Pirexia: … Es Pirexia

El toque de hoy de Pirexia en Santa Lucía junto a Alucinaciones en Familia sirvió de disparador para entrevistar a la banda. Si bien se trata de un (otro) toque puntual al que se suma el de Niceto en Buenos Aires al día siguiente, la excusa fue válida para hablar con Mauro (batería) y Joaquín (voz) de este momento que están viviendo, pero repasando inevitablemente algunas grageas de lo que fue la historia de Pirexia. Un reportaje no da para mucho con una banda con tremenda historia. Pero mientras alguien se decide a escribir seriamente la historia de lo logrado por esta banda, les compartimos la charla que tuvimos.


SR: Pensemos que hay un pibe de 20 años de edad y hay que explicarle qué es Pirexia.

Joaquín: Fue una banda que se crea porque cuatro amigos se encuentran en la adolescencia en un centro de estudios, con la misma necesidad de las realidades, porque vivíamos en el mismo pueblo. Vimos que nos gustaba cierto tipo de música y que todos curtíamos más o menos por ahí. Se da la casualidad de que somos todos guachos que queremos tocar y ninguno tocaba nada.

Mauro: Hay una foto de un cumpleaños en el fondo de la casa de Joaquín en que se ve que Rodrigo tiene un palo y Alfredo otro palo, Joaquín como un micrófono y yo me senté en una silla y como que le pegaba a algo; ya sabíamos los roles. Teníamos menos de 16 ó 18 años. La foto es de 1994.

SR: Ahí inicia, pero la banda llegó al tope de lo que se podía esperar en aquel momento.

Mauro: No fue de un día para el otro. Como dice Joaquín, primero nos encontramos con una afinidad musical, con algo muy, muy sólido que nos mantiene hasta el día de hoy. Ha pasado mucho; tenemos hijos, hemos tenido grandes desencuentros, situaciones personales de todo tipo, pero nos mantiene hasta el día de hoy como grupo humano de amigos. Hay algo que trasciende todo, que es indestructible, que es la amistad y el amor que tenemos entre nosotros como familia. Somos familia.

Joaquín: Por más que pase el tiempo y los avatares de la vida, siempre en algún momento volvemos a juntarnos.

SR: Es un grupo donde prevalece la amistad, que es un poco lo que muchos músicos quieren al principio al armar una banda, pero que es difícil de lograr.

Mauro: Nosotros nos formamos juntos, crecimos juntos, aprendimos a tocar juntos. Hay una cuestión que se da naturalmente, una sinergia y una conexión de este grupo humano, que es muy estrecho. Es un grupo en el que pasan cosas, se moviliza información, y si hay que poner las cosas arriba de la mesa, se ponen. Es parte del amor, también, esa corazonada que sentimos que tenemos derecho a mostrarnos realmente cómo somos y cómo sentimos. Está bueno poner eso como algo fundacional, porque a partir de ahí, todo es mucho más fácil, porque hay confianza y hubo un sueño que nos unió y nos mantuvo. Y después los roles, donde cada uno tomó uno distinto. Se dieron muchas cosas en el momento justo. Apareció la historia del hardcore con el “hazlo tú mismo” y ese mensaje, ese concepto, esa escena y esas bandas como Fun People y Los Crudos, esos grandes maestros que los tuvimos cerca. Tuvimos la suerte de encontrarnos y conectarnos, verla, mirarla y observarla.

Joaquín: Nosotros logramos subirnos a ese tren de la movida, primero por intermedio de las cartas y después con la apertura de los email. En el ’95 se da lo de Buenos Aires Hardcore y de la noche a la mañana, estábamos ahí.

