El Conde En El Castillo Idiarte Borda

Ver a El Conde en vivo es un acto que es recomendable repetir. Siempre es una inyección de blues cargada de música, amor y pasión. Ya sólo con eso se transforma en una necesidad a satisfacer periódicamente. Si además le agregamos que el entorno aporta a la propuesta de la banda… bueno, ya estamos del otro lado.

El cuarteto liderado por Juan Faccini viene presentándose asiduamente en diferentes lugares de la capital. En esta oportunidad, el castillo Idiarte Borda ubicado en Lezica, fue el marco ideal para que la banda llevara el blues a esa gran barriada. En el marco del evento organizado por la comisión de vecinos administradora del castillo, El Conde desplegó toda su artillería bluesera inspirada en las mejores raíces de la música de los ’60 y ’70.

Un hecho no menor es que esta transgresión de El Conde de presentarse fuera de los ámbitos en que usualmente vemos a las bandas, es algo que consideramos fundamental. Acercar el rock a la gente fuera de los ámbitos usuales, puede ser importante a la hora de volver a captar el interés de quienes se hayan alejado del movimiento o de futuros posibles escuchas.

Abrieron la actuación con “Frente al añil”, uno de sus grandes clásicos. Guitarra, bajo, teclado y batería al servicio de grandes canciones transportadoras del sentimiento que la banda le impregna a cada una de ellas, donde tampoco faltaron covers. Muy buen despliegue instrumental para el soporte de las interpretaciones, donde brilló, por ejemplo, su clásico “El omniblues”.

También hubo espacio para que la invitada Carolina Galeano subiera a deleitarnos con su guitarra en su exquisito estilo. Un complemento de lujo que se diferencia del de su profesor Faccini y que también está cargado del sentimiento que este estilo requiere.

Una noche del mejor blues de la mano del maestro y sus compinches. Un acto de entrega de los músicos cargado con la emoción justa para enganchar y llegar a conmover.

Ariel Scarpa