Esta serie de artículos está dedicada a músicos de rock nacional que ya no están entre nosotros. En esta oportunidad nos referiremos a César Orengo, guitarrista de Graf Spee. El artículo está compuesto de una pequeña biografía y una parte fundamental: gente del ambiente del rock cercana a César que contribuyeron especialmente para este artículo respondiendo seis preguntas. Para el Rockuerdo de César, contamos con el aporte de Miguel Orengo (hermano menor), Luis Linfa (Graf Spee), Víctor Rueda (Graf Spee), Daniel Renna (periodista), Diego García (Graf Spee), Carlos Dogliani (Apollyon, Mortal Adiction, Sátrapa, Primavera 0, InMune y ThixSkind) y Álvaro García (Angkor Vat, Inner Sanctum, Fakin Birra, Skunk D.F., Sannon, Banned From Hell y Firbholg).
Cuando confeccionábamos el artículo de esta serie que estuvo dedicado a Jorge Orengo, nos resultó difícil recolectar información y armar los artículos de Jorge y César por separado. Por un lado porque eran hermanos, y por el otro porque sus vidas, la música y sus amigos en común, ataron sus historias de una manera o de otra. Fue así que ambos artículos tuvieron un inicio y un desarrollo en común. Tan así, que varios de quienes amablemente se brindaron a contribuir, son los mismos en ambos rockuerdos. Y como también notarán quienes los lean, las historias inevitablemente se entrelazan… como historias hermanas.
César Orengo nace el 13 de agosto de 1966, siendo el hermano mayor de los tres. Tuvo su participación musical en el medio local como guitarrista en bandas como Graf Spee, Mortal Adiction y Sátrapa. Su propia personalidad impetuosa lo llevaría a inclinarse por el thrash, volcando en su música aspectos de su personalidad. Según su hermano Miguel: “César siempre fue un tipo con carácter. Le gustaba el metal, el thrash, sabía de música; desde V8, Slayer, Metallica”.
Carlos Dogliani comenta sobre la carrera musical de César: “Sátrapa nació como progresión natural de Mortal Adiction, y los fundadores primarios fuimos César y un servidor. Andrés Rodríguez (ex Inner Sanctum) fue nuestra primera incorporación y luego Enzo Broglia al bajo. En ese primer line up, César iba a ser guitarra-cantante, pero a poco de tener la formación cerrada, él decidió bajarse del barco. Debo decir que aquella fue una época muy dura para él, pero a pesar de todo, nunca dejó de estar cerca nuestro y apoyarnos en todo momento. Tras su partida como miembro activo, su lugar lo ocupo Néstor Porto y la guitarra-voz pasó a ser Andrés. Esa ya sería el primer line up de Sátrapa con el que debutamos en el ’92 en el Teatro El Tinglado en los ciclos de Elepé”.
Por su parte, Miguel suma anécdotas con su hermano: “Compartimos la experiencia de ir a ver a Buenos Aires a AC/DC juntos con un grupo en el año ’96; yo tenía 19 años”. “Recuerdo que nos juntamos como 12 uruguayos allá en Dársena Norte con una bandera de Peñarol, todos cagados de la risa, tomando cerveza. Caímos en una pensión que era medio de mala muerte, donde alquilamos tres o cuatro habitaciones. Recuerdo ver el toque con César y yo emocionado, llorando, porque AC/DC era mi banda de cabecera. César me levantó en los hombros y me hizo girar viendo el escenario y la gente mirando… y fue una locura”. “Vimos el recital, agitamos juntos, nos perdimos todos, nos encontramos. El barco salía a las 12 y nos despertamos a la 1. Teníamos que estar en Dársena Norte y nos fuimos para la del Sur, y perdimos el barco, obviamente. Rascamos los bolsillos y teníamos para dos chorizos al pan y una Coca Cola en un carrito. Terminamos en una plaza durmiendo apoyados en un árbol mientras unos travestis jugaban al voleibol”.
Hermanos Orengo: Jorge, Miguel y César
Miguel también recuerda otros encuentros vinculados a la música: “Cuando vino Glenn Hughes a La Factoría nos encontramos ahí con César y vimos el toque, donde también compartimos experiencias durante y después del concierto”. Mark Knopfler en el Teatro de Verano fue otro evento que supieron vivenciar juntos.
