¡Hola! Sí sí… llegó el dia. Es como el día de… ¿la primera vez? ¿que nace un hijo? ¿casarse? Bueno… lo dejo para cada uno, y si bien fui un poco exagerado en la comparación, grabar tiene eso… que lo que se inicia, si se termina, (detalle no menor), va a ser para siempre. Ahora sí… ¿Cómo les va? ¿Cómo han pasado? Ya saben, pero debo contarles. En esta edición de BRIKDATA retomamos el hilo planteado en columnas anteriores acerca de las etapas de producción de material en estudio, y que es la pre producción.
El copio y pego de orden en esta secuencia de columnas. “Calculo que la mayoría de los músicos y productores que siguen esta columna van a encontrar información que es de recibo e insumo cotidiano. Es por eso que esta columna está dirigida a todos quienes no lo tienen conceptualizado, sea porque son artistas intuitivos o simplemente escuchas de música. Esto les dará una visión más ordenada y profunda de todo lo que implica y representa para nosotros esa divina palabra que es grabar“.
Hechas las salvedades, y sobre todo hecha la pre producción, pasamos a la tercera fase ya con un pie en el estudio. ¿Comenzamos?.
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Llegó el día
Siempre encontré una similitud entre el entrar a estudio, ir a tocar en vivo y viajar. Uno prepara los “petates”, las maletas, y aunque sea por unas horas, parece que emprende el viaje de la vida. Ese día es el indicado para estar de “ligero equipaje para tan largo viaje”, diría Nino Bravo, por lo que no está nada mal que puedan ir ligeros “por dentro” para estar cómodos. Esto supone que haya una alimentación balanceada, no matarse el día anterior y esas cosas… (¿No preciso ser más gráfico no? jejejeje).
Otra cosa que es por demás útil, es haber preparado con antelación los instrumentos personales el día anterior. Para el vocalista, por ejemplo, unas buenas infusiones que limpien el instrumento, no tomar frío, aunque… no siempre graba en las primeras tomas, y en lo general no graban de mañana.
Para el resto de los músicos, instrumentos afinados, templados, ya en estuches, cables testeados, accesorios como púas, correas, baterías para pedales (preferentes a transformadores, ya que las baterías no hacen ruido), palos varios para los bateristas, platos, tambor con parches nuevos en la medida de lo posible, llave de afinación y fieltros para platos, etc etc.. todo empaquetado en “pocos bultos” para que no sea un lío el viaje al estudio.
¿Quién más falta? ¡El productor artístico! ¡En efecto! Él tiene que estar desde el “momento 0” en el estudio, con su computadora, la lista de temas, los metrónomos grabados o en su defecto listos para ser activados en el daw del estudio (software de grabación) y para hacer su rol de director técnico para el partido que se viene. Si el tipo no aparece… alguien de la banda va a tener que asumir el rol provisoriamente, o en su defecto el ingeniero / técnico de grabación.
Llegamos al estudio…
Y ahí nos vemos descargando las cosas (son pocos los artistas que tienen personal de carga, cosa que es útil en este momento y les cuento porqué). Al descargar las cosas, y en eso puede haber bultos funcionales a nuestro cuerpo como estuches colgantes de instrumentos, mochilas, bolsos, también hay de los otros. Cajas, anvils, racks, maletas, cabezales o equipos combo, las partes de batería, teclados, en fin… Mucha cosa que exije sobre todo fuerza a nivel de las manos y eso… NO ES BUENO. No está bueno que luego de descargar el material tengan o un dolor de espalda o algún tipo de lastimadura o sobre esfuerzo en partes que son claves para ejecutar un instrumento. Así que ese día, consideren a los amigos o en su defecto a algún stage para la carga y descarga. Es poco tiempo y sobre todo ayuda al desarrollo del proceso y también al engranaje de trabajos de la industria.
En el estudio seremos recibidos por el encargado que muchas veces tambien es el técnico / ingeniero que, y lo aclaro por las dudas, ¡¡¡¡¡NO HACE TAREAS DE CARGA!!!!! Es en ese momento que el productor artístico ya comienza su trabajo con el técnico / operador para crear las sesiones de trabajo en el software, indicarle la hoja de ruta de grabación y cómo empezar a preparar el estudio y el miking (microfoneo, en criollo) de la sala. Todo esto y ni siquiera prendimos los equipos… pero el reloj del estudio y las horas ya empezaron a correr. ¡A ser eficientes!
Luego de la descarga y presentación de todo el hardware (equipamiento) necesario para la grabación, se produce quizás la primera reunión de trabajo, que es cómo empezamos a tocar. Aquí el productor artístico, que es el director técnico de este partido, indica de qué forma se va a trabajar. Si es que se graba todos juntos, o sólo la parte rítmica inicialmente, y qué canciones se graban primero.
Pero… ¿quiénes estamos en el estudio?
Apa la lá. Qué tema, qué tema éste. Grabar está bárbaro y todos queremos estar en la foto. Ahora, ¿cuánta gente debería estar ahí? Muchas veces, poseídos por la ilusión, los músicos invitamos a algún amigo, a la pareja, quizás lleva a un nene / hijo o hija, quizás a algún primo o sobrino que se está iniciando, a un fan de la banda, o quizás invitar a los padres… y en el peor de los escenarios, a varios o todos juntos. Y la jornada se convierte en una suerte de reality show donde la presión recae en… el técnico y el productor básicamente.
