El pasado sábado 18 de corriente se dio lugar una nueva etapa, la tercera en esta oportunidad, del Wacken Metal Battle Uruguay 2023 nuevamente en Midas Music donde en esta ocasión harían su presentación las bandas Nuevo Orden, Ennegativo, Corrosión, Alpha y Vonzo.

Los encargados de abrir la noche fueron los chicos de Nuevo Orden con la siempre difícil tarea de iniciar el fuego del rock para ir templando las almas de los presentes y comenzar el recorrido por la carretera del metal, hacia donde ya todos sabemos que finaliza. Su propuesta de un heavy metal clásico fluye en las manos y pies de sus cinco integrantes: guitarra y voz, guitarra, bajo, batería y la ejecución del teclado por la única mujer presente en la fecha.

Coincidiendo con el cumpleaños de su vocalista (al que no le faltó el “que los cumplas feliz” coreado por el público), con su bajista de camuflada y rota bermuda, y mientras peludeaban enganchando el enclavijado del bajo, dieron una muy buena demostración que esa veta del metal sigue vigente y siempre tendrá sus seguidores. Tocaron cuatro temas, de los cuales se destacó brillantemente “Mar de absolución”, pisando fuerte y no sólo los parlantes, agitando el otro mar que tenían enfrente, donde algunos marineros ya tenían sus remeras de la banda.

Nanominutos después de la medianoche se invirtieron los colores de la escena con Ennegativo, banda con el componente musical básico de un power trío de guitarra y voz, bajo y batería, que se plantaron con un sonido fuerte desafiando a la masa agitadora con una canción en inglés, para luego retornar a su lengua materna (o tal vez no tan maternal dado que no sabemos si las madres metaleras cantan así).

Llenando el aire con sus voces guturales y sus chillidos sostenidos de guitarra, agitaron a los primeros valientes que fueron construyendo el pogo y destruyendo la calma. La banda se planta a ofrecerte un sonido duro y potente, el cual, y particularmente el de la guitarra, por momentos resulta un poco abrumador, ya que en varias ocasiones solapaba al del bajo y la batería. Sus temas tienen abruptos cortes y cambios de ritmo, como por ejemplo el demoledor tema “Destrucción nuclear”, con el cual dieron cierre a su actuación.

El calor externo e interno del público metalero ya estaba en punto de fusión cuando sube Corrosión, tercera banda de la grilla de esa noche integrada por dos guitarras, bajo, batería y voz. Desde el primer momento se plantaron firme sobre las tablas y se adueñaron del escenario todo, recorriéndolo como si fuera su camino al trabajo pero con más entusiasmo, dejándole a todos en claro que la competencia iba a ser dura.

Muy ordenados, trajeron su propio set list con temas donde parecía detonar la bata y los agudos subían hasta el éter, y luego bajando la cadencia y el volumen, dando un descanso al enardecido público, para arengar con el clásico “hey hey!” y luego volver recargados a romper los tímpanos y las tablas. Peludeando los cinco al unísono y al mejor estilo de los carismáticos frontman, este último se acerca al rugiente pogo y agita contagiando sonido y movimiento, destacándose entre los temas “Cuelgan de los puentes” por ser contestatario y desafiante. Nada fácil para los siguientes competidores.

Arañando las 2 de la mañana y con un público nada cansado y ávido de más y más combinación de sonidos, sube Alpha en su segunda participación en el Metal Battle. Más que sube, debemos decir irrumpe, porque entraron llevándose todo por delante y haciendo rugir a la masa peluda (y también a los discapacitados capilares como el firmante de estas líneas) que cada vez era más numerosa. Ninguno de sus cinco integrantes, voz, dos guitarras, bajo y bata, se lo tomaron tranquilos, sino que apostando al todo o nada se lucieron con sus voces guturales y forzadas para el deleite de las fieras que no pararon de poguear en los casi 30 minutos de presentación. Triangularon los solos de ambas guitarras con la voz, con una comunicación tan natural como te da el tomarse muy en serio la preparación del show. ¡Tanta confianza tenía el vocalista en su fiel público, que se lanzó sobre ellos para que lo atajaran!

Innumerables fueron las veces que chocaron puños con los demonios del metal, algunos se subieron al escenario a agitar y tanto fue así ¡que el mismísimo Señor de los Infiernos hizo un agujero en el piso de madera para verlos! Por supuesto la gente de producción, muy responsablemente, se hizo cargo de que ningún demonio cayera al inframundo y colocaron una valla en el lugar. Para finalizar esa radiactiva presentación y en el último tema, el vocalista se da el lujo de dibujar un círculo de abajo hacia arriba con sólo la parte superior de su cuerpo, mientras sigue rugiendo la letra y el peludeo de la gente se hace más intenso.

Tarea difícil la de superar a los antecesores fueron la que se pusieron al hombro (o en los dedos y gargantas) los maragatos de Vonzo, que cerraron la noche trayendo varios de sus fans para continuar tan descontrolada y explosiva fiesta.

Cuatro integrantes en voz, bata, bajo y guitarra, con sus pantalones cortitos al estilo Angus Young, saltando y entregando cada joule, cada voltio de sus cuerpos a la rugiente marea metalera. Hicieron un muy buen trabajo y fueron seguidos y aplaudidos.

Recabados los votos de los presentes, el público, invitados, medios acreditados y la producción, el resultado arrojó como victoriosos de la noche a la banda Alpha.

Marina Dondi y Tomás Cámara