Nuestros primeros reporteados de 2022 son los integrantes de Cooper & Los Hombres Bestia. Habiendo grabado su primer disco, Rincón, que fue lanzado en 2020, la banda abraza el concepto de hacelo vos mismo y lo dejan plasmado en su trabajo discográfico y en sus respuestas. Juan Weber (voz, guitarra), Fabián Weber (bajo) y Mathías Harguindeguy, se presentan como una banda joven con opiniones maduras, con conceptos claros y al mando de un barco que comenzó a navegar y tocará varios puertos en su recorrido. No se pierdan lo que los hermanos Weber y Harguindeguy tienen para decir.
SR: ¿Nos hacen un recorrido por la historia de la banda?
Juan: Ahora en febrero va a hacer cuatro años desde que arrancamos. Si bien ya nos juntábamos desde un poco antes con Mathías, no lográbamos concretar el proyecto. Había algunas canciones e ideas, pero el ensayo sólo era con guitarra y batería. En determinado momento vimos la posibilidad de agarrarlo a Fabián (risas) y le colgamos un bajo. Nosotros tenemos 25 años, pisando los 26 y Fabián tiene 19, o sea que cuando arrancamos era más chico todavía.
Fabián: Tenía 15.
SR: Por eso aparece como el niño Cooper.
Juan: Claro (risas). Yo siempre jodía con esto a la interna, y una vez comenté el apodo delante de un amigo, y ese amigo lo dijo en un micrófono, y quedó. Cuando vimos que Fabián empezó a definir los gustos y vimos que le gustaba más o menos lo mismo que a nosotros, dijimos “tomá, tenemos este bajo” (risas).
Mathías: Habíamos comprado un bajo y se lo dimos a distintos guitarristas que por ahí podían ser bajistas, pero no funcionaron.
Juan: Básicamente aprendió a tocar el bajo con las canciones nuestras y algunas otras que íbamos sacando en los ensayos. En un principio nos faltaba la voz. Ensayamos como tres o cuatro meses sin voz.
Mathías: Lo gracioso es que habíamos conseguido cantante.
Juan: Es cierto, habíamos conseguido a alguien y lo probamos. Después de probarlo les dije a ellos: “Si no se enojan, quiero probar yo para empezar a cantar” (risas). Capaz que es medio caprichoso, pero me pasaba que cuando llegamos a probar algún cantante, no sonaba como me lo imaginaba.
SR: ¿Las letras son todas tuyas?
Juan: Sí, la mayoría. Hay algunas que Fabián metió alguna cosa. Lo que pasó es que me cuesta mucho sentirme cómodo y en un momento vi que me sentía cómodo como para empezar a cantar. Y ahí empezamos. En febrero de 2018 empezamos a ensayar y en noviembre de ese año fue el debut.
Mathías: El 17 de noviembre fue el primer toque en Bluzz.
SR: ¿Quién es Cooper?
Juan: En ese año 2018 éramos Cooper a secas. Después de que entramos a grabar en enero de 2019, cuando grabamos “Esperar”, cuando lo estábamos por subir, nos entramos a dar cuenta de que si buscás Cooper a secas, van a saltar 5.200 cosas distintas. Entonces para hacerlo más específico le empezamos a buscar variantes. Lo de los hombres bestia surgió de que, como lo que nosotros hacemos es música basada o inspirada o influenciada por el punk rock, más allá de que nosotros seamos o no punk rock, siempre se la suele definir como una música primitiva, básica, entonces lo de hombres bestia es como una cosa básica y visceral.
SR: Uds. son bastante jóvenes para hacer rock.
Juan: Sí y no, depende de cómo lo mires. Si lo mirás en el panorama de lo que son las bandas hoy o lo que son los referentes que tienen todos de 40 para arriba, sí.
Mathías: En mi caso no empecé a escuchar rock por lo menos hasta los 9 o 10 años, que tenía un amigo que era más grande que yo y me empezó a influenciar por ese lado.
Juan: Somos jóvenes y no somos tan jóvenes, al menos para mí. A nivel local y global, los referentes son todos gente grande. Las últimas bandas exitosas o grandes empezaron en los ’90 o en el 2000. No hay un referente que tenga menos de 30 años. No quiere decir que no haya bandas con gente de esa edad, sino que por algún motivo nadie logra trascender o conquistar. Para mí, jóvenes serían de 17 o 19 años. Como decía Mathías, en el caso de los tres, el gusto por el rock empezó desde la niñez.