Sobre sus cualidades como músico, Miguel destaca la buena muñeca de César para el metal y la seguridad con su guitarra. Más allá de los punteos sin mucho virtuosismo, destaca sus riffs, sus bases con cortes. Sobre este tema, recuerda que César le regaló una Kramer Neptune que él tenía. “Tremenda guitarra, con el clavijero hacia abajo y microafinación, de color azul aturquesado”.
Personalmente tuve la oportunidad de verlo tocar con Graf Spee y apreciar cómo se había integrado a la banda, aportando lo suyo sobre el escenario. También participó de la entrevista que le hicimos a Graf Spee para nuestro número 32 del año 1990, donde pudimos compartir parte del ensayo y charlas previas y posteriores al reportaje.
El impacto en César de la muerte de su hermano Jorge es reconocido por todos a quienes consultamos como un evento que difícilmente superó y nunca logró hacerlo del todo. “Él no quedó bien después de la muerte de Jorge”, nos comenta Miguel, algo en lo que todos están de acuerdo.
El paracaidismo fue uno de los intereses de César por fuera de la música. Recuerdan sus allegados que estaba metido en este tema, aunque algunos remarcan que fue como una especie de escape ante el impacto y las secuelas que le dejaron la muerte de su hermano. Finalmente le fue descubierta una arritmia que no le permitió renovar su libreta para continuar con esta actividad.
César finalmente fallece el 14 de diciembre de 2011. Los detalles más importantes sobre su persona, aparte de lo aportado por Miguel, los encontrarán en quienes se sumaron a responder nuestras seis preguntas.
Conociendo a César
Víctor: Primero conocí a Jorge Orengo cuando tenían la banda Alto Voltaje. Fui muchas veces a verlos, incluso a hacerles de plomo en algún concierto, y en ese ir y venir, conocí a César. No teníamos mucho trato, pero lo cierto es que nosotros decidimos incorporar otra guitarra a nuestra banda. Como imagen pronta que tengo, es ver a César en nuestros ensayos y en algunos conciertos que hicimos con él. Recuerdo su guitarra, que creo que era una Gibson.
Álvaro: En esa época nos conocíamos todos de la vuelta, conciertos, hacer puerta en los bailes, etc. Era hermano de Jorge, nos encontrábamos por ahí y siempre había tiempo para tomarnos una.
Daniel: A César lo había conocido un par de años antes que a su hermano Jorge, en un cumpleaños de una compañera del liceo 26. Recuerdo que yo tenía el pelo algo largo, y conocí a este tipo que tenía el pelo largo de verdad y que hablaba de Metallica y cosas mucho más pesadas de las que yo escuchaba. Me contó que había estado en el primer Rock In Rio con Jorge; eso significó un respeto inmediato por mi parte.
Diego: César era un asiduo de la escena metalera uruguaya. Cuando nosotros ya estábamos tocando, él estaba en el ambiente, yendo y viniendo. Su hermano también era conocido con su grupo. Un buen día, hablando, nos dijo para tocar. Nosotros estábamos buscando una segunda guitarra y estábamos probando mucha gente, y no encontrábamos a nadie que estuviera a la altura. Cuando vino César, nos gustó, nos pareció bien cómo trabajaba y a él también le encantó el proyecto, le parecía fenomenal, que era un honor, un gusto trabajar con nosotros. Empezamos a ensayar con él y él a aprenderse todo el repertorio. Yo prácticamente lo conocí en la sala de ensayo, pero sí lo había visto de lejos en el ambiente.
Luis: Lo trajo Víctor Rueda a un ensayo de Graf Spee. Estábamos en busca de sumar una guitarra más al grupo.
