Qué planes de futuro tienen, aparte de grabar y los toques?
Martín: Seguir tocando y llegar a más Departamentos.
Gerardo: El año que viene empezaremos a planear algún disco. Si bien el baterista y el bajista son gente que ha estado con nosotros, hacía tiempo que no tocaban y entonces cuesta. A toda la banda le falta, pero pienso que vamos a andar bien.
SR: ¿Cómo ven el panorama del rock en general en nuestro medio?
Martín: Capaz que hay más grupos que público. Se mantienen las bandas de siempre, que son las que llevan mucha gente, y luego están las otras más chicas, que tratamos de empezar a arrimar. Eso se mantiene desde hace años.
Gerardo: Toques hay, pero falta gente.
Martín: El público es más reducido.
Gerardo: Otra cosa que noto es que los gurises de ahora no le dan mucha bola al rock, están para otra cosa. Siempre hay público rockero, pero los gurises están con el teléfono y no le dan pelota al que toque.
Martín: Son menos rockeros que antes.
SR: El rock se va volviendo viejo con nosotros.
Martín: Sí, si, es cierto.
Gerardo: A mí no me importa la edad, yo sigo para adelante, no me interesa (risas).
Ariel Scarpa