Mathías: Tenemos gustos similares. Cuando empezamos con Juan, tocábamos con otros amigos, pero la banda que estábamos formando en ese momento era de un estilo un poquito más pesado; no metal, pero tipo hard. Con Juan éramos quienes congeniábamos más en el tema del punk y ahí fue que empezamos a hacer eso. Por eso fue bastante sencillo y nos mantuvimos tanto tiempo siendo dos.
Juan: Previo a 2018 estuvimos como dos años en que como que estaba la banda pero no estaba.
Mathías: Lo estábamos disfrutando y no había una urgencia de conseguir gente porque quisiéramos salir a tocar. Obviamente que queríamos, pero no era algo que…
Juan: Yo me salía de la vaina (risas).
SR: A nuestro rock le está faltando gente de la edad que tienen uds. ¿Cómo ven el panorama de la gente de su edad en lo que tiene que ver con el rock?
Fabián: En mi círculo de amigos es complicado que vayan a un toque de rock sin que sea un compromiso. Creo que cada vez va a haber menos público de rock. Es más, los amigos que yo tengo dentro del círculo de rock, tienen la edad de ellos (de Juan y Mathías). Tengo un solo amigo que lo he logrado enganchar para ir a los toques porque ya venía escuchando. Y que va por interés, sin compromiso. La juventud no está escuchando rock, está escuchando trap, rap, reggaeton. Se sigue escuchando rock pero no de forma mainstream.
Juan: En el caso mío y de Mathías, fuimos de la generación que agarró el boom del Pilsen Rock, que fue cuando empecé a definir mis gustos musicales y estaba de moda el rock. Eso pasó, pero en mi caso, los gustos quedaron.
Mathías: En Uruguay no está establecida la cultura de ir a ver bandas donde haya un toque con bandas que no conocés. Nosotros muchas veces vamos. Generalmente en los toques que son de varias bandas, ahí conocés. Es difícil enganchar gente que no conozca ya a la banda. Gente hay, por más que seamos un país chico, pero creo que va por un tema cultural.
Juan: No quiere decir que esté bien o mal, pero es una realidad. Uno escucha que en los ’90 había lugares, como Juntacadáveres, y capaz que la gente iba a ver lo que había. Hoy por hoy, nunca me pasó eso. Incluso como público, nunca fui a un lugar a ver qué pasaba; cuando voy a un show es porque sé lo que va a pasar o sé quién toca.
SR: Era distinta la movida en ese entonces. Tocaban las bandas, sí, pero había una onda alrededor de un montón de cosas más. Y pasaba eso que decís, ibas a ver a la banda y a estar y ver qué más pasaba. Eso ahora no existe. Fabián: ¿vos cómo llegaste al rock?
Fabián: Me llegó por Juan. Me acuerdo que Buitres, en cierto momento, me llegó tipo “no quiero escuchar más” (risas). Ahora disfruto a Buitres, pero en cierto momento me llegó a saturar, porque yo no estaba dentro del rock. Pero creo que la banda que me llegó primero, que me gustó, fue Doberman. Llegué a verlos con Alejandro Llambías, cuando ya no estaba Nacho Obes. Tengo fotos que me pude sacar con ellos con la cara de alegría que tenía. Me voló la cabeza. Creo que fue la primera banda con la que dije “yo quiero esto”. Con el tiempo, me fui yendo más para el punk rock y alineando con ellos, por eso calzamos ahí. Creo que seamos tres y no haya alguien más, es otro factor, porque es difícil encontrar alguien que se alinee en los mismos pensamientos y gustos. Porque es difícil que funcione algo si no tenés ciertas bases parecidas. Puede haber variaciones, pero tiene que haber una base sólida. Por ahí encontrás tremendo bajista o guitarrista, pero te va a llevar las cosas para otro lado. Eso de que seamos tres simplifica un poco el relacionamiento entre nosotros. Los tres queríamos tener una banda y a los tres nos gusta más o menos lo mismo, y los tres le ponemos más o menos la misma energía. Tenés que tener mucha suerte para que eso pase, porque por lo general siempre hay uno de esos factores que no coincide.
SR: En tu caso no podemos decir que llegaste al bajo sino que el bajo te llegó. El bajo es un instrumento fundamental.
Mathías: Y más cuando tenés una guitarra sola. Antes estábamos acostumbrados a tocar sin bajo durante mucho tiempo, y cuando encajó el bajo, fue algo totalmente nuevo.
Juan: Nosotros que somos tres, un power trío, no nos sobra nada. La batería, el bajo y la guitarra es lo mínimo. El bajo, para mí, es tremendo instrumento. Yo toco el bajo, también, y a veces me resulta más difícil que la guitarra, porque tenés que tener una precisión que en la guitarra no tanto.
