Frankie Lampariello: En Clave De Rock

frankie

Para definir rápidamente a este músico y su mundo, alcanza con cuatro letras: ROCK. Su propuesta musical discurre en distintos grupos, pero el denominador común sigue siendo esa misma palabra. Y si debiéramos ampliar el concepto, diríamos rock directo, como sus declaraciones en este Rockportaje que tuvimos mano a mano.

SR: Vos tenés varios proyectos musicales. ¿Cuál es el espíritu que los diferencia entre sí?

FL: En realidad, proyectos que tienen una salida para poder crecer yo como artista, es el proyecto solista. Porque con los Brother no estamos separados, pero no estamos tocando. Sacamos un disco hace tres años, tremendo disco para mí, que lo presentamos hace dos. El año pasado hicimos los 10 años de los Brother, y no nos fue muy bien con esa presentación. Fueron 150 personas a vernos, y nosotros esperábamos más gente. Y desde ahí, como que se acható todo. Hubo como una especie de quietud, cada uno se empezó a quedar con sus proyectos. En ese momento yo ya estaba empezando a preparar mi disco solista. Fue cuando dije “yo tengo que hacer algo para mí, donde yo pueda expresar lo que yo quiero hacer sin depender de nadie”. Cuando estás tocando con otras personas que están en tu banda, dependés también de ellos. Al estar en un proyecto solista, llamás al músico que vos quieras. Obviamente tengo una banda armada, también. Pero se puede dar perfectamente que alguno no pueda en alguna fecha que yo necesite tocar, y yo pueda optar por traer otro guitarrista, y se contrata y listo. Así que proyecto que yo diga que le meto cabeza, voy para adelante y hago mucho, es esto. Después tengo los HDP, que es una banda muy rockera que hacemos covers. Y también tengo un trío con Gustavo Pintos, el guitarrista de los Brother y los HDP, y con Diego Bustamante, que también tocó muchas veces con los Hermanos Brother como segunda guitarra desde que se fue Federico Navarro. Ése es un trío donde yo canto. Son temas rockeros pero en versión acústica. Ni siquiera tiene nombre la banda, se llama Bustamante, Pintos, Lampariello. Es algo como para tocar, ya que a mí me gusta mucho tocar. Fue uno de los grandes choques que yo tuve con algún integrante de Hereford, que me encaró y me dijo en la época de los HDP, “che, estás tocando en Hereford y también estás tocando en el Shannon para 70 personas”. Yo toco donde yo quiero. Me gusta mucho tocar en vivo. Para mí, todos los medios son para un fin, que es tocar en vivo. Sacar un disco, como saqué ahora, obviamente es un gusto y un placer, me gozo en el estudio y componiendo, pero todo es para terminar tocando en vivo.

SR: Es donde te retroalimentás.

FL: Es donde siento la energía real. Haciendo un disco la siento, también, pero es otro tipo de energía. Subirte a un escenario, hayan 10 o 100 o 150.000 personas, es algo mágico. Tenés que ser músico para darte cuenta lo que es subir y ver aunque sea 10 personas cantando tus temas, para ver lo que se siente. Lo más parecido es el sexo: una sensación de placer y de cope tuyo. No es porque la gente esté copada contigo sino por lo que vos estás haciendo, por lo que estás tocando. No es lo mismo que un ensayo.

SR: Y en este proyecto solista tuyo, ¿sos el jefe?

