Capitán Tormenta es la banda que se desprende de Rouge. Este 2022 lanzaron su disco homónimo que fue una pieza muy interesante que analizamos en nuestras páginas hace poco tiempo atrás. El interés que despertó inicialmente ya con los avances del mismo, nos llevó a concretar esta entrevista a las puertas de la presentación del disco y de la banda en Sala Magnolio el próximo 15 de diciembre. Fernando Novelli (guitarra, bajo, teclados), Santiago Lema (voz, guitarra y bajo) y Daniel Yaffé (baterías, percusión), a quienes se suman Orlando Fernández y Hernán Romay en carácter de integrantes definitivos de la banda, serán quienes podrán la música sobre el escenario de la sala, con la participación de los invitados del disco. Para charlar sobre todo esto, nos reunimos con Fernando y Santiago.
SR: ¿Cómo fue la evolución de Rouge a Capitán Tormenta?
Santiago: Nosotros éramos integrantes de una banda que ya a esta altura tendría 20 años. Rouge era una banda under con todas las características de una banda under poco exitosa, desprolija y…
Fernando: Caótica.
Santiago: No he tocado en otra banda que no sea Rouge.
Fernando: Cuando los conocí tenía 18 ó 19 años y estaba tocando con mi primera banda. Conocí a Daniel Yaffé, baterista de Rouge, dejé la banda en la que estaba y empecé a tocar en Rouge.
Santiago: Toda nuestra carrera musical se desarrolló en esa banda con la dinámica de esa banda, donde yo tocaba el bajo y no cantaba. Éramos cuatro, donde había un frontman compositor, cosa no menor porque nosotros no componíamos. No compusimos hasta la disolución de la banda, hace cinco años. Ahí es donde estuvo el primer desafío con Capitán Tormenta.
Fernando: En Rouge yo era el guitarrista. Nunca había tocado otra cosa más que la guitarra dentro de Rouge. La banda no se termina disolviendo sino deteniendo, porque en realidad nunca llegamos a tener una conversación al respecto dentro del caos propio que tenía Rouge, que era el atractivo y que fue lo que terminó haciendo que implosionara. Se había vuelto una cosa demasiado caótica. Yo siempre digo que la energía estaba muy por encima de la canción; importaba más la energía que detenerse en la canción, si bien entiendo que había muy buenas canciones.
Santiago: Al ir creciendo, la inquietud por la parte delicada de la música, aflora. Y fue lo que nos unió a Daniel, a Fer y a mí, lo que nos impulsó a seguir juntos y que genera este proyecto.
Fernando: En 2017 Rouge, de forma natural, se detuvo y nosotros tres decidimos seguir haciendo música juntos. Nunca habíamos tocado con nadie, así que para aprender a tocar con alguien, era tarde. La verdad es que nos conocemos de memoria. Ahí nos propusimos hacer algo, pero no había un objetivo ni siquiera de tener una banda, mucho menos de grabar un disco. Daniel dijo una frase: “Planeemos la obra canción a canción, y vemos qué hacemos”. No fue más que eso.
Santiago: Ahí empezamos a componer literalmente. Mis primeras composiciones las hice a los 42 años, muy apoyado por ellos.
SR: Tuviste un cambio muy grande ahí.
Santiago: Ni me lo recuerdes que aún no hemos tocado en vivo (risas).
Fernando: Esto fue bastante más novato de lo que parece. Habíamos hecho algún temita en Rouge, pero la primera vez que nos sentamos a hacer una canción nos dimos cuenta que había que romper la vergüenza de empezar a escribir entre todos. Si tengo una idea, tengo que poder compartirla. Agarramos un cuaderno cada uno y empezamos a escribir las canciones frase a frase, al punto de que hoy no tenemos idea de quién compuso qué o qué arreglo es de quién. El otro reto que también tuvimos es que Santi tocaba el bajo, yo la guitarra y Daniel la batería, y teníamos la necesidad de colocar sonidos distintos, otro tipo de textura, matiz o arreglo. Éramos concientes de que necesitábamos otro tipo de guitarras, guitarras acústicas, teclados, Hammonds, trompetas, percusiones, un montón de elementos que nunca habíamos manejado. Lo que hicimos fue empezar a aprender. Nunca había tocado el bajo en una banda y en este disco grabé muchos bajos, Santi nunca había tocado viola y las guitarras son de él. Yo nunca había tocado teclado; fui a clases y grabé todos los teclados del disco. Fue la forma que encontramos de tener un sonido distinto.
SR: Entonces más que una evolución de Rouge a Capitán Tormenta, hay un corte buscando una diferencia, ¿no?
