Charly López es sinónimo de Alvacast, el grupo de metal que inició en la década de los ’80 y que marcó una época, abriendo un camino para muchas bandas de metal. Pioneros en el profesionalismo de gestionar a la banda, de la mano de su manager Claudio Picerno supieron trascender fronteras a través de su buena música. Este 2019 tiene a Charly mirando con atención a nuestro panorama local, a pesar de la distancia. Y Alvacast sigue presente en la actualidad, no sólo por lo realizado sino por el futuro, como casualmente nos pasa a nosotros con nuestra revista y nuestro blog. Viejas líneas férreas a las que se agregan nuevos ramales.
SR: Repasemos un poco tu carrera.
Charly: Antes de Alvacast, yo tocaba en Mamut. Cuando tocamos en el escenario del lago del Parque Rodó, los futuros Alvacast Tycho y Bhilo me vieron, y cuando terminó el toque, vinieron y me dijeron que querían hacer una banda. El resto es historia conocida. Con Alvacast grabamos dos discos, después salimos en un par de compilaciones y salieron un par de discos más con grabaciones en el estudio, pero eran toma 1. Con Alvacast fuimos a Argentina y Chile, y en el ’92 nos fuimos de Uruguay para Montreal, Canadá. Allá tuvimos que empezar de cero. Estuvimos un par de años y comenzaron algunos problemas con la banda, por lo cual terminamos separándonos en el ’94. De ahí, me metí en otra banda que se llamaba Boize, con la cual estuvimos un tiempo. Luego decidimos volver con Alvacast, y estuvimos un año. Al final tampoco salió y nos separamos de nuevo, ahí ya definitivamente. En el ’95 me metí con un tributo a Iron Maiden, que lo hice durante 10 años allá en Montreal. En el ’99 decidimos reunirnos de nuevo con Alvacast. Vinimos acá a Uruguay y tocamos en La Factoría con Chopper. Yo seguí con mi tributo a Iron Maiden, pero iba escribiendo canciones mías. En el 2005 grabé un disco con una banda que eran casi los mismos del tributo. Uno de los guitarristas armó una banda que se llama Tears For The Dead Gods, y grabamos un disco de rock progresivo. Tocamos unas cinco o seis veces, y lo único que logramos fue abrir para Belladonna, el cantante de Antrax. Después yo me mudé a Costa Rica. Allá me tuve que reinventar, porque donde yo vivo el heavy metal no existe, es zona turística. Tuve que salir con mi guitarra a cantar canciones. Toda mi vida escuché heavy metal, pero también escuché a Creedence, Beatles, Pink Floyd, Zeppelin, así que voy tocando todo ese tipo de música. En el 2011 grabé un disco solista, que fue la primera vez que lo hice. Se llama “Un Vaso de Vino”, porque el tema que se llama como el disco, lo escribió un amigo mío, Leo Rodríguez, que justo falleció durante la grabación del disco. A partir del 2009 empecé a venir a Uruguay. Ese mismo año hicimos un toque con Siria en La Trastienda, y en el 2015 hicimos una reunión con Alvacast. Después de esto, ya quedó como banda; seguimos, pero no estamos haciendo ninguna presentación en vivo.
SR: Ese derrotero te ha dejado un montón de experiencias, pero el heavy metal estuvo siempre presente.
Charly: Sí, siempre. He cantado de todo, he estado en grupos de música disco-rock para eventos corporativos, grupos de rock clásico, de blues, de todo. Muy enriquecedor todo ese tipo de música, pero siempre con el tributo a Iron Maiden, con el heavy metal ahí.
SR: En la escena del metal local, comparado con hace 30 años atrás, ¿cuáles te parece que son las diferencias?
Charly: Hay diferencias y no hay diferencias. Lo que está mejor es que hay más acceso a buena equipación, es posible tener un Marshall y una buena guitarra. La organización de eventos está buenísima, ahora son a nivel internacional. Lo que no avanzó nada es la integración del heavy metal en la sociedad, creo que sigue marginado y capaz que hasta un poquito más ahora. Porque por lo menos cuando yo estaba acá, había como un movimiento y el heavy metal iba como colgado de ese ómnibus. Ahora no hay mucho de eso, me parece, capaz que me equivoco.
SR: ¿Por qué te parece que está pasando eso? ¿Es la gente, son los grupos…?
Charly: Una de las cosas que creo que pasa y que pasó a nivel internacional, es la división del metal. Al metal se lo dividió en 200 mil géneros, y lo único que logra eso es dividir a la gente también. Creo que eso se hizo a propósito a nivel internacional y llegó acá también, es mi opinión.
SR: ¿Con qué finalidad?
Charly: Para mí que el heavy metal se venía como un movimiento muy fuerte. Y una manera de frenar eso fue dividirlo, y ahora no tiene la fuerza que tenía antes.
SR: Todas esas divisiones del heavy metal, ¿fueron como especializaciones del género?
Charly: No sé. Como que tenías el tronco de un árbol y ahora tenés un montón de ramas. Es un árbol grande pero cada rama está por su lado.
SR: ¿Hay alguna forma de “solucionar” esa situación?
Charly: Está difícil. Una de las ideas que tengo y que me parece que habría que revisar y ver si se puede hacer, es integrar más el heavy metal en la sociedad, que no sea siempre el movimiento marginado. Una de las formas de hacerlo es con la lírica, con las letras. Yo lo comparo con el tango, que es como el heavy metal: empezó con un cierto tipo de gente que tocaba eso, pero en las letras se habla de personajes y de lugares, y la gente se identifica con eso. Eso es lo que creo que habría que hacer dentro del heavy metal clásico, que es en el que estoy yo. Una de las maneras de integrar el movimiento a la sociedad es reflejándola, pero no solamente diciendo que está todo mal, sino que haciendo referencia a lugares y personajes del movimiento, contar cosas e historias.
