Un nuevo sábado a puro rock y metal sucedió el pasado día 30 de marzo en las instalaciones de BJ Sala, donde se cumplió con una nueva fecha del calendario de contiendas entre las bandas nacionales con miras a presentarse en el W.O.A. del presente año.
En esta oportunidad las bandas que se presentaron fueron: MUSSPELLHEIM, MAQUINARIA PESADA, SINESPINAS, DAWNFALL XV y NOISSICK, habiendo sido la ganadora: MAQUINARIA PESADA y un empate en el segundo lugar entre MUSSPELLHEIM y DAWNFALL XV.
MUSSPELLHEIM
Con puntualidad teutona, como caracteriza al estilo de esta banda, 23:35 subió a escena MUSSPELLHEIM. La banda conformada en el 2005 y que en la actualidad tiene como integrantes a Leticia Orero como cantante, Sebastián Barreto y Matías Bonasse en guitarras, Andrea Quintana en teclados, Bettiana Boné en el bajo y Jorge Viola en la batería, fue la encargada de abrir la noche y empezar a templar las almas de los espectadores a puro Rock.
La banda ejecuta un Metal Nórdico, Power, Progresivo, muy bien logrado, donde la totalidad de los instrumentistas sobresalen en su conjunto, por la musicalidad que alcanzan en sus obras y no por ser un guitarrista solista virtuoso o por el teclado ambientar la escena y resaltar con esa tarea sobre los demás.
Derivado el estilo de la banda de los grandes géneros del Metal, como ser el Death y el Black, MUSSPELLHEIM sabe rescatar lo mejor de ambos estilos, y al mezclarlo con algo de folk y mitología nórdica, se obtiene un producto donde los riffs de las guitarras por momentos pesados, distorsionados y muchas veces ejecutando ritmos lentos, más el teclado que aporta un elemento fundamental que es la ambientación oscura, atemorizante o gélida, logran canciones donde el espectador es arrastrado por los fríos suelos de la tundra escandinava y elevado hacia los oscuros cielos de ese extremo del mundo.
Pero sin lugar a dudas es la voz de Leticia Orero (que por poco y gracias a THOR no es familiar de la que canta “Muñeca Brava”) la que aporta el sello rutilante con su estilo único de cantar entre melodías suaves con tonos de soprano, hasta gritos desgarradores y guturales propios también del estilo.
Sin lugar a dudas, una banda para tener en cuenta y seguirle los pasos bien de cerca, porque Metal como el que ellos interpretan, se ve muy poco.
MAQUINARIA PESADA
En segundo término arremetió con todo lo que se le ponía delante la banda que a la postre se quedaría con el primer puesto de la noche. Maquinaria sabe cómo encender los motores del público presente, el cual desde un principio desató un pogo digno de festival internacional.
La banda interpreta un estilo de música Hardcore, Thrash Stoner, donde sus cinco integrantes trasmiten una energía descomunal hacia el público, quienes no tienen más que armar el pogo como señal inequívoca de la nítida interconexión entre artistas y su público.
Siendo el batero el que por obvias razones menos movilidad tiene, no por ello deja de inyectar a los presentes toda la electricidad que parece que los restantes cuatro integrantes del grupo tuviesen, además de en sus instrumentos, también en todo su cuerpo. Guitarristas y bajista saltan, se empujan, cantan y alientan a la par de cualquiera que estuviese enchufado a 220 descalzo y mojado.
Pero sin lugar a dudas un capitulo aparte se merece Pablo Ferreira, el vocalista, quien además de cantar y de hacerlo muy dignamente, con gritos y alaridos propios del estilo, se mueve y baila queriendo ganarse el reconocimiento de “hermano de Fred Astaire”. Contorsiona ese cuerpo y esas piernas al unísono del ritmo de la música, sin titubear ni trastabillar, que parece un discípulo del difunto Astaire.
Como solía decir un ex primer Mandatario de este país, ya fallecido, “no sé si vamos a tocar bien o mal, pero seguro que nos vamos a divertir, seguro…”. Y parece ser la consigna de la banda, porque, y a pesar que ejecutaron muy bien el estilo Hardcore, se nota también que lo disfrutan.
