Doblete de excelentes bandas nacionales para una noche de diversión y rock and roll. Gran entrega sobre el escenario, que fue llenado y desbordado de música y energía, esa combinación mágica que no querés que termine nunca cuando llega con tan buena vibra. Un show más que redondo para una combinación de sonidos que de alguna o de varias maneras se dieron la mano y actuaron en conjunción para cautivar al público que llenó las instalaciones de La Cretina.

Abrió la noche Monkelis, con su clásica propuesta abierta y decidida a hacer pasar una noche divertida a los presentes. Dos guitarras, un tambor y una chancha son instrumentos suficientes en las manos de estos músicos para lograr lo que buscan. Lo arriesgado de presentarse con poco sonido queda rápidamente cubierto en los primeros segundos en que la banda comienza a sonar. Saben lo que hacen para lograr perfectamente los resultados que obtienen. Mucha buena onda sobre las tablas, que complementada con la energía que los tres músicos ponen, hacen que las canciones suenen vibrantes, compactas y efectivas.

Carolina, Santiago y Eugenio se divierten con lo que hacen y transmiten eso a la gente. Ejecutaron una serie de temas dentro de los cuales hubo tiempo para presentar uno nuevo, charlas con el público entre canciones y también invitar a un espectador a acompañarlos con una pandereta en un par de temas. Para un par de canciones más, también se dieron el lujo de sumar a Tito Sónico y a Pablo Gómez en bajo y batería, respectivamente. Un show bien resuelto que seguramente además resultó potenciado por el tiempo que la banda manifestó que hacía que no tocaba. Una energía bien contenida que supieron dosificar y hacérnosla llegar.

Luego llegó el turno de Nico Barcia y Tito Sónico, quienes acompañados de Jota Yabar en bajo y Pablo Gómez en batería, se dieron el lujo de poner sobre el escenario una excelsa versión de su disco Rock N’ Roll Premium, elevando aún más alto el nivel del trabajo registrado. ¿Esto es posible? Sí, lo es cuando la banda suena como lo hizo el cuarteto comandado por un Chico Eléctrico y un Supersónico. Toda la experiencia recabada a lo largo de décadas puesta al servicio del mejor rock and roll, donde brillan diferentes sonidos con toques surfistas e influencias varias de ambos músicos. Los juegos que plantean y ejecutan ambas guitarras hacen a las canciones y al show en general, los cuales se ven coronados por el swing que le pone toda la banda. De esta manera, las canciones se transforman en vehículos de contenidos letrísticos y musicales que son recibidos gratamente por el público.

Un show lleno de sensaciones, divertido, con rock destilando en cada acorde, intención y silencio, donde también hubo cabida para presentar un tema nuevo. Un disfrute para los músicos que conectaron inmediatamente a través de su propuesta fresca y llena de ideas, captando la atención de todos los presentes. Quien no se enganchaba con algo en particular, se enganchaba con el todo. No siempre es posible ver a dos grandes del rock local tocando juntos en vivo un disco que es excelente. Y tampoco hay certeza que la combinación de dos músicos claves resulte en algo que sea potenciado. Pero en el caso de Barcia y Sónico queda demostrado que sí es posible generar una sinergia que transforma la experiencia de tocar en vivo en algo grande en todo sentido.

Ariel Scarpa