Radio El Aguantadero: Diez Años al Firme

Llevar adelante un programa de radio durante 10 años es un desafío muy grande. Pero cuando se trata de sostener una radio por ese mismo tiempo y difundiendo rock del under, la tarea se vuelve titánica y los méritos de concretarla con éxito son mucho más que plausibles y merecedores de reconocimiento y festejo.

El Zapa Martín Rivero y Rossana Vecchio han sido los encargados de timonear a Radio El Aguantadero, arrimándola siempre a la costa del rock nacional emergente o subte. Ése que es el que más apoyo necesita, no por débil, todo lo contrario, sino por no transitar los carriles de la difusión masiva, ya sea por opción u obligación.

Mucho se habló en la charla con Rossana y El Zapa, de la cual extractamos lo siguiente.


SR: ¿Cómo se iniciaron en esto de la música y cuáles fueron sus actividades previas?

Zapa: Yo siempre fui muy fanático del rock, pero nunca pensé en tomar lo de hacer radio como una actividad, yo quería tocar la batería. Cuando empezamos con El Aguantadero no pensamos en una radio, pensamos en generar una página para subir información de las bandas emergentes. Eso tenía un nombre, que era Rock Por Nosotros, o sea el rock por gente que va a ver bandas que tocaban para 10 ó 15 personas, que era lo que hacíamos nosotros. Por ahí empezó. Yo conocía al Pato Alfredo Medina y a Rossana hace 11 años a través de una página de Facebook que eran fans de Marea. Después nos dimos cuenta que compartíamos gustos similares.

Rossana: Y nos juntábamos a comer asado (risas).

Zapa: A mí siempre me gustó estar rodeado de gente. Y lo hice con la gente que logré hacer la radio y en el otro ámbito que me muevo, que es el de las motos. Hoy por hoy pertenezco a un motogrupo que se llama Los Hijos del Rock and Roll. Fuera donde fuera siempre me gustó charlar, reunirnos, y así empezó El Aguantadero. Yo quería armar un estudio donde se pudiera venir a tocar eléctrico y a su vez hacer la entrevista, basándome en la experiencia de Encuentro en el Estudio, que había visto en Argentina.

Rossana: Estuvimos un tiempo saliendo de Le Garage, la sala de Diego Varo.

Zapa: Era una entrevista, un poco de música, y otra entrevista.

Rossana: Cuando empezó el tema de la radio a mí me costaba mucho, porque siempre estuve del lado de atrás, el trabajo de hormiga: cebar el mate y los bizcochos, despertarlos para hacer los programas (risas). Yo soy media anti social. Me costó mucho tiempo acostumbrarme a estar con muchos grupos de gente y ponerme atrás del micrófono. Eso lo hice hace cinco años recién, primero porque no me creía capaz y segundo porque me daba una vergüenza horrible.

Zapa: Si lo hago yo, lo puede hacer cualquiera.

Rossana: Después me fui soltando, y ahora me encanta la dinámica y tratar con gente.

Zapa: En realidad el trabajo de ella es mucho más profundo, porque se preocupa de la producción de todos los programas y se encarga de coordinar que no nos montemos.

Rossana: Como somos tantos ahora, no queremos que en la misma semana esté el mismo invitado.

Zapa: Y no sólo eso, sino muchas otras cosas más que hacen a la radio.

Rossana: Lleva un poco de trabajo tratar con la gente, porque hay algunos que le cuesta estar alineado y ser parte de un colectivo. Son independientes, pero hay que seguir unos lineamientos.

SR: Zapa, vos sos músico.

Zapa: Yo aporreo la batería, pero en ese momento cuando arranqué con la radio estaba medio parado. En el 2005, en el primer gobierno del Frente, me quedé sin laburo. Yo tenía un proyecto de banda y tenía la batería que siempre había querido tener, pero tuve que venderla porque era lo único de valor que tenía. Dije “no toco más”, porque vender esa batería fue como vender un hijo, para mí. Después me empecé a arrimar de a poquito.

SR: ¿Cómo vivencian todo esto?