FL: Ja ja ja. Me dicen patrón, jodiendo (risas). En realidad, el disco se hizo sin banda. Se armó todo con maquetas de batería y con Max Ahlers, que estuvo trabajando conmigo en el estudio y fue mi mano derecha, y ahora se fue a vivir a Dinamarca. Los temas, en líneas generales, son todos míos. Él lo que hizo fue traducir a guitarra lo que yo le quería decir, porque yo tocando la guitarra soy un queso. Yo le pasaba las ideas que tenía y las pulíamos. Él produjo todos los temas conmigo. Creo que salvo algún estribillo y alguna parte más de algún otro tema, todos los temas son de mi autoría. Pero me pareció bueno también meterlo a él como coautor conmigo, por todo el esfuerzo que él hizo y por todo lo que trabajó sin cobrar un mango porque se copó con la idea. Él entendió perfectamente todo lo que yo quería transmitir. Sacamos temas en dos días, con letras prontas. Otros nos costaron. Fue muy lindo el proceso de preproducción, que no se hizo con banda. El equipo que yo tengo ahora, que es Diego Soca en la guitarra, Nicolás Sastre en la otra viola y a Leo Varga en la batería, que es pilar desde el primer día, yo sé que están metidos en el mismo barco y están recontra copados. Incluso hay opiniones de ellos en arreglos, porque no siempre hacemos los mismos temas iguales.

SR: De alguna manera están aportando aunque sea después de que está hecho el tema.

FL: Están aportando. Por ejemplo, Diego lo ordena a Nicolás, que está más nuevo, en el tema de organizar las guitarras. Leo también propone arreglos.

SR: ¿Qué le podés decir a la gente que se va a encontrar cuando compre el disco?

FL: Es un disco de rock, que tiene de los ’70 y de los ’90, sobre todo. Hay unos temas rockeros medios clásicos, pero con las mismas líneas de los ’90, y algunos temas noventosos con líneas de los ’70. Tenés que escucharlo, es lo que yo siempre digo, pero es un disco de rock.

SR: El rock está presente en toda tu obra. Si lo tuvieras que definir actualmente, ¿cómo lo harías? Porque está en un momento especial.

FL: Siempre está en un momento especial. Cuando salimos de la dictadura hubo una explosión, después hubo un bajón. Fue más punk rock, pero fue rock, en definitiva. Después apareció Níquel, allá por los ’90, tremenda banda de rock. Empezaron a aparecer otras bandas a mediados, fines de los ’90. Apareció Claudio Taddei, con tremendo disco, “La iguana en el jardín”. Después apareció El Peyote con, para mí, uno de los mejores discos, sino es el mejor disco de rock nacional que hubo, que es “Terraja”. Y después hubo un bajón de vuelta. El rock está como en un lugar que, cuando explota, es exagerado. En la década del 2000 al 2010, que fue la última explosión rockera grande que hubo, si uno piensa que 150.000 personas que iban a un Pilsen Rock, eran rockeros, yo estaría viviendo en Miami (risas). Hubo una moda, lo cual está bien, estuvo buenísimo. Y si eso acerca a más gente a que le guste el rock, mejor aún. Pero de cinco que iban, dos iban por las bandas y los otros tres porque había joda, campamento, porro.

frankie3

SR: El público de rock es bastante acotado.

FL: Sí. Además el público de rock se mezcla mucho con el del metal. Eso me he dado cuenta en estos tiempos, que voy a tocar a algún lado y la mitad de los que van es gente del metal. Hay gente que es rockera – metalera. Hay bandas como Zeppelin o Deep Purple, que vos no podés decir que es una banda de metal, jamás. Son bandas de rock que los metaleros veneran muchísimo. Así como los rockeros veneran a Iron Maiden o Judas Priest. Kiss es otra banda que la gente confunde como de metal, pero es una banda muy rockera.

SR: Y a pesar de todo, sigue valiendo la pena hacer rock acá.

FL: Yo no sé si vale la pena económicamente.

SR: Económicamente, no; digo en lo musical.