Los estudios no son ámbitos para invitados. No hay instalaciones para albergar a quienes no están trabajando, y la presencia de terceros, por más que sea muy querida, no sólo no es útil si no que termina incomodando, generando ruido innecesario a nivel de espacio y porqué no, literalmente, con opiniones, preguntas en momentos donde todo debe estar preparado para que el artista dé lo mejor de sí. Es por eso que los invito a realizar una promesa. “Yo músico, me contengo con todas mis fuerzas, de invitar gente al estudio para que me vean tocar, Así mismo, haré todo el esfuerzo de apagar el teléfono en momentos críticos de trabajo como las grabaciones, mezclas u otras situaciones”. ¿Pudiste? Es jodido sí… pero es necesario.
Luego de esta escenificación, en el estudio estaremos “los necesarios” y no siempre esto abarca a toda la banda. Imaginen en un estudio chico, a una banda de ocho personas dentro de la cabina. Es imposible. Para eso… está el productor artístico, en el cual depositamos la confianza. ¿Vieron cómo ha ido apareciendo en reiteradas ocasiones esta figura?
Viveres, vituallas…
No podía faltar la definición RAE en nuestras columnas.
Vitualla
Del lat. tardío victualia ‘víveres’.
- f. Conjunto de cosas necesarias para la comida, especialmente en los ejércitos. U. m. en pl.
- f. coloq. Abundancia de comida, y sobre todo de menestra o verdura.
Bueno. Parece un tema banal, pero no lo es. En mi caso, tengo un recuerdo de una rotisería que estaba en la esquina de Millán y Blandengues, a tres puertas de Studio Record, donde grabamos el “Sangrando”, y muy en especial, de sus milanesas. Dios mío, había días que quería ir a almorzar ahí, aunque no tuviese sesión o estuviese grabando un compañero… y si eran las 4 de la tarde, qué bueno adelantar la cena… No, no, no, no y no. Eso no está bien. ¿Y saben algo? Eso se programa. Forma parte de la planificación de las sesiones de grabación. La comida, la bebida, el café, los aditivos que cada músico quiera para sí, sean helados, drogas, bebidas, en fin . Todo debe estar en agenda, porque, si no están previstos, puede desarmar una jornada de trabajo y esto termina afectando el calendario, la planificación, la economía del día a día, y en suma, el resultado.
Una aclaración necesaria. El hecho de nombrar drogas, no implica de forma alguna que desde esta columna se promueva el consumo de sustancias, sean las que sean. En este espacio analizamos el proceso de producción del trabajo discográfico y presentamos potenciales problemas que pueden surgir por algo que debe ser un detalle, como una bebida, una ingesta de sea lo que sea. Ahora, miren que si la ingesta se convierte en indigestión puede ser un lío en el momento de grabar. Asi que, hechas las salvedades, continuemos.
¿Qué recomendación puedo dejar? Llevar agua, algún refresco, consultar en el estudio si tienen cafetera, (que suelen tener), tener claro los momentos de parar para comer. Si se prepara comida en el estudio, es correcto que alguien pueda encargarse DE TODO y que no distraiga a los artistas. Si se va a comprar, lo ideal es que todo haya sido incluido en el presupuesto que armaron los productores artísticos y ejecutivo. Si la cosa es más sencilla, saber qué comprar y dónde, para no emprender una búsqueda del tesoro por unas milanesas al pan o algo vegetariano para ese compañero de banda.
El mate siempre siempre juega. Ahora en estos tiempos, se dice que un mate por persona y se comparte termo. A criterio personal.
¡Documentemos!
Si se está frente a un proyecto de disco, muchos artistas suman al proceso de grabación, el proceso de documentar en video y fotos la grabación, así como realizar pequeños footages o reportes en vivo para las redes sociales y canales del artista. Si bien parece algo sencillo, esto no lo es. Y desaliento que sea un músico el que haga esta tarea. Pero entonces, ¿quién se encarga de esto? Lo ideal es que sea alguien profesional, o en su defecto un amigo que esté cercano a la banda / artista y que pueda capturar los momentos claves.
Para esto es necesario que esté al tanto de toda la agenda día a día y que pueda hacer su trabajo de forma “transparente”. Esto quiere decir sin interferir en el trabajo musical. Del buen trabajo en estudio pueden surgir contenidos muy muy interesantes para presentar el avance del álbum, material para hacer el clip de un tema o un EPK (electronic press kit o gacetilla interactiva) del propio trabajo.
No descuiden este punto. El estudio no les va a cobrar porque se haga todo esto. Es más, el estudio contento porque se va a mostrar el proceso de trabajo y las instalaciones. Y si organizan bien este punto, van a obtener muchísimo contenido accesorio que puede potenciar a la comunicación del trabajo.
Che, y a todo esto… ¿y cuándo se graba?
A todo esto, en paralelo a todo esto, el técnico de sonido, el productor artístico (o el músico que ejecuta este rol) deberían tener todo listo para iniciar las sesiones de grabación, y eso… ¡lo vamos a ver en la próxima entrega!
– Qué largo que se viene esto de grabar; a ver, Brikman, ¡simplificala! Para simplificarla, hay que tener en cuenta todo esto. Una vez que lo domines, vas a ver qué simple es ir a estudio a disfrutar.
Pará… antes de irme las preguntas de rigor.
- ¿Te diste cuenta lo importante que es un productor artístico?
- ¿Y también te diste cuenta de la importancia del productor ejecutivo?
- ¿Llevaste mucha gente al estudio cuando te tocó grabar?
- Si no eres músico, ¿Te han invitado a sesiones de grabación?
- ¿Sentís esa experiencia festiva cuando grabás?
- ¿Conociste las milanesas de la rotiseria que estaba a tres casas de Studio Record en el ’97?
Un abrazo enorme para todos. ¡Viva la música!
+ No al pase verde. No a la categorización de las personas. +
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Gabriel Brikman (área 51)
músico / productor / comunicador / gestor cultural
Responsable del proyecto de comunicación Distorsión
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