Ale Itté y Los Señores y Chino Ponce & Collage en Sala Camacuá (17/11/22)

Nuevamente enfilamos a la Sala Camacuá para presenciar un show. En esta oportunidad, era el toque que Ale Itté y Los Señores y Chino Ponce & Collage tenían preparado. Así fue que nos encontramos con dos bandas con propuestas diferentes pero coincidentes a la hora de la entrega. Mucha música, mucho apoyo del público y un excelente sonido y ambientación para una noche completita.

Inicia la velada Ale en su formato más rockero, con su banda Los Señores. Los cuatro integrantes logran un sonido compacto e interesante, donde el rugir de la guitarra dice presente desde el primer momento y va coloreando los distintos ambientes que se generan. La base de bajo y bata es súper compacta y marca una presencia que no sólo sirve de sostén para todo lo que se le pone arriba sino que hace que las canciones suenen poderosas. Una sentida interpretación de Ale, que con su característico estilo va desgranando los sentires de las canciones. Gran entrega y despliegue de recursos de toda la banda para llevarnos de la mano en este paseo rockero, donde no faltaron los temas de antes y los futuros, ya que la presentación nos ofreció avances de lo que será el próximo disco.

El show incluyó la participación del Chino como invitado en un tema, aportando su luz diferente. También hubo tiempo y lugar para dedicarle una canción al Zapa Rivero, quien en estos momentos está atravesando un momento complicado en su salud. El concierto tuvo todos sus puntos altos, ratificado por los extensos aplausos del público. Fue una apertura de alta gama para esta noche de rock.

A continuación era el turno de Chino Ponce & Collage, quienes subieron determinados a dar un buen show. Fue así que la banda desplegó su arte para recorrer el más amplio espectro de sonidos rockeros, permitiéndonos disfrutar de reggae, rap, funk, pop, rock y hasta temas instrumentales. Gran variedad en la propuesta que también contó con gran apoyo del público.

La variedad musical permitió que la banda generara distintos climas, donde la música y las interpretaciones eran preponderantes, pero también muy bien enmarcadas por las luces y los efectos que generaban. Era fácil dejarse llevar por estos climas, que tuvieron momentos tan destacados que no se extrañó para nada la presencia del canto en los temas instrumentales. Nuevamente es de destacar la entrega de toda la banda, donde cada uno tuvo sus espacios de lucimiento y de depliegue personal en sus instrumentos.

Una muy buena noche gracias a dos bandas que, en íntimo contacto con su público, generaron ese ida y vuelta tan fundamental para ambas partes. Una evidente conexión que se dio desde el principio y se mantuvo impertérrita a lo largo del tiempo que las bandas estuvieron sobre el escenario. Muy disfrutable.

Ariel Scarpa