SR: Esa postura dura, de denuncia, es parte del metal. Cambiar esa estructura de letras debe ser un proceso.
Charly: Es un proceso, sí, una adaptación. Si vos escuchás el heavy metal europeo, montones son canciones de amor, que nosotros no estamos en ésa, no es ésa la salida. Pero en esas canciones de amor se reflejan personajes y lugares.
SR: ¿Te parece que la percepción de la sociedad sobre el metal y los metaleros en nuestro medio ha mejorado algo en estos 30 años?
Charly: La sociedad se acostumbró a ver peludos con campera de cuero. En ese sentido se avanzó, sobre todo por la policía, que antes te paraban y te pedían documentos porque andabas con campera de cuero y pelo largo.
SR: Los problemas están instalados en otros lados.
Charly: La sociedad y la policía se dieron cuenta que para ser un malandra no necesariamente tenés que tener pelo largo y campera de cuero. La mayoría de los delitos que se cometen es por gente que no necesariamente tiene el pelo largo o campera de cuero. A veces hasta tienen saco y corbata.
SR: A nivel local, ¿cómo ves a los grupos integrantes del movimiento metalero?
Charly: Hay muy buena relación ahora. Como siempre, hay alguna bandita que se pelean, pero eso siempre existe. Hay mucha camaradería, y lo que hay lindo, también, es cierta nostalgia, porque estamos las bandas viejas y están las nuevas. Entonces ya se está armando como una familia.
SR: Eso está bueno porque hay referentes ahora, cosa que uds. no tuvieron.
Charly: Nuestros referentes eran internacionales. A nivel local, muy poco. Podría decir que Psiglo fue un referente porque nos gustaba mucho la música que hacían cuando se acercaban a lo que era el hard rock.
SR: Pero no estaban activos cuando uds. estaban tocando, que es la ventaja que tienen las bandas de ahora.
Charly: Sí, cuando el movimiento empezó, con Ácido, Alvacast, Sádica, Chopper, no había referentes locales.
SR: ¿No te parece que hay bastante rotación entre los integrantes de las bandas a nivel local?
Charly: Eso creo que es normal, en el sentido que, cuando yo vivía en Uruguay, era impensable cantar en otra banda que no fuera la tuya. Hoy en día tienen hasta cuatro. El músico está más abierto y puede tener un grupo de metal, de hard rock o de blues.
SR: También lo que se nota es que los músicos jóvenes que tocan metal vienen como con cierto profesionalismo, cosa que antes no se daba. ¿Qué pasó ahí?
Charly: No sé qué pasó, si es a nivel espiritual o qué, pero hay niños que ya nacen sabiendo tocar.
SR: Antes se iba a ver un recital de metal a ver qué pasaba, pero hoy vas a un recital de metal y sabés que el sonido va a ser bueno y las bandas van a ser profesionales en su mayoría.
Charly: Exacto. Eso fue el cambio que hubo en la infraestructura en los eventos. Antes había toques en que no se escuchaba nada, nosotros le decíamos “la bola de ruido”. No había experiencia en los sonidistas para hacer sonar bandas de metal. Fuimos aprendiendo todos juntos: sonidistas, plomos, organizadores, los grupos. Eso es lo que me gusta cuando me acuerdo de esa época, que fue una escuela y estábamos todos en primaria.
SR: A nivel internacional, el rock está como en receso por lo menos a nivel comercial. Pero al metal no le pasa eso. ¿Tiene más vigencia que el propio rock?
Charly: Sí, el metal está súper vigente, sobre todo en Europa, donde hay festivales todo el verano con 10.000 personas todo el tiempo.
SR: ¿Por qué pasa eso? ¿Hay un público más fiel?
Charly: Depende mucho de la audiencia, la del rock capaz que es más vieja que la del metal. Lo que veo es que en el metal siempre se van agregando generaciones. Después lo otro, creo que es un aspecto de negocio. Creo que va todo por los inversores, quien invierte en el rock y quien en el heavy metal, y uno invierte en lo que le da más. Probablemente en Europa el heavy da más que el rock. Acá en Uruguay creo que es al revés. El heavy metal acá no tiene inversores, productores grandes que impulsen.
SR: Sigue siendo más de autogestión.
Charly: Creo que se ha mejorado mucho en ese aspecto, también. Antes nosotros teníamos que salir a poner los posters en la calle. Pero yo no veo inversionistas que impulsen para hacer un festival de heavy metal. Lo hubo, porque Claudio Picerno realizó muchos festivales. Ahora como que se frenó, se da como por ciclos.
SR: ¿Qué planes de futuro tenés?
Charly: Yo quiero seguir viniendo a ver a la familia y tocar. Quiero ver si se pueden renovar lo lazos con Buenos Aires e ir a tocar allá. Y eventualmente en Chile, también. Me gusta venir acá y hacer música.
SR: ¿De la mano de Alvacast…?
Charly: De la música de Alvacast. Alvacast con los integrantes originales ya no creo que se pueda volver a hacer. Ojalá me equivoque, pero por ahora, no. Pero estoy yo, y mientras esté yo, hay Alvacast y voy a seguir cantando música de Alvacast para la gente que le gusta escuchar
SR: ¿Puede haber una evolución de Alvacast, sus temas más lo que vos puedas crear con otros músicos?
Charly: Sí, eso también es una posibilidad. Hay temas de Alvacast que ni siquiera se han grabado, que yo los tengo. Son temas que podrían ir en un disco o en vivo, pero mientras yo esté acá, va a haber música de Alvacast. Eso es seguro.
Ariel Scarpa