Segundo trabajo discográfico de esta banda punk que suena seguido en nuestros escenarios. Parafraseando parcialmente al título, el disco resulta un despliegue necesario de energía, esa que nace desde lo profundo de la música, se arraiga en las letras y explota en los instrumentos y en la voz. Pero buceemos un poco más detalladamente.

Punk rock, por supuesto, con un toque complementario de ska. Un trabajo signado por la inmediatez, por la necesidad de transmitir rápidamente los conceptos, sin concesiones. Trece temas que no dan descanso, que disparan certeramente y que dan en el blanco con precisión. Según como fueron colgados en YouTube, el orden es el siguiente:

La radio – Las palomas – Un despliegue innecesario de ansiedad

Ska de los desinformados – Mi verdad – ¿Adónde van los sueños?

Wanted – La llave – Niños de Palestina

Esclavo de tu personalidad – Abuela – Las especies

Apaguen los televisores

Gente: corran los muebles, denle play y suban el volumen. El tinte punk omnipresente obliga y no se puede fallar. La premura de la entrega musical en su totalidad conceptual será recibida directamente en el pecho, y el resto del cuerpo vibrará en consonancia.

Buena intro la del primer tema, breve, y luego… dale que va. Las letras, una interesante constante. Le sigue “Las palomas”, con muy buen estribillo y un excelente solo de guitarra que sirve para volver a catapultar el tema a su ritmo inicial. La canción que da nombre al disco tiene un ritmo más controlado, y precede al “Ska de los desinformados”. Muy buena letra con el aporte musical del ska. Redondito. El punk vuelve de la mano de “Mi verdad” con todo su poder. “¿Adónde van los sueños?” sigue reafirmando la propuesta de buenas letras y música, sumado a la interpretación vocal, con canciones que invitan a ser cantadas. “Wanted” vuelve a poner la banda a tope, bebiendo de las mejores influencias para su inspiración. “La llave” pide paso y empieza a sonar, sumando otro buen tema. “Niños de Palestina” se hace eco con mucha furia de un clamor mundial: 1 minuto 39 segundos son suficientes para decir lo que hay que decir. A “Esclavo de tu personalidad” le lleva menos tiempo transmitir el mensaje: sólo 1 minuto 4 segundos. La melancolía insinuada en otras letras se pone más expresamente de manifiesto en “Abuela”, mientras que “Las especies” sigue aportando al concepto general del disco. Cierra “Apaguen los televisores”, con su mensaje directo, claro y fuerte, al que habría que hacer caso si realmente se busca lo que plantea el tema: un cambio.

Algunas letras seleccionadas:

Como resumen, un muy buen disco con una más que interesante propuesta, lleno de letras poderosas y música que acompaña excelentemente lo que se quiere transmitir. No se puede pedir más.

Ariel Scarpa

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