Mauro: Estaban viniendo las bandas y mientras nosotros estábamos formándonos y empezando a grabar nuestros primeros demos, en un momento terminamos conectando con esa escena. Ya en el ’98 fue el momento en que la banda se consolida y empezó a hacer contactos buenos; sacamos un vinilo de 7’ en Estados Unidos con el sello Sin Fronteras Record. Sacamos un EP de cuatro canciones, habíamos sacado el demo. Y ya estábamos organizando en Uruguay los conciertos de Fun People y ya habíamos traído a Los Crudos. Teníamos una pequeña escena con bandas locales, como Malas Influencias, Cinco Sentidos y bandas amigas que estaban cerca, como Depresión Adolescente, Hablan Por La Espalda y Luchar Por Vivir. Éramos de distintos lugares, porque lo que pasaba en Las Piedras, de donde somos nosotros, era un mundo aparte, como lo que pasaba en Santa Lucía. Lo que pasaba en Montevideo era bastante distinto, pero la realidad es que estábamos en un momento de apertura, porque los recursos que teníamos eran muy limitados.

Italia (2002) European Tour

SR: Era un momento de apertura pero Pirexia tenía méritos para estar ahí, porque sino no hubiera ocurrido.

Mauro: Fue una banda que trabajó mucho. No sé si fue una banda virtuosa, pero hizo lo que tenía que hacer: se generaron los contactos que había que generar, se fue perseverante y constante con la comunicación y las grabaciones; grabamos todo lo que pudimos en un período de tiempo muy corto y que fue muy productivo. Ensayamos todas las semanas durante muchos años, participamos en los lugares que nos interesaba estar y conectar. Tomamos ejemplos buenos de otras experiencias. Agarramos un mapa y dijimos: “¿Adónde salimos?”. “Bolivia”. “Tenemos un contacto en Bolivia, vamos a escribirle”. “Sí, se puede”. “Bueno, ¿cómo llegamos a Bolivia?”. Llegamos a Bolivia. Había gente que tenía nuestra música, nuestros cassettes estaban copiados. Había pibes que en la casa tenían pintados en la pared mensajes de las canciones. En la calle, un muro impresionante escrito en gigante con una canción en una escuela. Ahí empezamos a delirar, porque todo era en base a mucho sacrificio. Sabíamos que llegábamos, pero teníamos que vender. Habíamos aprendido a hacer nuestro merchandising, remeras, stickers, nuestro fanzine; sabíamos cómo movernos. Chile fue una puerta muy grande que se abrió y vimos que había gente que nos conocía y nos escuchaba y les gustaba de verdad. El medio local siempre fue bastante particular, como diciendo “¿y éstos quiénes son?”. El mensaje nuestro era bastante positivo, no era destroy, todo roto, todo mal, era una estética más positiva. Pero también hicimos lo que había que hacer, mandamos los demos a las radios que había que mandar, participábamos de la movida de Lorena Bello con Agítese Antes de Oír, o Rock And Roll Radio, esos espacios que había que te abrían las puertas y donde la gente iba generando como una movida que te permitía que te mantuvieras. Así fue como un camino en el que también se consolidó con muchos viajes a Argentina, fortaleciendo vínculos y alianzas con bandas que venían mucho a tocar acá. Pirexia quedó como un referente de una escena independiente alternativa de hardcore punk de Uruguay, que hacía que mucha gente de cualquier parte del mundo que se quisiera contactar con alguien de Uruguay, llegara a nosotros. Así fue que conocimos en Buenos Aires, por ejemplo, en un concierto con Eterna Inocencia, a Santi Ric, que era un productor de Zaragoza, España, con un montón de años de experiencia y que había hecho giras en Europa, Estados Unidos y Sudamérica. Él nos propone hacer la gira europea y nos encontramos en ese momento en que teníamos esa oportunidad de ir a Europa por tres meses. Y había que llegar. Hay que ver el contexto, estábamos previo a la crisis de 2002 y somos hijos de trabajadores de clase… que no podría decir media; baja, te diría.

Joaquín: Ninguno teníamos nada resuelto, las familias no tenían nada resuelto.

Mauro: No nos faltaba nada, pero…

Joaquín: Las familias la pelearon para que nosotros estuviéramos ahí. Faltaban dos días para que nos fuéramos a Europa y yo venía consiguiendo la plata para el pasaje. Mi laburo me aportó, mi viejo, los patrones de mi viejo, también. Y tampoco sabíamos si les podíamos pagar.