FL: En lo musical, sí. A mí me gusta demasiado el rock. También hay muchas bandas pop que me encantan. Depeche Mode, por ejemplo, me parece una bandaza. Escucho todo lo que pasó con Iggy Pop y Los Stooges. Me gusta mucho todo lo que es de Bauhaus y todo lo que salió de Bauhaus, que es más bien un post punk depresivo. Me gusta mucho Bowie, Prince, artistas que no son rock and roll. Escucho a Frank Sinatra. Escucho muchas cosas, soy muy abierto. Siempre y cuando yo sienta que tiene una actitud. Los primeros discos de U2, por ejemplo, me parece que están divinos. Con Lenny Kravitz me pasa lo mismo. No puedo escuchar Coldplay. Me parece que es una banda que no tiene sangre, es una butifarra, no me lleva a ningún lado. Ojo, no critico a los que lo hacen, porque me parece bárbaro que les guste y que les llegue. La música no pasa por camisetas, pasa por gustos. A mí me gustan los Pistols y me gusta Duran Duran.

SR: Y de esas amalgamas, cuando filtrás, igual sale rock.

FL: Sí. A la hora de plasmar algo, hay un poco de todo igual, ¿no? Me gustan mucho los ’70 y me gustan muchísimo los ’90, sobre todo lo de Seattle. Sumale los Stone Temple Pilots, o bandas como los Black Crowes, que esa es otra. Soy más de los ’90, esa depresión de Alice in Chains, de Soundgarden, de Nirvana, de Pearl Jam. Pearl Jam es una banda de cabecera mía, y todo lo que es Zeppelin, AC/DC.

SR: De todas tomás algo.

FL: Sí. Me gustan otras bandas también: Helmet, Deftones, Sepultura.

SR: ¿Y tus influencias de vocalistas? Porque el movimiento grunge ha perdido muchos: Scott Weiland, Chris Cornell, Kurt Cobain…

FL: El que quedó fue Vedder nomás, porque también se murió Layne. Cuando sacaron la primer grabación, “A looking in view”, del primer disco después de Layne, que se llamó “Black gives way to blue”, le hacen una nota a Cantrell y le dicen como que están un poquito más alegres. Y el loco dice “hace diez años que estoy viviendo en Los Ángeles; es todo puro culo, sol, minas en tanga, ¿qué querés que escriba?” (risas). “Antes estábamos en Seattle, todos deprimidos, llovía todos los días”.

SR: ¿Y las letras tuyas en qué se basan?

FL: Mis letras son generalmente vivencias mías o vivencias de otros que traduzco a mí mismo. Tengo de todo. Ahora estoy tirando más al rock and roll, sería algo entre medio de Hereford y los Brother. Hay temas que hablo de mí o de cosas que yo he hecho o me han pasado, experiencias con otras personas. Hablo de mi interior, como que me desnudo un poco y saco sentimientos míos. Hablo de otras personas, cuento cuentos de otras personas. Hablo de cosas que me dan bronca. Por ejemplo, hay un tema que se llama “Inocencia perdida”, que es un tema sobre los curas pedófilos y todo el tema que se armó con la iglesia. “De guante blanco” es un tema que habla de la clase política.

SR: ¿Hay mensaje acá?

FL: Sí, hay algún mensaje que otro. “¿Quién sos?”, el tema que da nombre al disco, es un tema introspectivo, es onda preguntate quién sos. Estoy hablando de mí, pero también le estoy hablando a los demás. Y hay temas que voy directamente a atacar a la gente. “Mil veces más” es sobre una mina depresiva y que ya van varias veces que se trata de matar, es una conversación entre ella y yo. “Inercia” es una canción de amor, sin destinatario. En “Pisando fondo” hablo de mí, pero también hablo de otra gente que conozco.

SR: ¿Tiene un hilo conductor el disco?

FL: No. Con los Brother hacíamos discos con más hilos conductores, sobre todo el primero. Éste tiene un montón de canciones. El hilo conductor que tiene es que en todas las letras, salvo en el tema de Ceratti, estoy hablando de sentimientos míos.

SR: Se inserta un poco distinto lo que es un disco solista en un panorama del rock nacional dominado fundamentalmente por bandas, ¿no?

