MY NAME IS LUCA (Una charla inédita con Luca Prodan)
Sinceramente, debido a mi gran admiración por la banda punk argenta Los Violadores, en tiempo real no pude disfrutar el show de Sumo, en Montevideo Rock, pese a la insistencia de mi amigo Pablo «El New Wave» (QEPD). El motivo fue que en ese entonces ya conocía que la parte de la letra de «La Rubia Tarada» que canta Geniol Rosa («un pseudo punkito con el acento finito quiere hacerse el chico malo, tuerce la boca, se arregla el pelito, toma un trago y vuelve a Belgrano…») está dedicada a Hari-B (violero fundador de Los Violadores). El problema entre ambos músicos se suscitó cuando Luca comenzó a salir con Mónica Stromp, novia de Hari-B, hecho que desató una rivalidad que se mantuvo hasta los últimos días del calvo vocalista.
El mejor día del primer Montevideo Rock fue el sábado 22 de noviembre de 1986. Para destacar, Legião Urbana antes de Los Tontos (con Renzo Teflón en su mejor momento), la energía de Sumo pese a los pies descalzos de Luca, la extraña presentación de Fito Paéz (a días del asesinato de su tía y su abuela), la minifalda de Fabiana Cantilo y, en las primeras horas del domingo, el gran cierre de Los Estómagos (Fuera de Control esa noche se llamó Grappa con Limón, celebrando el cumpleaños de Parodi).
El show de Sumo comenzó con parte del público insultando a Luca y arrojándole proyectiles (linchamiento que también había sufrido Renato Russo quien, entre lágrimas, tuvo que abandonar el escenario antes de tiempo). El punto de inflexión se dio cuando una petaca de vidrio impactó en la cabeza del italiano; al terminar el tema, Luca recogió la petaca e increpó al joven que la lanzó: «vos me tiraste esto y me pegó acá (se señala la frente) pero me dolió acá (se señala el corazón)». Esa noche Sumo se retiró ovacionado del escenario instalado en el predio de la Rural del Prado. Después del show, de la banda argentina, apareció entre el público un tipo con una media can-can en la cabeza (emulando un ladrón de bancos tercermundista), una botella de ginebra en una mano y un vaso de plástico en la otra. Pablo al ver al extraño sujeto me dijo: «ese es Luca, acompañame que le voy a contar algo». Nos arrimamos y mi amigo le nombró 2 bandas: Manicured Noise y The New Clear Heads. Luca se terminó de sacar la media de la cabeza, lo miró de manera desafiante y exclamó: «¡qué grande los uruguayos, bolú! Vengan, vamos a sentarnos». El recordado «fogón» de Luca con unos punks en Montevideo Rock lo inició mi amigo Pablo quien, sin dudas, era el mayor coleccionista del post-punk inglés. Es así como, gracias al ingenio y conocimiento musical de Pablo, la charla devino en una «improvisada entrevista» (con el consentimiento de Luca) para nuestro fanzine Miseria Juvenil.
Luca: Todo bien, pero la primer pregunta la hago yo. ¿Cómo carajo conocen Manicured Noise y The New Clear Heads, loco? Manicured Noise era una banda post-punk de Manchester, ahí tocaba la primer baterista de Sumo, Stephanie Nuttal, y The New Clear Heads la formé cuando viví en Londres a fines de los ’70. ¡¡Ni los que tocan conmigo conocen esas bandas!!
Pablo (M.J.): Estuve 10 años viviendo en Londres, mis padres estaban exiliados, mi casa quedaba a 2 cuadras de Rough Trade.
Luca: ¡Uh! ¡Eso equivale a tener un master en Oxford! (risas).
M.J: ¿Cuál es la propuesta de Sumo?
Luca: Lo nuestro es distinto, somos aguerridos, hacemos un show que pega por nuestra fuerza. El rock sin potencia no es rock, es otra cosa. En el rock, más allá del estilo, existe un denominador común: los huevos. Antes a la gente le gustaba perderse en los espacios siderales del amor y paz, pero al final era todo mentira y ni siquiera era rock. Los chicos ahora no quieren escuchar a Sui Generis.
M.J: Actualmente, ¿en qué lugar de la escala social te ubicás ?
Luca: Por más que no lo quiera, sigo siendo un cheto. Fui educado en el mejor colegio de Europa junto al Príncipe Carlos de Inglaterra, ahí me di cuenta de la mierda que es todo y me escapé. Esa gente no me gusta, prefiero al almacenero del Mercado del Abasto, ésos son tipos de verdad. Odio el windsurf y a los que aparecen en las revistas del corazón. No es malo odiar. En las calles de Londres los punks me enseñaron que el odio, si lo sabés manejar, es un alimento que te mantiene vivo.
M.J: ¿Volverías a vivir en Europa?
Luca: No, me quedo en Argentina. Cuando viví en Europa era una época muy buena, pensábamos que podíamos cambiar algo. Después nos dimos cuenta de que ni con política, ni con el rock, ni con las drogas vamos a cambiar nada. Hace 2 años fui de visita a Italia y noté todo muy estancado. Por un lado están los que hacen guita y compran televisores grandes y por el otro los rebeldes, desilusionados con la generación del ’68 y con el punk, que caen en la heroína y mueren como moscas. Cambio de tema, me pongo triste porque mi hermana Claudia junto a su novio se mataron así. ¿Conocen el Hotel Carrasco?
M.J: Sí, el Hotel Casino Carrasco.
Luca: Sí, ese hotel está embrujado, parece el de la película de Kubrick, The Shining («El Resplandor»), los picaportes de las puertas se mueven solos y las mucamas son vampiros. Voy a pasar toda la noche despierto, ¡ahí no duermo ni en pedo!
Luca falleció la madrugada del 22 de diciembre de 1987, a los 34 años, en la casona de la calle Alsina en San Telmo. Lo encontraron tendido en su cama con una sonrisa tallada en su rostro. El dictamen médico certificó » muerte por paro cardio-respiratorio», luego se supo que fue producto de una sobredosis de heroína. Al otro día debía firmar un nuevo contrato con CBS por 4 discos.
Luca: ¡Mirá! me sobró un peine, se los regalo, yo ya no lo uso…
Hugo Gutiérrez