En esta sección que dimos en llamar ¡La pregunta! buscamos la opinión de gente del ambiente sobre determinada cuestión planteada a través de una pregunta. Sus respuestas, hilvanadas por un artículo sobre el tema, se reproducen a continuación. Para esta oportunidad, la pregunta fue: ¿El Rock Es Político? Nos dieron sus opiniones Juanjo Montesano (Pedimos Perdón Radio), Cyntia Carnebia «La Sicaria del Rock» (Oscuro Diamante Rocknroll y Más Colores, Reciclando Rock y Radioreciclado.com), Jack Doorman, Gustavo «Pájaro» Ogara, Líber Aicardi (Metrónomo) y Martiniano Olivera (Zero, Crucera).
Bueno, acá estamos. ¿El rock es político? Difícil respuesta, como todo lo que involucra al rock. Si comenzamos por intentar definir al rock, ya estamos ante un problema. Partiendo de la base de esa complejidad, aseverar inequívocamente si es político o no, es entrar en un terreno escabroso. Pero bueno, vamos a intentarlo.
Una de las definiciones que quizás se ajusta más a lo que es el rock, es que es actitud. Tomando estrictamente el lado musical de esta corriente, es la actitud de una banda sobre un escenario lo que en principio determina su carácter de rockera o no. Y por actitud se entiende desde la puesta en escena, pasando por la música, las letras y su mensaje. Dicho esto, si una banda tiene una propuesta divertida, ¿entonces no es rock? No necesariamente deja de ser rock. Con el humor como arma se puede tener una actitud rockera. Lo mismo para una banda cuya música invita a bailar: ¿no es rock? Según las circunstancias; recordar que el rock en los ’50 surge como diversión bailable, y ese baile representaba una liberación para esa generación. La actitud era rock.
Yendo un poco hacia la pregunta y buscando una respuesta: lo político atraviesa transversalmente la vida de todos los seres humanos en cualquier actividad. Desde este punto de vista, no hay forma de que el rock (o cualquier otra actividad que desarrolle la humanidad) no sea político. Esto tomando el sentido más amplio de una posible respuesta. Pero si nos ceñimos estrictamente a lo que se entiende como política, ahí entramos en un terreno donde la respuesta parece más cercana. La mayoría de las veces está en el génesis de cada banda el hecho de tomar lo político como bandera. Hay múltiples casos a lo largo y ancho del mundo, y también en lo local. Es una propuesta muy valedera. En estos casos, la respuesta será afirmativa
Pero también existen bandas cuyos mensajes políticos son subliminales, donde muchas veces la intención no está expresa pero se lee fácilmente. Aunque empañada por no ser explícita la propuesta, la respuesta sigue siendo afirmativa. Y después estarían las bandas que no tienen un interés específico en transmitir un mensaje político. Si hablamos estrictamente de política, en estos casos la respuesta sería negativa.
En resumen, entiendo que no hay una respuesta general que aplique a todos los casos. Si tuviera que inclinarme por alguna, y basado en lo expresado al inicio del cuarto párrafo, diría que sí, que el rock es político aunque no siempre explícito. Pero lo más interesante será ver qué dicen nuestros invitados a participar en este artículo, que de eso se trata, de intercambiar opiniones escuchando a los demás.
Líber Aicardi
Vaya pregunta, ¿eh? En realidad yo no sé si el rock es político o más bien debería ser político, no en el sentido de político partidario. Estamos hablando del rock político en cuanto a tomar posturas frente a determinados temas. Viniendo al rock uruguayo, creo que se ha perdido mucho esa veta política, contestataria, que lo ha caracterizado durante los ’70, los ’80 y principios de los ’90, también. Si está bien, si está mal, eso queda a criterio de cada uno. Yo soy de los que cree que el rock siempre tiene que tener una veta política, en dos aspectos, básicamente. Primero, por ser o tomar la voz de muchos que no la tienen; así como en carnaval ese rol lo toman las murgas, o en el canto popular en su momento. Y por otro lado está la obra artística que queda como reflejo y relato de su tiempo.
