Radical – Radical (2023)

Radical ha vuelto al ruedo del rock nacional luego de un impasse. Este regreso se confirma con la edición de su disco homónimo, que fue lanzado a fin del año pasado. Este nuevo registro trae cambios en la formación, pero más allá de eso, presenta un sonido demoledor que plantea un desafío para los escuchas. Veamos porqué.

El disco Radical es una bomba sónica y hay que estar preparado para su recepción. Generalmente aumentar el sonido del reproductor cuando está sonando un disco ayuda a captarlo con toda su energía. No es que esto no pase con Radical, pero lo que sí es diferente es que ya con el volumen bajo queda claro lo aplastante de la propuesta. Diez canciones que te despeinan desde el momento uno. De cualquier manera, sigue vigente la recomendación de subir el volumen. La ejecución de los instrumentos y la voz al mango se juntan para armar una pared sonora que no tiene filtraciones.

El disco fue producido por Gabriel Brikman, estando la producción ejecutiva a cargo de Pentagram para 01Records. Fue grabado en Mastodonte Estudios (baterías) por Gastón Ackermann, en Nanostudio Pentagram (guitarras y bajos) por Gabriel Brikman, en Zensound Studio (voces) por Nacho Delgado, excepto cada invitado y las voces adicionales de Martín en Nanostudio Pentagram por Gabriel Brikman. Fue mezclado y masterizado en Blackflag Studio, Iquique, Chile. Las canciones que componen el disco son las siguientes:

Radical está integrado por Martín Núñez en vocales, Gabriel Brikman en guitarras, Joel Carballo en bajo y Gastón Lorenzo en batería. La tapa del disco Radical presagia lo que está a punto de comenzar a sonar. “Pensar es terror” es la canción encargada de abrir el disco y lo hace violentamente, por decirlo de alguna manera, algo que se mantiene en la totalidad de los temas. Todo el disco está construido con guitarras que atacan efectivamente con riffs y solos tremendos, en combinación con la voz que va desgarrando todas y cada una de las canciones y con el motor fuera de borda de la base rítmica. Algunas de las canciones sólo precisan pocos segundos (“Crisis”) o un minuto y algo más (“Hacelo vos”, “Corro” y “Pelea”) para completarse y dejar al escucha en vilo a la espera de la siguiente canción. Prácticamente todas tienen introducciones que a los pocos segundos desembocan en algo tremendo, siendo buenos ejemplos de esto “Detona” o “Mucha mierda”.

Las diez canciones suenan muy parejas al pasar por el tamiz de esta nueva versión de la banda. El denominador común es la contundencia, la potencia de los temas, los cuales se alejan del ruido al estar llenos de música y de ideas que mancomunadamente construyen un excelente disco.

Ariel Scarpa