Nuestra revista subte original contaba con una sección especial donde dábamos cabida a bandas que iban surgiendo sobre fines de los ’80 y principios de los ’90, idea que continuamos en nuestra reencarnación digital. Para esta vez, rescatamos la entrevista que realizamos a Tablas de la Ley, y lo que sigue fue lo que nos contaron hace 30 años atrás, fiel reflejo de parte de la problemática de la época.
Una peculiar peluquería en la calle Colonia. Un cachorro blanco juguetea en el suelo mientras un pequeño gatito negro ejecuta una melodía en el órgano cuando camina sobre él. Entra un cliente a último momento para cortarse el pelo, mientras dos de los integrantes del grupo comienzan a sacar los instrumentos. Este es el marco de ensayo de Tablas de la Ley y de esta entrevista.
Álvaro, el bajista, se acomoda en el suelo, mientras Javier, el batero, va y viene aprontando los equipos, cuando da comienzo la nota:
SR: ¿Quiénes integran Tablas de la Ley?
Álvaro: Javier (batería), Álvaro (bajo), Julio (percusión, 30 años), Oscar (19 años) y Gabriel (24 años) (trompetas), Pedro (guitarra y voz, 24 años) y Marcelo (guitarra, 20 años). Los dos tecladistas, Alejandro (20 años) y el otro Alejandro. Esos son los nueve: dos guitarras, dos teclados, batería, percusión, dos trompetas y bajo.
SR: ¿Dónde empezaron tocando y cuántos eran?
Javier: Cuando empezamos éramos cuatro.
Álvaro: Empezamos a ensayar.
Javier: No sabíamos bien lo que íbamos a hacer.
Álvaro: Vinieron los tecladistas y después vino Pedro a cantar. Primero cantaba yo y después una chica. Al final quedó Pedro. El grupo hace dos años, más o menos, que está ensayando. Tocamos por primera vez en la Asociación Cristiana, dos veces.
SR ¿Últimamente qué han hecho?
Álvaro: Tocamos en el Circo y grabamos en el Circo. Hay un disco que se grabó con los mejores grupos de ahí. Además salió la idea de grabar un disco con Alfonso Carbone. Grabamos dos temas, pero no había grupos para grabar porque se fueron Los Estómagos, Los Traidores. Faltaban grupos y al final quedó en la nada. Dijo que iba a presentar al grupo de otra forma ya al final, como el rock nacional, quedó en la nada.
SR: ¿Qué influencias musicales reconocen uds.?
Álvaro: Yo, por ejemplo, escucho sólo reggae. El reggae y otras pequeñas cosas más. Alejandro, el tecladista más grande, escucha de todo un poco; no le gusta el reggae. Se copa tocando con nosotros. Al percusionista le gusta más la música latina, centroamericana; y al tecladista también, aparte de gustarle el reggae, que es lo que le da el estilo al grupo.
Javier: De acá nada, no escuchamos reggae, no escuchamos nada. En influencias estamos separados: son todos los que hacen reggae en inglés; Tosh, Marley, UB40, The Wailers.
Álvaro: Hay como una parte del grupo que quiere hacer reggae y nada más, y la otra que quiere hacer esa mezcla, que es lo que sale. No es reggae lo que hacemos ahora, es un rock medio raro.
SR: Uds. me decían que hace cuatro meses que están acá en la peluquería. ¿Qué problemas han tenido para conseguir donde ensayar?
Álvaro: Estuvimos tocando por todo Montevideo, buscando lugar. Es un poco el problema que tienen todos los grupos, y más nosotros que somos nueve, es mucho más ruido. Al ser más gente necesitás más lugar.
SR: Además de lo que grabaron con Carbone, ¿qué más grabaron?
Javier: Con Carbone grabamos dos temas para integrar una ensalada. Y después grabamos tres veces más. Grabamos en IFU, La Batuta y Elvysur. Los temas que se difunden en Eldorado son en vivo.
SR: ¿Qué apoyo han tenido a nivel de la prensa?
Álvaro: Nos hicieron bastantes notas.
Javier: No nos han apoyado, ¡ojo!
Álvaro: Nos dieron la oportunidad.
Javier: Por ejemplo, si entramos, entramos más que nada por cuña. Tuvimos manija, no de nosotros sino de alguien que se movía por nosotros.
SR: ¿Tienen manager?
Javier: No. Hubo un tiempo que un tipo se movió por nosotros como un mes. Ni nos conocía. Pero era amigo del vocalista, y como tenía contactos, hizo fuerza por el grupo.
Álvaro: Nos hicieron algunas notas en diarios y semanarios y en Emisora Cabildo.
Javier: Hablamos una vez. Nos llamaron ellos. Había mucho para hacer en la radio, pero una vez nos hicieron tocar, nada más.
Álvaro: Muchas ideas ambiciosas.
SR: ¿Se han vinculado con otros grupos nacionales?
Álvaro: Cuando tocamos, por ejemplo, en la Asociación, ahí tocamos con Baños Privados.
Javier: Conocidos, más nadie. Grupos nuevos, grupos que quedaron ahí; o no los escuché más.
Álvaro: Con Traidores tocamos una vez en la cárcel (“Rock en la cárcel”, atrás de la cárcel de Miguelete).
SR: ¿Existe el rock nacional como movimiento?
Javier: No, acá no, porque no deja plata, no deja nada. Plata por supuesto que no va a dejar. No hay movimiento. Hubo hace un par de veranos atrás, con grupos como Estómagos, Traidores. En Buenos Aires es diferente. Acá es un país de viejos. Los jóvenes que hay no tienen un mango, y cuando hay un recital los fajan con no sé cuánto en la entrada.
Álvaro: Lo que pasa es que la gente tiene una mala impresión del rock nacional. Íbamos a la radio y la gente llamaba: nadie sabía quién era Tablas de la Ley.
SR: ¿Qué problemas y expectativas ven en la gente que los va a ver?
Javier: La juventud acá no sabe lo que quiere con respecto a la música. Quieren escuchar algo que sea diferente.
Álvaro: En el Circo estaban todos tirados, y eso que era rock and roll. Es lo que siente la juventud. Los que no se van es porque no tienen guita. Piensan que acá no pasa nada, no va a pasar nada.
SR: ¿Se sienten representantes o integrantes de esa gente decepcionada?
Javier: No; por algo estamos tocando y seguimos hace tiempo tocando sin recibir plata, sin que lo nuestro sea recompensado. Nosotros dos por el grupo siempre nos matamos. No podemos hablar de la otra gente del grupo. No queremos ser los líderes tampoco.
SR: ¿Qué proyectos y qué ambiciones tienen para este año que comienza? ¿Y qué esperan del rock nacional?
Javier: Nosotros, como grupo, ninguno.
Álvaro: Si no se arregla el rock nacional ahora en el verano, ya no se va a arreglar.
Javier: Esperamos que la gente del grupo reaccione. Te pasás encerrado ensayando.
Álvaro: Te cansa, porque ensayás y ensayás y nada.
SR: ¿Algo más que quieran agregar?
Javier: ¡Arriba el reggae! Va a haber más espacios para el reggae, y nosotros estamos peleando para eso. Si no es ahora, va a ser más adelante.
Y así, entre cables, equipos, peines y tijeras, culminamos la entrevista sin contar con la participación de los otros siete integrantes del grupo, que se hicieron esperar y no llegaron. Y con un mensaje de esperanza en el futuro del rock nacional.