Este año 2022 nos trae una gran y grata sorpresa, que es el lanzamiento del disco de LoS MaCaRRaS. Gabriel Barbieri y Zebras, guitarrista alemán que tocó en la banda Keine Macht für Niemand, no tuvieron una mejor idea que juntarse y grabar estos 11 temas. Por mi parte, agradecido. Acompáñenme para zambullirnos en el mar del más puro rock and roll.

El sonido de la banda oscila entre lo eléctrico y lo desgarbado, dando la sensación que tanto puede reptar como explotar, lo que queda demostrado a lo largo de todo el disco. Es muy gratificante también comprobar que tenemos una nueva banda a nivel nacional que apela al viejo espíritu del rock and roll más auténtico y que logra plasmarlo en PaTeaNDo eL TaBLeRo. Este disco huele a rock and roll y alcohol. Genera una atmósfera densa, pesada, donde el inconformismo y la desesperación toman su lugar.

El trabajo fue grabado y mezclado por LoS MaCaRRaS, salvo el mix de “Niños del sol”, que lo realizó Ariel Soares De Lima. El master y la post producción son también de Ariel Soares De Lima. Todos los temas pertenecen a LoS MaCaRRaS, siendo que “Por mis amigos” está inspirada en “Mis amigos”, de Rafael Berrio. Los temas que integran el trabajo, son los siguientes:

Las guitarras se unen para formar una pared o un colchón sonoro, según sea lo particular de cada canción y de cada momento. La base de bajo y batería soportan y acompañan a la perfección este trabajo de guitarras, siendo su sostén, arrastrando los sonidos o tomando el timón no sólo en lo rítmico. Hay momentos de sicodelia muy bien creados y manejados por la banda que son un viaje en sí mismos. La voz desgarrada es la adecuada para el tipo de música y para transmitir lo que la banda plasmó en sus letras.

Una introducción de bajo anuncia que se viene “El tiempo no está de mi lado”. Tremendo comienzo. Tiene todo lo que tiene que tener: distorsión, velocidad, mucha potencia en lo musical y esa voz desgarrada, los componentes que no deberían faltar para acompañar la letra de esta canción. “Tus ojos” continúa la línea iniciada por su antecesor. “Y no me importa, me la voy a dar contra el mundo de tu indiferencia” y “No necesito amor para volar” son sólo un par de frases de la letra. Comienza a sonar “Ningún lado”, que tiene guitarras muy presentes y una apropiada ejecución, las que marcan al tema y lo definen. El cuarto lugar lo ocupa “Vuelvo solo”, con enérgico inicio que anticipa la velocidad que desplegará. La frenética base empuja a las guitarras y la voz se sube a este tren disparado al infinito. “Pobre diablo” trae la calma, si es que se puede decir tal cosa. Un clima pesadísimo que incita a imaginarse las tinieblas y apenas visualizar figuras oscuras entre distintas humerdas. Gran combinación de sonidos que se transforman en todo un viaje. “Unos & ceros” es la encargada de continuar, y vaya forma de hacerlo. Suena un modem de los antiguos y se dispara toda la potencia de LoS MaCaRRaS. La voz “se aleja” y deja espacio para que el rock and roll nos pase por arriba. Un bombazo.

A continuación “La cueva” amenaza con la conjunción de guitarra, bajo y batería. La primera agoniza mientras que los segundos sentencian potencia, a veces descontrolada y a veces contenida. La voz encaja a la perfección en esta pócima; “Sos mi puta locura”, espeta por ahí. Continúa “Bomba de tiempo”, que es otro ejemplo para que LoS MaCaRRaS sigan haciendo de las suyas, con un sonido con aún un poco más de caos presente. “Por mis amigos” no quiere quedarse atrás y trae sonidos que parecen girar una y otra vez sobre sí mismos y que se integran con la voz en ese remolino sónico. “Marmota” nos devuelve al rock más marcado. La letra nos dice: “Cansado de estar siempre en el mismo lugar, un deja vu del que no puedo escapar”, seguramente en alusión al ritual de la marmota, estableciendo un paralelismo. El final llega con “Niños del sol” y se despide con guitarras al mango sobre otra potente base coronada por la voz rasposa que desgrana la letra. Un final donde hay de todo; otro viaje por sí solo con un cierre inquietante.

Un excelente trabajo de LoS MaCaRRaS, que nos recuerdan uno de esos caminos infaltables a recorrer para llegar al mítico lugar del rock and roll auténtico. Para completar la fiesta, sólo queda pendiente verlos en vivo en algún momento en que los planetas se alineen.

Ariel Scarpa