Mauro: Nos decían que podíamos recuperarlo pero había que ser muy constantes, muy ordenados, y también lo fuimos.

Joaquín: Allá tuvimos muchas fechas.

Mauro: Tocamos mucho y hubo mucho merchandising.

Joaquín: Estábamos ahí y Mauro iba haciendo contactos para ir de una ciudad a otra. Y al final tuvimos la friolera de 44 shows.

Mauro: Fueron más. Yo tenía que habían sido 57 en 90 días, pero puede que hayan sido 44 en 80 días. Nos encontramos una escena con espacios muy bien autogestionados por los punks que te atendían de novela. Nos dejaban un catering que al principio no sabíamos si era de verdad.

Presentación del primer disco (1999) Arteatro

SR: “Nos van a cobrar”, ¿no?

Joaquín: La cuenta va a aparecer (risas).

Mauro: Había lugares donde tenían espacio para dormir. La hospitalidad era muy grande y te recibían con mucho cariño. Siempre te cruzabas con bandas que estaban de gira de otro lado. En resumen, fue el camino de mucho trabajo, mucha constancia y mucha perseverancia el que nos llevó a todo esto. En lo personal, fue mi universidad. Yo decidí no ir a la universidad a estudiar. Ese período de mi vida, de los 16 a los 26 años, se lo puse a Pirexia. A partir de ahí, tomé muchas cosas las cuales aplico hoy a mi vida, tanto profesional como personal, que aprendí ahí. O sea, es una escuela, fue mi universidad.

SR: Hoy por hoy, sos un empresario.

Mauro: Viste cómo es (risas). La banda ya sabía ahí, ya se la veían venir.

Joaquín: Este pibe no tiene techo. Imaginate, unos pibes de Las Piedras que estábamos en el liceo… verlo a él… era el pulmotor. Después cada uno tenía su rol.

Mauro: Se aprende. A veces uno se frustra y sufre porque pretende que la gente sea como uno. Y se aprende a entender que no es así, que cada uno es como es. En un momento me cayó esa ficha. Me llevó mucho tiempo entenderla, pero ahora que pienso y lo veo, las mejores anécdotas de la gira las tuvieron ellos, el resto de la banda; yo estaba durmiendo porque manejaba al otro día temprano (risas). Hoy, con el diario del lunes, te digo “qué lindo hubiera sido estar del otro lado” (risas).

SR: Joaquín se ríe mucho, así que me imagino…

Mauro: No, esto no sabés lo que fue.

Joaquín: Porque, claro, tiene razón. Ahora que lo vemos, el loco estaba en la organización de todo y nosotros estábamos bardeando.

Mauro: Y venían y te contaban las anécdotas, y yo estaba durmiendo y no me enteraba de nada. Un día estábamos en Francia y había sido una noche muy loca. Nos fuimos a dormir a una casa a la que nos llevaron los que organizaban. No había lugares para todos para dormir. Recuerdo que me agarré la cama de los tipos y en un momento me sacaron, así que me tiré en el piso al costado de la cama. Diego, el otro guitarrista, era como un socio, porque yo también me daba mis días de aventura, también. Pero Diego era súper correcto y sabía que me bancaba. El tour manager era el peor, él se reconocía como politoxicómano. Al otro día teníamos que ir a tocar a Bélgica, pero estábamos lejos, en una ciudad que se llama Tours. Me levanté y dije “nos tenemos que ir”. Los empecé a buscar y pregunté: “¿Dónde está Joaquín?”. En la casa tenían un pitbull que era malazo y lo tenían en un huequito en la casa, y Joaquín estaba durmiendo arriba de la cucha y el pitbull ni se enteró (risas). ¿Cómo no lo arrancó a pedazos?

Joaquín: Cómo no me mordió, no tengo idea (risas).

