Mis Discos Conceptuales Favoritos (2° Parte)

Volvemos con Redes Comunicantes y las listas. La década de los ’80 explora caminos experimentales diferentes a los generados la década anterior y los discos conceptuales, salvo honrosas excepciones que abarcan desde Bruce Springteen a Marillion, dejan de estar presentes. La década del noventa regresará con nuevos bríos a ese formato de obra conceptual desde diferentes lugares. Entramos en la segunda parte de la lista de mis discos conceptuales favoritos (por orden cronológico).

Están invitados a leer, escuchar, curiosear, compartir, y opinar. Sobre todo, opinar. ¿Les gustan los discos conceptuales? ¿Tienen validez en estos tiempos? ¿Cuál es su lista? Todo vale. Bienvenidos.


9- Outside, de David Bowie (1995)

Este álbum es una obra distópica y ciberpunk. Es 1999 y existe algo llamado crimen artístico. En ese futuro, el asesinato y la mutilación de cuerpos es “la nueva moda” del arte undeground. Nathan Adler, el personaje central, es una especie de censor que investiga la complejidad de los hechos que llevaron al asesinato de una niña de catorce años. Bowie se adelanta a la época, con un equipo de lujo: Brian Eno, Carlos Alomar, Reeves Gabrels, Mike Garson, Sterling Campbell, entre otros. La historia, incluida en el libro del CD, fue titulada El diario de Nathan Adler o el asesinato artístico-ritual de Baby Grace Blue: un hiperciclo no lineal de drama gótico. Con marcada influencia de la música electrónica e industrial de los ’90, el disco está imbuido del espíritu milenarista de finales del siglo XX. Una visión apocalíptica, violenta y enloquecida del mundo, las artes y las relaciones humanas.

https://www.youtube.com/watch?v=7mhSoUZO0os&list=OLAK5uy_m1BV12I9hwfinL31DC91RCerbjRwbVVLs

 

10- A Pleasant Shade Of Grey, de Fates Warning (1997)

Con este disco conceptual se inició una nueva fase dentro de la trayectoria de esta banda pionera del metal progresivo. El grupo estaba reducido a trío: Jim Matheos en guitarras y composición, Roy Alder en voz y Mark Zonder en batería y percusiones electrónicas y acústicas. Decididos a dar un giro en su música, la idea pasa por explorar texturas, atmósferas sombrías, toques de inspiración industrial y dar mayor rol a los teclados, a cargo de Kevin Moore. Sumado a eso la temática introspectiva y melancólica de letras como ésta: “Y sé que no podemos retroceder todos los años, / El tiempo se refleja en un tono de gris, / Pero a menudo me pregunto qué pudo haber sido / Y todavía me aferro al ayer”. Así surge una obra conceptual y expresionista, dividida en doce partes, unificada en un todo musical desde la minuciosa ingeniería de sonidos, compases y ambientes que conforman cada sección. Una obra contundente.

https://www.youtube.com/watch?v=w8f7BJzsOVA

 

11-  OK Computer, de Radiohead (1997)

Uno de los grandes álbumes de los ’90 y de los últimos 30 años. Con letras que hablaban de inseguridad urbana, alienación, vidas aparentemente felices. Una dura crítica al postmodernismo, al triunfo de la tecnología sobre la humanidad y a la desesperación en una sociedad donde todos están cada vez más solos, estas letras tienen hoy más vigencia que nunca. A nivel musical, un entramado con cuotas sonoras heredadas del glam-rock y de Pink Floyd entre samples y efectos electrónicos. La influencia de la ciencia-ficción es palpable en parte del álbum. Thom Yorke toma referencias que van desde Douglas Adams hasta Philip K. Dick… quizá sea un paranoico, pero no soy un androide… Una sucesión de canciones eternas como “Paranoid androide”, de casi 7 minutos (una duración inaudita para un single), o “Exit music (for a film)”, “Karma police”, “No surprises”. Brillante.

https://www.youtube.com/watch?v=YxLnu4PhQNQ

 