SR: Están alineados al concepto de hazlo tú mismo. ¿Qué alcance tiene eso en la banda?
Juan: Está en el origen de la banda, en el sentido de que, por ejemplo, yo canto pero no sé si sé cantar. He ido mejorando, pero es eso: no hay cantante, hacelo vos mismo. Eso después se va expandiendo a otras historias, a organizar los toques, a producir un disco.
SR: ¿Es algo que define a la banda o puede haber una apertura a alguna cosa que no sea hecha por ustedes mismos?
Juan: Habría que ver cómo se dan las cosas. Creo que hay ciertos aspectos que está bueno delegarlos en algún momento.
Mathías: Más allá de la banda, todos tenemos otras cosas, y cuando hay momentos que uno tiene que estar completamente para la organización de un toque, a veces pensás “ojalá que alguien lo estuviera organizando”, cosa de pensar en ensayar y tocar y disfrutarlo. A veces nos ha pasado de estar tan metidos en la organización, que pasa el toque muy rápido.
Juan: Veinte días o un mes atrás de ese toque y tocaste 20 minutos y se terminó. Para que haya gente que le interese colaborar, hay ciertas cosas que tienen que funcionar. Tiene que haber público, porque no podés traer gente de afuera y que trabaje gratis. Eso desde el punto de vista de lo que tiene que ver con la logística de los shows, pero en cuanto a la composición, armado, arreglos y producción de los temas, en ese sentido es hacelo vos.
SR: ¿Sin productor?
Juan: Depende, hay productores y productores. Estamos hablando mucho en la teoría porque está totalmente fuera de nuestro alcance. Pero si algún día se diera, podría ser. No estaría mal trabajar con un productor que colabore, más que que mande.
SR: ¿Qué papel jugó Orlando Fernández en el disco?
Fabián: Nos bancó mucho (risas).
Juan: Nos tuvo muchísima paciencia, que es una de las mayores virtudes que ha tenido con nosotros.
Mathías: Agarró una banda que nunca había hecho nada en el estudio.
Juan: Nos explicó un montón de cosas. Yo siempre digo que cuando terminamos de grabar el disco, estábamos prontos para grabar un disco (risas). Ni preproducción ni maquetas ni nada. Literalmente, no sabíamos lo que era entrar a grabar a un estudio. Grabamos “Esperar”, salió bien, y después fuimos y grabamos el resto del disco. A veces nos caía la ficha de lo que Orlando decía una semana después. Cuando estás seis meses adentro del disco, te das cuenta los errores que cometiste el día uno, y decís: “Ah, esto es lo que decía Orlando. Esto que ahora está acá y no tiene arreglo, es lo que nos decía hace seis meses” (risas).
SR: Tuvo un rol de productor.
Juan: Sí, en ese sentido fue como un productor. Y estamos sumamente agradecidos, y si no pasa nada, cuando grabemos el segundo disco lo vamos a grabar con él.
SR: ¿De dónde sacan el nombre del disco, Rincón?
Juan: Es el nombre de una de las canciones del disco. Tiene que ver con las cosas que a uno, de cierta forma, lo definen o donde uno se siente cómodo. No tiene porqué ser un lugar físico sino el lugar de donde uno va sacando cosas. Puede ser tu cuarto o tu guitarra o lo que sea. Nos parecía que como es el primer disco de una banda under, con ese primer disco salimos del rincón, de ese lugar.
Mathías: Es como ese lugar en el que te movés y están tus cosas. Las canciones salen de vos mismo y como que estás en tu rincón. No es físico sino que es más simbólico que otra cosa. Cada uno tiene su rincón, por así decirlo.
Juan: Es como un punto de partida.
SR: Se dieron el lujo de llevar un referente para ese primer disco. ¿Cómo se da eso?
Juan: Estuvo buenísimo. En el 2018 cuando Cinemateca cambiaba de local, hicieron un toque donde estaban Los Chanchos, y cuando terminaron, me arrimo a hablar con Parodi. Más o menos me ubica, porque le he roto los quinotos durante años (risas). Ese día le comentamos que teníamos ganas de grabar algo, y nos dijo que fuéramos a grabar con Orlando. Y de ahí surgió todo. Parodi en ese sentido es un tipo súper humilde y dispuesto. Incluso cuando grabamos “Esperar” él se ofreció a darnos una mano y nos ayudó a terminar de mezclarlo y arreglar algunas cositas.
Mathías: Incluso hay algunos coros de él.