Carlos: Conocí a Jorge un poco por casualidad. Vivíamos a un par de cuadras de distancia uno del otro (yo en Pablo de María y Chaná y ellos por Chaná entre Salterain y Requena). Yo solía pasar por la puerta de su casa para ir a entrenar o a la Facultad y me llamaba la atención escuchar siempre alguien tocar la guitarra alguna melodía o riff de bandas que me encantaban… Recuerdo especialmente allá por el ’88-’89 escuchar el riff de “Sweet child o’mine” de los Guns. Lo concreto es que no sabía quién había del otro lado de la ventana porque estaban siempre las persianas cerradas (y ventanas abiertas)… hasta que un cierto día nos quedamos sin un guitarra en la banda que yo estaba tocando por entonces, Apollyon, y ensayábamos en mi casa, en el sótano detrás del taller de mi viejo. Ese mismo día les dije a mis compañeros de entonces que había un guitarra a la vuelta de casa que yo escuchaba siempre tocar cosas increíbles y que podíamos ir a tocarle timbre a ver si estaba afín de probar con nosotros. ¡¡Nos mandamos y cuando llegamos y nos abre la puerta Jorge y César; no podíamos creer que eran ni más ni menos que el guitarra de Graf Spee (César) y el ex de Alto Voltaje (Jorge)!! Estuvimos un rato largo hablando en el portal de su casa y cuando les explicamos que ensayábamos a la vuelta, nos preguntaron si nos importaba que vinieran al ensayo, y aquel día nació una amistad increíble. Recuerdo como si fuera hoy la cara de emoción de Jorge y con su característica “timidez” casi pidiéndonos perdón, nos explicó que acababa de empezar su proyecto más querido, Oscuro Remanso, y que sentía que tenía que dedicarse al completo para ellos. Lo dicho, el hecho de que no se uniera a nuestro proyecto, no impidió que a partir de entonces nos hiciéramos muy amigos.
César como persona
Daniel: César era un tipo terrenal, un thrasher de la época, intenso, irreverente, virulento. Siempre me lo imaginé tocando en un grupo como Exodus.
Álvaro: Un tipo muy simpático y a mil. Luego ya llegamos a conocernos mejor y llegamos a ser buenos amigos.
Carlos: ¡¡Un saco de nervios!! Jajaja… No, un tipo muy enérgico, atrevido en el buen sentido de la palabra, ¡¡sanguíneo-visceral… carácter indomable, vaya!! ¡Literalmente! Pero luego, de un corazón y nobleza remarcables.
Luis: Buena gente, positivo y jugado siempre.
Diego: Era un tipo muy simpático, siempre estaba riendo y de buena onda. Era muy conversador, muy locuaz. Era muy entretenido, muy ameno tener su compañía. Le gustaba muchísimo la buena música, los grupos. Eso lo vivía. Para mi gusto personal, fumaba mucho. Era un tipo divertido que nos regalaba momentos muy amenos y entrañables.
Víctor: Era una persona genial. Nos reíamos mucho en los ensayos. Era un tipo entrañable, tranquilo. Hay una frase de César que recuerdo mucho; decía que nuestros temas tenían tantas partes que con un solo tema nuestro, él se podría hacer un álbum.
César como músico
Álvaro: Como músico era un salvaje, siempre al extremo, musicalmente y de actitud. Era más extremo que Jorge. Le tiraba más el thrash. Cambiábamos mucha música.
Carlos: Simple y efectivo. No se andaba con muchas florituras. No fue un gran virtuoso. ¡¡Pero todo lo hacía con las tripas!! Y eso se notaba a la primera y era de agradecer. Muy especialmente en el género en el que mayormente se movió. Luego cuando se interesó por cantar a la vez que tocar la guitarra, también mantuvo esa misma actitud.
Daniel: César era una roca, un guitarrista de thrash metal con una muñeca derecha rápida. Su entrada en Graf Spee fue perfecta para él, era la banda ideal para su visión del metal.
Diego: Tenía un sonido muy rockero, quizás no era un sonido sofisticado tan thrash o death como quizás nosotros estábamos buscando, pero nos gustaba la combinación, la química que se creaba con su sonido y su forma de tocar. Él también ha aportado muchos arreglos, ha sido creativo. Era cómodo trabajar con él. No estuvo mucho tiempo con nosotros, así que a lo que llegamos fue simplemente a pasarle el repertorio de lo que ya estaba compuesto. Él no estuvo como en un proceso de creación, el período que estuvo fue de aprenderse un poco el repertorio que ya existía.
Luis: Buen músico y gran compañero, siempre dispuesto a darlo todo. Lamentablemente, con mucho para dar, se fue temprano.