12- Metropolis pt. 2: Scenes From A Memory, de Dream Theater (1999)

Este álbum presenta la historia de Nicholas, quien a través de una sesión de hipnosis, descubre que en el pasado estuvo envuelto en una trágica historia de amor y asesinato. El álbum está inspirado en una película dirigida por Keneth Brannagh que se llama Dead Again, de 1991. En lo personal, el mejor álbum de la banda, que además cuenta con una portada magistral del gran Dave McKean. La historia empieza con un reloj haciendo tictac, tictac; en esa incógnita calma, una voz susurrante comienza a comunicarse contigo: “Cierra los ojos y comienza a relajarte, toma un profundo respiro y déjalo salir lentamente, concéntrate en tu respiración…” así el álbum te sumerge en un tour de force que no decae en ningún momento. Portnoy, Petrucci, Myung, LaBrie y Rudess son una aplanadora musical. Esto se puede comprobar fácilmente en temas como “Home”, “The dance of eternity”, “The spirits carries on” o “Finally free”.

https://www.youtube.com/watch?v=pnTQHwHSx6Y

 

13- Fear Of A Blank Planet, de Porcupine Tree (2007)

El concepto de este álbum está influenciado por la novela Lunar Park de Bret Easton Ellis. La novela se cuenta desde la perspectiva de un padre, mientras que el disco es principalmente desde la perspectiva de su hijo, un niño de once años llamado Robby. Bipolar, con déficit atencional. Escapismo a través de medicamentos recetados, aislamiento social causado por la tecnología y sensación de vacío, producto de la sobrecarga de información por parte de los medios masivos. El tema Anesthetize, una pequeña obra maestra impensada para estos tiempos, en sus diecisiete minutos de duración es tan épica como revolucionaria y anti sistémica. Una descarnada mirada sobre el abuso de los fármacos, la hipnosis de la TV y los vicios del capitalismo. Un álbum que es casi un complemento perfecto al OK Computer, y que no a perdido vigencia ni contundencia con el paso de los años.

https://www.youtube.com/watch?v=N7QbjCN3DYA

 

14- Hand.Cannot.Erase., de Steven Wilson (2015)

En su cuarto disco en estudio en solitario, Steven Wilson creó un álbum conceptual de rock progresivo con elementos de jazz. La obra está inspirada en el caso real de Joyce Carol Vincent, una mujer británica que se desconectó de sus familiares y amigos y apareció muerta en su apartamento de Londres en el año 2006, tres años después de su fallecimiento y sin que nadie reclamara su ausencia. Esta historia sirve a Wilson para abordar una forma de aislamiento muy común en este mundo hiperconectado; asuntos de memoria, rutina, violencia doméstica, pérdida, escapismo en una soledad elegida… las cosas que parecen importar mucho, al final no importan nada, todo debe pasar… Resignación. Se puede leer en sus letras. Musicalmente con momentos pinkfloydianos y con la participación en guitarras de Guthrie Govan y los teclados de Adam Holzman. Otra pieza a contracorriente de estos tiempos.

https://www.youtube.com/watch?v=pGDxsQohs1w&t=2177s

 

15- We Persuade Ourselves We Are Inmortals, de Amorphous Androginous & Peter Hammill (2021)

No voy a explayarme con este disco, que mereció una nota propia en julio de 2021 en esta misma columna, y que los invito a leerla en este enlace que les dejo:

https://solorock-uruguay.com/2021/07/24/un-disco-que-es-un-viaje/

Este repaso es absolutamente parcial y subjetivo. Siento que los discos conceptuales pueden ser puertas a mundos y paisajes musicales (y sonoros) de una gran riqueza, a los que hay que dedicarles una escucha atenta y profunda. Son álbumes que exigen una compenetración especial, paciencia. No están pensados para escuchar como música de fondo o acompañamiento. En estos tiempos que corren se han convertido en rara avis no muy apreciadas o buscadas. Para algunas personas, y es mi caso, siguen teniendo una vigencia y calidad musical de la que siempre se sale enriquecido por la experiencia.

Gustavo Aguilera