Si uno ve más allá del rock en la música uruguaya, se me ocurren ejemplos como “Cielo del 69”, “Adagio de mis país”, “A desalambrar”, “Dedos” de Tótem, “Amigos sigue igual” de Los Delfines, son temas que definen y que pintan una época, como así lo hicieron en su momento Los Estómagos con “Torturador” o “Hijos del imperio”; ni que hablar de Montevideo Agoniza en su integridad. Yo creo que el rock sí tiene que mantener esa veta en la cual no debe ser amigo del poder, cual sea el poder de turno, esto es indistinto. El rock debe estar ahí siempre para cuestionar; repito, no todo el tiempo ni todos los exponentes, porque sino se vuelve una cosa monotemática y también tiende a repetirse.
Creo que hay una actitud rock que va más allá de lo que uno puede decir en sus letras. También una banda de rock dice con sus actitudes. En el momento en que una banda de rock organiza un recital exclusivamente para quienes estén vacunados, está tomando una decisión política y está diciendo algo más, está diciendo “estoy a favor de las vacunas y estoy a favor de la política sanitaria del Estado, y no me importa dejar afuera a mi público que no tiene esa posición”. Y no está bien ni está mal, simplemente es. Y creo que las bandas en ese momento también tienen que hacerse cargo de sus propias decisiones. Pongo este ejemplo de las vacunas porque es lo que está más en cuestión. Hay otro tipo de bandas que se comprometen con distintas causas, como pueden ser los Salados, que hicieron la gira por las ollas populares, o bandas que tocan en actos políticos que no necesariamente son partidarios. Ese tipo de cosas también hablan de un rock político más allá de que el contenido de las letras no sea explícito, aunque en el caso de Salados hay mucho contenido social en las letras.
Hay exponentes que por suerte, a través de los años, se han mantenido fieles a una lírica. El primero que se me viene a la memoria es Tabaré Rivero, pero también La Trampa tiene en su repertorio varios relatos políticos, por llamarlos de alguna manera. Walter Bordoni también es uno de los referentes en ese aspecto, que toma la denuncia y la plasma en su obra. Particularmente yo soy un romántico en cuanto a lo que es ese tema de que el rock no debe ser amigo del poder y debe tener una actitud contracultural y de denuncia. Quizás sea una utopía y son cosas de viejo, pero repito, no sé si debería o no ser totalmente político, pero nunca deben dejar de existir artistas de todos los géneros musicales que estén ahí para señalar lo que no les parece correcto y para ser voceros de un público que no tiene la chance de poder manifestarse. ¿Es político o no es político? Yo creo que hoy por hoy se ha perdido buena parte de esa veta. Ojalá nunca se pierda del todo.
Juanjo Montesano
En base a la pregunta si el rock es político, yo siempre entendí que no, que el rock se basaba en una respuesta, en cantar no en contra, sino en expresar diferentes actitudes, formas de pensar y demás. Realmente no lo veo político. Tal vez alguien me pueda decir “no, fijate determinada banda opera o estuvo con determinado gobierno”. No sé, yo escucho música. Realmente tampoco me interesa si hay una banda que está afincada en algún sector político, y tampoco la dejaría de escuchar si lo hacen. Cada uno es libre en su pensamiento político y no me parece que sea nadie para juzgar. Ahora, si recibe beneficios a favor de, por ahí lo vería mal, pero hay de todo. Habría que hacer todo un estudio de lo que fue la post dictadura, estos últimos años. En mi manera de ver, pienso que no.
