“Para la próxima entrega, vamos a pulir un poco las formas de la comunicación y ver qué figuras o roles aparecen y pueden ser de mucha ayuda para tu proyecto o el de un amigo...”.
¿Cómo les va? ¿Recuerdan la Brikdata#6 ? Acá les dejo el link para retomar el hilo de nuestra charla.
Efectivamente, vamos a seguir ahondando en la comunicación y tal como anunciábamos en el cierre del episodio anterior, hoy vamos a pulir un poco la comunicación de nuestro proyecto.
¿Seguimos?
* * * Si no leíste las columnas anteriores te invito a visitar la sección Brikdata * * *
- Comunicar, vociferar… gritar a los 4 vientos que existimos y que estamos haciendo algo
Vaya que está complicado. No son los mismos tiempos que cuando comencé a estudiar comunicaciones, o cuando me tocó acercarme a la comunicación de una banda. Efectivamente todo cambió. La aparición de Internet debe ser entendida, entre otras cosas como un punto de inflexión en el delivery de la información y el tipo de comunicación.
- ¿Qué cosas quedaron atrás? ¿Qué apareció? ¿Qué se transformó?
Si algo nos tocó vivir en todo este tiempo, es un cambio de paradigma en lo que refiere a toda la industria de la musica. De aquellos modelos de los 70s y 80s, donde la compañía era la gran planta procesadora de nuevos talentos, ya poco queda. Muchos cambios producto de la tecnología han impactado tanto en la forma de almacenar y vender música, como en la gestión de la misma y de las carreras de los artistas. La digitalización, puso en cuestión a toda la industria con la aparición del CD y su “clonación”, las formas “no ortodoxas” de distribuir música como (Napster, Ares, blogs, etc.) y a la vez el acceso cada vez más popular a computadoras y herramientas más potentes por parte de usuarios finales, trajo aparejado más de un cambio a nivel estructural en todos los procesos musicales. Enumeremos algunos de los cambios más importantes en lo que referiere a la comunicación de la industria de la música. Algo que van a ver es la gran interacción orgánica entre cada uno de estos ítems, que por cierto, son algunos que considero relevantes, pero no son todos.
- El cambio del soporte físico por el virtual
Antes se comunicaba en formato físico y se hacía entrega del mismo por los medios tradicionales de entrega de cartas y encomiendas. Era necesario sí o sí entregar el material físico, así como la literatura o gacetilla de prensa. Esto significaba un costo enorme en lo que refiere a copias, generalmente originales, con impresión del material, costo del envío, ensobrado y por supuesto con el riesgo que el material termine en la papelera de la recepción de un medio, o mezclado con un montón de material de prensa que jamás fue leído. A esto se le sustituyó por el envío en forma digital del audio, sea en plataformas para escucha como Spotify, YouTube, Deezer, Soundcloud, Bandcamp, o en sistemas de descarga como Drive, Wetransfer, etc.
ventajas
– ahorro en copias físicas
– menos impresión de materiales, por lo tanto más ecofriendly
– llegada del material directo a la casila de correo del destinatario deseado
– seguimiento de la entrega más sencillo con ida y vueltas de correo
– poder establecer parámetros de respuesta de cada medio.
- Depender en exclusiva de un manager o figura que se encargara de todo lo que no es musical
En los años ’80 y hasta entrados los 90s, la especialización en las áreas “no musicales” se concentraban básicamente en la figura del manager, el cual se encargaba de todos los aspectos que hacía a la promoción, difusión y producción ejecutiva de las actividades del artista. Hoy en día la figura del manager ha cambiado y se ha “depurado” de un montón de tareas que suelen ser especializadas o dedicadas a profesionales de esas áreas, tales como ilustración, diseño gráfico, comunicación en redes, bookeo o venta de shows, etc. Si bien en los artistas con carreras en desarrollo no se puede decir que hay un profesional para todo, y en la mayoría de los casos el propio artista realiza todo esto, sí es relevante que cada vez más se tiene conciencia de las diferentes tareas, de la especialización que requiere cada una y la atención mucho más en detalle.
- La popularización o democratización de herramientas de marketing digital
¿Manejar una base de datos de emails? ¿Manejar un sistema de envíos de correos profesional? ¿Programar campañas publicitarias segmentadas? ¿Cruzar envíos entre plataformas? ¿Saber diferenciar qué postear en Facebook, qué en Instagram y qué en Twitter? Partiendo de la base que en los 80s, 90s y parte de los 2000 las redes sociales no existían, sí existían profesionales del marketing dedicados a todas las tareas que están implícitas en estas preguntas. Sin embargo, hoy en día el uso promedio de las redes y un par de charlas con amigos que estén en el tema, nos ponen en un lugar casi de un analista profesional de los 80s. (Quiero aclarar que un analista de marketing del SXXI es algo muy serio, que maneja esto y otros conceptos muchísimo mas profundos como Bigdata, multiplataformas, etc). Las herramientas básicas de marketing en redes sociales están disponibles para quienes se encargan de la comunicación de un proyecto artístico, y si a esto se le suma investigación, tiempo y dedicación, se puede trabajar bien. Dejo como algunas muy interesantes: Mailchimp y Revue (de Twitter) para manejos de envío de correos y Newsletters, la nueva plataforma integrada de Facebook e Instagram para hacer publicaciones cruzadas entre ambas Redes, Telegram y WhatsApp, etc. No voy a cerrar este ítem sin nombrar a Google Drive, que es el gran articulador silencioso que permite tener un disco duro en linea con todo el material del artista, con acceso al mismo, sean fotos, audio, pdf, etc.
