Otra fría noche de invierno para calentarla con rock and roll. El sótano de Tazú fue el lugar elegido por Cooper y Los Hombres Bestia, Capitán Tormenta y Los Chanchos Salvajes para presentarse en conjunto y dar un show en el cual la temperatura subió unos cuantos grados. Rock + rock + rock para el público presente, que supo disfrutar viendo, escuchando, cantando y haciendo pogo. ¿Qué más?

La noche la abrió Cooper y Los Hombres Bestia, con una contundente presentación. Apoyados por Gabriel González en la guitarra, arremetieron desde el inicio con su propuesta llena de energía rockera y de excelentes temas. Iniciaron el repertorio con “La calesita”, y fueron desfilando distintas canciones con una energía contagiosa. “Tele prendida”, “Lo que nos queda”, “Quizás” y “La esquina baldía” fueron algunos de los que sonaron esta noche. La banda también contó con la participación de destacados invitados: Parodi en “No puedo dormir” y Orlando Fernández en “Frágil”. También hubo lugar para un poco de “Uno, dos, ultraviolento” de Los Violadores en “No me importa”. Una actuación potente y redonda, totalmente disfrutable.

A Cooper le siguió Capitán Tormenta, quienes con el apoyo de Orlando Fernández, Hernán Romay y Fernando Rengo, entregaron toda su música y emoción a los presentes. Con una propuesta cuidada, manejando distintos climas a lo largo del show donde el rock también dijo presente, pudimos escuchar varias de sus canciones, como “No dejo de pensar” para abrir el show, “Espero me salga bien” con su homenaje al Pepe Guerra, “El último bastión”, «Miró su reloj» con estrofas de «Heroin» de Sumo, “Anillo de fuego” y “Despertar”. A lo largo de la actuación, hubo cambio de instrumentos entre los integrantes, alternándose en guitarras eléctricas, acústica y bajo, enriqueciendo lo ofrecido. El cierre estuvo dado por dos covers: “Psycho killer” y “Rockin’ in the free world”.

Para cerrar una noche redonda, hace su aparición Los Chanchos Salvajes. Con su propuesta contundente y arrolladora plasmada en canciones cortas y potentes, terminaron de elevar la temperatura de la noche. Sus armas fueron un rock and roll y letras directas, a las que el público apoyó coreándolas. “Nunca se sabe” tuvo la misión de abrir la noche, seguido de otros temas como “Alejo!”, “Reina”, “La perfecta imperfección”, “La rana hervida” y la sorpresa final antes de los bises: “La barométrica”, canción que fue especialmente presentada por Parodi y que fue altamente disfrutada por la gente. Un trío con un desempeño impecable para llenar de rock el recinto y las almas de los presentes.

Tremenda noche, donde la paliza de rock que recibimos nos permitió subir la energía al máximo. Tres grandes bandas con un excelente repertorio seleccionado de sus muchos buenos temas, presentándose en uno de los mejores lugares para hacerlo. Sonaron más que bien, dejándonos a todos con ganas de que la noche no acabara. ¡Gran toque!

Ariel Scarpa