Zapa: Nosotros sentimos que lo que hacíamos en el inicio con Rock Por Nosotros y después con Radio El Aguantadero, eso es hacer rock también. Uno se calza un bajo, otro se calza una viola y otro se sienta en una batería para tocar. Nosotros nos sentamos atrás de un micrófono, y para nosotros eso es ser parte de la escena. Y quieras o no, después de 10 años y con muchas críticas y palos en la rueda, El Aguantadero sigue más vivo que nunca y se hizo un lugarcito en la escena. No es la mejor radio de todas, no tenemos que serlo, simplemente queremos lo que sigue siendo desde el principio: un espacio de difusión, una puerta, una ventana abierta para difundir bandas, sobre todo buena música. Para otros gustos musicales hay un millón de radios, pero para difundir y defender la cultura rock real, hay muy pocos espacios.

SR: ¿Cómo son los contenidos de la programación?

Zapa: Hoy tenemos tantos programas que vamos desde la música en vivo, entrevistas en vivo, arte escrito, poemas, actores, artistas plásticos, viñetistas, también gente del entorno del teatro. El Aguantadero inició como un bastión del rock y se está decantando en un bastión cultural. Y queremos seguir siendo eso, un espacio de difusión cultural. Sigue siendo rock and roll, pero abrimos la cabeza para el arte.

SR: ¿Es muy esclavizante el trabajo de llevar la radio adelante?

Zapa: Lleva horas la programación. Nos preocupamos para que la música suene bien.

Rossana: Son las 24 horas.

Zapa: Yo me levanto de madrugada para ir al baño y pongo la aplicación a ver si está sonando la radio.

Rossana: Nos entra la psicosis ésa. O hay bandas que te mandan mensajes o material en la madrugada.

Zapa: Mucha gente se acostumbró a un programa que yo hacía en la madrugada, de 1 a 3, que se llamaba El Manicomio Under. Y muchos siguen mandando mensajes en ese horario.

Rossana: Que la gente escuche y se comunique, está buenísimo. A nosotros nos encanta.

SR: ¿Ése es el mayor premio que tienen?

Rossana: Se trata de pasar la mayor cantidad de música posible y que vos veas en algún lado que las bandas también comparten la radio, porque se dan cuenta de que es responsable nuestro trabajo. Otra cosa que hacemos es que no esperamos a que venga la banda, nos presentamos o rastrillamos.

Zapa: Antes tenías que andar atrás de la gente pidiéndole por favor que te mandaran material. Ahora los gurises tienen otra impronta, se arman listas de difusión y de medios, y golpean puertas.

SR: Se da también que la radio creció. ¿En qué les parece que tuvo su mayor crecimiento?

Zapa: En el cariño y el respeto de la gente. Y que ahora son las bandas que se contactan con Rossana.

SR: La radio tiene un nombre ahora.

Rossana: No sé si diría que es un nombre reconocido; lo que se respeta es la trayectoria y la conducta: nosotros no pedimos entradas ni nada. Es el lineamiento principal.

Zapa: Tenemos muchas cosas para aprender y crecer, todavía.

SR: La idea es mantener el under como una corriente pero no como un camino a la masividad.

Zapa: Sí. No pretendemos tener una antena arriba del techo, sino que la radio siga siendo online. No vamos a cambiar nuestra identidad por hacer un mango. Lo que significa la idea de la radio es remar por la cultura. En este caso, nuestra cultura es el rock.

Rossana: Por la definición del under, ser masivos ya no es ser under. En la cultura del rock and roll, no somos tantos.

Zapa: También nos ha pasado que bandas que no son tan emergentes, nos han pedido para venir a la radio, y les damos la oportunidad.

Rossana: Vino La Tabaré, Zero. Son bandas que fueron muy reconocidas, pero siguieron siendo under.

Zapa: Tabaré para mí es un genio; es un groso, un grande. Tengo la alegría que este espacio que empezamos como algo que no sabíamos qué iba a pasar, nos permitió conocer, en lo personal, muchos de mis ídolos: Tabaré, Leo García, Parodi

Rossana: Marcelo Cross, que para mí es un crack.

Zapa: Esas cosas son las que te recompensan.

Rossana: También la cantidad de amigos que hemos hecho.

Zapa: O gente que confía en nosotros, el apoyo de gente que son grosos.

SR: ¿Cómo ven el panorama del rock nacional y para dónde creen que va?

Zapa: Yo creo que el rock se está degenerando un poco, musicalmente hablando. Estéticamente, el rock siempre fue algo diferente, musicalmente también. Hoy por hoy, me parece que se está yendo a la mierda todo. Creo que se están perdiendo algunas cosas.

SR: ¿Qué está faltando?