Santiago: Creo que no buscando la diferencia, sino que se dio de hecho por esto que justamente contamos recién. Hay hilos de influencias en común con lo que era Rouge, casi todos son los mismos. Nada más que acá como que podemos aplicar otras cosas más tranquilas o con otra búsqueda.
Fernando: Lo que nos pasaba a veces es que, por ejemplo, nos encanta Nick Cave, nos destroza el alma alguno de sus pianos, o nos emocionan algunos arreglos de Beck…
Santiago: Que en Rouge podíamos hacerlos perfectamente, pero era como un embole, porque requiere cierta paciencia en desarrollar esas cosas, que en ese momento no existía.
Fernando: Y acá dijimos que si nos encantan los pianos, un arreglo de cuerdas o meter una computadora en un tema, ¿por qué no lo hacemos? Ése fue el cambio, el animarse. El día que entramos al estudio, dijimos “no nos quedemos con ganas de nada”. Si alguien quiere meter una tumba, vamos a meter una tumba. Vamos a romper con ese precepto de que en el rock, mandar la tecla al frente… vamos a mandar el Hammond al frente.
Santiago: Lo que hizo que estuviéramos tres años grabando (risas).
SR: Les vino bien la pandemia, entonces.
Santiago: Sí, la pandemia fue fundamental para esto, porque nuestro tiempo lento pasó más desapercibido.
Fernando: De igual forma, no paramos nunca. Y tampoco nos habíamos propuesto tocar este disco: tocar no era un objetivo, era grabar. Dijimos de grabar una canción, y si teníamos 10, hacíamos un disco. Y cuando tuviéramos un disco, veíamos si algún día tocábamos. De hecho el 15 de diciembre es la primera vez que nos presentamos en vivo. No sé si hay muchos antecedentes de que una banda presente un disco la primera vez que toca. Y sumando dos elementos como Orlando Fernández y Hernán Romay, porque lo que pasó fue que en un momento vimos que nos faltaban jugadores en la cancha.
Santiago: Como no nos quedamos con ganas de meter nada, para interpretarlo en vivo como trío, era imposible.
SR: ¿La propuesta pasa por ser lo más abiertos posible o buscan algo particular?
Santiago: No sé si lo más abiertos posible o lo que decía Fer de no quedarnos con ganas de nada, que eso puede ser ir para un lugar totalmente diferente a lo que hacemos o seguir en lo mismo pero con pequeños matices.
SR: ¿Siempre dentro del rock?
Santiago: Sí, en su amplia acepción.
Fernando: Sí, el rock como actitud. Pero en realidad no sé a qué le llaman rock, de verdad te lo digo.
Santiago: Yo creo no va más como una actitud revolucionaria sino como una forma de concepción de la música, que es súper amplia.
SR: Pero es un disco de rock.
Santiago: Yo creo que sí.
Fernando: Sí, sí, claramente. Para lo que hay en el ambiente, es un disco de rock. En cuanto a género, a cómo fue grabado, cómo lo concebimos y por nuestros orígenes, es un disco de rock. Ahora, está incluido Pepe Guerra, y para mí Pepe tiene muchísimo rock. Entonces, es más en la actitud que en lo musical.
SR: ¿Cómo definirían al disco?
(Se genera un silencio)
SR: Si quieren lean el comentario en Sólo Rock (risas).
Santiago: Sí, ahí está muy bien definido. Creo que es todo lo que tuvimos ganas de hacer durante estos 20 años y que no tuvimos el lugar de hacerlo.
SR: Una tormenta, digamos.
Santiago: Sí.
Fernando: Creo que el disco es una gran unidad de muchas canciones, que desde el día en que empecé a entender el disco conceptualmente, siempre entendí que podían ser canciones de discos distintos, incluso hasta de bandas distintas. Sin embargo, logramos en 10 u 11 canciones mostrar todo lo que nosotros tenemos.
SR: Pero tiene un denominador común.
Santiago: Sí, sí.
Fernando: Porque nacen de las mismas personas. No buscamos que hubiera un hilo conductor.
Santiago: También creo que se da porque todas las canciones fueron compuestas en un lapso de tres años. Uno está como en un momento de su mente que es más o menos el mismo, con más o menos las mismas situaciones familiares. No es la experiencia de cuando teníamos 17 años, en estas canciones, al menos.
Fernando: Por ejemplo, hay muchas canciones que en las letras están desde la perspectiva de que somos padres, que eso antes no hubiese sido tan posible. Y no por eso dejamos de hacer referencia a un montón de salvajismo que también está vigente hoy. Es un disco para nosotros.
SR: Personalmente me gustó mucho lo que hicieron con “Ring of fire”. Se sabe que es un temazo, pero uds. le dieron una vuelta para que casi no se reconozca y sigue siendo un temazo.
Santiago: Con Rouge ya lo hacíamos en inglés, de hecho era de los pocos que cantaba yo.
