Beledo Sobre Siddhartha

El concierto homenaje a Siddhartha y a Artigas Silvestro disparó una serie de inquietudes a varios niveles. Más allá de la noticia, de la cual dimos los detalles en el artículo que publicamos recientemente y que incluía un reportaje a Beledo, lo entrevistamos nuevamente para que nos cuente más detalles sobre la historia de Siddhartha. Nada como la historia contada por uno de sus protagonistas. Los dejamos con sus palabras.


SR: ¿Cómo surge Siddhartha en épocas complicadas para la música uruguaya?

Beledo: Eran épocas complicadas no sólo para la música uruguaya, sino para todo el espectro de cosas de la vida, la política, la economía, todo, desde el año ’74. En ese año yo empecé a ir al Hot Club de Montevideo, que estaba Guayabo y Jackson y ahí tuve la oportunidad de tocar con músicos de jazz, como Paco Mañosa y Bocho Pintos. Teníamos una banda con ellos dos y Luis Ferreira, después con Camiruaga. Ahí vino Jorge Graf un día y me vio tocar y me invitó para tocar en Día De Blues. Fue que ahí que conocí al Mamut Muñoz, que era mi bajista preferido. Yo no podía creer que estábamos tocando juntos y con Graf en Días De Blues, que era el grupo más importante para mí, junto con Psiglo, como para todos los que éramos rockeros en aquella época. Yo era de jazzero y rockero, como siempre, porque estaba en la onda de Mahavishnu y todo eso. Ahí también fue que empezamos a relacionarnos con una gente de jazz y estaba Arnaldo Salustio, que era un crítico de jazz de una gran trayectoria, una gran persona. Él nos conectó con José Luis Pérez e hicimos una banda que se llamaba New Forms Five con Pito Varela y Alvarito Armesto. Me acuerdo de una fiesta en el Club Uruguay que casi nos echan porque era muy fuerte como tocábamos, temas de Freddy Hubbard, cosas de CTI Records. Lo increíble es que en esa fiesta, el que tocaba el piano solo en la hora de cóctel antes de que tocáramos nosotros, fue el maestro y compositor uruguayo Jaurés Lamarque Pons. Después de eso fue que hicimos la banda Maytreya con Jorge Camiruaga y el Mamut. Y lo increíble es que con esa otra banda de José Luis Pérez con la que tocábamos antes, Jorge Camiruaga que es un amigo increíble y sin conflictos de ego, nos dejó ensayar en la casa de él. O sea que nosotros teníamos una banda con Mamut pero él ofreció que ensayáramos en la casa de él aunque éramos todos jovencitos. O sea que ensayamos con José Luis en lo de Camiruaga para un concierto en el Stella y fue después que empezamos a hacer los conciertos de Maytreya, que era un power trío con Mamut y Camiruaga. Después, con los asuntos de la dictadura y la policía, el Mamut se fue y quedamos con Camiruaga sin hacer nada. Un día me llama José Luis a ver si quería tocar con Artigas y hacer una banda y ahí empezamos ensayar. Ensayamos más de lo que tocamos. Yo estaba leyendo el libro Siddhartha de Hermann Hesse y por eso es que le pusimos Siddhartha al grupo, no por la cuestión mística ni nada. La mística era nada más que para rodear al nombre de la banda, pero nunca hubo una afinidad religiosa digamos con eso. José Luis se fue después del primer concierto y seguimos nosotros; eso era el año ’77.

SR: ¿Qué desarrollo tuvieron con el paso del tiempo?