- La popularización o democratización de la información especializada
Hasta hace unos años era muy críptico poder desentrañar los secretos de cómo comunicar un proyecto, cómo aplicar conocimiento a las tareas que hacen al trabajo de la comunicación y el marketing. Sin embargo han surgido opciones educativas que cruzan estas áreas, como las carreras de Ciencias de la Comunicación, de Gestor Cultural, así como talleres y workshops especializados en varios tópicos. Esto con el tiempo trae profesionales capacitados ya sea en estos cursos, y/o validados por su propia experienca a lo largo de años y años de trabajo, lo cual comienza a plasmarse en textos, en formato digital o formato físico. De hecho, esta columna es producto de la combinación de ambos factores y el conocimiento que compartimos con uds puede decirse que es una gran amalgama de estudio, vivencias y cotidianeidad. La vida misma, ¿no? Dejo como recomendación el libro de mi tocayo: «Manual de supervivencia para músicos emprendedores» de Gabriel Turielle, el cual entiendo que debe estar junto a cada artista, como material de consulta y referencia. (Lo puedes conseguir en la Distorsión Openstore desde este link). También les propongo que sigan el blog de CDBaby que tiene artículos por demás interesantes para el desarrollo integral del artista musical.
- Una relectura del DIY, hacelo vos mismo desde una óptica profesional
La democratización del conocimiento obliga a que el compromiso de hacer las cosas bien, sea mayor. Y eso pasa por una relectura del DIY o hacelo tu mismo. La filosofía de la autogestión, tuvo en su momento la exoneración de responsabilidad si algo no era “muy pro”. Es más, en su tiempo era una postura filosófica frente a esa industria mercantil, de productos seriales y casi sin alma, contra lo “hecho por uno mismo”. El avance tecnológico y el abaratamiento de las tecnologías, permiten que se pueda trabajar de forma autogestionaria cada vez con mejor calidad sin tener que abandonar los principios. Los productos autogestionados cada vez tienen mejor calidad, y a la vez más posibilidades de ser impactantes y diferenciados, ya que a la velocidad y mejora de la manufactura de esos productos, se le suma el amor y la dedicación que todo lo DIY contiene. Habrán visto que soy un gran entusiasta de la cultura DIY, pero no por eso dejo de pedir una mejora en la calidad y en el desarrollo.
En resumen…
Al terminar este artículo, leo, leo y releo todo lo escrito y pienso… falta esto, falta lo otro. Que… “Músicos emergentes aplicando técnicas “pro” a su trabajo”, “Las redes sociales como la gran agenda o el contacto punto a punto”, o “El cambio de la industria musical”. Creo que cada uno de estos ítems que les expongo podría ser persé una columna en sí mismo.
#autocapacitación #diy #hacelotumismo #conectar #redes
Conclusión (de esta segunda entrega)
¿Otra vez llegamos a la conclusión? ¿Pero cómo concluir en algo que está en permanente desarrollo y cambio? y el lote de preguntas que dejé planteadas en la edición anterior…
¿No te parece que quedan muchas aristas por cubrir en lo que refiere a comunicación? ¿Y cómo comunicar? ¿Qué comunicar? ¿Ponerse en contacto con un profesional de la comunicación no será bueno? y…
O freno a este demonio que no para… o convertimos la columna en un tratado inabordable para el lector de Sólo Rock y… no es la idea.
Sí… copy y paste. Era inevitable.
¡Lo mejor para lo que va quedando del 2021!
(qué añito, ¿¿¿¿eh????)
Separata: Te dejo algunos pequeños desafíos
Clásico, te dejo las ya tradicionales preguntas abiertas para que las pienses, intercambies con los tuyos, para que medites y te propongas otras preguntas…
- ¿Usás alguna de las herramientas que te comenté en este artículo?
- ¿Pensaste cómo era esto hace 20 años?
- ¿Qué sensación tenés al comunicar cosas de tu banda o de tu propuesta? ¿Mensajes en una botella a lo The Police? ¿Gritar en el medio de un baile?
- ¿Te evaluaste cuánto has aprendido de todo esto a lo largo de un año?
- ¿Cuánto estás dispuesto a aprender y eventualmente cambiar?
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Gabriel Brikman (área 51)
músico / productor / comunicador / gestor cultural
Responsable del proyecto de comunicación Distorsión
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