Fernando: Cuando una banda hace un cover, generalmente lo que hace es encontrar cuál es el arreglo que identifica al tema y basa su versión en ese arreglo. Después lo podés mover de género o de instrumentación. Pero para que el tema sea reconocible, encontrás ese leitmotiv y lo respetás. Nosotros lo que hacíamos ya con Rouge, era todo lo contrario: el leitmotiv del arreglo de este tema es como una escala de notas con la guitarra que fue justamente lo que sacamos primero. Era ver qué pasaba con esa canción si le sacabas el leitmotiv, si sobrevivía, y encontramos que sí. No es muy normal que eso pase.
SR: No sé si sobrevive o uds. le dan otra vida.
Fernando: Bueno, no puedo opinar… me encanta que digas eso (risas).
Santiago: A mí me pasa que cuando lo estamos tocando y lo estoy cantando, estoy cantando “Ring of fire”, o sea, me siento Johnny Cash. Capaz que eso tiene algo que ver con la impronta que le damos.
Fernando: Johnny Cash es un personaje muy especial para nosotros, porque lo escuchamos y tiene canciones que para mí son desgarradoras. Es un tipo que en su momento fue rupturista. Siempre supimos que “Ring of fire” era parte de la influencia fuerte nuestra. Y eso es parte de no quedarse con miedo a nada, ¿no? Atreverse a traducir una letra de un monstruo como Johnny Cash en Uruguay, agarrar un tema de él y quitarle la impronta que es el leitmotiv, era jugado. Cuando grabamos ese tema, antes de lanzarlo en el disco, nos contactamos con la fundación de Johnny Cash, su museo que está liderado por su mujer, y le mandamos el tema. Nos felicitaron, tuvimos el beneplácito de ellos, y con ese OK decidimos largarlo y que opinen lo que opinen.
Santiago: No lo escucharon, calculo, y dijeron que sí por buena onda (risas)
Fernando: Dijeron que era una hermosa versión y nos dieron para adelante.
SR: ¿Por qué seguir rockeando después de tanto tiempo?
Santiago: No conozco otra manera de sostener el día a día. Si no me junto con éstos todos los martes, no sabría cómo sostener todos los otros avatares. Si no tuviera esto, no me levantaría a las 6 de la mañana y diría “vamo’ arriba”, habría pocos motivos, lamentablemente. Capaz que es horrible lo que estoy diciendo, qué triste, pero es lo que siento.
Fernando: Yo tampoco conozco otra manera. Los tres laburamos, nos levantamos a las 7 de la mañana. Algunos tenemos la suerte de trabajar en lo que nos gusta, otros no. Llegás a tu casa, tenés una familia hermosa, pero siempre te movés dentro de ciertos ámbitos donde tenés que responder. La música creo que es lo único que a nosotros nos permite no tener que responder nada a nadie. Es un momento que tenemos para nosotros donde podemos expresarnos, para desarrollarnos artísticamente como personas. Y para nosotros es muy especial, porque cuando digo que somos familia, es porque somos familia. A esta altura de mi vida, no concibo hacer música con otras personas que no sean ellos.
Santiago: Comparto.
Fernando: Nosotros siempre fuimos bastante outsiders de lo que es la movida de la música en Uruguay. No somos de frecuentar círculos ni de compartir. Creo que lo de compartir un grupo de Whatsapp con otros músicos es lo más cercano que yo he estado de la movida musical en 25 años que hago música. Entonces las referencias musicales que conozco son con ellos.
SR: ¿Qué tienen pensado para la presentación del disco este próximo 15 de diciembre?
Santiago: Vamos a tocar todo el disco y un par de cositas más que tenemos ganas de hacer. Van a estar todos los invitados: Alejandra Wolf, Fabián Furtado, Verónica Ramos, Pepe Guerra.
Fernando: Los últimos tres años estuvimos trabajando para este show. De verdad que el objetivo es paso a paso: una canción, el disco, esta presentación. No tenemos confirmadas otras presentaciones. Vamos a estar hiper acompañados por dos personas que se unieron a este grupo como si fueran parte de toda la vida.
Santiago: Orlando nos grabó el disco.
Fernando: Estuvo durante tres años en la mesa con nosotros.
Santiago: Ya forman parte del equipo, son capitanes tormenta.
Fernando: Nunca concebimos sumar a alguien por un show; si venís, entrás.
Santiago: Orlando tocó en Rouge, así que ya era como uno más. Y Hernán termina siendo uno más. Nos costó un montón incorporar gente porque priorizamos mucho más la parte humana, más que cómo tocara.
