El Rock y La Animación – El Videoclip Como Punto De Encuentro

Seguimos en Redes Comunicantes metidos en el mundo de la animación y el rock. Hoy con un repaso más histórico.

Orígenes de la animación

La animación nace y se desarrolla a la par del cine convencional a finales del siglo XIX. En muchos casos varios conceptos de uno y otro se juntan y se cruzan en varios caminos. La animación puede ser tradicional, lograda a través de la sucesión de dibujos que generan la sensación de movimiento. Existen otras técnicas como el concepto de Stop Motion: una forma de animación artesanal, donde se construye el movimiento manipulando un objeto, con las propias manos, cuadro a cuadro y donde se trabajan diversos materiales (plastilina, arena, recortes de papel, fotografías, tizas sobre suelos y muros, etc.). Dentro de ésta hay una variante llamada Pixelación; consiste en tomar imágenes de una persona manteniendo una postura fija para cada fotograma, como si fuera una marioneta. Ya en el siglo XXI la animación digital se convirtió en un nuevo espacio de desarrollo de infinitas posibilidades.

 

Orígenes del videoclip

El concepto del videoclip se desarrolla en varias etapas, y se define entrados los años ’80, pero si tenemos que referirnos a la prehistoria del videoclip animado, podría decirse que Los Beatles, con la película Yellow Submarine de 1968, dieron el primer paso. El diseño gráfico y la ilustración de esta obra están en manos de Heinz Edelmann y se adelantó a su época en muchos aspectos. Uno de ellos fue el uso de la rotoscopia en la secuencia de «Lucy in the sky with diamonds».

Tendrían que pasar varios años y desde otra película, basada en un disco de otra banda, llegaría el siguiente paso.  Estamos en 1982, ya en la consolidación del concepto videoclip, aunque no animado. Nos referimos a The Wall, dirigida por Alan Parker. Película basada en el célebre álbum de Pink Floyd. Cuenta con escenas de animación realizadas por Gerald Scarfe, creador de la tapa del disco. Estas escenas animadas se compaginan con las escenas reales de la película, transmitiendo en imágenes y de forma efectiva, la atmósfera oscura y agobiante de la película. Muchas de esas imágenes se volvieron parte de la iconografía de la banda.

 

De cabeza en los años 80

En 1985, dos bandas bien diferentes presentan dos videoclips también muy distintos entre sí. Los noruegos A-Ha realizan un video de su tema «Take on me». El ilustrador Mike Patterson tuvo que hacer más de 3.000 dibujos para llevar a cabo este éxito visual, que también fue realizado utilizando la técnica de la rotoscopia. El rotoscopio, es un invento de los hermanos Fleischer que consiste, esencialmente, en reemplazar los fotogramas de una filmación real por dibujos calcados (no literalmente) sobre cada fotograma. Así se transmite al dibujo la naturalidad y secuencialidad de movimientos, expresiones, luces, sombras y proporciones propias de la filmación original que sirvió de base para la animación.

Ese mismo año Dire Straits se despacha con dos videos animados, uno utilizando la misma técnica de rotoscopia, el tema «Brothers in arms», que también da nombre al disco. Pero el más interesante, a pesar de que se le nota el paso del tiempo, es el de «Money for nothing», otra canción del mismo disco. El videoclip, dirigido por Steve Barron, está creado con animación digital, es el primero en su tipo e incluye material de la banda tocando en vivo. Fue considerado innovador en el momento de su lanzamiento.

En 1986 sería el turno de Peter Gabriel y su video «Sledgehammer». Dirigido por Stephen R. Johnson, producido por Adam Whittaker. Cuenta con elementos de animación con plastilina, pixelación (algo que significó para Gabriel pasarse unas 16 horas bajo un cristal mientras era filmado de a un cuadro por vez) y stop motion proporcionada por Aardman Animations y Brothers Quay. Es al día de hoy considerado un clásico del videoclip.

Al año siguiente los ex compañeros de Gabriel, la gente de Genesis, se sumaron en parte a la propuesta del video animado, aunque en este caso lo que se puede definir como animación se da a través de la filmación tradicional con marionetas y títeres, dando un resultado extraño que mezcla cierto humor con un mensaje político. Si bien los títeres eran de figuras de la política como Ronald Reagan, también aparecieron otros personajes, algunos músicos como Pete Townshend por ejemplo. El clip es, sin duda, un gran compendio de citas a películas, canciones, situaciones, pero sin abrirse de su foco discursivo y paródico. La dirección de «Land of confusion» estuvo a cargo de John Lloyd y Jim Yukich. La confusión a la que aluden en esta realización estaba relacionada a la geopolítica, a un nuevo orden mundial en el final de la Guerra Fría.

A partir de la década del ’90 la animación se vuelve parte importante en la realización audiovisual vinculada a la música. En futuras entregas seguimos con este repaso.

Gustavo Aguilera