Nuevamente nos orgullece comentar lo que vivimos el pasado sábado 21 de mayo, cuando en las instalaciones de Midas Music Rock compartimos la celebración del duodécimo cumpleaños de vida y resistencia en el mega mundo de la web de la Radio El Aguantadero. Estábamos preparados para un cúmulo de sensaciones que sabíamos nos harían pasear desde lo emotivo y lo sentimental con diversas intervenciones del Zapa Martín Rivero, Rossana Vecchio, el Pato Alfredo Medina y ,Viviana Gómez, hasta una explosión de alegría y euforia con el sonido de las distintas bandas invitadas.
Para la apertura, subió a escena Rancio, un monologuista vestido de chica de moral olvidada portando un tan diminuto ukelele como el tamaño de su pollerita escocesa. Con un texto de crítica hacia la actual sociedad y a la religión, en varias oportunidades se dedicó a emitir sonidos y efectos musicales con su garganta, con lo cual captó la atención de los sorprendidos asistentes. Más allá del grito de algún espectador haciendo referencia a “qué divina te queda la pollerita”, lo que causó la reacción del artista al contestarle “sabía que algún pelotudo me lo iba a decir, ¿por qué no te prendes de ésta?”, (señalándose con la mano que tenía libre de sostener el ukelele, el natural instrumento con el que los varones venimos la mundo; me refiero a la quena, la flauta, el flautín), su stand-up se desarrolló sin más vicisitudes.
Acto seguido y luego de la correspondiente presentación por parte del staff de El Aguantadero, sobre 10:15 arrancó el show de Ale Itté, quien en esta oportunidad estaba acompañado por un nuevo colega y guitarrista, que al igual que él, brindarían al unísono el espectáculo. Su recorrido musical abarcó temas de su disco llamado Teleacústica, siendo uno de los pocos momentos de introspección y paz de la noche, donde el público se dedicó más a mirar y escuchar que a peludear y poguear.
Ya para romper el chiquero, o más bien, para armarlo, arremetieron sobre las tablas los Carniza. Esta legendaria banda de la escena under montevideana con casi 30 años de experiencia, tanto nacional así como internacional ya que hace años estuvieron de gira por España, sabe cómo meterse al público en el bolsillo, ya que desde el arranque comenzaron a todo trapo y en un show de una hora rockearon de lo lindo y dejaron todo sobre el escenario.
Bon Excremen Man Det, Onefinger, Killing y “Cacho de La Bolsa» fueron un descontrol arriba de las tablas, lo que provocó que el estallido ocurriese entre el público. Con temas como “Chupando droga”, “Oveja yira”, “Dura y pronta” y “Carniza chupa concha”, se imaginarán que los presentes poguearon de lo lindo y hasta más no poder. Además de su música estilo grindcore, la temática de sus letras (las cuales ya te darás cuenta tan solo con leer sus títulos), más las mascaras que usan, como si fuera poco, el bajista “Cacho…” sube al escenario a mostrarnos un “cacho” de sus cachetes. Algo inaudito. Realmente tener esos cachetes en primer plano es más aterrador que un encuentro con un ser del tercer tipo.
Pasada la una de la mañana, vuelve un poco la cordura al escenario y se asoma un trío de muchachos dedicados a darlo todo. La banda integrada por Leonardo San Martín en guitarra y voz, Luis Viera en bajo y Rodrigo Olivera en batería, tiene el objetivo bien claro de dar todo arriba de las tablas para que esa energía se repique en los espectadores. La guitarra aporta espectaculares riffs y a su vez, Leonardo también brinda un toque de originalidad y personalidad a cada uno de los temas con un muy particular timbre de voz en muchas ocasiones. Para el combo final, el gran aporte del bajo y la batería dan una perfecta conjunción para un hard rock de muy buena calidad.
Temas como “Kamikaze” que nos invitan a saltar y peludear (bueno… aquellos dotados de frondosa cabellera). “Billete”, la cual arranca tranquila pero va in crescendo su ritmo y nos regala uno de los mejores estribillos del repertorio, o “Carretera hacia ningún lugar”, que suena como un clásico del hard, muy potente con muy buenas ejecuciones de música. En resumen, un show muy bien logrado, con un sonido directo al pecho y una cachetada de hard para que no decaigas ni un instante, mantengas la energía a tope y escuchando con volumen bien alto, logres disfrutar de una banda que sabe lo que toca, lo hace en forma majestuosa y te deja el rock bien calentito para saborearlo con placer (a la música me refiero).
Para el cierre del evento, la cuarta y final banda arremetió desde un principio con todo. Los Paja Brava, pasadas las 2 AM, comenzaron su espectáculo con “Yo soy el león” de los argentinos La Renga, siendo de éstos básicamente el repertorio de los chicos, ya que son una banda tributo del conglomerado argento. El trío suena muy potente y ejecutan en forma espectacular sus instrumentos, brindando la energía necesaria para que el público salte y coree sin parar todos los temas que tocaron. Dieron un empuje y un aliento de aire fresco a quienes se sentían cansados por estar casi cinco horas rockeando. Ellos te ofrecían la fuerza necesaria que te servía de excusa para que con un último grito festejes el estar vivo, lleno de rock y continúes el aguante por varios años más…
¡¡¡Felicidades El Aguantadero!!!
Tomás Cámara