SINESPINAS
En tercer lugar subió a escena la banda SINESPINAS, la cual se formó en Montevideo en el año 2016, y está integrada por Leonardo Cledon en la voz, Lázaro Bronée como bajista, Andrés Olivera y Jason Launaz en guitarras y Leonardo Vargas como baterista.
La banda tiene un estilo Hard Rock con mezcla de Rock Alternativo que a pesar de estar bien logrado, no caló hondo en el público presente; tal vez sea porque el estilo musical no era totalmente del agrado de los que allí estábamos.
Creo que simplemente fue un tema de química, de conexión, ya que para nada los músicos eran incompetentes, sino por el contrario. Los guitarristas, por ejemplo, ejecutaban muy bien sus sonidos, fuertes y distorsionados, teniendo además el aliciente de que el vocalista entona desde notas muy altas hasta gritos de desesperanza. En sí y como premisa del estilo Alternativo, la preocupación del grupo es obtener un producto más acabado y no hacer resaltar a uno de su integrantes, ya sea, el guitarrista principal, el vocalista o, eventualmente si lo hubiese, un tecladista.
En resumen, una muy buena banda la cual tendrá muy buen futuro; claro, tal vez no en escenarios de Metal, pero de seguro en tablas donde el Rock esté vibrando, pueden ser ellos los que estén sonando.
DAWNFALL XV
En penúltimo lugar subió a escena DAWNFALL XV, la banda integrada por Matías Sosa en guitarra y voz, Joaquín Berrutti en la otra guitarra, Mauricio Álvarez en el bajo y Juan Pablo Delprato en la batería.
La banda abarca un estilo de NU Metal con toques de Power y Alternativo, donde resuenan las influencias de bandas como Pantera, Machine Head o Trivium. Así es que la voz de su cantante resuena con gritos fuertes y en tonos bajos, para en ciertas ocasiones entonar versos con clara dicción.
Su acompañante en la guitarra rítmica ejecuta las bases de los temas con fuerte distorsión y solos estrambóticos dignos de músicos de conservatorio. Lograron un fuerte impacto en el público, no sólo haciendo que resurgiera el pogo, sino que además también esa bestia interior que evita que uno luego de estar más de tres horas de pie, no flaquée ante cualquier vicisitud, como por ejemplo, un esguince de rodilla.
Fue ésta la banda encargada de inyectar nuevamente esa adrenalina que había descendido un poco, debido principalmente a como ya se dijo, momentos donde el Metal parece haber sido desvanecido por el velo de la oscura noche. Lograron así entonces que durante toda su actuación, los pisos temblaran, las paredes vibraran y los techos se rasgaran. Dignos ejecutantes del mejor Metal tanto para jugar de locatarios así como de “visitantes”.
NOISSICK
Esta fue la banda que cerró la actuación de la noche y también la que cerró la lista de ganadores. Grupo que inició su carrera en el año 2011 para luego con nueva formación resurgir en 2014 manteniéndose hasta el presente.
La banda se define como ejecutante de un Sludge Metal y Stoner Rock, lo que implica que bajo las influencias de Black Sabbath, Black Flag, Flipper, Dead Kennedys y The Melvins, agregan al clásico Hardcore y al punk, las distorsiones propias del noise y ritmos lentos para así obtener el Stoner Rock. Por su parte, al Sludge Metal se caracterizaron por incorporar un sonido atmosférico dentro del hardcore más, a su vez, sonidos lentos y pesados del Doom metal.
La banda, a pesar de tener una buena puesta en escena, no pudieron abrochar o dar un cierre a su actuación por el cual pudiesen obtener una cocarda más elevada, dado que tuvieron problemas en el sonido y constantes problemas del cantante con la jirafa que no quedaba fija, y hasta un par de ocasiones donde el micrófono se desconectó de su cable, haciendo obviamente que no se escuchase la voz, cuestión que obligó a los músicos a estirar su ejecución.
Más allá de esas cuestiones particulares del momento, el grupo ejecuta un buen Metal con buenos instrumentistas y donde el vocalista desarrolla una efectiva performance.
Tomás Cámara