FL: Yo tengo todo un tema con eso de los solistas y el rock nacional. Veo gente que se separa de sus bandas, y de repente van y sacan un disco que no tiene nada que ver con lo que venía haciendo. Por un momento digo como que está perfecto, está en todo su derecho de hacerlo, pero por otro lado digo porqué carajo no siguió haciendo algo por lo menos parecido. El cambio es radical, como que venís de una banda de rock y después el rock pasa a ser mala palabra. Es como que crecés y el rock es onda “no, yo rock no toco”. Yo no dudo de la integridad a la hora de componer, pero a mí personalmente no me gusta ese cambio.

frankie 4

SR: Está esa idea de que el rock no vale. Si hacés rock, estás un par de escalones más abajo.

FL: Eso lo sabemos de antes. Hay un nivel de toque musical que hace que algunas personas crean que lo que están haciendo ellos es mejor en calidad. Y capaz que para ellos está bien. Pero que no me digan a mí qué hacer.

SR: ¿Dónde te parece que está parado el rock nacional ahora?

FL: Estamos igual que siempre. Tocan las mismas bandas que vienen tocando de siempre, muy pocas bandas se suman al circuito para que puedan crecer. Hay muchas bandas de rap que les está yendo muy bien: Dos Tres Cinco es tremenda banda, AFC es otra banda que anda volando. La última banda de fusión de rock que creció es Cuatro Pesos de Propina. Es difícil entrar porque es un club medio selecto. Yo ya la viví y me cago de risa, pero veo a los guachos con tremendas bandas que se rompen el culo, y sin embargo los locos no tienen cabida porque no les hacen lugar. También hay muy pocos medios que se dediquen a la música totalmente. Tampoco acá hay productores que hagan crecer a una banda, las bandas crecen solas. Acá no hay nadie que invierta en una banda de rock para ver si se hace plata, eso pasa con otros géneros. Todas las bandas que están hoy en el ruedo, se lo merecen. Pero también digo que no hay recambio, no hay aceptación de otras bandas.

SR: ¿Frankie es más vocalista que bajista ahora?

FL: No, en este proyecto estoy tocando el bajo. Con los Hermanos Brother pasé a cantar, porque estaba tocando el bajo con Hereford y preferí liberarme un poco. Acá estoy cantando y tocando yo.

SR: ¿En vivo también tocás y cantás?

FL: Sí. Van a ver en la presentación del disco el 10 de agosto que tengo dos bajistas invitados, pero simplemente por el hecho de que los quiero invitar: el Rengo López y Fede García, que los dos tocan en el disco.

SR: ¿Y qué sigue después?

FL: Y bueno, vamos a ver. El 10 tengo la presentación del disco. Después voy a hacer una gira por el interior, que ya tengo cinco o seis fechas cerradas. No es fácil, tocar implica llevar cosas y tiene un costo alto. El dueño del boliche tiene que alquilar un montón de cosas que salen caras, y no tiene la certeza de que vaya a llenarse de gente. Porque el rock, como dijimos hoy, no es moda. No es como antes, ahora hay otras alternativas, tenés Netflix (risas).

SR: ¿Qué bandas te gustan de acá?

FL: ¿Nuevas? He escuchado muchas cosas de acá, me mandan siempre mucho material de bandas que están tremendas. Bandas que me gustan de acá, para decir las que me encantan, No Somos Nadie, una banda de Canelones que está tremenda, que es bastante nueva; lo último que hicieron los Tiros me encanta, me parece tremendo disco (el anterior ya me parecía tremendo disco). Me gusta mucho Trotsky, pero eso es un tema personal, porque soy muy amigo de ellos (risas), no puedo ser imparcial; el Peyote, pero es una banda que ya no existe más. Hereford para mí era tremenda banda. La Vela me parte la cabeza. Me voy a olvidar de un montón de bandas, seguramente.

SR: ¿Querés agregar algo más?

FL: ¡Compren el disco! (risas).

Ariel Scarpa y Winston Estévez