Juan: Sí, y en otros temas también. Vimos que estaba dispuesto a colaborar y aprovechamos a dar el zarpazo. Estuvo tremendo.
SR: Ese primer disco estuvo nominado para los Graffiti. ¿Cómo les repercutió eso?
Fabián: Una alegría.
Juan: Estuvo muy bueno, en el sentido de que sacamos el disco y no pasó nada. Porque llegamos al disco y una vez que lo tuvimos, capaz que no supimos qué hacer con él.
Fabián: Y en el contexto que lo sacamos.
Juan: Sí, sacamos el disco y no lo pudimos tocar. Entonces el haber sido nominados nos deja contentos porque en cierta forma es un reconocimiento.
Mathías: Contribuye a seguir.
Juan: Es el primer disco, y a pesar de que tiene un montón de fallos, que haya sido reconocido en ese sentido, nos dio un empujón. Lo otro bueno que tuvo fue que, de a poquito, se va arrimando gente que llegó al disco a través de la nominación. Te da un poco de visibilidad.
SR: El disco ya tiene un tiempo. ¿Cómo está la banda ahora con respecto a ese trabajo y para encarar el segundo?
Juan: Quiero creer que mejor. Lo que vayamos a hacer a continuación lo estamos encarando de otra manera. Armamos las maquetas, y eso te da otra visión de la canción. La idea es ir con un disco pre producido.
Mathías: Para que cuando lleguemos, saber cómo queremos que suene. Además nos gusta pila el material que tenemos y creo que eso es fundamental
SR: ¿Tienen material ya para un segundo disco o están componiendo?
Juan: La composición se va a terminar el día antes a que entremos a grabar. Hoy por hoy tenemos unos 13 o 14 temas definidos. Tenemos que empezar a probarlos en los ensayos para ver qué cosas rinden. La idea es retomar los ensayos con la mente en poder empezar a grabar en unos meses.
SR: ¿Hay diferencias entre el primer disco y los temas que tienen ahora?
Juan: Estilísticamente me parece que va a ser un poco más variado, que va a tener distintos climas, pero no quiere decir necesariamente que nos vayamos del hilo de las directrices de por donde va el primer disco. Me parece que va tener un poco más de matices y que está mejor encarado en cuanto a las letras y en cómo hacer rendir más un tema. Como que tenemos otras herramientas que te ayudan a sacarle más jugo a las canciones que vienen que las que fueron para el primer disco. A mí el primer disco me encanta, pero como comentaba, cuando terminamos nos dimos cuenta que había un montón de cosas que podíamos haber hecho mejor, que creo que esa es la diferencia que va a tener respecto al segundo disco.
SR: ¿Cómo es la relación con Sibyla Vaine? ¿Te convoca Orlando?
Juan: A medida que estábamos grabando el disco de Cooper, Orlando me empezó a tirar piques de grabación, de producción y de cómo utilizar las herramientas para pre producir el disco. Y yo le he estado dando una mano en el estudio cuando van bandas a grabar. Él me comentó que quería retomar la grabación del disco de Sibyla y me ofreció dar una mano. Luego me dijo para grabar una guitarra y de a poquito, cuando me quise acordar, me ofreció para tocar el bajo. Obvio, de cabeza (risas). Ahora siempre jodo con que no voy a tener que pagar para ir a ver a Sibyla. Está buenísimo para mí y es tremenda oportunidad. Está bueno porque es otro proyecto y cumplo otro rol distinto al de Cooper.
Mathías: Si ya era rompe pelotas, imaginate ahora (risas).
Jaun: Sacamos un adelanto, y la idea es que a principio de este año esté saliendo el disco y presentarlo.
SR: ¿Cómo definirían el estilo de la banda para alguien que no los escuchó nunca? ¿Cómo se presentarían?
Mathías: La mejor forma es punk rock. Creo que estamos más cerca del punk que de sólo rock.
Fabián: Por otra parte, no es tan punk rock como el primer disco.
Juan: Nosotros decimos que somos punk rock justamente para lo que vos decís, para que alguien que nunca nos escuchó, sepa dónde cae. Va a depender del concepto de punk rock que tenga la persona que lo escuche.
Mathías: No es que estamos haciendo un tema y decimos “pah, esto no porque no es punk rock”.
Juan: Es como un hijo del punk rock, un hijo bastardo. Uno gravita en torno a las cosas que le gustan, entonces no vas a dejar algo por fuera por si es o no punk rock. Tiene que ver con que lo sientas, te parezca correcto y te guste. Yo creo que somos una banda de punk rock pero tiene aspectos de rock and roll, del pop y del hard.