Fernando: Tuvimos conversaciones en bares durante tres años una vez por semana para tomar la decisión de a quién incorporar. Pero no es por estrellas, es porque queríamos tener la certeza de que esa persona estuviera todo bien con nosotros, y nosotros sentir que está todo bien con ellos como para compartir todo esto que les estamos contando.
Santiago: Que no rompiera esta bola de cristal. Porque tampoco podía ser un súper virtuoso que se viniera a burlar de nosotros (risas).
Fernando: Es un show muy especial que además va a abrir Nico Framel. Queríamos que fuera un lugar que, a nuestro entender, representara lo que este trabajo representa. Creo que la Sala Magnolio es un muy lindo lugar para eso. Aparte, permite que estén los niños en el show.
SR: ¿Qué expectativas tienen para el show en sí mismo y para después?
Fernando: Para el show, así como no quedarnos con ganas de nada, que nada falle. No sé si alguna vez en 20 años intentamos cuidar los detalles como esta vez.
Santiago: Yo estoy seguro que no.
Fernando: No estoy preparado emocionalmente para que este show falle (risas). Lo que queríamos era que este disco nos guste a nosotros y a la gente que está al lado nuestro, y haber logrado colocar en un grupo de 10 canciones todo lo que intentamos aprender a hacer en este tiempo y teníamos ganas. Con cuarenta y pico de años, es más que suficiente, y más en este contexto de la música uruguaya. ¿A qué vas a aspirar?
SR: Pero la música sigue.
Santiago: La música sigue, ya tenemos canciones nuevas. Queremos ir paso a paso, porque aparte de amigos, somos muy ansiosos (risas). Ahora consolidamos una forma de laburo segura que nos permite dar pasos concretos.
Fernando: Tuvimos una conversación respecto a en qué formato lanzábamos el disco. Entendimos que el formato CD ya no se escucha. Nosotros escuchamos música en vinilo, propio de nuestra edad y de ser melómanos, pero no le puedo pedir a alguien que compre un vinilo que vale arriba de $2.000; es un formato caro de comprar y de producir. Entonces decidimos largarlo en plataformas digitales. Como somos de la vieja escuela, necesitamos un formato físico que lo apoye, y qué mejor formato físico que una botella de cerveza (risas).
SR: ¿Cómo surge esa idea? Porque es muy original.
Santiago: Surgió de charlas de bar. Primero iba a ser un vino, pero era mucho más complicado.
Fernando: La idea era: ¿en qué formato físico podemos lanzar el disco sin que sea un disco? Si está subido a las plataformas digitales, tenemos que darle a la gente un elemento para que lo pueda descargar. Como es para una sola vez, tiene que ser un objeto efímero. Para que fuera una botella de vino había ciertas restricciones bromatológicas que no hacían que fuera tan sencillo hacer una botella de vino propia. Entendimos que con la cerveza era un poquito más viable.
Santiago: La botella tiene la ficha técnica como un librito de CD con la lista de temas y dónde está grabado.
SR: Gran desafío para el próximo formato.
Santiago: Sí, hablábamos de eso, pero bueno…
Fernando: Una tira de asado (risas).
SR: ¿Por qué Capitán Tormenta?
Santiago: Habíamos empezado con que se llamara como un luchador mexicano que se llamaba Fray Tormenta, que es el que inspiró la película de Jack Black, Nacho Libre. Era un fraile que por las noches se ponía una máscara e iba a luchas clandestinas. Siempre ganaba y esa plata la volcaba en los chicos a los que cuidaba durante el día en la iglesia.
Fernando: La palabra fray nos hizo un poco de ruido.
Santiago: Tormenta sí nos encantó.
Fernando: Nos terminamos inclinando por la palabra capitán –voy a citar a mi amigo Daniel– “no por el rango militar sino por lo del equipo de fútbol”. Así que quedó Capitán Tormenta. No queríamos que se llame “Los”.
Santiago: Tenía que ser como un nombre propio, como una entidad.
Fernando: Porque como no sabemos qué va a pasar con este proyecto, capaz que mañana queda con un disco sólo de Santiago, o cabe un disco mío o de Daniel. No sabemos cómo puede llegar a evolucionar, sobre todo entendiendo cómo fue concebido. Tormenta nos pareció una palabra que tiene fuerza, y Capitán del equipo, también.
SR: ¿De quién es el arte?
Fernando: El arte es mío. Yo venía trabajando en los artes de Rouge. Queríamos que el arte del disco fuera sólo el logo de la banda. Es una mano como de capitán sosteniendo la fuerza del disco. Es simplemente eso. Que el disco viva por las canciones y no por un diseño o una fotografía.
SR: ¿Dónde se compran las entradas para el toque?
Santiago: Tickantel y en la puerta.
Fernando: Están a $600 y hay un descuento del 15% con Tarjeta Santander
Winston Estévez y Ariel Scarpa