Víctor: Hoy siento un poco de remordimiento con algo que no dejó que César se quedara en nuestra banda, donde particularmente yo lo jodía mucho a él un poco con el sonido y otro poco con sus influencias. A mi gusto, le veía mucho las influencias de las bandas, y nosotros intentábamos tener un sonido original y me costaba mucho aceptar un sonido a la hora que él proponía riffs y cosas de ésas. La verdad es que creo que le machaqué mucho con eso y quizás puede haber sido una de las razones por las que al final luego acabó entrando Pablo. Al día de hoy eso me pesa, es un recuerdo triste para mí.
Su aporte al rock
Carlos: Él vivía el heavy y el thrash intensamente. La impronta y el legado de esas corrientes musicales le calzaban a la perfección con su carácter. Dicho esto, no sé si quedará algo para la posteridad de su música, ¡lo que sí te puedo decir es que fue un gran militante de las huestes del metal (Pappo’s dixit)!
Daniel: Apenas hay grabaciones de César con Graf Spee. El mayor aporte en la historia del rock y del metal en Uruguay, fue la muerte de Jorge, un episodio enormemente triste y traumático, especialmente para César.
Diego: César tampoco llegó a ser un personaje o músico como muy influyente, de alta exposición, como para decir que se haya generado una influencia importante en el rock. Lo que puedo hablar es de la influencia que puede haber tenido en nuestra banda, eso sí. Pero básicamente, creo que era su actitud, que era la típica de un rockero. Él lo vivía un poco al límite. Había pasado por una situación muy delicada con el fallecimiento de su hermano y se sumió en un modo como de batalla interna, y eso lo canalizaba con su música, con una actitud rebelde. Creo que la actitud de él no era una máscara o un disfraz con el que se vestía de rockero: él vivía lo que era, un rockero nato. Vivía al límite con la actitud y su forma de pensar.
Luis: Un tema del Graf se lo dedicamos a él, hizo su aporte con un buen riff.
Sátrapa
Las anécdotas
Álvaro: Cuando teníamos Aguante Rokanrol junto a Daniel Vázquez en el Eldorado FM, muchos no sabrán que el primer auspiciante que tuvimos fue Leather Remanso, negocio de cuero propiedad de César. Cuando le hice la propuesta no se lo pensó dos veces. Quiso apoyar la escena pesada y dar su granito de arena. Esto dice mucho de cómo pensaba. Otra cosa que me acuerdo es cuando fuimos a Buenos Aires a ver a Sepultura presentando el Beneath The Remains en el ’89. Nuestro primer concierto internacional de thrash. No sé cómo sobrevivimos, casi no los vemos, jaja.
Daniel: En uno de mis viajes a Uruguay a principios de los 2000, me encontré a César en un show de Reytoro. Hablamos toda la noche, y lo invité a uno de esos asados de viejas “glorias” del metal uruguayo que hacíamos en mi casa. César vino, vio a viejos amigos, disfrutó muchísimo. Me impresionó mucho su relato de su etapa de paracaidista, claramente una forma de exorcisar la muerte de su hermano. César fue feliz esa noche. Me llamó para desearme buen viaje de regreso días después. Una despedida muy emotiva.
Diego: No tengo una anécdota muy puntual. Era el día a día, muchas risas y momentos buenos que hemos tenido.
Luis: Cuando fuimos a Buenos Aires la primera vez, lo llevamos a él y al Quijada Mazzone (un tremendo sonidista). César se vino con su novia del momento, toda vestidita de cuero, ella, y con un chaleco que le dejaba ver un poquito la cintura. La travesía la hicimos en la terraza del buque Eladia Isabel, y en determinado momento el Quijada le agarra a ella un pequeño rollito de carne que le salía por la cintura, y le pregunta: “¿No tenés frío ahí?”. La cara de orto de César el resto del viaje y parte de la estadía fue tremenda. Hasta quería pelea, jajaja.