SR: ¿Cuáles consideran que son los puntos fuertes de la banda?
Mathías: Primero, que nos llevamos bien. Al pasar mucho tiempo juntos, tenés que compartir cosas, planificar y estar de acuerdo en muchas cosas, y generalmente es muy fácil.
SR: Fabián se ríe mucho.
Fabián: Nos conocemos las mañas.
Juan: Lo que pasa es que yo soy un sorete (risas).
Fabián: Alguien tiene que hacer el trabajo sucio.
Juan: Pese a que lo que hacemos puede llegar a ser música básica en muchos aspectos, me parece que tiene como cierto gancho, ya sea en las melodías o las letras o algo. Por ahí ves otras bandas que son más virtuosos, pero…
SR: No siempre se trata de virtuosismo sino de transmitir.
Juan: Claro. Me parece que logramos transmitir lo que queremos transmitir a la gente que nos ve. Eso va más allá del virtuosismo, el poder transmitir lo que querés decir con las herramientas que tenés.
SR: ¿Qué brinda la banda en un show?
Juan: Piroctenia, confeti, luces (risas). Yo vendo mucha cuerda rota; rompo mucho la quinta cuerda de la guitarra (risas).
Mathías: Rompe cuerdas, amplificadores, lentes.
Juan: Nos gusta bastante pensar el tema del show. Creemos más en la calidad que en la cantidad, aunque suena a slogan pedorro. Creo que el show de una banda under tiene que estar entre los 25 y 35 minutos, porque fuera de ese rango, la gente se aburre. La atención se les va, más cuando no conocen ni un tema de los que está tocando el tipo. Por lo general, lo que hacemos es que el set, que suele ser de entre 10 y 13 canciones, lo armamos en pequeños bloques de dos, tres o cuatro canciones que van medio como enganchadas. Terminamos, pasaron cinco segundos, y arrancamos con la otra; esa cosa medio ramonera. Y pensar que si un tema termina de una manera, la guitarra puede acoplar de cierta manera para arrancar tal otro tema.
Fabián: Creo que gastamos más tiempo en eso que en ensayar los temas.
Juan: Como tenemos un repertorio corto, estamos mechando dos o tres temas nuevos. También para que el público que tenemos y que nos hace el aguante, no vea siempre el mismo orden o las mismas canciones, para darle un poco de dinamismo.
Mathías: Tanto para la gente como para nosotros. Intentamos disfrutar, y si nosotros lo hacemos, la gente también disfruta.
Juan: Tiene que ser un show conciso, relativamente corto y te tiene que quedar un gustito como a que querés más.
SR: Etiquetaste a la banda como under. ¿Cómo se sienten con eso?
Fabián. Por el momento, bien.
Juan: Es una realidad. Me parece que cualquier banda que arranque, a no ser que sea de músicos famosos, es under por definición.
Fabián: Incluso siendo músicos famosos, acá en Uruguay no te asegura nada. Se ve en bandas con músicos re conocidos que las va a ver el mismo público que a nosotros.
Mathías: En el under está como el 70% de las bandas y el 30% que no es under no sé qué es.
Juan: Acá hay poco punto medio. O te va relativamente bien o relativamente mal. Lo que queremos empezar a hacer es abrir el circuito. Nosotros somos de Progreso y Mathías de Las Piedras, y hemos tocado básicamente en esos lugares y en Montevideo. También tocamos una vez en La Paz, Canelones y Aguas Corrientes, pero nos interesa empezar a generar intercambio con otras bandas para tener más opciones y no atomizar a la gente que te va a ver siempre.
Mathías: Si hay tres bandas, está bueno que la gente que va a ver otra banda, te vea a vos. Y si las bandas son más o menos del mismo palo, siempre vas a pegar alguno.
Winston Estévez y Ariel Scarpa
Muchísimas gracias por el espacio. Disfrutamos mucho de la charla y el reportaje.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Nosotros también disfrutamos mucho. Y gracias a uds. por la música. Arriba!
Me gustaMe gusta
La entrevista esta mu y buena.Creo que para hacercarse mas a lo que rinde la banda es bueno algun video de toque en vivo. Ahi estalla el entusiasmo del publico a traves del despliegue escenico del cantante entre saltos idas y venidas.Vamos Cooperrr
Me gustaLe gusta a 1 persona
Compartimos la idea, pero la banda no tiene un video en vivo subido a su canal de YouTube, y nosotros tampoco tenemos ninguno filmado.
Me gustaMe gusta