Zapa: Bandas que sean más originales. Yo no quiero que nadie se ofenda con lo que voy a decir, pero no todas las bandas tienen que sonar como La Renga o como Los Redondos o como Callejeros, y no todas las bandas van a sonar como Los Buitres o como No Te Va Gustar. Puede una banda salir a hacer un blues o un funky, y está buenísimo ser diferentes. En la cultura de rock actual, nos estamos acostumbrando a que somos todos iguales, y eso es una reverenda cagada. El rock se caracterizaba por ser diferente, contestatario, y hoy hablamos boludeces y nos olvidamos de decir las cosas que hay que decir. El rock era rebeldía, era denuncia; y hoy por hoy la sociedad está como está porque se han perdido cosas como ésas, como la identidad del rock de decir cosas, y preocuparse porque se vea mi campera de cuero o que las cosas que diga sean agradables para chicas que me van a ver.

SR: ¿Y el rock no es un poco el reflejo de lo que está pasando?

Rossana: Es el reflejo de lo que vivimos, de la chatura. Algunas bandas están como emparejándose hacia lo que se escucha masivamente, hacia lo que el público le presta atención, precisamente por eso. Y el rock es otra cosa.

SR: Zapa, mencionaste que se debería abrir el espectro. Ayer en El Aguantadero estaban pasando hip hop.

Zapa: La idea de abrir la cabeza con la radio pasa por que en una misma hora podés escuchar un blues, ska, rap, hip hop, funky, una balada, thrash metal, hardcore, punk.

SR: ¿Y el límite musical dónde está?

Zapa: Por ahora boleros y música tropical no pasamos. Para escuchar otros estilos y basura hay un millón y medio de radios. No es que yo sea fanático del rock de los ’80, pero hasta donde se reflejó la esencia del rock fue hasta fines de los ’90.

Rossana: Era la consecuencia de una etapa donde sí teníamos contra quién protestar, donde las cabecitas estaban metidas en otra cosa. Después vivimos una chatura cultural de todo. La chatura que trae el “bienestar económico”.

Zapa: Si te ponés a hacer un análisis socio-cultural, fue todo hecho para que lleguemos a esto en que estamos ahora. No es casualidad.

SR: ¿Cómo vienen con los festejos de los 10 años?

Rossana: Capaz que hacemos un poco de historia. En los primeros años hicimos Un Toque Un Aguante 1, Un Toque Un Aguante 2, y así. Luego fueron los Chori Aguante. Ahora estamos un poco más tranquilos.

Zapa: Empezamos en un terreno en un barrio, hasta que el año pasado lo hicimos en la Zitarrosa. Eso fue una gran evolución en 9 años.

Rossana: Tuvimos la suerte de poder festejar ahí, que fue un gran esfuerzo de producción, de trabajo en equipo, de locura y muchos meses de planear cosas. Nosotros somos muy espontáneos y tuvimos que adaptarnos a las condiciones de la sala. Y salió precioso. Lloramos todos, desde que empezó hasta que terminamos.

Zapa: Y que fuera a saludarnos y subir al escenario a felicitarnos el gordo Varo, que para mí era el referente máximo en radio de rock acá, que me dé un abrazo y me diga “sos un capo”… ta. Este año vamos a hacer un ciclo de toques en diferentes lugares chicos. Hicimos un trámite para hacer un festejo en marzo en la sala Goes, pero hace dos meses que esperamos respuesta de la sala.

Rossana: Sala Goes o El Galpón es donde tenemos previsto. Y después vamos a volver a los boliches.

Zapa: Hemos hecho eventos en donde queda gente afuera, pero ahora apuntamos a no enloquecernos y hacer cosas chicas.

Rossana: Y disfrutarlos.

Zapa: Y como va a ser un ciclo, darle pelota a las bandas que van a formar parte del compilado. Porque para los 10 años sacamos un compilado de bandas: Volumen 1, 2 y 3. Van a ser tres discos a lo largo del año, con bandas que son parte del under. La mayoría son bandas independientes. Por ahí no tienen la mejor grabación, pero son el reflejo de su sonido.

Rossana: Hasta ahora ya tenemos un compilado entero y otro medio más.

SR: ¿Cómo lo van a sacar?

Rossana: Va a ser en formato físico.

Zapa: Cada tres meses, más o menos, vamos a sacar uno.

Rossana: Va a ser un festejo durante todo el año.

Winston Estévez y Ariel Scarpa