Esta es una historia en varios actos y que transcurre durante más de 20 años.
Acto 1 –
Los Invasores, banda oriunda de Suárez (Canelones) graba dos temas para el compilado Rock 3 del sello Orfeo: “El ejecutivo” e “Invasores” son su potente aporte a esta ensalada de bandas. Con los instrumentos prestados por Estómagos y Traidores, estos canarios dejan su huella, al igual que Guerrilla Urbana con sólo dos canciones. Habían ya participado en el Montevideo Rock y en el ciclo Cabaret Voltaire y algún toque más en Graffiti.
Acto 2 –
En el ’88 por intermedio de Los Estómagos y por la buena recepción de sus dos temas, Orfeo les paga 10 horas de grabación en el estudio Elvysur, propiedad del funesto Cacho de la Cruz, quien con su legendaria cara de orto fue testigo involuntario de esa grabación por demás precaria que sería presentada a Carbone en vistas de un posible disco de Invasores.
Leonel (bajista) tuvo en ese momento el buen tino de hacerse una copia de esa grabación para poder oírla en su casa; detalle por demás importante para toda esta historia.
Acto 3 –
Carbone con ese llamémosle demo, los recibe y les informa que Orfeo rechazó la posibilidad de editar un disco de la banda, en el entendido de que: «no quería otros Sex Pistols» y/o «buscaban que la banda sonase a algo más como los B’52». Tras ese rechazo y en vista de las nulas posibilidades de poder desarrollar la banda, Los Invasores se separan. De ahí en más… el silencio.
Acto 4 –
Seguro era 1990, no podría confirmarlo a ciencia cierta; yo era un adolescente de 14-15 años deslumbrado por el punk y la explosión del rock uruguayo del que fui contemporáneo, aunque aún chico para ser parte. Alguien, no recuerdo quién, en aquella época de pasarnos cassettes para conocer bandas, me pasa uno que tenía en un lado el Cabeça Dinossauro de Titãs y del otro lado el show de Los Invasores en Cabaret Voltaire. Gasté ambos lados y me aprendí las canciones de ambas bandas como un deber religioso. Invasores ya no existían y seguro pocos lo recordaban… o quizás no.
Acto 5 –
Sería 2006 ó 2007, yo ya tenia el sello y tocaba, cuando a través de Mauro (Pirexia/Inocencia Discos) me entero que saldrá un 7″ con cuatro temas de los Invasores. Él se enteró que existía copia del demo de Orfeo, guardado por Leonel, quien lo había pasado del tape a CD, e iban a sacar un vinilo junto al sello Lengua Armada de USA.
Le comenté y pasé mi cassette, que tenía guardado hacía ya 16 años, por si les podía servir de algo. Él no sabía de ese registro y menos aun que alguien lo conservase. Mauro, yo y unos pocos, poquísimos amigos seguíamos escuchando a Invasores y tomándolos como referentes, en esa línea imaginaria entre su obra y el hardcore que nosotros practicábamos.
Al tiempo sale El Ejecutivo en 7″ con cuatro canciones de aquel demo guardado y rechazado por Orfeo/Carbone. Y fue increíble la recepción en todos lados al material de la banda. Obviamente tuve mis copias, dos o tres compré, de fan que era/soy.
Acto 6 –
2014 fue un año de mierda en mi vida, sin dudas el peor y más triste que he vivido. Mi padre había fallecido y yo estaba cargando una mochila muy pesada de angustia y pena. Buscando poder salir de alguna manera de ese pozo y del hueco que tenía en mi corazón, me sumergí en mi música, que siempre me regaló buenos momentos.
Una tarde de esas que estaba lidiando con mis problemas, me cae un mensaje en Messenger de alguien que decía llamarse Jorge. Me contaba que había sido voz en Los Invasores (asumía que quizás no les conocía) y que la banda se estaba reuniendo para grabar el disco que no pudieron grabar en su tiempo y para hacer un show para presentarlo. Que conocían a mi sello, pero no a mí, y quería saber si podía ayudarles de alguna manera.
Le respondí enseguida y Jorge no se encontró sólo con alguien que quería ayudarles, sino con un fan de añares, ¡¡¡que se sabía TODAS sus canciones!!! Aquél no podía creerlo, y quedamos de juntarnos con Ismael (guitarra) ya que ambos trabajaban en el Centro. Yo estaba súper emocionado de conocer tipos que eran parte de mi vida sin ellos saberlo, y me encontré con dos cracks con quienes sin conocernos de nada, conecté al instante. Obvio, ofrecí toda mi ayuda en la medida de mis posibilidades para verlos en vivo y que salga su disco.
Al final ese año, por problemas de Jorge, la reunión y el disco se pospusieron, pero seguimos charlando y ya cultivando una amistad
Acto 7 –
El destino es una cosa seria, sonrío al escribirlo, porque es así. A comienzos del 2015 conozco un pibe en USA que hace ediciones en lathe cut, un formato inusual, símil al vinil pero en formato cuadrado. Él llevaba un sello para ediciones de ese tipo por el placer de hacerlo. Hablando, caemos en cuenta que tenemos muchos amigos en común en Chile, de donde él procede. Un día de esos, Jorge (este chico) me pide una banda uruguaya para editar en un 7″ lathe cut, que yo la eligiese, y también los temas y el arte. ¡¡¡Golazo!!!
¿A quien elegí? A mis queridos Invasores.
Cuando les ofrecí no entendían nada, pero me dieron para adelante porque sabían que era un fan. A los meses llegaron las 20 copias (sólo 20) de ese lathe cut único con cuatro canciones de su demo, aquél que guardó Leonel. Al mismo tiempo, yo estaba preparando la edición de Halo (mi ex banda) en LP junto a varios sellos de todo el mundo, y Crapoulet (uno de ellos) me pidió bandas de los ’80s de Uruguay, y le pasé el demo de Invasores. Olivier (quien está a cargo del sello) encantado, me dijo de sacar una versión tape limitada, y así fue. Salió en edición numerada en cassette amarillo con librillo interno.
Acto 8 –
2016. Por fin llega la noche en que Invasores vuelven a tocar en vivo junto a La Sangre de Verónika en Bluzz. Presentan su disco recién grabado, que iban a sacar por Catalina pero decidieron editar solos, detalle que a mí ni me molestó, porque lo que quería era poder tener ese material que escuché en toda mi adolescencia con buen sonido y poder verles en vivo. La noche fue increíble, una suma de muchas emociones que a mí me cruzaron, y me imagino que a ellos y a todos los presentes. Para Los Invasores fue, seguro, cerrar un círculo que estuvo inconcluso durante más de 20 años; para mí, cerrar una parte de mi adolescencia desde un lugar impensado, teniendo el placer de poder ayudar a una banda que seguía, a poder editar más material, algo que jamás hubiese pensado en aquellos primeros ’90s en mi cuarto oyendo sus canciones.
Acto 9 –
Alfonso Carbone al rechazarlos comenzó toda esta loca historia de olvido (relativo) y retorno con reconocimiento, dándoles el lugar que merecen como pioneros de punk más duro y el hardcore. Cuando se habla del under, éste es un ejemplo de cómo no todos olvidan y cómo tiempo al tiempo las cosas se ponen en su lugar. Hay muchas formas de justicia, todo lo que se cuenta aquí, es una de ellas.
¡¡¡¡Salú’ Isma, Leo, Cali y Jorge!!!!
Leo Peirano