Álbum Familiar

Si tenés una idea de la historia del rock, sabrás seguramente que la historia de Sid Vicious (Simon John Ritchie) fue tan triste y trágica como parece. Sid, cuando reemplazo a Glen Matlock como bajista de Sex Pistols, no sabía tocar su instrumento.

Salvo por su imagen (epítome del punk) poderosa e intimidante, que en realidad nada tenía que ver con su auténtica personalidad ni forma de ser, Sid no aportaba a la banda en lo musical en absoluto.

Cuando el conoció a Nancy Spungen, ambos se volvieron inseparables, volviéndose al lado de Nancy en adicto a la heroína, comenzando una loca carrera de conductas autodestructivas, más drogas, y múltiples escándalos. A tan joven edad (20 años), sus probabilidades de sobrevivir al entorno creado a su alrededor eran pocas o casi nulas.

Luego de la muerte de Nancy en extrañas circunstancias una madrugada en octubre de 1978 en el famoso Chelsea Hotel, Sid intentó sin éxito auto eliminarse. Libre bajo fianza, mientras esperaba el juicio por la muerte de su pareja, estuvo siete semanas preso en Rikers Island, a raíz de una pelea en un club, donde atacó al hermano de Patty Smith. Su primera noche en libertad, Sid murió de una sobredosis, con drogas suministradas por su madre, quien era una adicta de larga data.

Ya en 1980, al año de su muerte, Anne su madre, armó un libro de 32 páginas lleno de fotos de su difunto hijo, titulándolo “Sid Vicious Family Album”. Las imágenes de este libro sugieren que aunque quizás todo no haya sido tan bucólico, Sid tuvo una infancia agradable y podríamos llamarla normal. Fotos de cuando era bebé, fotos con sus padres, de vacaciones en Ibiza, o a sus once años siendo un escolar. También ya de adolescente, fan de Bowie, con campera de jean y remera de David, dando una imagen diametralmente opuesta al ser caótico que vivía al limite en que se convirtió, y sin tener mucha idea de cómo llegó ahí.

Sid fue muchas cosas, pero también fue un ser humano, en algún momento con inocencia, sueños e ilusiones, y eso es el lado poco conocido que reflejan estas viejas fotografías en blanco y negro.

Anne Beverly (su madre) luego del deceso de Sid, recibió un millón de libras en concepto de royalties y derechos de las futuras ganancias de su hijo. Abandonó Londres y se mudó a un pequeño pueblo situado en el condado de Derbyshire. Llevó consigo todo lo que le importaba: sus perros y gatos, discos de oro y platino de los Pistols, carteles, fotografías, y diverso material de la banda. Ahí viviría sola, salvo por la compañía de las drogas y el alcohol, hasta que atormentada por los remordimientos de su dura vida, decidió suicidarse en 1996. Poco antes de morir, confesó ser quien suministró a Sid la dosis de heroína que lo llevaría a la muerte en febrero de 1979.

Bajar a tierra el mito, humanizarlo, dejar de idealizar historias y personajes, nos ayuda a entender algunas cosas y así también nos ayuda a ver que los artistas, sean quienes sean, no dejan de ser tan imperfectos, simples y complejos como todos y cada uno de nosotros lo somos.

PD: El libro en sí está discontinuado y es difícil de encontrar, pero no imposible: en eBay suelen aparecer copias en subastas con distintas bases, dependiendo de la condición de cada ejemplar, por $ 50 – $ 75 dólares cada uno. Además de las fotos de Sid que datan desde su nacimiento en 1957, también contiene fotos raras de los Sex Pistols, lo que lo convierte en un coleccionable punk por demás interesante.

Leo Peirano