Finalmente llegó el día de la doble presentación de Capitán Tormenta. Doble porque anoche se presentó la banda y su disco frente a su público. Y esto último aplica en un 100%: era su público, sus seguidores, amigos y familia, que colmaron la Sala Magnolio. El ida y vuelta tan necesario entre el artista y el público se dio naturalmente, pero apoyado en el elemento clave: la música. Un excelente rock sonando, vinculando a los artistas y al público, generando una cálida ola de energía que se mantuvo desde el principio hasta el fin.
Abrió la noche Nico Framel, invitado de Capitán Tormenta para irnos metiendo en el clima de esta noche especial. Armado sólo con su guitarra acústica y cuatro canciones combinadas entre temas propios y ajenos, Nico supo desenvolverse muy bien, a pesar de reconocerse nervioso para la ocasión. También según sus propias palabras, su actuación era la “calma que precede a la tormenta”, lo cual termina siendo una muy buena descripción de su actuación y de la que le seguiría. Aunque existía una diferencia entre ambas propuestas, de alguna manera se tendió un puente musical que Nico supo iniciar y sostener.
“Despertar” fue la canción encargada de abrir el show de Capitán Tormenta. Ya de arranque, muy buena elección del tema, que es de los más logrados del disco, y que también ofició como el despertar de la banda en este debut. Muy buen sonido en una excelente sala acertadamente iluminada como es Magnolio, sería el marco que de principio a fin tendría esta actuación de Capitán Tormenta, cuyas características más destacables fueron los cuidados puestos en la misma y lo familiar y emotiva que resultó. Una relación de cercanía constante que se tornó en una especie de regalo que la banda hizo a sus amigos, familiares y demás presentes.
Hubo tiempo de presentar las canciones de su disco homónimo y variadas sorpresas. Aparte de las inevitables evocaciones a Rouge, hubo lugar para los covers, ya fueran los esperados, como “Anillos de fuego” de Johnny Cash, o los más sorprendentes, como “In Bloom” de Nirvana. En todos los casos, el oficio de todos los músicos sobre el escenario y la combinación del cuidado y la pasión puestas en cada nota de cada canción, transformó el espectáculo en algo muy disfrutable.
También se hicieron presentes un par de invitados que tuvieron su participación en la grabación de dos canciones en el disco. Por un lado, Alejandra Wolff, que subió para interpretar “Miró su reloj”, y por el otro, Fabián “Chupete” Furtado, para hacerse cargo de su parte en “Shake it!”. Un par de luminarias más que se sumaron para aportar lo suyo.
Un cierre de la presentación del disco con “El último bastión” y del show con “Psycho killer” de Talking Heads, fueron dos puntos altos de los varios que tuvo el concierto, que ya de por sí fue muy profesional y de alto nivel. Una gran noche de rock en todos los sentidos.
Ariel Scarpa