Cyntia Carnebia
Bien, seguramente a esta pregunta existen muchas respuestas. Lo cierto es que, desde mi punto de vista, no es el mismo de hace algunos años, donde quizás visualizaba al rock como una expresión de hechos o vivencias, solamente, y otras con mayor profundidad. Y allí culminaba mi análisis. Hoy, por quienes me rodean, mi compañero, quien milita políticamente y que además también es rockero, trovador etc., quizás comienzo por suerte a ver las cosas con mayor profundidad, de otra forma… Lo que he aprendido en este tiempo sobre muchas cosas, simples y no tan simples, es formidable, y lo que me ha permitido darme cuenta, también, de las raíces de una misma. Fíjense que mi abuela es de apellido Yedrzejerwski, igual que el mío por supuesto… apellido polaco, primer país invadido por la Alemania nazi, y mi abuela es sobreviviente de Auschtwiz… si no saben qué fue Auschtwiz… no merecen seguir leyendo (ah, no, me puse Sicaria, perdón). Está bien… sigan leyendo. Quizás no les agrade mi opinión, pero sigan leyendo.
Como les decía, son hechos que afectan directamente a mi familia, y sobre todo un poco con las vivencias de uno y quien me acompaña al día de hoy, me hicieron darme cuenta de muchas cosas. En cuanto al rock, por ejemplo, hay que saber que el mismo fue creado como ritmo y estilo en una época y lugar muy interesante, donde hoy día se sabe con claridad que el rock ‘n’ roll como tal lo toca e inventa por primera vez una mujer… negra… y luchadora contra la segregación racial en el Manhattan de Malcolm X, y que Elvis Presley fue su alumno junto a otros grandes, y que el rock fue parte de esa expresión de rebeldía, de unidad. Esto búsquenlo, busquen que está todo en Google, en YouTube, la formidable historia de Sister Rosetta Tharpe, por todos los hechos que protagonizó esta gran mujer en el rock, y quienes la siguieron luego.
El rock fue desde sus comienzos música rebelde, que se rebelaba simplemente por ser alegre, por invitarte a bailar hombre y mujer que se tocaban, pasaban por debajo de las piernas de los hombres y requería una pollera y a veces corta, en público, algo que en los ’40, ’50 y ’60 y más también, era promiscuo. Es decir, fue contra todas las costumbres y estratos sociales existentes, contra todos los paradigmas de lo que se considera una sociedad sumisa y conservadora. Así fue la década de los ’60 y ’70, donde más allá de que quizás algunas letras no decían mucho. Pero hay que leer por ejemplo la letra de John Lennon, «Imagine», o la acción de tocar en una azotea por The Beatles y culminar encerrados esa noche por atentar al orden público, es decir, yendo contra el status quo imperante de la sociedad…
Al día de hoy, por ejemplo, es impresionante la cantidad de bandas existentes en nuestro país solamente, que dicen cosas muy serias y profundas en cuanto a la política. Te invito a escuchar a Los Extraños, Puntano, Curbelo y Los Mutantes, Desidia, Feta Gruesa, La Cruda, La Guevara, LSDVK, El Umbral, Rapvoluzion, S.A.K, Outsiders… y puedo seguir nombrando muchísimas más, bandas actuales que están tocando por las grillas de Montevideo y del interior. Y también existen bandas que te dicen que el arte no es político y que sus letras escriben o profesan cuestiones sencillas o básicas o cotidianas, y te escriben una canción que habla de una persona que lo perdió todo por las drogas o por tomar o por malas costumbres, o que a pesar de buenas costumbres terminó así, mal, borracho en un bar, sin amigos, sin mujer, y no querido por sus hijos… es decir solo… ¿y eso no es político? ¿No forma parte de una cuestión de decisiones tomadas por un individuo llevado a ello por el entorno o por ausencia de herramientas, etc., etc., etc.? Si eso no es político, entonces bueno, tenemos serios problemas para comprender, quizás, que todo lo que hacemos, olemos y tocamos está sólo por el hecho de observarlo… intervenido. Es decir, hubo interacción, atado a nuestro cambio, es decir cambiamos todo lo que tocamos, aunque sea en algo muy pequeño, pero lo cambiamos, y eso es político, porque todos somos políticos. La pregunta es política… el rock es rebeldía, es unidad, es solidaridad, es silencio cuando el amigo precisa silencio y simplemente estar a su lado (con cerveza, por favor, siempre con cerveza). Y es ruido, baile, movimiento cuando el amigo, la amiga o quien sea precisa bailar y ser feliz. Ser feliz es un acto de rebeldía, estar deprimido, triste, es un acto que requiere lucha, pensar analizar… ¿Cómo no va a ser político el rock ‘n’ roll?