Mauro: No sabés lo que eran. Me puteaban, me decían “vos sos un policía, dejame dormir” (risas). Rodri terminó durmiendo en el living de una casa que no sabía de quién era (risas). No eran todos los días así, pero había anécdotas. Pero alguien tenía que poner orden. Al otro día salimos a la ruta y paramos en una estación de servicio. Alfredo, el bajista, se hacía el que estaba bien para que no lo rezongara. Se baja a cargar nafta y lo hace con un pucho en la boca. Le decíamos “vos estás loco” (risas).

Joaquín: Una vez había una pareja de militares que se casaban, y Alfredo va y se golpea la cabeza en la fuente de una plaza y se corta. Y la señora que se casaba, como era militar, tenía la obligación de atenderlo (risas).

Mauro: Lo que creo que todo esto representa es la experiencia de lo que llegamos a vivir siendo pibes de Las Piedras, de familias trabajadoras con recursos bastante limitados, pero con una fuerza tremenda que nos hizo grabar varios discos, hacer un montón de giras, y que de alguna forma, pueden pasar varios años como ahora, y tenemos una excusa para volver a encontrarnos. De hecho, con esta reunión y que se da lo de Niceto también en Argentina, va a ser impresionante porque van mil y pico de personas y hay como tremenda expectativa.

SR: ¿Por qué el regreso ahora?

Mauro: Muy espontáneo, no está pensado.

Joaquín: Si te ponés a mirar para atrás, nunca está pensado.

Mauro: La banda está parada, no hay interés de reactivar algo que nos genere a nosotros una dinámica de responsabilidad y compromiso.

SR: No hay una continuidad programada.

Mauro: No hay interés de eso, esto es puntual. El puntual significa que hoy estamos acá y lo vamos a gozar este fin de semana, no sabemos lo que puede pasar en el futuro. Cuando paramos la banda nos dimos cuenta de que ya no estábamos teniendo nada nuevo para dar, no estábamos con ganas de componer. Yo siempre creo que las cosas se tienen que terminar cuando ya están. Sí me siento re orgulloso de haber tenido una banda que duró 10 años y no una banda que tiene 30 años y está todo decadente como la vida misma. Yo veo eso y digo “mirá qué bueno”. Desde el 2005 que nos separamos al 2023, capaz que nos reunimos seis veces.

Alemania, Dortmund (2002)

SR: Hay una gran diferencia en la escena hoy comparado con los ’90, también.

Mauro: Sí. A mí me llama un chico que nos iba a ver mucho a Santa Lucía, que se llama Facundo, y me dice que estaba tocando Buenos Muchachos y se había encontrado con Joaquín conversando con Pau, de Alucinaciones en Familia.

Joaquín: Yo lo conocía de verlo en los toques y nada más.

Mauro: Yo lo re conozco a Pau, es un amigo con el que trabajamos juntos con el sello. Me sorprendió ese encuentro en un toque de Buenos Muchachos. Facundo me dice que, hablando, les gustó la idea de hacer un toque y que a él le encantaría producirlo y hacerlo en Santa Lucía. A mí, naturalmente, me generó una motivación muy grande primero el hecho de que haya sido a través de Joaquín y no de mí. Y después, que haya sido en un toque de los Buenos con Pau. O sea, me cerraba todo. Alucinaciones en Familia me parece una banda increíble, y dije “qué motivación tremenda volver a tocar y que le interese a Alucinaciones tocar con Pirexia”. Son pibes que ya tienen treinta y largos pero son generaciones nuevas, de otra escena, de otro palo.

SR: Eso es propio de esta época, en que está todo más conectado. Así que el señor (Joaquín) es el artífice.

Joaquín: No sé cómo salió, pero salió.

Mauro: Joaquín lo mandó a Pau a hablar conmigo, para que no lo mande a la mierda (risas). La realidad es que yo voy a ser el último que lo va a mandar a la mierda. Acá el que corta el bacalao en la banda, es Rodrigo. Y bueno, Carlos se entera de esto y nos dice que tenemos que ir a Buenos Aires. La inspiración que tuvimos siempre tanto con Fun People como con Los Crudos fue muy grande porque eran bandas que les funcionaba; no sólo tocaban, tenían su camioneta, sus giras y se habían hecho una forma de vivir de tocar. Nosotros no llegamos a eso, pero por lo pronto, la banda fue sustentable y logramos captar nuestro grupo de fieles seguidores y amigos que nos acompañaron durante muchos años y que fue siempre evolucionando. Hasta el día de hoy.

