Existe un hecho que ha sido sistemáticamente erradicado de todas las biografías y autobiografías de The Clash: la presencia de Steve Jones en el escenario de los liderados por Strummer. Recuerdo, en 1987, el artículo que escribió Pablo “El New Wave”, en el fanzine Miseria Juvenil, al respecto. Resulta que a mitad de la gira de The Clash «Out On Parole», en 1978 (donde tuvieron como teloneros a The Specials y a los americanos Suicide), el guitarrista de los Sex Pistols, Steve Jones, empezó a aparecer por sorpresa en los shows de los Clash, para subirse a tocar en los bises del grupo. De hecho, los Clash comenzaron a tocar “Pretty vacant” de los Pistols, como final especial. (Dicen que el formato con tres guitarras sonaba impresionante, te trasladaba a sus inicios con Keith Levene, quien siendo fundador de la banda la abandonó, luego de las primeras 5 presentaciones, aduciendo tener negocios, en el norte de Londres, que atender.)
Por ese entonces, Mick Jones se preguntaba si los managers de las dos bandas, Bernie Rhodes y Malcolm McLaren (amigos y socios) estaban planeando un golpe maestro. “Estaba latente la idea de que hubiera un intercambio de integrantes entre los grupos. Mick se sentía incómodo porque Steve Jones aparecía todo el tiempo. Debe haber sentido que Steve lo estaba por destituir“, recuerda Paul Simonon.
La táctica de Bernie siempre fue “divide y reinarás”. Hasta la actualidad, nadie está muy seguro de qué se trataban las apariciones improvisadas de Jones. Sólo hay rumores indefinidos que dicen que McLaren y Rhodes estaban tratando de sacudir el avispero. Steve afirma tajantemente que nunca formó parte de ningún plan secreto. Lo que es seguro es que habían elegido el momento justo para incomodar a Mick. Todos los demás han admitido que se estaba volviendo “bastante complicado” el relacionamiento con Mick. Una de las mayores discusiones era por las desvergonzadas aspiraciones de Mick como estrella de rock. Admitía alegremente que tomaba cocaína. Le gustaba parar en hoteles buenos y tener chofer.
“Tenía un estilo de vida muy distinto a los demás”, explica el jefe de giras, Johnny Green. “A veces era difícil hacerlo subir a tocar. Lo superaban tanto los nervios, que hacía cualquier cosa para postergarlo. Decía cosas como: el escenario es malo; el faso es malo; no puedo tocar”, contó la periodista novia de Paul, Caroline Coon.
El distanciamiento y la falta de puntualidad de Mick, cada vez más grandes, causaban malhumores. Durante la grabación de “Clash City Rockers”, Paul y Mick terminaron a las piñas. A principios del ’78 (antes de los 3 conciertos secretos por la región central de UK), el productor del futuro segundo disco, Sandy Pealman, fue a ver un show privado del grupo en el 100 Club, y se encontró con que Mick y sus equipos no estaban por ninguna parte. Le explicaron al productor que los demás estaban “muy enfadados con el guitarrista”, y que lo habían echado. En el lugar de Mick, había otro violero: Steve Jones. Es así que, posiblemente por instrucciones de Bernie y Malcolm, Steve Jones estuvo de nuevo en las últimas 4 fechas de la gira «Out On Parole», en el Music Machine de Camden (24, 25, 26 y 27 de julio), al igual que Jimmy Pursey vocalista y líder de Sham 69.
40 años después, en 2016, promocionando su autobiografía «Lonely Boy (Tales from a Sex Pistol)», Steve Jones contó: “Yo era el músico invitado que simplemente compartía escenario con ellos, y fue algo revitalizante para mí. La gente dice que yo estaba tratando de integrar los Clash. ¡Nada que ver! Simplemente me gustaba manejar por la autopista de Londres, subir y hacer un par de temas al final. A esa altura se había acabado la diversión en los Sex Pistols y tenía que buscarla por otro lado. Los Clash se odiaban, pero me llevaba bárbaro con ellos”.
Hugo Gutiérrez