Basta recordar, por ejemplo, la censura del gobierno a una canción del cuarteto: «El día que Artigas se emborrachó», la represión a LSDVK y la censura a la tapa de uno de sus discos, y sobre todo el silencio, el silencio que quisieron imponer a la cultura en general, en nuestro país y en el mundo, donde gracias a ella mucha gente en el mundo pudo atravesar su encierro y su aislamiento, gracias a desde el cine hasta la música… Y dentro de las artes que de por sí son liberadoras todas ellas, ¡¡¡el rock como tal y todos sus subgéneros son la punta de lanza de esa LIBERTAD!!!
El rock es profundamente político. Luego existen los caretas, los que de otra forma le quieren sacar contenido a algo que desde sus inicios fue, es y será profundamente político.
Jack Doorman
Sí, claro. Proviene de la música afroamericana (rhythm and blues, gospel) por lo que negar eso sería casi absurdo, más aún considerando que más allá de todo lo que derivó del rock a través de los años, sigue siendo político en muchos casos y en otros no. Obvio que no, no todo el rock es político; de hecho de político pasó a ser también moda y de ahí en más, de todo, con muchas contradicciones y antagonismo de por medio en ese sentido. Incluso muchos grupos de rock que se puedan considerar políticos, no lo son en un 100%. Casi todo termina siendo político dependiendo de con quién te cruces; algunos son 24/7 políticos en ese sentido, y a otros les resulta un embole total todo eso.
También hay rock muy salame a mi gusto, tanto de protesta como simplemente frívolo, así como hay maneras de expresar cosas con más picardía y sutileza, y tiene que obviamente sonar agradable a tus oídos, cosa que también es relativa, ya que para algunos es más importante el mensaje por más que musicalmente sea medio garcha, y para otros es lo contrario.
Gustavo “Pájaro” Ogara
El rock es político como cualquier otra manifestación. Puede haber un rock que no sea político, porque no todo lo es o tiene que serlo, definiendo la política como una postura frente a determinado pensamiento o corriente ideológica o expresión sobre una situación de la vida real o una inclinación hacia ciertos caminos de la misma. Imaginar al rock sin eso, no sería posible. Si bien no todo rock tiene que tener política, en realidad el rock sin política, no podría serlo. Ya desde su nacimiento, cuando era sólo la música de los negros, se abrió paso en la multitud de los jóvenes blancos como algo que estaba como prohibido.
Siempre recuerdo a Los Beatles, y nos sería imposible imaginar al rock sin Los Beatles. En la primera época, cuando hicieron aquellas giras en los Estados Unidos, ellos intervinieron en sus contratos después de leerlos agregando la cláusula en la que exigían que no hubiera ningún tipo de discriminación de tipo racial en su público, que ellos no tocaban para público segregado. Y que en caso de constatar cualquier tipo de segregación, tenían derecho a cobrar lo que estaba pautado sin necesidad de realizar el recital. Eso en medio de un Estados Unidos donde la norma era esa. Hay una anécdota de Whoopi Goldberg donde no puede creer la primera vez que ve a Los Beatles porque ve a sus grandes fans y entra a un estadio al lado de un montón de blancos, que para ella era algo como soñado, no sólo por ver a sus ídolos sino por verlos donde todos eran iguales. En definitiva, si bien todo el rock no tiene porqué ser política, es imposible pensar en el rock exento de política.