Beledo: Viste que empecé en el ’74 y ya estamos en el ’77. Después ahí mismo en el ’78 ya empezamos a tocar con Sergio Faluótico en la batería y Andrés Bedó era el que tocaba el teclado. Cuando primero nos juntamos con José Luis y Artigas, ahí llamamos a Andrés, que fue el primer tecladista. Después del año ’78 surgieron otros tecladistas que vinieron a tocar con nosotros, como Eduardo Young y Luis Mega. Luego se fue Faluótico porque él estaba ocupado con un grupo que él tenía que se llamaba Nuevo Testamento que trabajaba en muchos en bailes por todo el país. Me acuerdo que en esa época me llamaron para tocar con De Querusa, que era una banda que Daniel Bertolone había formado y en seguida se volvió para Australia. Yo no acepté porque ya tenía mi banda que era Siddhartha. Teníamos otras éticas distintas; no era que éramos individuos que tocábamos en todas las bandas y chau. Las bandas éramos como comunidades que teníamos. Volviendo a Siddhartha, Andrés se fue y vinieron otros tecladistas. Pero la formación que fue, yo diría, el apogeo mientras yo estuve en Siddhartha, fue cuando éramos Artigas y yo, por supuesto en bajo y guitarra, Julio Pereda en teclados, que tenía muy lindas chapas y sonaba muy bien, y Guido Arriagam que a mí me parece que fue el Ringo Starr de Siddhartha. No era de gran técnica, pero con un talento muy mágico para tocar la batería, porque tenía ese don de de la expresión musical. No se complicaba, era el espejo de lo que escuchaba. De la manera como podía cantar tipo Frank Sinatra, también  podía (puede, todavía) tocar como Gary Husband. Después cuando me fui de Siddhartha, entre Artigas y yo decidimos que Palito Elizalde, que había estudiado conmigo, era el indicado para suplantarme y siguieron tocando y grabando por un tiempo. En ese momento sentí la necesidad de empezar a trabajar como solista y empecé a tocar con Popo y con Miguel Romano, e hice un disco que se llamaba Escape. Dicho sea de paso, hay una remasterización disponible en la página de Moonjune Records. También toqué con otros músicos uruguayos e hice otros tríos. Pero era muy complicado por la dictadura, porque durante toda esa evolución del grupo lo único que hicimos fue organizar conciertos en teatros. No había tanta onda de boliches. Por supuesto, la gente no fumaba marihuana libremente y había represión en la calle. Tenías que andar con cuidado y durante el día, porque si andabas medio solo en la noche, te llevaban preso. O sea que nosotros hacíamos recitales organizados en teatros y la gente venía. Tanto con Siddhartha y otros conciertos hacíamos los afiches y los pegábamos por la calle. Era otro mundo, en realidad. O sea que si tienes la suerte de estar tocando ahora y que si no tocás en un boliche tocás en otro, tenés que considerar que estás muy bien colocado. En aquella época había una sed de creatividad. En cada concierto siempre presentábamos nuevos materiales que reciclábamos volviéndolos a arreglar. Hacíamos repertorio nuevo siempre. Había gran creatividad pues teníamos tiempo, no había nada que hacer en realidad. Éramos todos pobres y todos queríamos música.

SR: ¿Qué influencias recibieron?

Beledo: Soñábamos con Gentle Giant y con Soft Machine, con Chick Corea y con Weather Report. Yo escribía y me encantaba el contrapunto. Empecé a estudiar contrapunto y escuchando a Gentle Giant escribí muchas cosas que tenían contrapunto integrado a los riffs rockeros. Con lo con el gusto que teníamos y el talento natural nuestro, hicimos buenas cosas, sin YouTube y sin nada, trabajábamos el material. Por supuesto, yo era el compositor pero siempre estuve abierto a las ideas de los demás. Por eso hay muchos de los temas que están firmados no sólo por mí sino por Artigas y yo, o Guido y yo, o los cuatro. No me acuerdo tanto de esa época, pero la época que ya me acuerdo más es cuando estaban Pereda y Guido Arriaga, que ahí fue cuando Siddhartha llegó a una comunión de talentos. Lamentablemente, después nos peleamos (se ríe). Nos quedamos sin tecladista porque Julio Pereda se fue este y quedamos en veremos un tiempo. Yo me fui también, porque quería cambiar y hacer lo mío y al poco tiempo empece a trabajar en Argentina con Osvaldo Fattoruso, Miguel Cantilo, Rada, Zas y Pedro Aznar.

SR: ¿Qué influencias pensás que provocaron? ¿Existe un legado de Siddhartha?

Beledo: Pienso que son los alumnos que teníamos que hicieron sus grupos. Habían amigos que nos venían a ver y ellos también hacían lo de ellos. No sé hasta qué punto había un legado de Siddhartha. Hay gente que se acuerda, pero hay mucha gente que en esta época que hay tanta información, ya no se acuerda de nuestro grupo, lamentablemente. Este concierto con la Filarmónica va a ser una oportunidad de darle al grupo el lugar que se merece.

SR: ¿Qué lugar ocupa Siddhartha en tu carrera musical?

Beledo: Siddhartha fue un grupo importante en el que me explayé desde el punto de vista de compositor y arreglador. No fue el primer grupo, porque en Maytreya también hacíamos música original. Todavía tengo un cuadernito en el que tengo escritos riffs y cosas de las que tocamos con Mamut y Camiruaga, pero fue algo breve: estábamos ahí, hicimos un par de cosas y ya eso se terminó, porque con la dictadura, era difícil. Mamut se tuvo que ir y quedamos ahí, en banda. Entonces cuando empezó a Siddhartha, al año, empecé a escribir las músicas. Todavía tengo papeles que se pueden ver en algunas de las fotos; todavía ando arrastrando los papeles de hace mil años, que son los que me ayudaron a revivir las músicas y arreglar la orquesta con la que vamos a presentar con la Filarmónica ahora, el 28 de febrero en el Solís. Ya les entregué todas las partituras orquestales y las partes para cada instrumento. Va a estar muy bueno.

Ariel Scarpa