Víctor: Más que los conciertos, cuando tocamos con César en Argentina, lo pasamos genial con él. No podría contarte una anécdota en concreto, pero recuerdo que él o su familia tenía una especie de taller donde hacían cosas en cuero y recuerdo un día estar ahí viéndolo trabajar con las cazadoras. También recuerdo cuando estuvimos con él y con otros chicos todo el día en la playa donde se ahogó Jorge, buscándolo. Es una anécdota triste, pero es una de esas cosas fuertes que vives junto a una persona y te queda grabada la desesperación y la tristeza que teníamos todos. Fue algo bastante horrible y me acercó mucho a César, porque a mí me afectó mucho lo de Jorge porque lo conocía y le tenía muchísimo cariño.
Carlos: Siempre es muy removedor recordar mojones en el trayecto de vida con compañeros y amigos tan entrañables como César… Por suerte me han tocado unas cuantas, así que intento “desempolvar” algunas al azar…
Conforme fueron pasando los días luego de la tragedia de la pérdida de Jorge (para César, seguramente la pesadilla más insoportable de su vida y una cruz que ya lo acompañaría y condicionaría para siempre) teníamos que decidir qué hacer con un concierto que teníamos programadas las dos bandas: Oscuro Remanso (la banda de Jorge) y nosotros (Mortal Adiction), un trío donde César tocaba la guitarra y cantaba, y yo tocaba la batería junto al “Pulpo” al bajo…. La fecha estaba programada a un mes o algo así en el Teatro La Candela (21 y Coronel Mora en aquella época). Así que inevitablemente llegó el día en que tuvimos que hablar del tema y me acuerdo que su primera e instintiva reacción (como siempre) fue la de “tenemos que hacerlo sí o sí. ¡Mi hermano no me lo perdonaría! Voy a hablar yo mismo con los chicos (Caballo/Caverna/David era el bajista entonces) para convencerles de que hagan el show instrumental si ninguno se anima a cantar”. ¡Y así fue! Esas dos semanas de ensayos y preparativos, notas en la radio, etc., fueron a la vez que interminables y agotadoras, de una emoción contenida que nos movilizó un montón. Un humilde homenaje hecho todo a pulmón (como siempre) y al que tanta gente ayudó, por suerte. ¡De esos días podría rescatar mil anécdotas más! Una fue la noche antes del concierto. Nos dedicamos a pintar dos banderas negras con los logos de los grupos… Como no teníamos espacio suficiente en ninguna casa, acabamos a las tantas de la madrugada extendiendo las banderas en la esquina de Pablo de María y Guaná, y así con pintura blanca, ¡estampar los logos! Y la última: las dos bandas nos propusimos hacer un tema juntos a la memoria de Jorge, y César propuso uno que Jorge solía tocar seguido: “Orión”, de Metallica (el Caverna y yo nos cambiamos en el interludio del tema para poder tocar los dos).
Mortal Adiction – Teatro La Candela – Diciembre 1990
Un mensaje para César
Álvaro: Enviarle un abrazo enorme y darle gracias por haberlo conocido. Un mítico.
Carlos: Gracias por contagiarnos esa pasión indomable e incansable por una música que ya nos acompañará por siempre. ¡Estás y estarás siempre en el recuerdo de todos nosotros! ¡¡Que sea rock ahí donde estés, amigo!!
Daniel: Muchachos, se les recuerda como lo que fueron: hermanos.
Luis: Amigo, te estamos esperando. Traete esa Les Paul y vamos a reventar tímpanos, ya.
Víctor: Gracias César por haber formado parte de Graf Spee y espero encontrarnos pronto con vos y tu hermano y, quién sabe, quizás podamos formar una banda de rock and roll.
Diego: Un inmenso agradecimiento por todo lo que nos ayudó, por lo que nos aportó, por los buenos momentos que nos ha regalado, los viajes que hemos hecho, porque hemos ido a tocar a Argentina con él. La hemos pasado fenomenal. Algo más por el lado de su hermano: que ojalá él haya podido encontrar su paz y su equilibrio, porque él quedó muy distorsionado, muy descentrado con el fallecimiento de su hermano; le amaba. De la manera cómo falleció, nunca llegó a encajarle. Espero que estén juntos en paz, y que siga rockeando, como lo ha hecho siempre, donde quiera que esté. Le daría un grandísimo abrazo, un agradecimiento y que siga su estela y su camino.
Ariel Scarpa