Martiniano Olivera
Por supuesto que el rock es político, sino no es rock. Está en su esencia. El rock es una expresión cultural que tiene a la música como vehículo principal en el que se apoya, pero no es un género musical. Arranca a partir de un género musical. Podríamos decir desde el punto de vista técnico musical, es tocar blues un poco más acelerado y de ahí en adelante siguió el camino. Pero en esencia, el rock es el único género musical que no se queda sólo en la música, que esencialmente busca otra cosa. Por ejemplo, vas a un show o escuchás un disco de cualquier otro género -de bolero, de folclore de cualquier lugar del mundo, de la llamada música clásica, de tango- ¿y qué sucede? Ahí los artistas lo que buscan es compartir con el público la belleza del arte y llevarla a sus máximas expresiones posibles. Y en el rock, lo que el artista busca, es quemarte la cabeza, es que antes de escuchar el disco o antes de ver el show seas un tipo, y después hayas cambiado un poquito. Ese es el cometido del rockero y del rock, y eso es esencialmente, básicamente, profundamente político. Si lo que pretendés es buscar que desde el rock pueda haber cambios en la institucionalidad o instituciones políticas que la sociedad tiene, el Estado, el sistema de partidos u otros tipos de organizaciones sociales que actúan políticamente, bueno, eso no se lo pidas al rock. Porque para eso están, justamente, esas otras instancias. Desde el rock lo que sí se ha planteado desde el origen, es cambiar al tipo, cambiar al individuo. Y yo creo que lo ha logrado bastante dignamente. No hay que perder de vista cuándo y cómo nace el rock, en qué contexto. Y lo que sí es clarísimo es que la vida cotidiana de hoy es absolutamente diferente a la vida cotidiana de mediados de los ’50 en Estados Unidos, que es donde surge. Pero tampoco en vano el rock ha logrado extenderse y tener adeptos en todo el mundo en los 30 años posteriores.
Esto que digo de que una cosa es la música y que se queda simplemente en la música, no busca cambiar la cabeza del individuo, y otra cosa es el rock, en algunas ocasiones es muy fácil distinguirlo: “marque Ud. dónde está el rockero”, ¿Charly García o Ariel Ramírez?, ¿Bob Dylan o Pavarotti?, ¿Chrissie Hynde o María Callas? Es bastante sencillo. ¿Y dónde está la diferencia? No lo busques por lo de la música. Y ahí se ve claramente que lo que el rock hace es acción política ¿Que además se apoya en la música y que muchas veces, musicalmente, hay cosas sumamente bonitas, apreciables, valiosas artísticamente en el rock? Sí, lo hay, pero también hay mucha cosa mediocre, porque en el rock importa más la forma que el contenido, y eso está muy bien; importa el volumen al que se toca, importan los gestos. El rock como ningún otro estilo musical, siempre trató de dar un paso hacia la autenticidad. Salvo que lo pongas al servicio de un elemento artístico -digamos Kiss, Bowie con Ziggy Stardust- en general el rockero lo que muestra es que, justamente, desarrolla la música con la autenticidad del cantautor o del intérprete: me subo y soy yo, no soy otro tipo que me visto para hacer el rol, como se hace en una obra teatral, por ejemplo. En eso también creo que el rock aportó una carta que antes no existía en otros estilos musicales, el presentarse lo más auténtica y genuinamente posible frente al público, sin careta. Y en su momento eran realmente evidentes las diferencias de actitud de un artista de rock en escena con la de cualquier otro músico, que prácticamente se uniformaban, como hasta el día de hoy, desde las bandas de jazz hasta los cantantes melódicos o las orquestas sinfónicas, ni que hablar. En cambio en el rock, subías más parecido a cómo te vestías en tu vida cotidiana. Todas esas cosas dan la pauta del perfil político que el rock tiene. Para mí, en esencia, para que sea rock, ha sido, es y tiene que ser político. Sino, es simplemente música.
Grandes respuestas para una gran pregunta. Los ecos de las connotaciones repicarán hacia el futuro indefinidamente.
Ariel Scarpa