Joaquín: Hace poco me encontré de casualidad con Federico, el muchacho de La Paz que tiene un tatuaje de Pirexia en el brazo. Me dice: “Mirá, negro, que ya sé que tocan. Me voy para Buenos Aires contigo”.

Mauro: Siempre están pasando cosas, porque no te dejan.

SR: Pirexia genera cosas más allá de la música.

Mauro: Exacto, es también un misterio.

SR: ¿Qué expectativas tienen con el toque?

Mauro: Pasarla bien, gozar.

Joaquín: Pasar bien y que la gente nos vea tocar más o menos parecido a como tocábamos antes. Por eso estamos ensayando bastante.

Mauro: Estamos sonando sólidos. Es como un ejercicio que no nos representó un drama.

Joaquín: No es un martirio ensayar, lo hacemos porque queremos la impronta de hacerlo bien para que nos escuchen los que van a ir, por respeto a ellos y hacia nosotros.

SR: ¿Hay algún tema nuevo?

Mauro: No, no hay canciones nuevas, no era la idea, tampoco. No tuvimos el tiempo ni el propósito, digamos. Es un repertorio que abarca canciones de todos los discos. Va a estar lindo, intenso.

SR: ¿Lo van a grabar o filmar?

Mauro: Lo que la gente capte, nosotros no programamos nada. Estamos tratando de dejar todo librado a que nosotros podamos vivir la experiencia con tranquilidad, no tener que estar ocupándonos de demasiadas cosas. Mandamos a hacer unas remeras, un merchandising…

Joaquín: Como para dejar un recuerdo, digamos.

Mauro: Creo que en este momento somos más de la idea de que esto fluya y se dé naturalmente.

Plaza Mateo (ex Laskina) al regreso del European Tour

SR: El toque es a las 12 de la noche. Es a la hora de los toque de antes.

Mauro: Exacto. Santa Lucía sigue viviendo la vieja escuela, por eso es que va haber que dormir.

SR: ¿Qué nos pueden contar del toque en Buenos Aires?

Mauro: Llegar a Buenos Aires y tocar con Boom Boom Kid en Niceto, donde vas a ver gente volando… o sea, agarrar ese escenario, es un sueño. ¿Qué esperamos? Creo que, en ese tiempo y ese momento, estar lo más conscientes y vivos posible de que eso también nos lo ganamos. Eso es otra cosita más en la historia de nuestro grupo humano, nuestra amistad. Si en la vida te llevás cosas, ésta yo me la llevo al jonca.

SR: Se nota un entusiasmo y una energía en uds. que quizás algunas bandas que están rodando, no lo transmiten.

Joaquín: Es como un agradecimiento que a mí me sale. Yo le agradezco a la vida por haber estado en aquellos momentos y estar ahora. Hay una canción de Pirexia que dice: “Necesito un transportador que me lleve a estar con vos”. Yo voy a tocar a Niceto a Buenos Aires como fui la primera vez con Fun People. Es como que estoy ahí, en un limbo que me lleva a vivir cosas que las hice cuando guacho. Me da alegría, energía, me motiva.

Mauro: Vos pensá que a nosotros se nos abrió el mundo con la banda. Si no hubiese sido por la banda, yo no sé si estaría haciendo lo que estoy haciendo ahora. Porque haber viajado en ese momento con 20 años, haber llegado a Latinoamérica, a Europa y ver otra realidad y decir “¡pará…!”. Mirá que Las Piedras es una ciudad dura para el laburante. Si tenés la oportunidad de que una banda te abra las puertas a eso, sólo me siento agradecido. Y el entusiasmo, imaginate. Con esto (Joaquín) nada puede fallar.

Ariel Scarpa