Arena Inmóvil se llama el último lanzamiento de la banda nacional La Memoria. Se trata de su segundo trabajo discográfico, que lanzan en formato digital y que también tendrá una edición especial en físico. Cuando una banda presenta un excelente disco debut como lo fue Desaparecida, siempre es un desafío el segundo. La Memoria lo encara con soltura y llega a buenos resultados. Acompáñenme, que les cuento cómo llego a esta conclusión.
Desaparecida y el propio nombre de la banda, parecieron indicar un rumbo donde las huellas aún vivas de nuestro pasado dictatorial tenían su impacto y relevancia en la banda, dado por la vigencia de los temas tratados. Ese valorado compromiso inicial tenía el riesgo de repetirse y agotarse de continuar exclusivamente por esa línea. Pero La Memoria y su Arena Inmóvil van por otros caminos, sin dejar de impregnar al disco del sonido propio de la banda, que es su sello, y tocando ribetes de esos temas en sus nuevas letras. El disco Sesiones, entre medio de los mencionados, ya tenía un adelanto de Arena Inmóvil mezclado con canciones del primer disco.
Los datos de Arena Inmóvil los proporciona La Memoria:
Los temas que componen el trabajo son los siguientes:
“Lo que ella siente” presenta ya de inicio el sonido de la banda, para que no quede ninguna duda de que la banda que está sonando, es La Memoria. La letra puede tener su interpretación que la enlaza con los temas tratados en Desaparecida, algo que también se reitera inteligentemente en otras canciones. Con “La habitación”, por ejemplo, pasa lo mismo. En ambos casos el sonido oscuro con toques electrónicos pintan la atmósfera exacta para lo que las letras transmiten. La deidad Baphomet es la protagonista del tema siguiente, que lo titula. Aguerridas guitarras rasgan los parlantes, mientras el tema se presenta desde el mismo inicio como uno de los destacados del disco. Tiene todo lo que tiene que tener para esto: muy buena música, letra e interpretación. La primera mitad del disco se cierra con “Caminos alternativos”, que con su introducción genera una buena expectativa sobre el desarrollo que tendrá. Es uno de esos temas que genera cierto “enganche” y que va creciendo a medida que lo vamos escuchando. Le sigue “Corre”, cuyo vertiginoso ritmo indica esa necesidad de fuga. Casi sin letra, la canción es aplicable a variados sentires, y logra transmitir a la perfección esa sensación de correr tanto con la música como con las voces. “Acosta Ñu” es la canción encargada de continuar, con otra rítmica y con su letra incriminatoria. Al promediar el tema, entra en la letanía de la pregunta “¿Hay dios”?. Muy logrado. Mientras tanto, “Tanto tiempo” nos trae quizás la mayor expresión de la oscuridad del disco, presentada al galope de una música atrapante, coronada por un muy buen solo de guitarra. Finalmente, la canción que da título al disco es la encargada de poner el punto de cierre. Una interesante letra y un excelente final para este trabajo.
En resumen, Arena Inmóvil no sólo es un digno continuador de Desaparecida sino que además presenta a la banda con nuevas facetas, que no sólo no desdibujan su propuesta inicial, sino que permiten apreciarla en una mayor dimensión, donde a su vez revelan que tienen mucho para dar. La Memoria ha iniciado y continúa en un camino que acaba de demostrar que recién ha comenzado y que está compuesto por grandes canciones.
Ariel Scarpa